𝐶𝑎𝑝 2 - 𝑈𝑛𝑎 𝐵𝑢𝑒𝑛𝑎 𝑦 𝑛𝑜 𝑇𝑎𝑛 𝐵𝑢𝑒𝑛𝑎 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎
En el capítulo anterior.
En ese instante llegan dos personas, las cuales vienen con una niña de seis meses.
—¿Qué sucede aquí? —Pregunta.
Ambos hacen una reverencia
—Majestad, encontramos a un niño, y al parecer necesita un hogar —responde.
—Si ustedes nos permiten, déjennos criarlo —responde.
—Si eso es lo que quieren, así será —dijo el rey, aceptando su petición.
—¿Cómo llamarán al niño? —pregunta la reina, mientras tiene a su hija entre sus brazos.
—La carta que acabo de leer dice que se llama Kion —responde.
En ese momento ambos niños se ven las caras.
—Bienvenido Kion a tu nuevo hogar, El Reino del Árbol de la Vida —dijo el rey, dándole la bienvenida al niño.
Siete años después
🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹🔹
Siete años después
Dos horas después del medio día
Con dos niños jugando en algún lugar
—Vamos Rani, atrápame si puedes —dijo en voz alta, mientras comenzaba a correr.
—Ahí voy Kion —en voz alta mientras comienza a perseguirlo.
Ambos niños echan a correr y a perseguirse entre ellos.
Minutos después, Rani logra atrapar a Kion.
—Te tengo —dijo ella tomándole por su hombro derecho.
—Me has atrapado... ¿Y ahora, qué quieres hacer? —pregunta.
—Jugar a las escondidas —responde.
—Está bien, comienzo a contar —dijo mientras cubría sus ojos.
—Espera, no es justo —dijo ella un poco molesta.
—Te voy a ganar —dijo mientras comienza a contar.
Rani comienza a correr, buscando un escondite.
Segundo después, Kion termina de contar y comienza a buscar. Minutos después la encuentra detrás de un arbusto, cerca de un río, el cual le parecía muy familiar.
En eso
—Te encontré Rani —dijo, mientras se detenía a ver el río.
—Está bien, ahora es mi turno —dijo mientras cierra sus ojos y comienza a contar.
Segundo después de contar
Listo, ahora... —es interrumpida al verlo ahí quieto—, Kion, ¿No te escondiste?... Kion, Kion —trata de llamar su atención pero él no contesta.
—... —confundido y sin contestar.
Dentro de la cabeza de Kion
—Río, oh, Río, con él se gentil llevas mi felicidad. Si hay donde libre pueda vivir, Río, condúcelo allá —cantando.
Fuera de su cabeza
—Kion, Kion, ¿Te pasa algo? —pregunta tocando su espalda para llamar su atención.
—No lo sé —responde mirando confundido directo al río.
En ese momento, Rani intenta llamar su atención ubicándose delante de él.
—Kion, ¿Por qué estás mirando al río? —pregunta confundida.
—Reacciona al verla— —Rani —responde al verla.
—¿Te sucede algo? —pregunta.
—No lo sé —responde.
—¿Por qué mirabas al río? —pregunta.
—No lo se, estoy algo confundido —responde.
—¿Viste algo? —pregunta.
—Escuché algo —responde.
—¿Dónde? —vuelve a preguntar.
—En mi cabeza —responde.
—¿En tu cabeza? —pregunta confundida.
—Si... una voz extraña que estaba cantando —responde.
—¿Y qué decía? — vuelve a pregunta, confundida.
—Río... no recuerdo muy bien —responde bajando su cabeza.
—¿Te encuentras bien? —pregunta al ver su reacción, cambiando su mirada de una normal a una preocupada.
—Anoche tuve un sueño raro —dijo él, respondiendo a su amiga.
—¿En serio? —dijo ella, preocupada.
—Si —contestó el.
—Si no te sientes bien, podemos descansar por hoy —dijo ella, preocupada.
—Eh, no, no... estoy bien, sigamos jugando —responde cambiando el tema.
—Kion... sabes que puedes confiar en mí —dijo ella, acercándose al lado de su amigo.
—Lo sé, pero ahora solo quiero seguir jugando —dijo él, cambiando el tema, nuevamente.
—Está bien, seguimos jugando —dijo ella, alegrándose de verlo bien nuevamente.
—Si, vamos —contestó él.
Pasan las horas y ambos siguen jugando.
Una hora después de la media tarde
—Kion, ven adentro, se está haciendo tarde —dijo su madre en voz alta.
—Tengo que irme Rani —dijo, despidiéndose de su amiga.
—Está bien, nos vemos mañana —dijo, despidiéndose también.
Ambos niños se separan y siguen con su camino
En la cocina de la casa de Kion
En ese instante, a pocos segundos de que Kion ingresara a la cocina
—¿Y eso? —dijo, al escuchar un ruido.
En eso, Kion ve una canasta, la cual había caído de un estante
—¿Una canasta? —dijo confundido, mientras se queda viéndola hasta que su padre aparece.
—Otra vez se ha vuelto a romper el estante —dijo mientras toma la canasta, colocándola sobre otro estante.
Una hora después del anochecer
En la habitación de Kion
—Buenas noches mi niño —dijo ella, despidiéndose de su hijo con un beso en la frente.
—Buenas noches, mami —dijo él, despidiéndose también.
Horas después, en plena madrugada
En los sueños de Kion
—¿Dónde estoy? —dijo preguntándose a sí mismo.
En ese instante
—Calla mi vida, no hay que llorar —cantando.
—¿Y eso? —Se vuelve a preguntar mientras logra ver a una extraña desde lejos con un niño en sus manos, quien está siendo puesto dentro de una canasta.
—Duerme y sueña feliz. Siempre tú debes llevar mi arrullo, así yo estaré junto a ti —cantando.
Segundo después
—¿Qué me está pasando? —se pregunta mientras su vista comienza a nublarse—, no puedo ver casi nada —dijo mientras solo puede ver el cielo.
—Río, oh, Río, con él se gentil llevas mi felicidad. Si hay donde libre pueda vivir, Río, condúcelo allá. —cantando.
—Otra vez esa canción... ¿Y ahora qué hago? —se preguntó a sí mismo, nervioso y confundido, sin poder ver.
Segundos después, el canto comienza a cesar, dejando que el silencio se apodere del lugar.
En eso
—Kiara, sigue la canasta y procura qué todo vaya bien —dijo ella, ordenándole a una niña.
—Si, madre —asiente con la cabeza.
—¿Kiara?, ¿Madre? —se pregunta mientras en su rostro ciego se nota la confusión.
Minutos después de un silencio y soledad
—Ya estás a salvo y libre serás. Yo ruego que muestres virtud. Crece hermanito, regresarás. ¡Vuelve, libéranos, Tú! —cantando.
—¿Y esa voz? —dijo confundido.
Fin del sueño
—Aaah... Mamáaa... —gritó para llamar a su madre.
En ese mismo momento
—¿Qué sucede, Kion? —pregunta, mientras se dirige lo más rápido posible hacia la habitación.
Al llegar
—Mamá, tengo miedo —contestó asustado.
—¿Por qué tienes miedo, Kion? —pregunta.
—Estaba durmiendo, luego pude ver a una extraña que cantaba, después no pude ver nada, solo escuchaba. Después escuche otra voz. No podía ver nada. Tengo miedo mamá, esas cosas me están molestando —responde nervioso mientras intenta contar todo lo que vio.
—¿Qué otras cosas recuerdas? —vuelve pregunta.
—No se mamá, no me acuerdo nada más —responde nervioso y asustado.
—Entonces no pasa nada, eso solo fue una pesadilla, hijo —dijo ella, tratando de tranquilizar al niño.
Unos segundos después de completo silencio
—Mamá —dijo el niño.
—Si, Kion —contestó ella.
—¿Siempre estaremos juntos? —preguntó el niño.
—Siempre estaré en tu corazón —respondió ella—. Ahora hay que seguir durmiendo —dijo, despidiéndose de su hijo.
—Está bien, mamá, buenas noches —dijo el niño, tranquilizándose y despidiéndose de su madre.
—Buenas noches —dijo ella, saliendo de la habitación.
Once años después
En un funeral
—Lo siento mucho, Kion —dijo Rani, mientras se acerca hacia su amigo, dándole un abrazo para consolarlo.
—Gracias, Rani —dijo él, agradeciendo el apoyo a su amiga, con lágrimas en sus ojos, mientras se une al abrazo.
En eso
—Sentimos mucho tu perdida, Kion —dijeron Sahasi y Ananda, demostrando sus respetos y condolencias.
—Gracias, majestades —dijo, agradeciendo también a los reyes, con lágrimas en sus ojos.
Para Kion, perder a aquellas personas quienes lo habían criado como su hijo, sin importar su avanzada edad, eso había sido un duro golpe. Sin importar su pérdida, el joven, con ayuda de los reyes (quien con gusto le ayudaron con sus necesidades, además de tenerle un gran aprecio) y su hija (amiga suya, quien estaría siempre a su lado, apoyándole en todo momento, y con quien formaría un fuerte vinculo y mistad), pudo seguir adelante y enfrentar su dolor. Gracias a tal apego y apoyo, ambos jóvenes reforzarían su amistad, amistad que con el paso del tiempo se convertiría en algo mas profundo.
Dos años después
Con Kion, detrás de un árbol.
—Bueno —suspira—, ¿y ahora qué hago? —dijo, preguntándose nervioso mientras piensa qué hacer—. ¿Si voy con ella primero, podría suceder qué luego sus padres no acepten, pero si voy con ellos, no se si ella lo hará? —después de pensar por unos segundos, se decide—. Creo que la madre será una buena opción para empezar... si, iré primero con la reina —dijo, mientras asiente con su cabeza.
En eso
Continuará...
Buenas tardes y saludos a todos mis lectores. Nuevamente llegamos hasta aquí.
Posiblemente publique el próximo capitulo el miércoles que viene.
Nos vemos. Saludos y hasta la próxima.
P.D: No soy bueno haciendo esto, disculpen.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top