𝐶𝑎𝑝 7 - 𝐿𝑖𝑏𝑒𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜́𝑛
En el capítulo anterior
Media hora después, el ejército de Kion se encontraba en una inferioridad numérica muy desfavorable para aquel momento. Casi toda la caballería y arqueros habían caído, mientras qué solo contaban con mil soldados de infantería de los diez mil con que contaron al comienzo de la batalla.
—Señor, estamos casi perdidos —dijo su guardaespaldas.
—No… aún creo que hay algo de esperanza —dijo Kion, algo débil y cansado, mientras descansaba dentro de formación de erizo, un poco alejada del enfrentamiento, con arqueros en su interior y con varios soldados con sus escudos alzados hacia arriba.
En ese mismo instante, no tan lejos, comienza a sonar un cuerno.
—Inhala y exhala— —creo que ya llegaron…
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—Inhala y exhala— —creo que ya llegaron —dijo Kion, algo débil y cansado, con una sonrisa al final.
En eso
—Quiero dos líneas de infanterías, una con Kion y la otra con el resto del ejército; caballería, defiendan los flancos; arqueros, ubíquese en las segundas líneas; guardia real, conmigo. ¡Avancen! —dijo Sahasi, dando órdenes a su ejército, en voz alta.
En ese momento, el ejército ejecuta las órdenes de su rey, mientras él y su guardia se dirigen hacia la posición de Kion.
Con Kion
—Señor, el rey ha movilizado sus tropas ¿Nosotros, en que podemos servirle? —pregunta su guardaespaldas.
—Ahora quedan bajo sus órdenes —dijo Kion, algo débil y cansado.
En ese momento
—Kion, aquí estoy, ¿cómo va todo? —dijo Sahasi, preguntando a Kion su estado actual.
—Hice lo pude, Sahasi… su líder, Strikel… es una bestia imparable —dijo Kion, algo débil y cansado.
—Te entiendo muy bien Kion, ahora solo descansa —dijo Sahasi, para luego comenzar a retirarse.
Después de hablar con Kion, Sahasi y su guardia se dirigen hacia donde se encontraba la lucha. Al llegar, Sahasi dijo:
—Strikel, vengo a por una nueva revancha contra ti —dijo Sahasi, en voz alta.
Al escuchar las palabras del rey, Strikel, deja el lugar de donde estaba observando el enfrentamiento entre ambos bandos e ingresa nuevamente al campo de batalla, diciendo:
—Miren todos a quien acabo de volver a escuchar —dijo Strikel, en voz alta, mientras se dirige hacia Sahasi.
—Vamos Strikel, ven aquí a enfrentarme con el mismo orgullo con que has enfrentado a todos los que se cruzaron en tu camino, incluyendo a Kion también —dijo Sahasi, en voz alta, retando a Strikel a un combate.
—Aun sigues teniendo ese atrevimiento de volver a las praderas tras tus antiguos fracasos, e incluso ahora osas a retarme a un enfrentamiento, sabiendo como va a terminar esto. Aún crees que puedes detenerme sin arrebatarme la vida, crees que podrás dejarme encerrado en una celda, crees que ahí dentro cambiare, y crees que podrás ganarme y detenerme. Si eso es lo que sigues creyendo, estas completamente equivocado, soy un arma viviente hecho para la guerra, soy el arma qué hoy pondrá fin a tu ejército, a tu vida y a ese tal general tuyo llamado Kion, qué desperdició su talento, seguramente, por causa de tu absurdo e inútil código moral qué poseen muchos como tu. Eso será tu perdición, la perdición de tu ejército y la perdición de los que te rodean. Ahora mismo haré qué te arrepientas de haber regresado a las praderas y de haberme retado a pelear contigo —dijo Strikel, completamente enojado, en voz alta y gritando sus últimas palabras, mientras se detiene a tan solo dos metros de Sahasi, mirandole firme y serio, directamente a los ojos.
En ese mismo momento ambos ejércitos dejan el combate y se ubican en filas detrás de sus líderes, para que luego estos les indiquen sus posiciones. Minutos después de que ambos organicen sus ejércitos, todo el campo de batalla se queda en un completo silencio por un par de segundos.
Quince segundos después, el silencio se rompe tras el impacto de dos escudos.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —¿qué o quién te ha convencido en volver a enfrentarme, su magestad? —preguntó Strikel en voz alta, elevando su voz al final de su diálogo, mientras empuja hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja también hacia delante con su escudo— —el hacer justicia contra ti, señor Strikel —respondió Sahasi en voz alta, elevando su voz también al final de su diálogo, mientras empuja hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —tu sabes muy bien cómo terminará todo esto —dijo Strikel en voz alta, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —haré todo lo posible para impedirlo —dijo Sahasi en voz alta, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —y tu crees que podrás conseguirlo mientras tu absurdo código moral te estorba, yo te digo que de ninguna manera podrás hacerlo, aunque…
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —ni se te ocurra pensarlo, no tomaré eso a la ligera —dijo Sahasi en voz alta, enseriando su mirada, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— ¿y por qué no, eh? —dijo Strikel, algo molesto, mientras enseria su mirada—, ¿por qué te contienes, sabiendo que no podrás contra mí si no desatas, solo un poco, tu otro lado?…
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— porque ese otro lado puede cegar mi juicio y hacerme vulnerable —dijo Sahasi, serio y en voz alta, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— también podría hacerte fuerte —dijo Strikel, serio y en voz alta, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— no Strikel, deja esto a un lado… sabes muy bien qué no lo haré —dijo Sahasi, serio y en voz alta, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —no magestad, si lo harás, yo lo haré posible —dijo Strikel en voz alta, sacando una sonrisa al final, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —ni aunque me obligues lo haré —dijo Sahasi, serio y en voz alta, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —bueno, si tu insistes, no me das otra opción qué acabar contigo e ir luego a tu reino y convertirlo en mi nueva capital mientras tu esposa e hija serán mis esclavas —dijo Strikel, en voz alta y con su sonrisa, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —aléjate de mi reino, aléjate de mi esposa, aléjate de mi hija y aléjate de su esposo —dijo Sahasi en voz alta, no pudiendo controlar su enojo, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —¿esposo?… será cierto, ese tal Kion es tu mismísimo yerno…
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —Ya basta de hablar y pelea de una vez, cobarde —dijo Sahasi, gritando enojado, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
En ese mismo instante, mientras ambos continuaban empujando, escudo contra escudo, las palabras de Sahasi lograron tocar el ego de Strikel, quien enojado por dentro intentaba ocultar su exterior con falsas sonrisas, qué no hacían más que mostrar todo lo que sentía en aquel momento.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —vaya, parece que he tocado algo, eh, por qué no sonríes como antes, Strikel —dijo Sahasi en voz alta, irónicamente, sonriendo el ahora.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo, cambia su sonrisa falsa a un rostro sin expresión— —bueno… debo admitirlo, eso dolió… pero… —Inhala y exhala— creo que ahora tengo todo el derecho —volviendo a sonreír, con mucho ímpetu—, de contraatacar —dijo Strikel en voz alta, sonriendo nuevamente, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —prosiga entonces —dijo Sahasi en voz alta, con su brío renovado y una sonrisa al final.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —bueno, si insistes… creo que ya tengo demasiados esclavos, dos menos no harían la diferencia, eh —dijo Strikel en voz alta, sonriendo, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —aún sigues con lo mismo…
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —no —dijo con un grito, mientras enseria su mirada, otra vez—, porque ahora mismo te juro con mi vida qué después de acabar contigo y los demás —nivelando su voz—, iré a poner fin a tu linaje, bañando con sangre todo el árbol de la vida —dijo Strikel en voz alta, volviendo a sonreír al final de su diálogo, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —sabes que te lo impediré —dijo Sahasi en voz alta, enseriado su mirada, mientras continúa empujando hacia delante con su escudo.
—Mientras empuja hacia delante con su escudo— —sabes bien que no podrás por causa de tu debilidad —dijo Strikel en voz alta, sonriendo, rompiendo con el empuje, realizando un giro de ciento ochenta grados, posicionándose por detrás de Sahasi.
En eso, Sahasi logra reaccionar, inclinándose hacia la izquierda para que luego Strikel lance otro ataque, el cual también es esquivado por Sahasi, quien se da vuelta e inclina hacia atrás para luego tomar impulso con su lanza y embestir a Strikel con su escudo, quien logra reaccionar, cubriéndose con el suyo, siendo empujado hacia atrás pero quedando de pie.
—Después de ser empujado, vuelve a sonreír— —vamos magestad, abra la boca, cuénteme más sobre su familia, tiene algún nietito por ahí —dijo Strikel en voz alta y sonriendo, mientras sigue cubriéndose con el escudo.
Al escuchar, Sahasi nuevamente vuelve a embestir, pero esta vez solo con la mano qué portaba el escudo mientras con la otra realiza un ataque con su lanza tras la embestida, todo mientras Strikel no hace más que solo resistir y cubrirse. Segundos después, Sahasi vuelve a repetir el mismo patrón, pero esta vez, Strikel reacciona, esquivando el ataque tras inclinarse hacia la derecha para luego el ahora poder embestir, utilizando sus dos manos, empujando a Sahasi, quien seguía de pie. Inmediatamente, Strikel vuelve a embestir con todas sus fuerzas, desequilibrando a su oponente y rompiendo con su defensa para luego dirigirse corriendo hacia él y embestir una tercera vez, pero ahora hacia arriba, despojando al rey del árbol de la vida de su lanza y escudo, soltar el las suyas, y tomarlo con ambas manos de su armadura para luego estrellarlo contra el suelo, aturdiendolo con el impacto.
—Vamos magestad, ya no quiere seguir hablando, tiene miedo…
—Reaccionado— porque mejor… no te quedas quieto… para que pueda cortarte esa lengua —dijo Sahasi, enojado, hablando de forma entrecortada, mientras se encuentra aturdido en el suelo.
—Y si eso lo hago yo ahora mismo —dijo Strikel, mientras desenfunda su espada, apoya su pie derecho sobre la coraza de Sahasi, toma su espada con ambas manos y arremete contra el rostro del rey.
En ese mismo y precisó instante, un soldado qué se había infiltrado se abalanza contra Strikel. Tras el impacto ambos caen al suelo.
Con Sahasi, Strikel y el soldado.
—Reaccionando y levantándose del suelo— —¿quien ha osado interrumpirme en este?… —al levantar su mirada— oh, Kion —dijo Strikel tras ver al joven.
—Reaccionando y levantándose del suelo— —Strikel —dijo Kion al escucharlo, mientras levantaba su mirada.
—Si qué eres muy impaciente, pero aún no ha llegado tu cita con la muerte —dijo Strikel, mientras se dirigía hacia sus armas, al igual que Kion.
En eso
—Aún no hemos terminado con esto, Strikel —dijo Sahasi, tras desaparecer el efecto de su aturdimiento, mientras comenzaba a levantarse.
—Mientras comienza a sonreír— —dos contra uno, bueno, no importa… Espero que ambos estén preparados, porque su cita con la muerte cada vez está más cerca. ¡Ataquen! —ordenó Strikel, en voz alta.
—¡Ataquen! —ordenó también Sahasi, en voz alta.
Tras las órdenes, ambos bandos vuelven al combate.
Primer minuto tras reanudar el enfrentamiento.
—Mantengan la línea, no se rindan; ustedes, protejan los flancos; tu, ve a avisar, ha llegado el momento; qué nadie se acerque a Strikel, él es mio; Kion, sígueme —ordenó Sahasi, en voz alta.
—Contrarresten, no se detengan; los dos que están al mando, son míos —ordenó Strikel, en voz alta.
En ese momento, los tres generales vuelven a verse las caras.
—Nuevamente, cara a cara, Strikel —dijo Sahasi.
—Somos dos contra uno, lo mejor sería que te rindas —dijo Kion.
—Creés qué voy a rendirme por un dos contra uno, Kion… si eso es lo que piensas, estás errando. Ustedes no tienen la menor idea de quien está frente suyo, ni se darán cuenta jamás… porque ustedes dos me demostraron qué no son ni serán dignos de enfrentarme, y menos conocer mi pasado. Ahora, les doy la oportunidad de probar lo contrario —dijo Strikel, serio.
En eso, los tres se quedan quietos y callados, observando a su oponente. Segundos después, Strikel lanza su primer ataque contra Kion, quien logra cubrirlo, luego Sahasi lanza el suyo directo al brazo izquierdo de Strikel, pero este logra reaccionar, esquivandolo. Después de esto, Strikel arremete contra Sahasi, con la mano que porta el escudo, mientras con la que porta la lanza, cubre un ataque de la lanza de Kion. Luego, Sahasi realiza un ataque contra el rostro de Strikel, pero este lo esquiva con un giro de ciento ochenta grados, posicionándose detrás suyo, para luego atacar su espalda con la lanza, la cual es parada por la de Kion. Tras eso, Sahasi aprovecha para poder darse la vuelta y estar nuevamente frente a frente. Pasan los minutos y el combate sigue parejo.
En ese instante, en el extremo derecho del campo de batalla, una lluvia de flechas, seguido de una carga de caballería e infantería, atacan el flanco derecho del ejército de Strikel.
—Emboscada —dijo un soldado del bando de Strikel.
En ese momento, los tres generales se detienen a ver lo que estaba sucediendo.
—Ya llegó —dijo Sahasi.
—Al ver a una mujer que se acercaba, escoltada por algunos soldados— —¿Rani? —dijo Kion, confundido.
—Al ver a la mujer— —¿Qué hace una mujer aquí? —Se preguntó Strikel, confundido—. —Dentro de su cabeza— —bueno, creo que ellos dos tendrán que esperar, Strikel tiene que equilibrar la balanza a su favor —fuera de su cabeza— —oigan ustedes dos, vengan a enfrentarme antes que yo vaya por ustedes —dijo Strikel, en voz alta para llamar la atención de ambos.
En eso, ambos vuelven a combate contra Strikel. Ahora ellos son los primeros en atacar, uno al rostro y el otro a su coraza, los cuales son parados por Strikel, el que se dirigía a la coraza por el escudo y el del rostro, por su lanza. Después de esto, Strikel realiza un golpe al rostro de Sahasi con su escudo, aturdiendolo, luego cubre un ataque con su lanza, se inclina hacia la derecha y realiza un golpe con la parte trasera de su lanza, dejando noqueado a Kion. Luego de deshacerse de ambos, se adentra al lugar de la batalla, llamando a su guardia, diciendo: —Guardia real, conmigo —dijo Strikel en voz alta para llamar a su guardia, quienes como siempre, dejan el combate hasta recibir órdenes de su líder.
Poco tiempo después de que Strikel se vuelva a reunir con su guardia, ambos se dirigen hacia Rani y sus tropas, acabando a su paso a cualquiera que se interponga en su camino.
Minutos después.
—Matenlos a todos, que no quede ni uno con vida —ordenó Strikel a su guardia, mientras neutraliza a dos soldados.
En eso, al haber eliminado tres soldados más, Strikel, es interrumpido por Rani, quien detiene un ataque con su lanza, llamando la atención, diciendo: —ya déjalos y enfréntate con alguien de tu talla.
Al escuchar las palabras de la joven, Strikel contesta: —wow señorita, ya veo de quien heredaste ese temperamento.
—Si te refieres a mi padres tienes toda la razón, no salí tan serena como mi madre. —Mientras se pone en posición defensiva— Ahora enfrentame y demuestra de qué estás hecho —dijo la joven, retando a Strikel.
—Que pura coincidencia, eso mismo fue lo que me había dicho tu padre antes de nuestro primer enfrentamiento, en el cual fracasó… —mientras se pone en posición de ataque— tu sufrirás ese mismo destino —dijo Strikel, mientras inicia con un ataque directo al rostro de la joven.
En ese mismo momento, tras el ataque de Strikel, Rani logra reaccionar, esquivandolo al inclinarse hacia la izquierda para luego atacar con una embestida de escudo seguido de un ataque de su lanza, los cuales son cubiertos por el escudo de su oponente. Luego, Strikel realiza dos ataque continuos con su lanza, los cuales uno de ellos es esquivado y el otro cubierto con la lanza. Esto continua por varios segundo hasta que Strikel decide cambiar su modalidad de combate, de una pasiva a otra más agresiva, realizando ataques rápidos.
En eso
—Veo que lo tuyo es la agilidad y los reflejos… Creo que tendré que forzarte al cansancio —dijo Strikel, mientras deja a un lado su lanza y desenvaina su espada para luego comenzar a atacar.
En eso, Strikel comienza a realizar varios ataques continuos, tres golpes de espada muy fuertes contra el escudo de Rani, luego ella ataca con su lanza de frente pero Strikel lo cubre con su escudo y vuelve a realizar otros fuertes golpes. Esto sigue así, mientras Strikel realiza fuertes golpes, se cubre con su escudo y algunos esquivos, Rani trato de utilizar su agilidad a su favor, moviéndose por varios lados tras los esquivos mientras ataca con su lanza. Pocos minutos después, Strikel logra encontrar un hueco en la defensa de Rani, y sin desaprovechar embiste con todas sus fuerzas, desequilibrandola para luego con el pomo de la espada golpear la mano que ella portaba su lanza, soltandola con el golpe. Después de soltar su espada, Strikel suelta rápidamente la suya y toma por el cuello a la joven para luego elevarla un poco.
—Me da algo de pena terminar así de rápido contigo, pero así son las cosas…
En ese instante
—Noo… ¡alto Strikel! —dijo Kion gritando, mientras se dirigía corriendo lo más rápido posible.
—Mientras sostiene el cuello de Rani— —¡A él! —ordenó Strikel en voz alta.
En ese momento, sin importar nada, Kion desesperadamente comienza a lanzar varios ataque con su lanza y escudo, noqueando a todo el que se cruce en su camino. En un momento aparece Sahasi, quien intenta detenerle, diciendo en voz alta: —espera Kion, no te desesperes, es una tram…
En ese mismo instante sucede lo que muchos pensaban que ocurriría y lo que Kion jamás quiso que sucediese. Kion por primera vez le había arrebatado la vida a alguien tras atravesar el cuello del último soldado que se dirigía hacia él, con su lanza.
Al ver lo habia hecho se queda atónito, cayendo arrodillado al suelo mientras sus lagrimas comenzaron a salir.
—Dentro de su cabeza— —que he hecho… qué he hechooo… —fuera de su cabeza— —mientras observa sus manos manchadas con la sangre de aquella vida.
Segundos después
—Mientras se acerca hacia él, agachándose y tocando su hombro derecho— —no fue tu culpa, Kion… así es la guerra… no siempre podremos preservar todas las vidas… siempre hay una primera vez, no dejes que esto te destruya mentalmente, pero tampoco olvides ni dejes de lado tu compasión, tu piedad y sobre todo, el respeto hacia la vida de los demás. Siempre hay ocasiones en las que uno tendrá que hacer esto —dijo Sahasi, tratando de animar y quitar toda culpa sobre Kion.
Segundos después, con Strikel y Rani.
—Qué palabras tan conmovedoras… bueno, ahora, donde me quede…
—Alto ahí Strikel, suelta y deja a mi hija en este preciso instante, esto es entre tu y yo, o acaso eres un cobarde que por no poder matarme, lo harás con una mujer, cobarde aprovechado —dijo Sahasi, enojado tras ver tal escena.
—No soy ni un cobarde aprovechado, Sahasi, y te lo demostraré terminado de una vez contigo. Ahora haré que te tragues tu lengua y palabras —dijo Strikel furioso, soltando bruscamente a Rani, cayendo está contra el suelo, para luego ir como un toro salvaje contra Sahasi.
En ese mismo instante, los escudos de Sahasi y Strikel colisionan con ferocidad. Al primer impacto, Strikel retrocede un paso, esquiva un ataque de Sahasi y luego embiste, no una ni dos sino tres veces seguidas, desequilibrando al rey en la segunda, y con la tercera casi lo noquea. Después de las embestidas, realiza dos ataques cortantes consecutivos contra ambos brazos del rey del árbol de la vida, obligándole a soltar sus armas, para luego empujarlo contra el suelo con una fuerte patada con la plancha de la sandalia derecha, estrellándolo. Para finalizar, procede a poner su pie derecho sobre la coraza para luego atravesar el rostro con la punta de su lanza. Antes que ejecutara al rey, Kion y Rani se interponen, empujando a Strikel, dejándolo arrodillado y alejándole de Sahasi.
En eso.
—Creen que ustedes dos, un par de jovencitos enamorados e inexpertos podrán hacerme frente, qué ingenuos y patéticos que son…
—Ellos no están solos, Strikel —dijo en voz alta.
—Al dirigir su mirada hacia donde había llegado la voz— —Simba… Aún no es suficiente —dijo Strikel, elevando su voz después de una pequeña pausa.
—Yo aun no me olvido del tiempo que me arrebataste, obligándome a alejar de mi vida a mi pequeño hijo, por un largo tiempo —dijo una mujer en voz alta, mientras con ella venían dos grupos, uno de cien hombres y otro de cien mujeres, junto a un joven.
—Yo también estoy aquí —dijo el joven en voz alta.
—Al ver al joven— —Tu… cómo te atreves a traicionarme después de haberte acogido y adoptado como un hijo, yo que te crié y entrené, y quien te había declarado como su heredero…
—No te olvides de mi, Strikel —dijo Sahasi, reaccionando.
—No importa, todos van sentir la muerte llegar tras el frío de la hoja de mi lanza —dijo Strikel, gritando, con una enorme furia e ira.
En ese momento
—Guardia Real, vayan a dar apoyo a las fuerzas del árbol de la vida —ordenó Simba en voz alta.
—¡Warrior lionesses, obedezcan la orden de su rey! —ordenó Nala en voz alta.
En ese mismo instante, ambas guardias se dirigen al campo de batalla para proporcionar apoyo al ejército del árbol de la vida.
—Guardia real, matenlos —Ordenó Strikel, gritando furioso.
—Ya estás perdido Strikel, ¡ríndete!, somos seis contra ti —dijo Sahasi, mientras Simba, Nala y Kovu se acercaban hacia ellos.
—Se ve que aun no me conoces, Sahasi, tengo que contarte mis hazañas para hacerte ver la realidad —dijo Strikel, mientras comienza calmarse.
—Dinos, entonces —contestó Sahasi.
—Ustedes seis no se comparan con mis grandes hazañas, como cuando yo mismo me enfrente a cien soldados, o esa vez en que masacre a los quinientos de la guardia real de Magnus el grande, entre muchas otras cosas que ustedes ni se imaginan y ni sabrán, una vez que los borre de este mundo —dijo strikel, soltando su risa al final.
—Pero nosotros seis no somos soldados promedios ni de élite, nosotros somos seis generales que están casi a tu altura… y juntos podemos darte la mayor pelea de tu vida. Por eso Strikel, te retamos a un duelo de seis contra uno —dijo Sahasi, retando a Strikel a un enfrentamiento, nuevamente.
—Debo aceptarlo… jamás me he enfrentado a más de tres guerreros de su nivel a la vez… me da igual, ustedes serán mi primera experiencia, luego iré a por más —dijo Strikel, poniéndose en posición de ataque.
En ese mismo y preciso momento, los siete guerreros se ven las caras. Un minuto después, Strikel carga contra Sahasi, luego cubre un ataque de Kion con su escudo, un ataque de Rani con su lanza, se inclina hacia la izquierda y esquiva uno de Kovu, se inclina hacia atrás y esquiva uno de Simba. Después lanza un ataque contra Nala y esta lo cubre con su escudo, luego él recibe cuatro ataque, uno de Kovu, otro de Simba, otro de Kion y otro de Sahasi, a los cuales los detiene maniobrando con su lanza, tres con esta y uno con su escudo. Después de esto, acierta un golpe con el frente de su escudo y deja aturdido a Simba, luego realiza un giro de ciento ochenta grados, saliendo del alcance de los seis y ubicándose detrás de Nala, á quien le realiza dos cortes, uno en cada brazo, antes de que su tercero fuera detenido por la lanza de Rani. Luego retrocede a la defensiva para poder pensar en sus próximos movimientos.
—Lo subestimé toda mi vida, es una bestia imparable —dijo Sahasi asombrado.
—No podemos cometer ningún error o sino seremos ejecutados por uno de sus ataques —dijo Simba.
—Tengo una idea…
—Cuidado Kion —dijo Rani, avisando a Kion y parando un ataque de Strikel con su lanza.
—Gracias Rani —Agradeció Kion.
—No hay de qué —respondió Rani.
En eso
—Tengo un plan —dijo Sahasi, quien luego reacciona y tapa un ataque de Strikel con su lanza.
—Dinos —dijeron Simba y Nala, quienes reaccionan y tapan un ataque de Strikel con sus escudos, mientras el caminaba lentamente alrededor de las seis.
—Kion, Rani y Kovu… —esquiva un ataque— ustedes que son los más jóvenes y ágiles, intentarán hostigarlo y presionarlo mientras esquivan sus ataques, mien… —cubre un ataque con su escudo y luego esquiva otro inclinándose hacia atrás, mientras Simba y Nala lanzan sus ataques, los cuales son evadidos por Strikel— mientras nosotros nos encargamos de los ataques y fuerza —planteó Sahasi.
—Excelente idea, Sahasi —dijeron el resto.
En eso
—Estamos listos Strikel, ven aquí con todo lo que tengas —dijo Sahasi, provocando a Strikel.
—Será un placer cumplir su petición —dijo Strikel, sonriendo, para luego impulsarse hacia adelante estirando el brazo que portaba su lanza, apuntando hacia Sahasi.
En ese mismo instante, Sahasi se cubre con su escudo; luego Kion, Kovu y Rani lanzan sus ataques, los cuales son esquivados y parados por Strikel, quien luego decide arremeter con su escudo contra Rani, quien con duras penas logra esquivar y rozar contra el escudo de su oponente, causándole un pequeño rasguño en su brazo izquierdo. Después de esto, Simba arremete contra Strikel con su escudo, el cual logra defenderse con el suyo, mientras Sahasi arremete también a su lado derecho, el cual logra desequilibrar un poco a Strikel para que luego Nala pueda encestar un pequeño corte al brazo izquierdo. Segundo después del corte, Strikel logra encestar un golpe con la parte trasera de su lanza a la cabeza de Simba, a quien lo dejan fuera de combate por un noqueo. Luego de esto, Kion y Kovu lanzan cuatro ataque seguidos con sus lanzas entre los dos, los cuales Strikel los esquiva y cubre pero a la vez esto es aprovechado por Sahasi y Nala, quienes le realizan dos cortes por detrás, uno en cada brazo.
—Creen que esos pequeños cortes me afectaran en algo, están equivocados si eso es lo que piensan… ustedes no conocen por que clase de entrenamiento tuve que pasar —dijo Strikel, negando los cortes y haciendo más visible su ego, mientras vuelve al combate.
Pasan los minutos y Strikel demuestra todo su poderío en el combate, repartiendo un total de quince cortes, entre Kion, Rani, Sahasi, Kovu y Nala. Todo parecía que estaba perdido, Strikel aún no mostraba un suficiente cansancio, en un momento Simba vuelve al combate.
—No pueden acabar conmigo, soy la mismísima Hydra… tendran que cortarme de raiz si quieren detenerme, o sino yo lo hare con ustedes. Desde ahora no jugaré más con ustedes, realizando cortes, sino que la lanza los atravesara —dijo Strikel, haciendo un cumplido y mostrando más su enorme ego.
—Aunque me cueste decirlo, Strikel tiene razón… la única forma de acabar con esto, es con la muerte —dijo Sahasi, suspirando y bajando la cabeza.
—Strikel me crió con frialdad, frialdad que fue desapareciendo cuando conocí a Kiara… creo que podré tolerar llevarme su vida —dijo Kovu, mostrando una cara desanimada.
—Yo también me sacrificaré por el equipo… ya no podré soportar otro enfrentamiento con él —dijo Sahasi, mostrando una cara desanimada al igual que Kovu y el resto.
En eso, los seis vuelven al combate donde Strikel los esperaba. Pasan los minutos y todo sigue igual. En un momento Kion logra desenvainar su espada y cortar la lanza de Strikel por la mitad, haciendo que este utilice su espada. Sin importar la pérdida de su lanza, Strikel fue igual de eficaz con su espada, logrando realizar varios cortes, además de partir la lanza de Simba y Nala. La lucha logra extenderse varios minutos, hasta que por fin Kovu y Sahasi logran dar el golpe fatal, el cual debilita a Strikel, quien se niega a caer y continúa luchando unos pocos minutos hasta recibir otro ataque fatal, cerca del anterior. Finalmente Strikel cae al suelo, y es donde Kovu da el golpe final, clavando la punta de su lanza en la cabeza de aquel, quien alguna vez fue su padre.
Tras caer Strikel, su cadáver es llevado ante todo su ejército, a los cuales su moral se desmorona, provocando que la mayoría se retire y otros se unan al ejército de las praderas, sin antes jurar lealtad a los verdaderos reyes. Al finalizar, Kiara entra en escena, la cual los estuvo observando desde una colina.
Minutos después de la batalla
Con Kiara y los demás
—Mientras se acerca hacia ellos— —como me da gusto que todos se encuentren con vida y que al final la liberación pudo concretarse —dijo Kiara, dando sus felicitaciones a los héroes de la batalla.
—Kiara, ahora que estamos aquí, podrías presentarme a Kovu, veo que hay algo entre ustedes dos —dijo Kion, pidiendo a su hermana que le presente a Kovu.
—Kion, te presento a mi novio Kovu —dijo Kiara, presentando a Kovu a su hermano.
—Es un gusto conocerte, cuñado —dijo Kovu, extendiendo su mano hacia Kion con una sonrisa.
—También es un gusto, cuñado —contestó KIon, estrechando su mano con la de Kovu,
—Hijo, ahora que estamos todos reunidos, podrías presentarnos a tu compañera —dijo Nala, pidiendo a su hijo que le presente a su esposa.
—Mamá, papá, Kiara y Kovu, les presento a mi amada y dulce esposa, Rani —dijo Kion, presentando a su esposa.
—Kion —dijo Rani, sonrojándose y sonriendo.
—Rani, es un gusto conocerte, desde ahora solo llamame Nala —dijo Nala, mientras se dirigía para darle un abrazo.
—También es un gusto conocerla, Nala —dijo Rani, uniéndose al abrazo.
—Es un gusto también por mi parte poder conocerla, y desde ahora solo llamame Simba —dijo Simba, mientras se acerca y extiende su mano derecha.
—También es un gusto conocerlo, Simba —dijo Rani, separándose del abrazo y extendiendo su mano derecha para estrecharla.
—Igual por nuestra parte es un gusto conocerte, Rani —dijeron Kiara y Kovu.
—Por mi parte también es un gusto conocerlos, Kiara y Kovu —dijo Rani.
—Ahora les presento a mi padre, Sahasi —dijo Rani, presentando a su padre al resto.
—Es un gusto conocerlo, rey Sahasi —dijeron todos, menos KIon y Rani.
—Muchas gracias, también es un gusto, y por favor, solo llamenme Sahasi —dijo Sahasi.
—Ahora que todos nos conocemos, Hermana, podrías contarnos un poco sobre Kovu —dijo Kion, pidiéndole a su hermana que le contara algo sobre Kovu.
Narra Kiara:
—Bueno, ya que preguntas, les dire. Todo comenzó cuando su madre, viuda en ese momento, había sido desterrada por mi padre, por intento de homicidio y de usurpar el trono, ya que ella y su marido eran fieles seguidores de los ideales políticos de Scar, tío de nuestro padre. Papá no estaba seguro de que hacer, él no quería condenarla a muerte, así que la desterró, no sin antes darle un caballo y provisiones. Tras ser desterrada, ella vagó por el desierto. Después de varios días, se encontró con Strikel, y meses después, falleció luego de dar a luz a Kovu, quien fue acogido y adoptado por el mismo Strikel como su propio hijo. El creció como un niño que jamás tuvo una buena infancia, y a partir de los siete años, fue sometido a duros entrenamientos, con el objetivo de hacerlo más fuerte en el futuro. Todo eso aumentaría para él, al cumplir sus diez años. Desde esa edad Strikel comenzó a introducirlo, poco a poco en la naturaleza de la guerra, llevándolo al campo de entrenamiento. Yo le conocí desde el primer momento en que Strikel se sentó en el trono de las praderas, estando él a su lado. Recién a mis dieciocho tuve el valor de acercarme a él, un joven muy frío de corazón. Al principio él y yo no nos llevábamos bien por causa de nuestros distintos ideales. Pero sin importar, yo seguí insistiendo, hasta que un día logré establecer una conversación con él, conversación que lo cambiaría para siempre. En un momento, algo en él se quebró, pudiendo abrir su corazón por completo tras ser llevado por primera vez a un campo de batalla, viendo y viviendo la crueldad de la guerra. A partir de ahí, él se apegó mucho a mi, naciendo así una amistad, amistad que luego llegaría a ser mucho más. Recién a mis veinte años él se acercó a mí, muy diferente a las demás veces. Al principio no entendía, luego, cuando pude comprender, acepté. Él me había pedido ser mi novio. Desde ese momento estuvo cuidándonos en secreto —dijo Kiara, terminando de narrar.
Luego de que Kiara contará la historia de Kovu, todos pueden disfrutar de un buen momento. Al día siguiente, Sahasi, junto a Kion y Rani, regresan al árbol de la vida escoltados por su ejército. Dos días después llegan y se reencuentran con Ananda, a la cual le cuentan todo lo ocurrido. Pasá el tiempo y al año siguiente, Kion y Rani pudieron tener la experiencia de ser padres.
Con Kion, Rani y los reyes.
—Hola, ¿podemos pasar? —pregunto Sahasi.
—Adelante —dijeron Kion y Rani.
—¿Haber que tenemos aquí? —al ver al bebe—, una niña… prepárense para lo que viene —dijo Sahasi, riendo al final de su diálogo.
—Papá —dijo Rani un poco molesta para luego sonreír.
—Si, soy abuela de una niña hermosa —dijo Ananda, sonriendo de felicidad.
En eso, mientras la escena se va alejando poco a poco.
—Te amo mucho, amor mío —dijo Kion, abrazando a Rani mientras sostiene a su hija.
—Igual yo a ti, Kion —dijo Rani, abrazando a Kion mientras también sostiene a su hija.
—Te amamos mucho, nuestra querida Kiani —dijeron ambos, mientras besaba la frente de la niña.
FIN.
Hola a todos mis queridos lectores. Por fin llegamos al final de esta historia, ojalá os haya gustado. Saludos y nos vemos en la próxima.
Chau.
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