Corrió gradas abajo al ver la hora que su teléfono marcaba, aunque probablemente su mejor amigo ya se había ido, sin él y con las llaves de su casa.

─¡Jungkook!─ siente que sus ojos se llenan de lágrimas al toparse con el rostro del menor en la salida del edificio─ ¡No te fuiste con mis llaves!─ en toda la emoción de su carrera, sus pies se enredaron para hacerlo caer junto a los pies de su amigo.

El chico sonríe mientras muestra el objeto mencionado por el mayor, dándole vueltas alrededor de su dedo índice con una clara mueca de diversión.

─No iba a irme sabiendo que sin ellas te quedarías fuera, hyung─ suelta, mostrándose de lo más inocente mientras ayuda al chico a levantarse del suelo.

─Jungkook, me salvaste─ ríe ahora, tomando sus llaves para guardarlas en el bolsillo del pantalón, dejando por fuera el llavero de un emoji de tigre que el mismo Jungkook le había regalado─ ¿No esperaste mucho?

Comienzan a caminar para llegar a la salida del colegio y notar el atardecer del cielo que se deja ver entre los altos árboles.

─Hum... Un poco─ nerviosamente se rasca la nuca─. Fui a buscarte, pero estabas con Jimin, así que bajé.

Las alertas se encendieron en toda la cabeza del chico, que rápidamente se tensó y detuvo ambos pasos.

─¿Escuchaste algo?─ es lo primero que puede preguntar.

El chico le ve extrañado mientras niega con la cabeza.

─No, yo solo los ví... Demasiado cerca─ y, sin siquiera notarlo, la lengua de Jungkook choca contra el interior de una de sus mejillas, un gesto que no pasa por alto para Taehyung.

─¿Solo eso? ¿Por qué no entraste?─ decide indagar, un poco nervioso.

El menor cambia a una expresión totalmente seria, sus grandes ojos también se vuelven fríos.

─No quería interrumpirlos.

Entonces cae en la cuenta de esos celos, los mismos que mostraba Jimin cuando se trataba de Jungkook pasando tiempo con cualquier otra persona.

-Jungkook, tú no...

-¿Yo qué?

-Jungkook, ¿De casualidad te gusta Jimin?

Y las mejillas del chico se tiñen de rojo intenso mientras los ojos se agrandan de la impresión. Taehyung acababa de comprobar su teoría. Pero ¿qué se podía hacer? Si Jimin y Jungkook eran muy obvio y, también, muy despistados.

─¡No es eso!─ decide buscar un pretexto, notando como la sonrisa cuadrada de Taehyung le dice que no va a creerse nada de lo que diga─ Jimin es increíblemente guapo, pero no es eso.

─Sí, Jungkookie, mejor ve a declarar tu amor directamente a Jimin─ y no puede retener la risa, mucho menos al ver la expresión consternada de Jungkook, que solo puede soltar un grito de frustración.

─No se lo digas ¿está bien? Aún no sé como demonios decirle que me gusta y él dice que me ve como un hermano menor.

Taehyung se pregunta que tipo de conversaciones mantenían esos dos en su ausencia, pero decide dejar ese pensamiento para más tarde. Solo debe alentar a Jungkook y dos de sus amigos podrían ser felices.