Capítulo 39 |Ironía.

|Y, para cuando te percatas, los sentimientos ya están alojados dentro de ti|

━━━━❰・🍚・❱━━━━

Sábado, por fin es el bendito y maldito sábado, ugh.
A pesar de que me jode admitirlo, estoy bastante nerviosa y me siento estúpida por ello. ¡Maldita sea, hemos salido muchas veces! ¡¿Por qué ahora me siento así?! ¡Se supone que yo no soy como esas típicas colegialas hormonadas que me caen mal, mas sin embargo, me estoy comportando casi como una! Les he fallado, ah. No merezco perdón de Dios ni compasión de Satanás.
En fin, dejando mis dilemas de lado, ahora estoy en el sillón de la sala de mi casa, tonteando con mi celular en un intento de tranquilizarme, esperando a que Gohan llegue.

Lo bueno es que mi papá está dando clases y no se encuentra, porque si no...

—¿Cuándo dijiste que viene tu novio por ti? —Pregunta mi mamá sentándose a mi lado, molestándome con su juego de palabras.

Muy bien sabe que no es mi novio y..., agh...

—Ya te he dicho que no somos nada, má —gruño un tanto malhumorada. Se supone que estoy intentando calmarme, pero eso que dijo no ayuda en lo absoluto—. Y dijo que a las dos.

—Falta unos cuantos minutos, Yuzu —avisa mi mamá mirando el reloj que trae en su muñeca.

—Lo sé... —susurro con una mueca, mirando al piso.

—Es una cita, ¿no es así? —Indaga mi madre, alterándome de inmediato. ¡Yo no le dije nada, joder! ¡Solo le comenté que íbamos a salir como todas las veces anteriores! ¡¿Cómo...?!—. Solo era una suposición mía —dice ella, divertida, como entendiéndome—, pero tu reacción me ha confirmado que acerté.

Empiezo a creer eso de que las mamás hasta pueden leer la mente y todo.

—Y-yo no... —intento alegar el punto, pero no sé qué decir en realidad para defenderme.

—Así que al fin él ha tomado la iniciativa, ¿eh? —Habla tranquilamente, sonriéndome—. Vaya que sí se tardó.

—Pero..., ¿cómo...? —Susurro incrédula. Siempre he negado el tema, no le he dicho absolutamente nada de lo que ha pasado en este último tiempo desde que él me intentó besar (porque ahora sí sé que lo intentó) aquella vez que tuve un ataque de vulnerabilidad por el tema de mi hermano, aquel maldito día de supuesto estudio que desató de poco en poco lo que ahora está pasando.

—Ay, Yuzu, yo ya pasé por tu edad. Es obvio que algo estaba sucediendo entre ustedes dos —exclama riendo, colocando una mano en mi cabeza, y justamente suena el timbre—. Suerte con tu chico.

—¡Mamá! —Me quejo bastante avergonzada cuando veo que se levanta, dirigiéndose a la cocina a saber por qué cosa, o quizás dándome privacidad, quién sabe.

Exhalo para tranquilizarme y me levanto de mi asiento, dirigiéndome a la puerta y abriéndola, topándome de inmediato con él y su sonrisa típica.
Está vestido como un adolescente normal, con un pantalón negro, una playera blanca y una camisa negra desabotonada, haciéndolo ver atractivo para mi sorpresa; en su mayoría, trae su común ropa anticuada y erudita, pero verlo así...

—Hola... —susurra Gohan.

—Hey —me limito a decir intentando aparentar mi nervios, dándole una sonrisa ladeada.

Vamos bien, solo tengo que fingir tranquilidad, no es difícil, solo tranquilidad.

—Entonces... —empieza a decir el saltamontes, pero es interrumpido.

—Oh, Gohan, ya llegaste —dice mi mamá como si estuviera sorprendida (cosa que es claramente falsa), con sus comisuras alzadas y atrás de mí. Ay, no, que no empiece con sus cosas por favor—. ¿Quieres pasar a tomar algo?

—E-eh, no, pero gracias —responde cordialmente él, inclinando su cabeza en modo de respeto.

—Oh, bueno, Yuzu, ya vete con tu novio antes de que tu padre llegue —comenta mi mamá y sé que me está molestando, pero me contengo de empezar a replicar y solo bajo los pequeños escalones de la entrada.

Muy a mi pesar, te acostumbras con el tiempo.

—La traeré a las seis —avisa tímidamente mi contrario, con una sonrisa de igual manera.

—No se preocupen, tómense su tiempo, solo no lleguen demasiado tarde —da chance la mayor guiñándole un ojo, haciéndome enrojecer de inmediato, pero Gohan no parece entender la indirecta.

Menos mal.

—Claro, con su permiso —accede el pelinegro dando otra reverencia, indicando que ya nos vamos.

Ahora sí viene lo complicado, ugh.

—Adiós, má —me limito a despedirme, sonriéndole tenuemente. Al fin me salvaré de las vergüenzas.

Mientras a la señora Milk le gusta avergonzar a Gohan frente a mí, la mía hace lo mismo, pero de forma inversa. Seguramente se llevarán bien si se conocen, pero al mismo tiempo sería un gran problema para los dos.

—¡Diviértanse, chicos, y no se olviden de la protección; no quiero ser abuela aún!

No lo dijiste, mamá, no lo dijiste...

—¿Acaso dijo que...? —Cuestiona Gohan un tanto ruborizado, intentando buscarme la mirada.

—Ignora eso por favor —suplico cabizbaja, ardiendo en vergüenza. Mientras mi papá es más recto y formal, mi mamá es... así, liberal, fresca.

Vaya familia en la que vine a parar.

▶▫▪♡▪▫◀

Terminamos viajando en la nube voladora para mi gran comodidad; me gusta ya que no me esfuerzo y al mismo tiempo es más..., no sé, solo me gusta.
En el corto trayecto hubo más silencio que nada, pero como yo iba atrás en esta cosa amarilla, no pude ver sus gestos y ni él los míos, por lo que pude tranquilizarme al fin después de todo este día de ansiedad.
Dijo que hasta las seis íbamos a estar juntos, no es mucho tiempo, ¿verdad? Solo debo mantenerme así por casi cuatro horas, ya he sobrevivido mucho más tiempo a su lado y no me ha pasado nada, esto será pan comido; cuando ya me percate estaré en mi cama con unos cheetos picosos y jugando videojuegos, fácil.

Solo es una cita, no me voy a morir por ello.

—Llegamos —avisa Gohan y automáticamente me saca de mi trance, mandando todo mi relajamiento a la chucha.

¡No, no, no, no! ¡No empieces otra vez! ¡Tranquilízate, Yuzuki!

Él baja primero y después yo lo imito, dándome cuenta de que estamos en el río que algunas veces visitamos cuando terminábamos de entrenar y descansábamos. No había vuelto a venir aquí desde aquel entonces, ya hace varios meses. Aunque no hay nada novedoso hablando de la naturaleza, pero... wow.
Me quedo absorta, mirando la manta a cuadros rojos y blancos que hay en el suelo, encima habiendo dos canastas tapadas, aguardando allí seguramente la comida.
Creo que cualquiera externamente podría verlo como algo común, sencillo, pero... nadie había hecho algo así por mí.

Nadie hasta que este chico se entrometió en mi vida.

—Espero y no me haya quedado tan mal la comida —comenta riendo al tanto que se rasca su mejilla, con un tono tímido.

—¿T-tú lo hiciste...? —Me animo a preguntar con sorpresa latente, más estupefacta aún.

Recuerdo vagamente una vez que me dijo que no se le daba la cocina, que lo había intentado, pero que simplemente no le favorecía ni era uno de sus fuertes. Entonces..., ¿él realmente lo hizo por mí? ¿Lo intentó por mí?

—Sí, mi mamá me estuvo guiando —explica sincero, acercándose hacia el lugar e invitándome a que lo acompañe.

—Bueno, al menos, si muero intoxicada, tú te irás conmigo —bromeo cuando me siento enfrente suyo, sacándole una risa que acabo por seguirle.

Al fin puedo relajarme.

Dios, es Gohan, es el chico que conozco y me conoce, con el que he salido muchas veces, al que le he brindado mi confianza. ¿Por qué me puse tan nerviosa? Es él simplemente. Desde hace un poco más de un año ha sido él.
Sin más, terminamos por comer entre nuestro acostumbrado ambiente que hace tiempo no nos rodeaba por la situación: burlas de mi parte y risas de él, surgiendo todo ameno al fin, tranquilo y reconfortante.
Si se preguntan por la comida, seré sincera: no fue la mejor del mundo, pero tampoco la peor. Le falta mejorar, pero el intento y gesto es lo que vale, ¿no?

Quizás más adelante le enseñe cocinar lo que yo sé hacer...

Cuando terminamos de comer, comenzamos a hablar de tonterías simplemente, dejando transcurrir el tiempo y seguir todo su rumbo, como si ningún lío hubiera ocurrido entre nosotros, como si nada hubiese ocurrido apenas unos meses antes, como si esto fuera lo habitual, lo natural. Aunque no todo es paz y tranquilidad en esta vida, ¿verdad?
Noto cómo su intensa mirada azabache está posada en mí cuando culmino de reír por un chiste que contó que es tan malo que hasta da pena, sacándome de mi trance y devolviéndome a la realidad.
No somos técnicamente dos mejores amigos platicando y riendo por estupideces, no, ya no es así, dejó de serlo desde tiempo atrás. Es diferente y ambos estamos más que conscientes de eso, aunque me cueste admitirlo.

Joder, por un momento me olvidé que estábamos en una cita.

Ya no pudiendo verlo por más tiempo, desvío mis ojos al río, contemplando cómo este corre y sigue su trayecto, intentando tranquilizar mi pulso que se vio alterado por culpa de él y la forma en que me observó. Estúpido Gohan, debías sacarme de mi burbuja cuando por fin había vuelto todo a ser tranquilo, carajo.
Ambos volvemos a caer en un silencio donde solo se escucha los ruidos de los animales e insectos que rondan por aquí, lo cual podría considerarse relajante, pero para mí no lo es.
En un intento de calmarme, empiezo a juguetear con lo sobrante de las mangas de la sudadera abierta y gris que traigo puesta, manteniéndome cabizbaja.

¿Y... qué se supone que sigue?

—Yuzu..., ¿puedo...? —Al escucharlo, alzo mi vista hacia él, un poco curiosa de qué va a decir, pero me altero cuando noto que hizo de lado las canastas y ahora ya no hay nada que le impida acercarse a mí, cosa que terminó por hacer sin que me percatara—. ¿P-puedo besarte? —Pregunta mirándome fijamente de esa manera que odio porque me hace sentir vulnerable, volviendo a erizarme de inmediato.

Ay, Dios mío.

—E-eh... —balbuceo devolviendo mi vista al suelo, entrando en pánico.

¿Qué digo? ¡¿Qué digo?! ¡Joder, joder joder! ¿Recuerdan cómo la vez pasada dije lo del capítulo de Bob Esponja y sus versiones mini en el cerebro con una revolución allí dentro? Así está nuevamente el mío, pero creo que más caótico aún, por lo que mis pensamientos y mi habla no están conectados ahora, no permitiéndome contestar algo que no sean balbuceos.
Me mantengo cabizbaja y tensa, logrando escuchar hasta en mis oídos mi pulso, haciéndome saber lo alterado que está mi sistema. Y lo hago, asiento con la cabeza velozmente, dándole permiso, accediendo a su petición.

Maldición, me acabo de condenar a mí misma.

Siento cómo alza mi mentón y me da una sonrisa tranquila aún si sus pómulos se encuentran rojizos, como intentando brindarme un poco de confianza. Sin más, veo que termina de acortar las distancias como si todo estuviera en cámara lenta, como si no estuviera del todo presente, inmersa en su mirada oscura en realidad. Reacciono cuando distingo sus labios presionar contra los míos de forma suave, percibiendo que mi cuerpo se estremece por eso. Comienza a moverse levemente y de forma torpe sobre mí, dándome cuenta que quiere iniciar lo que se considera un beso real, logrando hacerme temblar.
En realidad no sé mucho, me daba asco y vergüenza ver ese tipo de escenas en las películas o videojuegos, por lo que las evitaba a más no poder.

Vaya ironía de la vida que yo terminara siendo protagonista de una escena así.

Se separara un poco para respirar, con la intención de finalizarlo, pero por un impulso que ni yo misma vi venir, termino jalándolo contra mí, agarrándolo de la nuca e intentado hacer los mismos movimientos que realizó él, tomando así la iniciativa, cerrando fuertemente mis ojos por la vergüenza, pero no me retracto. Ahora es Gohan quien se estremece, logrando que sonría en mis interiores, pero no tarda en imitar mi gesto, aunque solo con una de sus manos ya que con la otra semana está sosteniendo, metiéndola y enredándola entre mi cabello.
Joder, realmente es sumamente diferente a lo de antes aún si ninguno de los dos tiene experiencia.

¿Qué demonios estoy haciendo...?

Cuando ya no puedo más y al mismo tiempo me percato de mis acciones, me separo casi de forma brusca, sorprendida, agitada y ruborizada, llevándome una de mi manos a mi boca, cubriéndome con el dorso de esta, mirándolo incrédula. Gohan solo me observa también un poco impactado y con una ternura que me abruma, sonriendo bobaliconamente, así me agacho mi rostro, más que avergonzada que antes, no acabando de digerir esto.

Qué irónico que no quiera aceptar lo evidente, pero que termine de hacer este tipo de cosas. Irónico simplemente...

━━━━❰・🍚・❱━━━━

-Lindassj1

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top