|Todo trae un beneficio a la larga|

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Ver cómo un común y corriente humano puede hacer temblar a un saiyajin es divertido, bastante de hecho. Y mucho más lo es cuando se trata de tu padre y tu novio.
Porque sí, mi papá está con los brazos cruzados y mirando entre desafiante y molesto a Gohan, quien está atemorizado ante su imponente presencia.
Yo claramente le advertí que mi tutor era un hueso duro de roer, que desde de lo de mi hermano se ha vuelto sumamente protector conmigo —aunque esto último no se lo comenté—, pero no, el idiota del saltamontes hizo caso omiso y he aquí las consecuencias.

Acompáñenme a ver esta triste historia...

Yo solo estoy expectante atrás, observando el próximo show que se van a armar. Traería palomitas y todo, pero el bufete está lejos.
Conozco lo suficiente a mi papá y sé que solo quiere asegurarse de que mi novio no sea un patán o algo; va intimidarlo y demostrar quién es el "alfa" allí, hacer notar su autoridad —no por nada es uno de los catedráticos más temido en la universidad, ejem—. Aunque solo es eso en sí: no me va a prohibir verme con Gohan como en las telenovelas dramáticas o algo así, solo está empeñado en meterle un susto, advertirle que si se sobrepasa con su "niña" le va a ir muy mal. Podría intervenir o algo, pero meh, da flojera.

Que Gohan sufra un rato, no le pasa nada.

—¿Entonces? —Exige mi padre, mirando fijamente al azabache.

—Em..., b-bueno, quería pedirle permiso para que me permita salir con su hija... —susurra el idiota de mi novio lo suficientemente alto para que lo escuche mi señor padre, atemorizado.

—¿Ya son pareja? —Pregunta y sé que, aunque parece que la pregunta va al Son, en realidad es para mí; me está mirando. Yo solo me limito a asentir con la cabeza y sonreír tenuemente, entre tímida y resignada.

—Sí, eh, desde hace unas semanas —completó Gohan rascándose la nuca, nervioso.

—¿Y no me dijiste que solo querías su amistad, que no te interesaba en ningún otro ámbito? —Cuestiona y noto cierta amenaza.

—B-bueno, es que pasaron muchas cosas en estos meses y..., y solo sucedió... —contesta Gohan más nervioso aún; casi lo puedo ver temblar como un chihuahua.

Y vaya que es verdad lo que dijo: esto solo sucedió.

Nunca pensé verme así, con el saltamontes pidiendo permiso para salir formalmente conmigo delante de mi padre. De hecho, nada fue previsto, ni siquiera los sentimientos que terminaron surgiendo. ¡Joder, ni siquiera me vi de amiga del que antes consideraba mi peor enemigo!
Lo golpeé, lo insulté, le grité —en general lo traté mal al inicio—, y miren, se terminó enamorando se mí y me arrastró a ese mundo también.
Empiezo a creer que es verdad eso de que los hombres son masoquistas y buscan mujeres que los dobleguen de alguna manera...

Digo, él tiene más que presente mi fuerte carácter.

—¿Y por qué debería acceder a que salgas con mi hija? —Inquiere mi papá, expectante de su respuesta y con el mentón alzado, demostrando una postura reacia.

—Yo..., bueno, realmente estoy enamorado de ella y... por eso estoy tratando de hacer las cosas bien, por ello quiero pedirle su permiso —dice Gohan de manera tímida y siento un tanto de ternura al escucharlo. Evidentemente está nervioso y se nota que no sabe muy bien qué decir, mas sin embargo, es lindo—. Sé que dije que solo buscaba ser su amigo porque en ese entonces era verdad, pero n-no sé, me terminé enamorando de ella sin siquiera darme cuenta —inhala, como reacomodando sus ideas—. Es una buena chica a pesar de su carácter y las cosas que ha tenido que pasar, me ha demostrado y enseñado muchas cosas... y quiero que siga siendo así, quiero seguir compartiendo con ella hasta donde me sea permitido. Así que estoy dispuesto a ganarme su confianza y demostrar que voy en serio, demostrar que lo que siento es real.

Oh, Dios mío.

No me esperaba eso, para nada, y sé que mi papá tampoco ya que puedo vislumbrar un poco de sorpresa en su rostro; aunque intenta aparentarlo.
Realmente me conmociona esto, es decir, sé que él me comentó que va en serio conmigo, pero... no sé, quizás no lo tomé tanta relevancia, quiero decir, ambos somos jóvenes y apenas estamos saliendo. Pero ahora que lo ha confirmado delante de mis padres...

—Yuzu... —escucho a mi papá nombrarme, por lo que alzo la mirada y noto que me observa inquisitivamente. Suspiro pesadamente, resignada a tener que admitir en voz alta lo que él quiere escuchar.

Adiós, orgullo, mi viejo amigo.

—Sí, es mi novio, lo quiero y todas las cosas empalagosas del romance —admito con cansancio, seguramente con el rostro un poco sonrojado—. ¿Ya terminaste de amenazarlo? Porque tengo hambre —me quejo y mi papá sonríe divertido, dejando por un momento su postura de "yo mando aquí, témanme".

Sí, lo sé, romper atmósferas románticas se me da muy bien.

—Ve a comer, hija, yo tengo que arreglar asuntos con... este —habla al final de forma un tanto despectiva, dirigiéndole una mirada de enfado a mi novio, quien se estremece de nueva cuenta.

Pobre cosita fea.

—Bueno —accedo alegre y emprendo camino hacia las grandes mesas de comida, donde se encuentran Trunks y Goten atragantándose, ajenos a todo.

Así como todos en realidad; nadie además de mis padres saben de la situación esta ya que estamos un tanto retirados de los demás invitados.
Cuando veo a mi mamá, quien está un poco atrás de mi papá, presenciando todo en silencio, ella me mira con un gesto divertido al tanto que niega con la cabeza, rendida por mi actitud ya que me conoce bastante.
Paso al lado de Gohan y me da una mirada de súplica, pero solo me limito a sonreírle apenada y encogerme de hombros, siguiendo mi camino.

Él solito se metió en eso, yo no sé.

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No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que estuve dándome un festín junto a Trunks y Goten, con quienes estuve platicando de videojuegos y cosas así, ya saben, matando el rato.
Son divertidos a pesar de ser niños de siete y ocho años, además, me di cuenta de que el pelimorado es bastante maduro para su edad, aunque no me sorprende del todo: es hijo de Brief Bulma; Goten, por el contrario, es más infantil e inocente, características heredadas por Son Gokú, mi ídolo al igual que el de muchas de ustedes.

Vaya dúo que forman.

Al final, los infantes se fueron a jugar con Majin Boo y el cachorro que trajo, abandonándome. Como no sabía qué más hacer y el saltamontes no volvía ni mis padres, me puse a jugar con mi celular, volviendo a perder el tiempo. Aunque no tardó mucho en que sintiera el ki de él acercarse a donde estoy, con mis padres detrás, quienes platicaban de lo más tranquilos con Milk; a saber cuándo se les unió.
Veo que Gohan se arrima a mi lugar en silencio, sentándose al lado mío en el suelo que está plagado de pasto. Y sí, terminé en el piso ya que me gusta más.

O bueno, quizás fue porque el amargado de Vegeta me echó del bufete al ver que, según él, estaba comiendo mucho. Solo quizás.

—Tu papá no me quita la mirada de encima —murmura Gohan atemorizado, sacándome de mi transe momentáneo.

Alzo la vista y noto que mis papás mantienen una plática amena con Milk a la distancia, pero mi padre observa seriamente cada tanto al chico que está a mi lado.

—¿Qué te dijo? —Pregunto curiosa, ladeando mi cabeza a su dirección.

—Que me va a castrar si te llego a lastimar... —admite y se estremece un poco, supongo que imaginándose la escena. Me quiero echar a reír, pero me contengo a duras penas al ver su cara de susto.

Pobre, creo que mi papá sí lo traumó.

—Suerte para que no te castren —me burlo riendo un poco. Él solo rueda los ojos y se apoya conmigo, cortando la poca distancia que había entre nosotros—. Hey, que no soy tu recargadera —me quejo, mas no hago nada para quitármelo de encima, haciéndolo carcajear y apegarse más a mí.

—Lo bueno es que tu mamá sí me aceptó completamente —comenta al tanto que toma mi mano, jugueteando con mi dedos y tensándome por su tacto.

Me gusta la calidez que me transmite.

—Te quiso desde el inicio —me sincero en un suspiro, recordando las veces que me hizo pasar vergüenzas delante de él ya que le contó anécdotas mías de pequeña.

Dios, qué horror que tu novio sepa de cosas que quieres olvidar por lo vergonzosas que son. Lo que me consuela es que estamos a mano ya que Milk me contó de lo chillón que era de pequeño.
Es curioso pensar que el chico que está a mi lado antes era un niño consentido, un tanto berrinchudo, que lloraba por todo y que era sumamente dependiente de sus padres.
¿Quién iba a decir que ese infante se volvería un joven amable, fuerte, valiente e imponente cuando así lo quiere?

Cambió muchísimo aún si no lo llegué a conocer de pequeño.

—Así que... somos novios oficialmente —comenta él mirándome, sacándome de mi viaje astral y sonriendo un poco ladino.

Y su alter ego salió a la luz, lectores míos.

—Supongo que sí, ya te ganaste la aprobación de mi padre —afirmo encogiéndome de hombros, tratando de restar importancia al asunto. En realidad yo no estaba preocupada de que "formalizáramos", era él.

Y luego dicen que son las mujeres quienes se obsesionan con eso...

—Por cierto, ¿en dónde imparte clases tu papá? —Pregunta y me desconcierta de momento ya que no me lo esperaba.

—¿Por qué la pregunta?

—Para saber en qué universidad no debo sacar ficha —dice y no puedo evitar reír divertida, empujándolo y negando suavemente con la cabeza.

—Exagerado —me quejo.

—¡Es que tu papá da miedo! —Reprocha con una mueca en su boca y en tono un poco alto, pero rápidamente se gira a donde está mi tutor y suspira aliviado al notar que no llamó su atención.

Bueno, Gohan acabó traumado con sabrá Dios lo que le dijo mi papá, pero todo salió bien al final de cuentas.

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En estos últimos meses mi vida... ha cambiado, ha mejorado. Nunca pensé que después de lo de mi hermano llegara a pasar esto, que llegaría a saber un mundo fantástico que era más cercano de lo que pensaba, que tendría amigos (pocos, pero allí están), que conocería a gente importante... y que me toparía con él, con ese ridículo chico de ropas de circo, aquel que logró traspasar todas las barreras que puse a mi alrededor, aquel que se fue ganando mi confianza..., aquel que hoy tengo la dicha (o desgracia) de llamarlo novio.
Es curioso ponerme a pensar cómo era mi actitud en los primeros capítulos, y ahora...

Supongo que me domaron de alguna manera.

—Ah, qué aburrido —murmuro al no ver que nadie cometa algún crimen, todo parece tranquilo.

Ugh, en estas últimas semanas no hay ocurrido nada espectacular. ¿Será que los delincuentes ya se están resignando a que la poderosísima Inoue Yuzuki los derrotará y los mandará a la cárcel heridos?

Siento unos pasos atrás mío y me desconcierto; ¿quién podría ser?
De momento se me viene a la cabeza el saltamontes, pero rápidamente lo descarto ya que él aún está en la escuela haciendo no sé qué cosa, solo sé que es algo que implica sobre sus excelentes calificaciones que claramente yo no saco. Cosas de tercer año y sus universidades, supongo.
Me sorprendo un poco al localizar su ki y reconocerlo de inmediato, pero lo que más me impacta es ver cómo se sienta a mi lado, en el filo del edificio donde acostumbro a venir.

Es Videl.

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–Solo voy a decir que... este es el penúltimo capítulo, jsjsjs.

-Lindassj1