♡La sorpresa♡
Toda esa experiencia fue lo que toda mi vida había soñado, pese a que no pude ser parte de la pasantía que nos ofrecieron, estaba muy feliz por mis amigos.
Óscar y Tadeo. Quiénes habían ganado las pasantías en Nueva York.
Ese diseño de estampado animal con esos zapatos rosas fosforescentes, realmente les gustaron a muchas personas. Por lo que me hacía sentir aún más feliz por mi compañero.
—Michelle, Taehyung te está esperando a fuera. —me llama René, yo sonreí y me miré por última vez en el espejo.
Taehyung me había invitado a pasar todo el día de hoy y mañana con él, no sabía realmente que es lo que haríamos, pero estaba segura de que al igual que las demás veces, la pasaría increíble.
Salí de mi habitación y fui directo a la puerta principal, donde Taehyung me recibió con una enorme sonrisa.
—Hola. —digo de primero.
—Te ves muy linda el día de hoy. —bueno, era de esperarse que dijera algo tan tierno.
Pero no podía evitar seguir sintiéndome apenada por sus palabras, ese hombre me enamoraba todos los días, cada vez un poquito más.
—Muchas gracias Tae... —cuelgo mi bolsa sobre mi hombro y retomo mi posición—. ¿A dónde iremos?
—No, no, no. Es una sorpresa no podrás saber hasta que no estemos ahí. Ahora señorita Russo ¿Sería tan amable de acompañarme?
—Para mí sería todo un honor señor Kim. —volví a sonreír y entrelacé nuestras manos.
Tan pronto como subimos al auto Taehyung lo puso en marcha, no me imaginaba para nada a donde iríamos, llevaba una bolsa con ropa para dormir y otra para el día de mañana que fue lo que me dijo que llevara.
Tal vez iremos a la playa de Busan otra vez.
Fue lo que me imaginaba, o bueno, era lo que en ese momento pasaba por mi cabeza.
—Por lo menos deberías decirme cuanto tardaremos, esto parece ser un viaje largo. —le digo mientras miro por la ventana del auto.
—Bueno, deberías ponerte cómoda. Tardaremos al menos unas 4 horas en llegar a nuestro destino, contando las paradas que haremos ese es el tiempo aproximado.
No me esperaba esa respuesta para nada, sinceramente. Me limité a asentir y sacar el libro que recientemente había empezado a leer. Sería una buena forma de matar el tiempo y aprender el idioma de Taehyung.
Mientras leía, o por decirlo así. Podía sentir la brisa fresca de esa tarde sobre mis poros. Ese ambiente era muy agradable.
—¿Sabías que cerca de Daejon hay un lugar donde la gente se casa por medio de libros? —menciona él y yo lo mire confundida.
—¿Cómo?
—Bueno, las parejas llevan sus libros favoritos a ese lugar, resaltan palabras del libro con las que les puedan expresar a su pareja cuanto las aman y lo mucho que desean pasar el resto de sus vidas junto a ellos. —explica, su mirada siempre al volante y con una sonrisa calcada en sus labios—. Y mientras, la otra persona involucrada acepta con alguna frase de su libro. Un juez los hace firmar unos documentos, se toman una foto de recuerdo y listo, una pareja de personas enamoradas casada.
—¿Eso es posible?, digo... ¿Es legal? —pregunto, cerrando el libro en mis manos y mirándolo atenta.
—Bueno, no es algo relativamente legal. Pero la gente con ganas de experiencias así, lo hace por diversión y para poder compartir momentos felices junto a su pareja.
—¿Por qué me dices esto? —inquiero y levanto una ceja sin despegar mi vista de él.
—Bueno, cuando lo vi en el periódico esta mañana parecía interesante, creí que quizá tú también lo verías de esa forma.
—Lo es, parece algo divertido, teniendo en cuenta que tú y yo aún no somos una pareja real.
Taehyung al escuchar eso freno en seco, agradecía que el cinturón de seguridad estaba bien puesto o si no tal vez me hubiese estampado contra el tablero de instrumentos.
—¿Qué dijiste?
—¡Ey! Estamos en medio de la carretera, no puedes hacer eso.
—Vuelve a repetir lo que dijiste. —Taehyung me miraba serio, parecía molesto lo cual me desconcertó—. Acaso... ¿No me consideras tu persona especial?
—Taehyung, eres, después de mi padre, el hombre más especial que tengo, pero es que... Ni siquiera sé si realmente te tengo, tú nunca me pediste ser tu novia y entonces yo creí que...
—Detente ahí Michelle. —dijo antes de que yo terminara de hablar—. Entonces... lo que quieres decir es que ¿Estas esperando a que te lo diga? Creí que ya lo éramos...
—Pero es que tú nunca me lo pediste. —recalque, estaba algo molesta y ni yo sabía la razón.
Tal vez era porque en muchas ocasiones me hizo dudar de si lo de nosotros iba en serio o solo era un simple juego para él.
—Michelle... —dijo, tomo un suspiro y continuo—. Debes de saber que tu confesión me ha tomado por sorpresa, pero también debes de saber que, tú significas mucho para mí, mucho más de lo que pueda detonar un calificativo adolescente.
Quede en silencio, no me esperaba para nada esa respuesta, y por otra parte creo que tenía mucha razón. Era mucho más que evidente que él quería estar conmigo. Y yo no podía ser más feliz de eso.
Lo nuestro no necesitaba de un tonto calificativo adolescente.
Taehyung tomo mi mejilla con su mano izquierda y acerco su cara a la mía, estaba a punto de besarme cuando...
Un claxon comenzó a sonar con desespero.
—¡Están en un área peatonal, pongan su auto en marcha! Jóvenes hormonales, ya ni siquiera hay respeto por las áreas públicas.
Taehyung se alejó de mí y pidió disculpas al hombre volviendo a poner en marcha el auto.
...
El resto del camino estuvo bastante tranquilo, el ambiente que se había creado no era incómodo, y la música que sonaba a través de las bocinas del auto ayudaban en ello.
Ya habían pasado alrededor de 2 horas para cuando hicimos la primera parada, Taehyung paro el auto frente a un restaurante de comida el cual daba una vista directa a un campo lleno de flores amarillas. El lugar era alucinante.
—Vamos, son pasadas las tres de la tarde, comamos algo. —menciono mientras abría la puerta de mi lado del auto, mi siquiera me había percatado cuando salió de este, estaba bastante cómoda observando el lugar frente a mí.
—¿Falta mucho para llegar a nuestro destino? — pregunté girándome para salir del auto.
—Depende del tiempo que nos tardemos aquí, estamos a una hora con cuarenta y tres minutos del lugar —respondió simple, parecía relajado, como siempre.
—¿Crees que después de comer podamos quedarnos un momento ahí? —apunte el lugar con mi dedo índice, él asintió.
—Sí, creo que no hay ningún problema con ello, podemos quedarnos unos minutos si así lo deseas.
Asentí y sonreí, Taehyung tomo mi mano y entramos juntos al establecimiento de comida.
El lugar era bastante limpio y que decir de la comida, creí que el tteokbokki se convertiría en mi segunda comida favorita.
Terminamos de comer bastante rápido, a decir verdad, estaba bastante emocionada por explorar aquel prado de flores. Pero claro, sin demasiada prisa, el tteokbokki es un platillo que se debe disfrutar en su totalidad.
—Ve yendo, en un momento te alcanzo, tengo que tomar algo del auto. —dijo en cuanto salimos del restaurante, hice caso y caminé hasta adentrarme por uno de los corredores que daban al prado.
La tierra del campo hacía que los tenis blancos que recién había comprado se ensuciaran, no me importo mucho pues luego podría limpiarlos, mientras más me acercaba al centro del prado pude visualizar un banquillo, seguí caminando hasta llegar a este y me senté a esperar a Taehyung mientras observaba el espléndido paisaje que tenía en todo mi alrededor.
—He vuelto. —dijo él, lo miré cruzar el mismo camino que yo para entrar, llego hasta mí y se sentó a un lado.
—¿Qué es eso que has tomado? —pregunte de una, él sonrió y saco una pequeña caja de madera de su abrigo.
—Es para ti, si entiendes lo que dice dentro significa que estás llevando muy bien tu aprendizaje de coreano. —dijo y puso la caja en mis manos.
La textura de la caja no era rasposa, pero tampoco suave y tenía un ligero aroma a madera, abrí la tapa de esta y observé el contenido. Había una delgada y muy bonita pulsera plateada, parecía tener diamantes incrustados en pequeñas flores que la adornaban.
Pero no era solo eso, dentro, tallado en la parte interna de la tapa, había una serie de letras.
내가 당신의 남자친구가 되어도 될까요?
Lo miré, después de haber descifrado su significado, él parecía estar inmerso mirando el paisaje, o tal vez pensando en algo. Jamás lo sabría.
—Creí que habías dicho que no querías un calificativo... —dije, él inmediatamente giro su cabeza y me miro.
—Y así es, pero cuando me dijiste que no te lo había pedido, te veías algo molesta por lo que supuse que esto era algo importante para ti y, si es algo importante para ti pues para mí también lo es.
—¿Acaso ya tenías planeado todo esto? —interrogué, realmente se sentía como algo que hubiese planificado con cuidado.
—Solo una parte, quería traerte aquí y quedarnos a mirar unos momentos el prado de Yongun-dong, y eso. —apunto a la caja que aún mantenía en mis manos—. No tenía escrito nada, pensaba dártelo solo como un regalo, pero cuando fui al baño en el restaurante, me encontré con un camarero y bueno, lo demás es historia.
—Entonces... Ahora somos ¿Novios? —cuestione, no podía reprimir la sonrisa que guardaba dentro de mis labios.
—Aún falta algo. —levante una de mis cejas confundida, Taehyung tomo la pulsera de la caja y le puso sobre mi muñeca—. Acabas de aceptarme como tu novio, no puedes quitarte esta pulsera nunca más ¿Entendido?
—Más claro que el agua. —conteste, lo tome de las mejillas y plante un beso en sus labios—. Te quiero Taehyung.
—Te quiero, te quiero mucho Michelle.
Esa tarde, fue un momento que jamás podría olvidar, el prado de flores, la caja, la pulsera... Taehyung, sobre todo él.
Hubiese sido fantástico haber tomado una foto de él en aquel lugar, realmente parecía una de esas obras de arte que se exhiben en museos de prestigio, una obra como las de Van Gogh.
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