Capítulo 30 |Aceptación.
|Bien dicen que la felicidad se presenta cuando menos lo esperas|
━━━━❰・🍚・❱━━━━
—¿Saltamontes? —Su voz me saca del trance en el que quedé después de ver lo que pasó con Videl.
—¿Eh? —Murmuro desconcertado y la miro, no logrando ver sus facciones por completo ya que su cubrebocas y su capucha me lo impiden.
—Umh, deberíamos irnos —habla con voz un poco tímida, rascándose su brazo. En otros momentos hubiera dicho que se ve linda así, pero...
—Claro —confirmo y le intento sonreír.
Comenzamos a caminar a un lugar cercano y poco concurrido para destransformarnos y volver a nuestra forma civil, cosa que no tardamos en hacer. Iniciamos a caminar en dirección a su hogar como habíamos acordado para ir a estudiar. Sin poder evitarlo por mucho que lo intente, termino evocando el recuerdo de lo que pasó hace tan solo unos minutos.
¿Videl... la besó? No estoy seguro, no pude verlo por mi posición; lo más seguro es que no, es decir, Yuzuki traía su cubrebocas puesto, hubiera visto si se lo quitaba.
Aún así, ¿qué fue lo que pasó? ¿No se supone que Videl tiene cierta rivalidad con Inoue en su forma de heroína? Es... raro. ¿Y si fue una muestra cariñosa de amistad? No, no lo creo, Yuzuki es muy reacia al contacto físico, apenas y yo he podido abrazarla en contadas las veces; sé que no le tendría la suficiente confianza a la Satán como para algo así, además, conozco a la menor desde antes que ella, sería algo injusto si así fuera la situación...
¿Quizás...? ¿Quizás Videl esté enamorada de ella? Sería algo loco la verdad, pero no creo que imposible, supongo. Si es así, encontraría justificación del por qué Videl me estuvo insistiendo en saber quién era la Chica Encapuchada cuando estábamos entrenando antes del torneo, también por qué se ponía nerviosa cuando la mencionaba... y al último comportamiento de Yuzuki cada vez que le hablaba a la ojiazul; y por qué parecía esquivarla. ¿Habrá pasado algo entre ellas que yo no supe?
A pesar de eso..., ¿qué es esto que siento? No me gusta esta sensación, es muy diferente a las que he percibido. Me duele un poco el pecho y me hace sentir un poco molesto sin justificación alguna.
¿Celos quizás? No estoy muy seguro, ¿pero por que los tendría? Considero a Yuzuki alguien bastante cercana a mí sinceramente, ¿será por eso? ¿Acaso tengo miedo que se distancie de mí si se llega a enamorar de alguien? ¿Es esa razón? ¿Acaso estoy preocupado ya que ella es lo más cercano a una mejor amiga que tengo? Sí, probablemente sea eso porque no encuentro otra razón válida para este malestar.
—¿Le... gustas a Videl? —Pregunto por fin después de todo el rato en silencio, notando cómo se tensa rápidamente y detiene su andar.
—Ehh, eso creo, no estoy muy segura —murmura con ese tono tímido que me está semi molestando. ¿Pero por qué? No hay razón para sentirme así. Simplemente no la hay—. Aunque... no lo gusto yo en sí, le gusta "la Chica Encapuchada".
—Es casi lo mismo... —replico sintiendo esa sensación agria removerse en mi pecho.
—No, no es lo mismo ya que mi alter ego y yo somos distintas; a Videl le gusta una máscara que creé simplemente —aclara mirando pensativa al cielo y después me mira con una tenue sonrisa ladeada—. Tú bien sabes que yo no soy igual que la Chica Encapuchada, me conoces.
De alguna manera que ni yo entiendo del todo, me siento un poco aliviado de oír eso; me gusta saber que conozco más de ella que otras personas a su alrededor.
—¿Y... a ti te gusta? —Me atrevo a preguntar al tanto que siento un miedo que me descoloca.
¿Miedo? ¿Pero de qué tendría miedo? Es tonto sentir algo así.
—Oye, oye, oye, yo no tiro para ese bando —reprocha con el ceño fruncido y los brazos cruzados, haciéndome reír por lo tierna que se ve así. Me siento más tranquilo—. O bueno, no lo sé completamente, nunca me ha gustado nadie de ningún sexo.
—¿En serio? ¿Absolutamente nadie te ha gustado?
Recuerdo que una vez me lo comentó hace tiempo, cuando ambos nos fuimos sinceros respecto a que no habíamos tenido citas ni nada por el estilo. Me es grato saberlo.
—Hey, no te hagas el sorprendido que tú tampoco te has enamorado de nadie a pesar de que eres mayor que yo —recrimina en un bufido, volviendo a hacerme reír.
—Te doy la razón —comento divertido antes de sacudirle su melena azabache, sacándole un pequeño quejido de enojo.
Me gusta que sea más pequeña que yo.
—Hay que ir a comer algo, saltamontes —dice mientras observa una cafetería que no está muy lejos de nosotros, sacándome de mis efímeros pensamientos.
—¿No dijiste que íbamos a estudiar? —Cuestiono con tono de reclamo, pero ella solo se encoge de hombros.
—Tengo hambre, no puedo estudiar con el estómago vacío —roprocha y hace que niegue con la cabeza con diversión.
Me recuerda un poco a mi papá.
—Vamos entonces.
—No te estaba pidiendo permiso en primer lugar —alega sacándome la lengua, echándose a correr y después se da la vuelta a mi dirección—. ¡Apúrate, tortuga, me estoy muriendo de hambre! —Dramatiza y vuelvo a reír, caminando más rápido para alcanzarla.
Es Yuzuki después de todo. Y me gusta que sea así.
▶▫▪♡▪▫◀
Termino de revisar la última operación, concluyendo que casi todo le salió bien a excepción de la penúltima. Ha mejorado bastante en estas semanas, lo suficiente como para lograr pasar con buenas calificaciones los exámenes finales de este ciclo escolar.
Sin más, reacomodo un poco los papeles y lápices para no dejarle todo tirado. Tras terminar, dirijo mi vista hacia la cama de la habitación, justo donde yace dormida Yuzuki desde hace un rato. Me comienzo a cuestionar internamente si la dejo dormir o la despierto para despedirme, pero en el trayecto me quedo observándola.
Está abrazada a su almohada de gatitos, dándole un aspecto indefenso e incluso infantil. ¿Quién diría que la chica que muchos consideran agresiva e impulsa pueda tener este lado suyo? Me siento afortunado de poder verla en esta faceta, de saber que casi nadie la conoce de esta forma.
Noto que murmura algo por lo bajo y se remueve en su lugar, haciendo reír quedamente porque posee el ceño fruncido entre sueños; conociéndola, quizás está soñando con comida o quizás está revocando algún recuerdo de cuando golpea a los delincuentes.
Es tierna.
Decidido a no interrumpir su sueño, comienzo a guardar mis cosas para irme; no sin antes dejarle una nota, por supuesto. Pero mis planes se ven frustrados cuando dejo caer su lapicera, haciendo el ruido suficiente como para despertarla. Miro su lugar, notando que sí, se despertó.
Yuzuki se incorpora en la cama, dándome cuenta rápidamente de que está un poco despeinada y adormilada aún. ¿Por qué tiene que ser tan linda?
—¿Gohan...? —Murmura somnolienta—. ¿Cuándo...? ¿Cómo diablos llegué a la cama? —Pregunta mientras se talla su ojo derecho, haciendo que sienta esa sensación en mi pecho incrementar.
—Te quedaste dormida mientras estudiábamos, supuse que es porque te haz estado esforzado mucho, así que te acosté y te dejé descansar —aclaro y me levanto del suelo, tomando mi mochila.
—¿Qué horas son? —Indaga mientras comienza a hacerse una improvisada coleta de caballo.
—Las ocho treinta y cinco —respondo al tanto que veo el reloj de mi muñeca. La cara de Yuzuki se descoloca y me mira entre perpleja y enojada.
—¡¿Por qué me dejaste dormir tanto?!
—No te preocupes, ya revisé los ejercicios que te dejé ayer y todos son correctos menos el penúltimo, pero ya te apunté lo que salió mal para que lo corrijas. También revisé los de Matemáticas e Idioma y todos te salieron bien. Felicidades, veo que te haz esforzado mucho —le felicito con sinceridad, acercándome a ella para colocar mi mano encima de su cabeza—. Ya estás lista para rendir los exámenes finales —concluyo.
Realmente estoy orgulloso de su progreso en este tiempo, se esmeró por aprender y lo ha logrado.
A pesar de que se jactó muchas veces diciendo que era pésima en Química, le pude demostrar que solo le hacía falta prestar un poco más de atención y encontrar la manera más sencilla para resolver los problemas.
—¿No quieres quedarte a cenar? —Hace el amago de levantarse de la cama, pero niego rápidamente con mi cabeza.
—Me gustaría, pero tengo que llegar a mi casa y repasar los apuntes para los exámenes —rechazo su oferta con cierto pesar. En verdad quisiera quedarme un rato más con ella, pero sé que mi mamá se va a preocupar si me tardo más aún en llegar, sin contar que siento la necesidad de estudiar aunque sea un poco antes de mañana.
—Perdón, por mi culpa tú... —susurra con vergüenza, haciéndome enternecer.
—No te preocupes, me importa más que tú pases los exámenes, Yuzuki —me sincero y doy un paso atrás, contemplándola.
En este tiempo sentí que nos unimos más de alguna manera; fue divertido y entretenido estar estudiando con ella este mes, conocer un poco más sus hábitos estando en su hogar, verla siendo un poco más infantil y mostrándose como es realmente.
A pesar de que ya lo sabía, pude ver esa parte más inocente y menos agresiva que tiene.
—Gracias por todo, Gohan —exclama con una sonrisa que se me hace bonita como las demás que me suele dedicar a veces, pero... la siento diferente de alguna manera que ni yo me explico.
Trago saliva con nerviosismo y desvío la mirada a otro lado, ya no pudiendo sostenérsela más, sintiendo mi pulso incrementar un poco.
Está pasando nuevamente, pero así como las veces anteriores, decido ignorarlo.
—Bueno..., me voy —susurro a forma de despedida, pero Yuzuki se me adelanta.
—Te acompaño —sentencia y se levanta, buscando sus pantuflas de Deadpool que tiene. Al final, de tanto que me hablaba de ese personaje, terminé investigando de él y ahora lo conozco.
Cuando las halla, nos dirigimos a la sala, lugar donde se encuentran sus padres arreglando la mesa para cenar.
Su madre es la primera en darse cuenta de nuestra presencia.
—Apenas les iba a hablar para que vinieran a cenar —comenta la mayor, pero al ver mi mochila colgada, parece que se da cuenta que me voy a retirar—. ¿Ya te vas, Gohan? —Me pregunta, llamando la atención del señor Inoue.
En este tiempo creo que he logrado ganarme un poquito de su confianza, o al menos y no me mira tan minuciosamente como si quisiera ver en lo más recóndito de mi alma, aunque no me permite estar a solas en la casa con Yuzuki ni estar en su cuarto con la puerta cerrada.
Pero al menos sigue siendo un progreso, ¿no?
—Sí, es que mi mamá se va a preocupar si tardo mucho en llegar —excuso con timidez.
—Lo entiendo, será para otra ocasión entonces —dice con comprensión—. Bueno, Yuzu, acompáñalo a la puerta.
—Eso es lo que iba a hacer —murmura la pelinegra con un toque divertido.
—Hasta luego —me despido de los dos adultos, a los que la señora me corresponde con una sonrisa.
El señor Inoue solo me mira de forma seria y asiente con la cabeza, haciéndome tensar por cómo me ve.
Sin más preámbulo, me dirijo con Yuzuki a la puerta y me cambio a mi calzado de siempre, salimos y es cuando ambos solo nos quedamos viendo en silencio.
—Nos vemos mañana —digo a forma de despedida por fin, pero Yuzuki parece ansiosa de algo; quizás tenga hambre y por eso está así.
Estoy a punto de darme la vuelta para irme, pero su mano tomando la mía me detiene, haciendo que me recorra algo así como un escalofrío.
—En serio, gracias por enseñarme y soportarme, Gohan —susurra con una sonrisa totalmente sincera y un pequeño rubor en sus mejillas, uno que muy contadas las veces le he visto, haciendo que mi corazón de un vuelco al admirarla de esa forma.
Muerdo internamente mi mejilla con nerviosismo mientras siento mi pulso cardíaco acelerar. Vuelvo a sentir ese impulso de acercarme a ella y hacer algo que posiblemente podría arruinar nuestra amistad, el mismo que sentí hace unas semanas atrás. La diferencia es que ahora estoy totalmente consciente de esto, de que sospecho rotundamente por qué he estado teniendo este tipo de pensamientos y deseos en este último tiempo.
Mas sin embargo, trato de enfocarme en la realidad y no hacer ninguna tontería.
—Ya te dije que no tienes que darlas —susurro—. Suerte en tu examen.
Ella asiente con la cabeza y sacude su mano mientras se echa atrás, después cierra la puerta, desapareciendo totalmente de mi vista. Por fin puedo suspirar, en un intento tonto de acompasar los latidos de mi pecho.
Vuelvo a evocar el recuerdo de su sonrisa inconscientemente, haciendo que sienta mi rostro arder.
He venido dándole vueltas a este asunto desde que intenté besarla por primera vez sin siquiera darme cuenta, llegando a una sola conclusión que me atemoriza porque nunca me había pasado y al mismo tiempo me hace sentir cálido ya que estoy descubriendo nuevas sensaciones gracias a eso.
Creo que... me gusta Yuzuki.
━━━━❰・🍚・❱━━━━
-Lindassj1
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top