Capítulo 27 |Sencillez.
|Siempre hay facetas de una persona que no se terminan de conocer|
━━━━❰・🍚・❱━━━━
—Creo que ya logré convencer a la prensa de que yo solo suplí al Gran Saiyaman en el torneo, así que solo es cuestión de esperar a que míster Satán haga su parte y todo solucionado —le comento a Yuzuki con alegría, por fin sintiéndome tranquilo después de que todo este día fue de estrés y acoso.
Ladeo mi cabeza a su dirección al notar que ella no hace ningún ruido, percatándome de que mantiene la vista perdida en el suelo, sin ninguna expresión en su rostro además. ¿En qué estará pensando? Ha estado muy rara desde que logramos salvar el día en el barranco hace como media hora atrás, de hecho, tuve que ir yo por ella y hablarle ya que se quedó estática desde que salvó a Videl y el otro delincuente.
Vuelvo a observar cómo Yuzuki se sacude el cabello con cierta ansiedad y sus mejillas se tintan de rojo.
—¿Yuzuki...? —Le llamo con voz confusa.
—¡Eh, ah...! —Balbucea con nerviosismo y hace el amago de incorporarse, pero se tranquiliza al verme—. ¿Q-qué pasó?
—¿Te sientes bien? —Pregunto con ahora preocupación al ver que el color rojo de su cara no se ha ido, así que coloco mi mano en su frente para medir su temperatura.
Quizás se enfermó y por eso está actuando de esta forma.
—Ah, sí, estoy bien —murmura y se echa atrás, separándose de mí—. Umh, me tengo que ir, no va a tardar en anochecer y mis padres se van a preocupar —comenta y se levanta de la banca del parque en donde estamos.
Qué raro, ha andado deambulando en la ciudad ya cuando oscureció y ahora dice esto...
—Está bien —accedo—. Nos vemos mañana en la escuela entonces —exclamo ya como despedida y ella solo asiente antes de echarse a caminar, desapareciendo entre la gente.
¿Qué le habrá pasado para que se esté comportando así?
▶▫▪♡▪▫◀
Cuando el timbre se hace presente, empiezo a guardar mis cosas para ir a buscar a Yuzuki y almorzar juntos como se nos ha venido siendo costumbre. Me siento ya mucho más tranquilo porque míster Satán hoy dio una entrevista en la mañana y le cuestionaron de mí y el Gran Saiyaman, a lo que él afirmó lo que yo venía excusando desde ayer: que era un doble solamente.
Al fin he dejado de ser el centro de atención para mi alivio.
Salgo del salón con mi comida al patio, ya encontrando allí a Inoue, quien tiene un libro de química en brazos para mi gran sorpresa.
La he visto leyendo cómics, mas nunca un libro escolar.
—Hola —la saludo cuando llego, sentándome a su lado—. ¿Y ahora qué te picó para tener ganas de estudiar? —Bromeo y comienzo a sacar mi comida.
—No es gracioso —murmura por lo bajo mientras da vuelta a la hoja y después me mira con seriedad—. Hoy me enteré de mis calificaciones y me di cuenta que voy bastante mal en Química. Si no apruebo el examen final del siguiente mes, me van a quitar la beca, por lo que tendré que estudiar en otra escuela donde no habrá ninguna beca de por medio y repetiré el año además.
No sabía que era becada...
—Oh... —exclamo sin saber qué más decir. Ella solo vuelve la vista a su libro y sigue leyendo, pero a los segundos su rostro se torna entre enojado y desesperado.
—¡Maldita sea! —Inquiere con frustración y cierra con brusquedad su libro, después alza sus piernas y esconde allí su rostro.
Me empiezo a preocupar realmente al ver ese gesto; nunca la había visto así. Normalmente se muestra despreocupada con el tema de la escuela y pensé que era porque tenía todo bajo control, pero ahora me percato que no. Supongo que ser la chica encapuchada y ser una estudiante al mismo tiempo le cuesta mucho.
Desconozco muchas cosas de Yuzuki, pese a que nos hemos vueltos cercanos en este ciclo escolar...
—Puedo enseñarte después de clases —sugiero y ella alza ligeramente su cabeza, mirándome de reojo—, no tengo problema con eso.
—Pero nosotros tenemos que cuidar la ciu... —intenta alegar mientras se sienta ya normal.
—Está Videl —tras nombrarla, noto cómo ella se tensa y medio se ruboriza, pero no presto atención a ese detalle—, no creo que tenga problema con estar a cargo de la ciudad en este tiempo —inhalo y rasco mi mejilla en un intento de ordenar mis ideas—. Sé que son importantes las vidas humanas, pero tú y tus estudios también son importantes.
—¿En serio no tienes problema con ayudarme a estudiar? —Cuestiona y sonrío mientras niego con la cabeza—. Soy muy mala en todo lo que tenga fórmulas, de una vez te aviso.
—Pude lograr enseñarte a controlar tu ki y lo más básico de las artes marciales, esto va a ser pan comido —confirmo seguro de mí mismo.
De alguna manera, me alegra saber que voy a pasar más tiempo con ella.
▶▫▪♡▪▫◀
Después de avisarle a mi mamá que voy a llegar un poco más tarde lo usual, acompaño a Yuzuki a su casa para comenzar a estudiar de una vez. Cuando me entero por medio de la señora de Inoue que su esposo no está en casa por una reunión en la universidad que enseña, me hace sentir demasiado aliviado; no es por nada, pero realmente me da un poco de miedo desde la primera vez que lo conocí.
—Aquí es —anuncia mi compañera de menor grado abriendo una puerta, dejando paso a su habitación.
Conociendo su actitud en todo este tiempo, de momento pienso que su alcoba sería un desastre, pero no: no es el cuarto más organizado del mundo, pero tampoco el más desordenado. Es... normal.
Las paredes son de un tono azul pastel y no tiene la gran cosa dentro realmente, solo su escritorio, su cama, una mesita de noche, un kotatsu*, un par de revistas tiradas en el piso, su estante donde cuelga la ropa en ganchos y dos cajas de cartón en el piso.
Desde que la conocí, supe que era sencilla y he comprobado que no me equivoqué.
—Vaya, pensé que tu cuarto iba a ser un desastre —bromeo e inmediatamente siento un puñetazo en mi hombro, haciéndome reír.
—Hazte el graciosito —reprocha con enojo y después camina hacia su cama, dejándose caer en ella—. Te extrañé —habla y se abraza a una almohada... de huellas de gatito.
¿Por qué tiene que ser tan tierna?
Desvío la mirada por inercia, sintiendo algo raro en mi pecho, enfocándome en la pared. Mas sin embargo, un portarretratos que está en su mesita de noche me llama la atención; es la única foto que hay en toda la habitación. Hay un chico rubio más o menos de mi edad sonriendo a la cámara y a su lado hay una chica de cabellos negros y bonitos ojos grises vestida con un uniforme de secundaria, abrazada a él y riendo, la cual identifico rápidamente porque es una Yuzuki de más pequeña.
Pero... ¿quién es el chico? Hasta donde sé, Inoue no se relaciona con nadie y me ha dicho que no tiene amigos, entonces...
—Gohan, hay que empezar a estudiar —escucho a la lejanía—. ¡Oye, te estoy...! Ah... —cuando me percato de que alza la voz, la miro automáticamente. La observo y ahora noto que ve el portarretratos que antes veía, aunque... ¿su mirada es melancólica? Se queda unos segundos en silencio, pero después sacude su cabeza y dirige su atención a mí—. Como sea, hay que empezar antes de que se haga más tarde.
—¿Quién es? —Me precipito a preguntar y noto que Yuzuki se tensa.
—Eh, uh, ¿quién?
—El chico de la foto que tienes allí —señalo el antes nombrado y ella da un suspiro pesado.
—¿Para qué quieres saber? —Su voz se oye un poco agresiva, a lo que supongo que quizás no le guste hablar de él o algo así, no sé. Yuzuki a veces es complicada e impredecible.
—Eh, bueno, solo tenía curiosidad —río nervioso y echo mi mano atrás de mi cabeza—. Empecemos con Quími...
—Es..., agh, era mi hermano mayor... —susurra cabizbaja, con su voz un tanto apagada.
Creo..., creo que no debí preguntar...
━━━━❰・🍚・❱━━━━
*Kotatsu es una pequeña mesita que se utiliza mucho en Japón, sobre todo en invierno.
Es como la de la imagen; busqué que tuviera gatos en honor a Yuzuki y su amor por ellos, yup.
¡Nos leemos!
-Lindassj1
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top