♡Sorpresa de navidad♡

Tres semanas después de haber llegado a Los Ángeles, ya estaba de regreso en clases, faltaban al menos dos semanas para graduarme oficialmente de la universidad y las cosas iban bastante bien.

Habían pasado tantas cosas desde que volví, incluso me enteré de que Sophie estaba esperando un bebé, Taehyung me había contado que era muy probable que volviera después de navidad, estaba muy feliz, pero aún tenía una cosa pendiente.

Trabajo.

A esas alturas ya debería de haber conseguido un trabajo, sin embargo, las circunstancias no me lo habían permitido.

Tome una bocanada de aire, pensar en esas cosas no hacía más que frustrarme, pues tenía que comenzar a buscar una fuente de ingresos propia, al menos hasta que consiguiera un trabajo fijo en algo que aplicara ejercer mi profesión.

Había estado pensando mucho en lo que me había dicho Taehyung alguna vez.

Podría abrir mi propia tienda de modas si quisiese...

Pero el problema era el mismo, primero tenía que conseguir el dinero para hacerlo. Los locales no eran nada baratos de comprar y que decir de todo el material que se iba a necesitar, sería todo un reto hacerlo.

Suspire una última vez antes de tomar mis cosas del casillero y comenzar a caminar al salón de clases.

Dentro del aula estaba Rene y Renata, quienes me saludaron con una cálida sonrisa la cual devolví.

— ¿Estás lista para la sorpresa? —es lo primero que salió de la boca de la pelirroja antes de que yo dejara mis cosas sobre la mesa.

— ¿De qué sorpresa estás hablando? —pregunte, sacando unos libros de mi mochila.

Rene abrió sus ojos tanto como pudo, parecía estar impactada o desconcertada.

—Dios mío, tu no pierdes el cerebro nada más porque lo tienes pegado. —agrego Renata, negando desaprobatoriamente.

—Michelle, ¿De verdad no recuerdas lo que pasa la semana que viene? —interrogo Rene, levantando una de sus cejas.

Yo observe hacía un lado, tratando de recordar algún evento importante.

¿La graduación? seria hasta dentro de unos 15 días más.

¿El cumpleaños de Oscar? No, el suyo era el 12 de mayo.

Espera ¿12?

Mayo es el mes 5 y estamos en diciembre...

Dentro de unos tres días empezarían las fiestas navideñas y el año terminaría...

Cinco

Doce

¡El chico del apartamento 512!

Maldigo una y otra vez a mi mala memoria y a mi falta de prioridad esos días.

—Soy una terrible persona ¿No es así?

—¿De que estas hablando?

—René, la semana que entra será el cumpleaños de Taehyung y yo... yo ni siquiera sé que le regalare para navidad, ¿Como pude ser tan tonta? ¡Taehyung me va a odiar! —cubrí mi cara frustrada por mí misma.

—Yo... Yo no me refería a eso, pero qué bueno que te has dado cuenta también, hablaba de que, Tadeo hará una sorpresa para declarase a un chico en unos días, muy probablemente el lunes después de la primera hora de clases.

¿lunes? estábamos a miércoles y el viernes sería noche buena, eso quiere decir que... ¡Maldita sea de nuevo!

¡El lunes Taehyung regresa!

—René, soy la peor novia del mundo, tengo que conseguir dos regalos dentro de los próximos cuatro días

—Ya, ya, no tengas lastima por ti misma, saliendo de clases te acompaño al centro comercial y te ayudo.

Deje caer mi cabeza sobre la mesa y me queje durante un rato.

Debía encontrar el regalo perfecto para Taehyung.

...

Cuatro horas.

Cuatro benditas horas y aun no encontraba que regalarle a mi novio.

Como Rene lo había prometido me acompaño al centro comercial para escoger regalos para Taehyung, pero las opciones nunca terminaban por convencerme y los pensamientos negativos estaban comenzando a ser mucho más grandes dentro de mi cabeza.

—Vamos Mich anímate, ya encontraremos algo. —comento la pelirroja, tocando mi hombro en un gesto reconfortante.

—Rene, llevamos poco más de cuatro horas aquí, estoy cansada y aun no encuentro algo que me guste por completo para regalarle a...

—Sí, sí. Ya me has dicho esto como unas 7 veces, Michelle, cualquier cosa que le regales le encantara si va de tu parte. No te agobies buscando algo perfecto, eso solo existe en las películas.

Películas, sí, en las películas siempre se encontraba un regalo perfecto, perfumes, comida y cosas extremadamente caras como... Ropa.

¡Eso es!

—Vámonos de aquí Rene, sé exactamente qué es lo que le regalare a Taehyung.

Caminamos unas cuantas tiendas más hasta llegar a una boutique de telas e hilos. Tomé unas cuantas bolsas de hilo y pedí unos cuantos metros de tela, pagué por las cosas y salimos del lugar, para dirigirnos a la salida del centro comercial.

—Eres una genio Michelle ¿Cómo no se te ocurrió antes? ¿Qué es lo que piensas hacerle?

—Aun no tengo idea, pero ya tengo lo más importante que son los materiales —mencione mostrándole la bolsa de las compras con una sonrisa—. Vamos, quiero llegar a descansar, mis pies están muriendo de cansancio.

René asintió haciendo una mueca de dolor, ella también estaba cansada de caminar por tanto tiempo, eso era más que claro.

...

Viernes por la tarde.

Estaba terminando de arreglarme para ir a casa de mis padres y pasar la noche buena con ellos, Taehyung y yo habíamos quedado en hacer una videollamada mañana por la mañana antes de que regresara a Los Ángeles. Estaba algo nerviosa pues a pesar de que el regalo que le tenía preparado ya estaba listo no estaba al cien por ciento segura de que le fuera gustar y no dejaba de hacerme sentir mal el hecho de que fue algo de última hora.

Tome mi bolso y unas cajas de regalo para mis padres y para mi sobrino. Ya estaba lista, ahora solo tenía que caminar hasta el hogar de mi familia. No me quedaba tan lejos de donde vivía por lo que pedir un taxi seria completamente innecesario.

Salí de casa y me puse en marcha hacía mi destino, no tarde mucho cuando llegué, como dije antes, no era para nada lejos el camino desde mi apartamento a la casa de mi familia. Toque la puerta unas cuatro veces, y luego de unos segundos me recibió Sophie.

—Llegaste temprano —bromeo ella, mientras que me daba el paso para que entrara —. Evan ha estado esperando a que llegaras, su papá se ha ido a comprar un pastel y se ha quedado soló.

Caminábamos por el pasillo de la entrada, cuando vi a ese pequeño pelinegro de mejillas regordetas y sonrisa inocente sentado en el sofá de la esquina, jugando con unos muñecos de acción.

—Ah supongo que Evan querrá dormirse pronto por lo aburrido que se ve.

—¡Tía Michelle!

—¡Ven aquí pulga saltarina! —cante y el pequeño niño chillo corriendo hacia mí para darme un abrazo.

—Tía tardo mucho en llegar, estaba triste, pensé que no vendría.

—No más tristeza pequeño conejito ¿Quieres hacer galletas de avena conmigo?

—¿Podemos ponerles mantequilla de maní por dentro?

—Solo a algunas, recuerda que el abuelo George es alérgico al maní.

El pequeño castaño asintió y así fue como nos pasamos unas cuantas horas, haciendo galletas y limpiando todo el desastre que había quedado de la mezcla para las galletas, después de jugar unos momentos al jenga con Sophie, Evan y Steve, las galletas quedaron listas para el postre de la cena.

—Cariño, la lasaña que haces siempre es la mejor.

—Basta hombre, eso dices todos los años el día de navidad. —contesta mi madre sirviéndose un vaso de ponche.

—Y lo seguiré diciendo siempre que pueda, cariño. —mi padre sonrió y se acercó a mi madre para plantarle un beso.

—Es cierto suegra, me uno al señor Russo, su lasaña es deliciosa. —se unió el rubio que acompañaba a Sophie alagando la comida de mamá.

—Muchas gracias, Steve, cuando gustes puedes venir a comer, eres bienvenido siempre.

Sophie sonrió y beso la mejilla de su esposo.

La relación entre mis padres, Sophie y su esposo siempre fue muy buena, y no era para menos, ellos siempre fueron un ejemplo de un matrimonio maravilloso.

Después de disfrutar la cena y comer unas cuantas galletas de avena y un poco de pastel, me despedí de mis padres, mañana volvería temprano para recibir la navidad y abrir los regalos junto a ellos, pues ya era muy tarde y tenía que volver, Sophie y Steve se ofrecieron a llevarme hasta el apartamento y yo acepte gustosa.

...

Al estar en el pasillo que daba a mi apartamento, pude darme cuenta de un curioso detalle.

El 512 estaba abierto.

¿Qué hace el apartamento de Taehyung abierto a estas horas?

Me dio un poco de miedo, pero bien algún empleado de intendencia pudo haber entrado y asear un poco, a fin de cuentas, Taehyung volvería el lunes ¿No?

Pero ¿a estas horas de la noche y en plena víspera navideña?

Todo se veía muy sospechoso y confuso.

No lo volví a pensar, cuando me acerque unos cuantos pasos y asome mi cabeza por el marco de la puerta, llevándome una sorpresa realmente increíble.

—P-pero qué...

El hombre sonrió de manera dulce, y yo caí en cuenta de que él de verdad estaba ahí.

—¿No piensas venir a saludarme? —comento de manera divertida.

No lo dude ni un segundo cuando di unos cuantos pasos y al fin quede frente a él. Sin esperar mucho, el castaño me envolvió entre sus brazos en un fuerte pero delicado abrazo.

—¿Qué haces aquí?

—Pues, prácticamente vivo aquí. —contesto, riendo un poco por su mal chiste.

—Sí, pero... Se supone que volverías hasta el lunes, Dios es que, me has dejado sin palabras.

—Quería que fuera una sorpresa, deseaba estar aquí lo antes posible y bueno, aquí estoy. —explico, separándose del abrazo.

—Esta es la mejor sorpresa que pudiste haberme dado.

—¡Ah! Casi lo olvidaba.

Fruncí mis cejas en tanto lo miraba sacar una caja de regalo.

—Feliz navidad, bonita.

Observé la caja y después a él, no tuve que pensarlo mucho para cercarme nuevamente y besarlo.

—Feliz navidad, Taehyung.

Él volvió a besarme para luego envolver mi cintura y mantenerme en un abrazo.

Esa noche, volvimos a dormir juntos, pero de una manera más... especial, no fue nada morboso, fue especial, pues esa fue la primera vez que pasamos la noche juntos en su cama, en su apartamento y en navidad.


El chico del apartamento 512, nunca dejaba de sorprenderme y hacerme sentir cada vez más enamorada de él.

Sin excepción alguna esa fue la mejor sorpresa de navidad que pude haber recibido.







Nos vemos <3

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