En el capítulo anterior.

Dos años después

Con Kion, detrás de un árbol.

—Bueno —suspira—, ¿y ahora qué hago? —dijo, preguntándose nervioso mientras piensa qué hacer—. ¿Si voy con ella primero, podría suceder qué luego sus padres no acepten, pero si voy con ellos, no se si ella lo hará? —después de pensar por unos segundos, se decide—. Creo que la madre será una buena opción para empezar... si, iré primero con la reina —dijo, mientras asiente con su cabeza.

En eso

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En eso

Al llegar a su encuentro

—Reina Ananda —dijo nervioso mientras hacía una reverencia.

—Hola Kion, ¿Necesitas algo? —pregunta.

—Necesito decirle algo importante —respondió algo nervioso.

—Dime lo que necesitas, pero antes, ponte tranquilo —dijo, mientras se daba cuenta de su estado de ánimo.

—Inhala y exhala— —está bien... Creo que esto será muy difícil —dijo algo nervioso.

—Dime que es y haré todo lo que esté a mi alcance —dijo, cambiando su tono a uno más tranquilo.

—Reina Ananda —Inhala y exhala—, quisiera pedirle... —se detiene nervioso antes de terminar, y suspira.

—Relájate Kion... dime lo que necesites —dijo, mientras trataba de ayudarle a proseguir.

—Quisiera pedirle —inhala y exhala—, si usted me lo permite, la mano de su hija —dijo nervioso cerrando sus ojos al final.

—Kion... —sonríe— conmigo no hay problema, yo acepto... —cambia su mirada a una de preocupación— Sahasi podría ser el problema. El ya se ha negado a diez antes que tú —dijo, aceptando y a la vez advirtiendo sobre su esposo.

—Tragando saliva al escuchar lo último— —bueno, muchas gracias reina Ananda, pondré todo mi esfuerzo para conseguirlo —dijo, agradeciendo.

—Espero que así sea y, una cosa más, desde ahora solo dime Ananda —dijo, con una sonrisa al final.

—Está bien. Hasta la próxima, Ananda —dijo despidiéndose de ella para luego ir a su encuentro con el rey.

Minutos después

Con Sahasi

—Bueno Kion, esto es ahora o nunca. Ya he dado mi primer paso, ahora me falta hablar con el padre... Espero que él también acepte y así todo lo difícil habrá pasado —dijo nervioso, mientras se dirigía hacia su encuentro.

En eso

—Rey Sahasi —dijo nervioso mientras se acercaba para luego hacer una reverencia.

—Hola Kion, ¿Necesitas algo? —pregunta, con una mirada firme y sería.

—Majestad, necesito decirle algo muy importante —responde nervioso.

—Adelante, dime que necesitas —dijo, serio.

—Señor, lo que voy a pedirle en estos momentos, creo que será algo muy complicado —contestó nervioso, mientras siente un temblor en sus piernas.

—No hay problema, haré lo que sea, puedo darte poder y riquezas, solo dime —responde, dejando a un lado su mirada seria al darse cuenta del estado de Kion.

—Gracias señor, pero yo no busco poder ni riquezas, mi caso es otra cosa —dijo menos nervioso al ver el cambio en su rostro.

—Si no quieres poder ni riquezas, ¿Qué es lo quieres?; no temas y dímelo — dijo el, preguntando y animándole.

—Ya que usted me pregunta, le diré. Señor —Inhala y exhala—, si usted me lo permite, le pido... le pido la... le pido la mano de su hija —respondió tartamudeando mientras los nervios se apoderaban de él, cerrando sus ojos nuevamente para que sus brazos y piernas comiencen a temblar.

—¿Si eso es lo que deseas?... que así sea —responde aceptando su petición, para luego acercarse hacia él, tocar su hombro izquierdo, y mostrando una sonrisa al final.

—Al escuchar, abre sus ojos, vuelve a tranquilizarse, mientras se ve sorprendido— —muchas gracias majestad, no se va a arrepentir —dijo, con su estado de ánimo renovado.

—No hay nada que agradecer. Jamás le daría la mano de mi hija a alguien que no seas tú... sé que eres el indicado para ella —dijo haciendo un cumplido.

—Gracias majestad —dijo, agradeciendo nuevamente.

—Kion... ya no es necesario que me llames más majestad, solo Sahasi, ya que desde ahora eres miembro de mi familia —dijo, mientras extiende su mano.

—Está bien, Sahasi —contesto, extendiendo su mano también, para luego realizar un saludo.

En ese instante, alguien sale corriendo de detrás de un árbol, dirigiéndose directamente hacia Kion, quien cae al suelo.

En el suelo

—¿Qué ha suce... —al levantar su cabeza— ¿Rani? —se pregunta a sí mismo para luego verla a ella, confundido.

—Estaba esperando que hablases con mi padre —dijo ella mientras le ayuda a levantarse.

—¿Alguien me puede explicar todo lo que está sucediendo, por favor? —dijo confundido, pidiendo respuestas.

En ese momento

—Yo les explico —dijo entrando en escena, tras salir de detrás de un árbol.

—¿Tu sabias algo de esto? —pregunta confundido a su esposa.

—Sí y te diré todo —responde mientras comienza a contar lo sucedido.

Narra Ananda:

—Bueno, esto es lo que sucedió. Yo estaba tranquila debajo de las sombras de un árbol hasta que nuestra hija se hace presente. En eso, yo le pregunto si necesitaba algo y ella me respondió qué quería hablarme sobre su relación con Kion. Yo al principio no entendí, luego ella me aclaró qué quería casarse. Al final yo acepte prometiendo ayudarle con su misión. Eso es todo —dijo, terminando de narrar.

—¿Y qué pasaría si yo no aceptaba? —pregunta.

—De eso me encargaba yo —responde, con una sonrisa al final.

—Eso ya me venía venir —dijo, sonriendo al final.

Pasa el tiempo

Una semana después llega el día de la boda, la cual sería llevada a cabo en casa de la novia, como se dictan en las tradiciones.

En la ceremonia

En el momento de la ceremonia, Kion coloca un anillo en el dedo anular de Rani, luego ella hace lo mismo con él. Después de esto, la madrina, quien debía ser señora de familia, casada una sola vez, toma la mano derecha de ambos, uniéndolas, y terminando así con la ceremonia de la Boda.

Segundos después de finalizar la ceremonia

—Por fin estamos juntos —dijo él, dirigiendo sus palabras a ella.

—Aja. Ahora que eres mi esposo, sabes que serás rey algún día —dijo ella, dirigiendo sus palabras a él—

—Mientras se va colocando a su lado— —Si. Trataré de hacerlo lo mejor que pueda, además... yo te tengo a mi lado, sabiendo que puedo confiar en ti —dijo, mientras efectúa un abrazo con su brazo izquierdo, acercando su cabeza hacia la de ella, para luego darle un beso en la frente.

—¿Cuándo comenzarás a mudarte? —pregunta ella, mientras se une al abrazo.

—Mañana mismo comienzo —responde él, junto a ella.

—Bueno, mañana prepararé nuestra habitación —dijo ella, sin separarse del abrazo.

—Entonces, ¿Qué sucederá con la casa de mis padres? —pregunta él, sin separarse tampoco del abrazo.

En eso

—De eso me encargo yo. Ustedes solo hagan lo que tengan que hacer —dijo Sahasi, entrando en la conversación.

Al día siguiente

En casa de Kion

Con Kion

Una hora después del medio día

—Bueno, creo que es hora de comenzar a mudarme con todas mis pertenencias —dijo, mientras comienza a movilizarse.

Una hora después

—Falta poco —dijo, mientras seguía trasladando sus pertenencias.

En ese momento, algo se cae

—¿Y ahora qué sucede?... —al voltear su mirada— ¿este estante otra?... —se detiene al ver— ¿la canasta? —dijo, mientras se quedaba unos segundos inmóvil, para luego acercarse hacia ella—. Hace mucho que no la he vuelto a... —al ver en su interior, logra encontrar— ¿una carta? —dijo confundido.

En ese mismo instante, Kion, comienza a leer la carta.

Continuará...

Hola y buenas tardes a todos mis lectores.

Nuevamente llegamos hasta aquí, espero que os haya gustado.

Este es el capítulo más flojito de la historia, ahora trataré de publicar el cuarto (Si es que llego), ya que la semana que viene vuelvo a iniciar con mis estudios, teniendo menos tiempo para publicar los próximos tres últimos capítulos.

Nos vemos en un rato. Saludos.