El escenario frente a Emma era de lo más terrorífico y desesperante, la penetrante mirada azul del chico la hizo sentir un vuelco horripilante en su estómago, quería salir de ahí cuanto antes, pero sus manos atadas le dificultaban su escape.

«Si he matado a alguien es sólo por ti»

Esas palabras resonaban de forma continua en la cabeza de la pelirroja, mientras el albino se acercó con una sonrisa de satisfacción en su rostro causándole nada más que el terror se expandiera por todo su cuerpo.

Norman al ver como la chica trataba inútilmente alejarse de él, soltó un sonido de descontento ante su rechazo.

—¿Por qué, Emma? ¿Por qué no te quedaste a mi lado? —aquellas venenosas preguntas que salían de su boca la hacían querer vomitar.

Después de todo, ese chico albino frente a ella fue responsable de la muerte de todos los demonios incluyendo a Sonju y Música, el que llegó a tal extremo de asesinar a sus propios hermanos y amigos con tal de —según él— protegerla.

Aquel que consideró hace años atrás su amigo de la infancia, es el mismo que está lastimando en ese momento a la persona que realmente ama con todo su corazón.

—¡Por favor, detente! ¡Lo estás matando!

Exclamó colérica ante la perversa mirada de Norman soltando lágrimas de dolor al ver sufrir a su herido novio. Lo estaba perdiendo, estaba perdiendo a su querido azabache por la maldita obsesión del oji-azul y ella no podía hacer nada para detenerlo al estar congelada por el miedo.

—E-Emma... por favor corre, aléjate de él —susurró Ray de forma entrecortada, estaba desesperado, más por lo que le iba a suceder a la pelirroja que por su propia vida. Tenía que seguir viviendo y protegerla o al menos ese era su complicado deseo en esos momentos— ¡Vete de aquí, ahora!

—Si te escapas, le daré fin a su vida.

La dura amenaza de Norman la sacó de su trance, no dejaría a Ray, no lo dejaría morir por ese monstruo. La joven había tratado de evitar tal destrucción valientemente ¿cómo ocurrió aquella abominación tan cruel y repulsiva?

«¡¿Qué hago?! ¡Si huyó lo matarán!» pensó para sus adentros muy desesperada por el giro radical de los acontecimientos.

—¡Haré lo que quieras, sólo deja ir a Ray!

Los gritos de una alterada Emma llenaron el inquietante silencio del lugar, mientras un histérico oji-ónix comenzó a reclamarle su descabellada y tonta decisión.

—Bueno... cambie de opinión —el albino lanzó una sonrisa burlona a su amada pelirroja, mientras apretó el agarre de la pistola en la cabeza del azabache sacando el seguro del arma blanca.

—NO, NO, ESPERA —la chica trató de detener las acciones del chico, pero fue demasiado tarde, la bala había sido disparada.

El mundo de Emma se derrumbaba en cámara lenta y no podía hace nada para detenerlo, esa escena se repetía una y otra vez delante de ella. El cuerpo inerte, sin vida de su querido Ray cayendo al suelo estrepitosamente manchando este de un rojo carmesí.

Sus bellos ojos esmeraldas se tornaron opacos perdiendo todo rastro de brillo y vivacidad de ellos, los sollozos de la joven se hicieron cada vez más fuertes sintiendo como su garganta se desgarraba. Las sombras comenzaron a formarse a su alrededor apresando su corazón lleno de una profunda oscuridad.

—¡¿Por qué estás haciendo esto?! ¡Si tanto me amas como dices debería importarte mi felicidad!

—Oh, mi querida Emma —acercándose de forma sigilosa, la acercó a su rostro sonriendo al ver su desesperación que presenciaba con sus ojos llenos de locura— ¡Por supuesto que me importa tu felicidad! La gran felicidad que tendrás estando a mi lado.

Ante las palabras desquiciadas de Norman, la pelirroja buscaba alguna forma de terminar con su horrible pesar, el que había sido desencadenado por el monstruo frente a ella.

—No estaré contigo nunca, N-Norman... estás demente —esa pequeña oración provocó una inmensa furia y rabia en el albino.

—Cariño, estás sola en esto, todos los que trataron de alejarme de mí están muertos, incluyendo a Ray ¿por qué no solo te rindes en mis brazos?

La mirada de la joven terminó por convertirse en un trágico mar de sangre buscando aterrada una salida, despertar de de ese sueño que se había tornado en una terrible pesadilla.

Por otra parte, el chico extendió sus brazos hacía la contraria abrazándola, Emma no opuso resistencia pues, estaba destruida y sin razones para luchar.

«Te amo, Emma»

Esa voz era de Ray resonando en su cabeza, el azabache que alguna vez le sacó varios suspiros de enamorada. Esa dulce y tenue voz despertó algo en su interior, la valentía y coraje que sentía había perdido.

Observó a Norman de forma seria y furiosa cerrando su puño fuertemente dándole un fuerte manotazo en el rostro del albino haciéndolo caer, al verlo perder el equilibrio escapó de sus brazos corriendo en dirección al cuerpo del oji-ónix.

—¡Jamás seré tuya! ¡Ni en esta, ni en ninguna vida más!

Tomó el arma del suelo y la apuntó a su cabeza, le dedicó una mirada de profundo odio.

—Pronto estaré contigo, Ray.

Cerró sus ojos levemente juntando coraje por sus siguientes acciones, al estar preparada apretó el gatillo y el sonido de un disparo fue lo último que se pudo escuchar en todo el lugar.

Norman estaba confundido, había trabajado tan duro para esto, tantas noches de insomnio acompañadas con sus innumerables planes para llevarse a cabo con tal de alcanzar su egoísta objetivo: que Emma fuera suya, pero, ya era demasiado tarde para expiar sus pecados.

La chica de ojos esmeraldas y cabello cuál atardecer pudo librarse por fin del desgarrador sufrimiento que la tenía encadenada a una eterna oscuridad.

NOTAS DE LA AUTORA:

Aquí está mi pequeña creación, todo por una idea alocada que salió de mi mente inspirándome en una de mis canciones favoritas other science.

Les recomiendo mucho escuchar esta canción, sin duda es una obra maestra... aHH me salí del tema.

Al principio no estaba en mis planes agregar raymma a este one-shot, pero sin darme cuenta comencé a integrarlo y había quedado buena la idea, así que dejé que se centrará un poco de mi otp.

Espero hayan disfrutado esta pequeña lectura. ♡