|Fingir quien no eres a veces resulta conveniente, aunque tiene muchas desventajas al final|

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Inoue Yuzuki es la chica encapuchada, Inoue Yuzuki es la Chica Encapuchada, Inoue Yuzuki es... ¡la Chica Encapuchada, por Dios! ¡Es que aún no me lo termino de creer, es demasiado! ¡¿Siempre han sido la misma persona y nunca me percaté en todos estos meses?!
Bueno, en mi defensa, Inoue-san es buena en esto: su voz siendo la Chica Encapuchada la finge más madura, sus ropas muy holgadas disimulan su complexión, su ki no es muy estable que digamos y su vocabulario le da una apariencia de más mayor.
Yo estaba casi seguro que la chica incógnita era de mi edad o inclusive un poco más grande que yo.

No creí que fuera menor por más de un año y medio...

Además de todo eso, Inoue Yuzuki y su alter ego son un tanto distintas; Inoue-san no es taaan malhablada, no es tan orgullosa y agresiva, y es más de pasar por desapercibida. Tienen ciertas similitudes, no lo voy a negar, pero no son demasiadas. Realmente no la hubiera logrado identificar por mi propia cuenta, al menos no ahora.
Aunque no me siento completamente tonto, el Gran Saiyaman y yo también somos distintos...

—¿Podrías dejar de mirarme? Es molesto —dice la chica de primero, Inoue, viéndome con reproche. Eso me saca de mis divagaciones.

—¡A-ah! Perdón, yo... e-estaba pensando en alguien, ¡y no en ti! Si-sino en..., eh..., ¡gatos! ¡Sí, gatos! —Balbuceo y me siento tonto otra vez, ¡Dios, debería aprender a disimular! ¡Ya decía mi mamá que soy muy transparente! ¡A este paso me va a descubrir!

—¿De acuerdo...? —Murmura ella y me observa como si estuviera delirando, pero después continúa con su celular y comiendo con indiferencia.

Me siento más tranquilo en estos momentos en que ya no me presta atención, así que me limito a centrar la mirada en mi almuerzo intacto. Se supone que hace rato salimos a comer juntos como nos viene siendo de costumbre, pero la verdad es que esta vez hubiera preferido estar con el trio de mi salón, al menos así no sería tan incómodo como ahora; ellos dijeron que tenían que hacer algo en sus clubes, o no sé, no he estado prestando demasiada atención a mi alrededor.

—... entonces, ¿qué opinas? —Escucho a la lejanía, pero no le tomo demasiada relevancia—. ¡Gohan!

—¡¿E-eh?! —Exclamo con espanto y casi tumbo mi comida.

—En serio, pensé que era algo de temas de cerebritos al principio, pero realmente estás actuando raro —comenta Inoue-san cruzada de brazos y con el ceño fruncido. ¿Así hará sus gestos cuando es la chica encapuchada también...?—. ¡Gohan, maldición, te estoy hablando!

—¡Pe-perdón! Yo... v-voy al baño, no tardo, Chi..., ¡digo, Inoue-san! —me excuso con torpeza y me levanto. Intento actuar lo más normal posible, y así me voy rumbo a los baños.

—Rarito —la logro escuchar a pesar de ya estar a unos pasos de distancia y no la culpo de pensar así: no estoy actuando como yo.

Me está haciendo mal estar con ella, me está costando bastante disimular desde ese día, me está costando mucho no querer preguntarle tantas dudas que tengo. ¡Agh!

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Llevo un par de días sin toparme con ella, con la Chica Encapuchada para ser precisos, porque a Inoue-san la veo casi todos los días a la hora del almuerzo y..., bueno, me siento un poco preocupado aún así; no quiero que vaya a querer retirarse por haberla descubierto, pero no puedo preguntárselo siendo Gohan por desgracia, me delataría a mí mismo de una nefasta forma.
Impulsado por eso, voy a hacer una tontería ahora mismo; confío en Videl y sus habilidades. Escucho la puerta de la azotea ser abierta estrepitosamente y la veo.

Bien, ha llegado la hora.

—¡Inoue! —La llamo y veo cómo ella se estremece antes de girarse a mi dirección. Bien, ahora soy el Gran Saiyaman, no Gohan, no vayas a hacer una idiotez y revelarte, el Gran Saiyaman no es inseguro ni torpe, no es Gohan.

—¿Qué jodidos haces aquí? ¿No deberías estar jugando al héroe ahora mismo? —Inquiere esta y noto rápidamente que está enojada. Oh, Dios, va a ser más difícil de lo que pensé.

—La señorita Videl se está encargando de eso ahora mismo —respondo apacible y le sonrío, dándome cuenta cómo ella rueda los ojos. Ya me esperaba una reacción de ese tipo—. Necesitamos hablar.

—No, yo solo necesito regresar a mis estúpidas clases de Inglés —gruñe por lo bajo y veo que hace el amago de darse la vuelta, pero me precipito a tomar su mochila y la alzo; ella no logra alcanzarme, soy más alto—. ¡Oye, devuélveme eso, saltamontes barato!

—Después de que hablemos te la daré —ella me mira fijamente con enojo e intento no sucumbir ante su mirada grisácea oscura, por lo que finalmente termina por suspirar con resignación y cruzarse de brazos, con una mueca en su rostro.

Vaya, no creí que pudiera llegar a ser tierna a su manera.

—¿Qué demonios quieres? —Bufa con molestia y me hace sonreír.

Ella se hace llamar así misma "terror, muerte y destrucción", pero, ciertamente, sin tener sus ropas anchas de heroína puesta, le da un aspecto tierno e indefenso, más porque es bajita. Solo parece una chica común, cualquiera que la viera no pensaría que es la Chica Encapuchada.

—Hablar contigo —contesto con ligera diversión, acercándomele.

—Wow, yo pensé que ya estábamos hablando —exclama irónica y solo me hace negar con la cabeza. Esta niña no va a cambiar.

—Por favor, necesito resolver unas dudas. Solo me respondes eso y eres totalmente libre de irte —expongo y ella titubea un poco, pero termina por asentir con la cabeza y mirarme, dándome a entender que continúe—. ¿Eres una... saiyajin? —Su cara de confusión me lo dice todo y eso me hace descartar la idea, pero ella parece poner cara pensativa antes de mirarme ceñuda.

—¡Sí, esa palabra me la dijiste hace tiempo, lo recuerdo! —Bufa con enojo nuevamente; ¿todas las mujeres pueden ser así de volubles?—. ¿Qué demonios significa eso? Lo estuve investigando por un buen tiempo, pero jamás encontré su estúpido significado. ¡¿Me estás insultando acaso, grillo?!

¿Desde cuándo un grillo y un saltamontes son lo mismo? Son diferentes, ¿acaso no lo sabe?

—¿Qué? ¡No, no, no! ¡No es ningún insulto, te estás confundiendo! —Me apresuro a aclarar e Inoue sigue inconforme—. Es complicado de explicar y solo era una suposición mía, pero veo que no tienes ni la menor idea de lo que es, así que no te preocupes.

—Voy a hacer como que te creo —murmura y me siento más tranquilo. Menos mal que...—, pero yo también tengo una duda respecto a ti.

—¿Eh? ¿Duda?

—Sí. Tú eres pariente del guerrero que ganó contra Mayunia en uno de los Torneos de Artes Marciales hace años, ¿no? —¿Está hablando de mi pa...? ¡Oh, Dios mío, sabe más de lo que debería!—. Es decir, tienes los mismos poderes raros que él, además, recuerdo que se comprometió allí mismo con una artemarcialista —¡no, no, no! ¡Esto está mal, muy mal!—. Acaso..., ¿podrías ser su hijo?

¡Sabe demasiado, maldición! ¡¿Cómo es que pudo llegar a esa conclusión?! ¡Yo jamás he dicho nada respecto a ello ni dado señales! ¡Incluso Míster Satán había "desengañado" a todos diciéndoles que solo eran meros trucos!
Bien, tranquilízate, ella no te ha relacionado aún con los Juegos de Cell, eso es un punto a tu favor, tienes que fingir que no sabes nada al respecto y despistarla para que ya no siga indagando más en el tema y de por hecho que se confundió.

—¿Quién? ¿Yo? —Me hago el desatendido y ella solo se limita a asentir, expectante de que de alguna señal que me delate—. Pfft, para nada. Sé de quiénes hablas, yo también vi las filmaciones de ese tiempo, pero no, no tengo el placer de conocerlos en persona.

Evidentemente no puedo decirle que sí soy su hijo y que "Mayunia" es mi mentor, tendría que admitir muchas más cosas. Y aún no es tiempo para eso.

—¿Estás completamente seguro? —Cuestiona ella de manera astuta y sé que aún no me termina de creer.

—¡Claro! Ja, no sé como llegaste a esa conclusión, pero estás equivocada, Inoue, yo no soy siquiera cercano a ellos —miento nuevamente, esperando que esta vez me crea aunque sea un poco.

—¡Pero...!

—Oh, ahí viene la señorita Videl —aviso esta vez sin estar diciendo mentiras, realmente siento su ki acercarse. No puedo correr con el riesgo de que me vea, si lo hiciera, causaría que sospechara enormemente de Inoue y no quiero eso. Lo regreso su mochila—. Creo que ha acabado el tiempo de platicar por hoy.

—¿Qué? ¡¿Cómo salchichas puedes saber que ella viene?! —Pregunta estupefacta. Si tan solo conociera sobre el ki...

—Un mago jamás revela sus secretos —jugueteo y le sonrío divertido. Me hubiera gustado guiñarle el ojo, pero el casco me lo impide—. Nos vemos, Chica Encapuchada.

—¡Estúpido...!

Es todo lo que alcanzo a escuchar ya que emprendo el vuelo, pero estoy seguro que hasta me insultó en otros idiomas, conociendo su carácter...
Bien, esta charla me ha dejado de experiencia que no me debo fiar tan fácilmente, ella ya está sospechando a pesar de jamás haber dicho nada al respecto y no quiero que me descubra, no aún. Sé que quizás no diría nada, pero no me siento preparado. Además, estando bajo un disfraz y una fachada falsa, me siento más seguro para hablar con ella y conocerla, siendo Gohan me es muy difícil.

Dios, qué día.

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-Lindassj1