Al día siguiente, Taehyung aún no podía terminar de procesar la información que Jimin y Jungkook le habían dado sobre su mutuo amor. Era extraño, no que estuvieran enamorados el uno del otro, si no que aún no se dieran cuenta de eso.

Es más, él tampoco se había dado cuenta en verdad, solo se le había vuelto obvio cuando ambos lo confesaron.

¿Qué demonios hacía cuestionándose eso en momentos como esos? ¡Él tenía un libro por leer y un ensayo por escribir aún esperándole!

Con la cabeza metida en el mayor de sus problemas, el chico camina al rededor del colegio, dado que aún era temprano como para aparecerse en el salón sin que Jimin o Jungkook lo estuvieran molestando con sus problemas amorosos.

No, Taehyung no tenía tiempo para eso, o por lo menos no ahora, la otra semana tal vez sí podría ponerles atención y brindarles, por lo menos, un consejo.

─¡TaeTae!─ una voz familiar lo llama por medio de gritos cuando pasa frente al salón de la piscina─ ¡No huyas!

Antes de poder girarse para saludar a Hoseok, este ya había saltado sobre el menor, obligandolo a soltar el libro para sujetarlo y no caer ambos.

─¿Vas a nadar hoy?─ pregunta, bajándose de los brazos del menor para tomarlo de los hombros y sacudirlo.

Jung Hoseok lucía radiante desde que despertaba, lo que solo lograba aturdir a un medio dormido Taehyung que intentaba (realmente lo hacía) leer el libro lo más rápido que pudiese.

─Si me salto la clase de natación podría adelantar el libro, incluso podría terminarlo antes─ los ojos de Tae brillan, viendo una bonita alternativa─ ¡Hyung! ¿Usted leyó este libro el año pasado?

Con toda la esperanza puesta sobre el mayor, recoge el libro del suelo para entregárselo, esperando una respuesta positiva. Al ver la portada de dicho libro, Hoseok borra su sonrisa, cambiándola por una mueca de descontento.

─No, me inventé el ensayo, y al profesor no le gustó mucho eso, perdón─ le devuelve el libro, invitándolo a seguirlo hasta la piscina─. Pero ahora podrías esconderte en los vestidores hasta que la clase acabe.

Ambos se detienen frente a la masa de agua que se encuentra en el centro de la habitación, observando la bonita ilusión de color celeste que muestra el líquido trasparente en contraste con las baldosas.

─¿Crees que Yoongi Hyung lo tenga?─ la esperanza vuelve a los ojos del chico, que se gira para tomar por los hombros a Hoseok.

La sonrisa brillante del chico regresa cuando el nombre de Yoongi es pronunciado por Taehyung, dejando a este último muy confundido. Algunas piezas del rompecabezas caen en su lugar dentro de la imaginación de Taehyung.

No está seguro de que su conjetura sea porque en verdad lo cree o porque la situación de Jimin y Jungkook lo está volviendo loco, pero las palabras se deslizan de sus labios antes de, incluso, poder reflexionar.

─Hoseok, tú no...─ se muerde la lengua, frenando la pregunta, pero el chico ladea la cabeza con curiosidad.

─¿Yo qué?

─¿Soy yo o a ti te gusta Yoongi?─ pero es demasiado tarde para pensar, porque la pregunta ya había sido escuchada claramente.

La expresión de Hoseok cambia radicalmente, entre confusión y vergüenza, suelta un grito y empuja a Taehyung para alejarlo de su ruborizado rostro.

Tae también grita, pero porque su espalda choca y se hunde en el agua, llevando la mochila al hombro y el libro en una mano.