♡¿Corea?♡

El hecho de que de verdad iría al país donde estaba Taehyung era demasiado para mí.

Ese sería mi último fin de semana en Los Ángeles, ya que el lunes a primera hora partiríamos a Busan. Estaba genuinamente emocionada, era la primera vez que viajaba a un país que no fuese americano.

Mientras pensaba en todo eso, no me pude dar cuenta en qué momento comenzaron a tocar la puerta de mi apartamento. Me levanté del sofá y fui para atender.

Tan pronto como abrí la puerta Evan se lanzó a mis brazos.

— ¡Tía Michelle! Mami dice que te vas a ir y ya no te voy a ver. —él dirigió su mirada directo a la mía por lo que pude percibir que quería llorar—. Volverás ¿verdad? Te voy a extrañar.

—Claro que sí, sólo será un mes, pequeño mocoso no es como si me fuera para siempre. A todo esto ¿Dónde está tu madre? —camine hasta la sala con Evan en brazos, estaba pesado, pero era inevitable no cargarlo.

Adoraba a ese niño.

—Venía detrás de mí, pero se regresó, creo que fue a comprar comida o algo así.

—Creo que a tu mamá no le agrada que te alimenté yo. —reí y le di un beso en su pequeña cabeza.

—Las hamburguesas, la pizza y el sushi son lo máximo, y más si de postre hay chesse cake. Tía, dígale a mami que en su ausencia ella me preparé chesse cake.

—No me agrada la forma en la que estas malcriando a mi hijo. —dirigí mi vista hacia la entrada. Sophie dejo dos bolsas de lo que parecía ser comida en el suelo.

Bajé a Evan de mis brazos y fui hasta ella para ayudarle.

—La culpa es tuya por traerlo los días que no tengo ganas de cocinar.

—Pero tu ni siquiera sabes cocinar arroz. Que le espera a mi futuro yerno a tu lado.

En ese momento recordé a Taehyung y sonreí. Ante los ojos de mi familia él era mi novio.

Lo cual no estaba muy lejos de ocurrir ya que ahora sabía que era correspondida.

—Traje pescado y vegetales. Te irás un mes y no me imagino lo mal alimentada que vas a estar en... ¿A dónde me dijiste que vas?

—Corea del Sur. Y para tu información, sí sé cocinar arroz.

—Tía, dice mami que mentir es malo y la última vez que intento hacer arroz, termino quemando la sartén.

Si Bueno, no a todos se nos da la cocina ¿vale? Soy buena en otras cosas así que no me juzguen.

—Bueno pues si yo estoy mintiendo, entonces para la próxima dejare que te tragues el arroz y no haré el esfuerzo por pedir comida para ti, pequeño traidor. —le saque la lengua y este se cruzó de brazos en tanto se sentaba en el sofá.

Pelear con niños era mi pasión.

Seúl, Corea del sur~

Un joven muy apuesto se encontraba parado frente a la casa de uno de sus mejores amigos. Tocó la puerta tres veces, no tuvo que esperar mucho ya que, del otro lado, un castaño con sonrisa genuinamente brillante lo recibió.

—Taehyungie ¡qué gusto verte de nuevo! Pasa estas en tu casa.

El mencionado sonrió ampliamente y entró al edificio, dejo sus zapatos en la entrada y se colocó unas pantuflas en su lugar.

—Este lugar no ha cambiado nada. —Taehyung se cruzó de brazos observando todo a su alrededor.

—No tenía que cambiar, me gusta así, le da un toque de calidez a este lugar cada uno de sus detalles.

—Tan brillante como siempre.

—Me dejó de llamar Jung Hoseok si no lo fuera. —paso su brazo alrededor de su amigo con evidente orgullo—. Llamé a los chicos y les dije que vinieran ¿Te parece bien?

Taehyung asintió como afirmación y se sentó en el sillón rojo chillante que estaba en la sala principal.

— ¿Quieres algo de beber? Tengo té verde, jugo de durazno y cerveza.

—Por ahora así estoy bien gracias.

El mayor saco dos latas de cerveza y se sentó frente a su visita.

— ¿Cuándo regresaste? creí que ya tenías un buen empleo en los Ángeles.

—Lo tengo, es sólo que el abuelo no está en las mejores condiciones y al ser su sucesor tenía que volver para ayudar con la empresa.

—Ya veo fue muy de repente todo, estos años se pasaron rápido.

—Y... ¿Qué hay de ti? ¿Aún estás trabajando como coreógrafo en Labels?

— Sí, me ofrecieron un contrato fijo, De hecho, a principios de diciembre voy a viajar a Nueva York ya que han creado un nuevo grupo y me lo asignaron a mí.

—Suena genial, Yo regresare a Los Ángeles luego de que el tío Wonho regresé de su viaje. Por ahora sólo queda encargarme de la empresa yo sólo.

Hoseok y Taehyung conversaron un poco, hasta que minutos más tarde tocaron la puerta, anunciando la llegada de cinco chicos. Más uno en especial fue el que llamo la atención de Taehyung.

Un rubio de ojos grisáceos y pequeños, dirigió su mirada hasta Taehyung.

Jimin.

El pelinegro le sostuvo la visión hasta que un individuo de gran altura, literalmente se puso en medio de ambos cortando aquel encuentro de miradas.

— ¿Piensas quedarte ahí y no saludar? —el muchacho sonrió mostrando aquellos hoyuelos que lo caracterizan.

—También me alegro verte Nam.

—Taehyung-ssi ¿cuánto tiene que no te cortas el cabello? Pareces vagabundo.

—Cállate Jin, ¡tú también lo tenías así no hace mucho!

—Ya bueno Yoongi hyung, esa es la forma de saludar de Jin hyung. —Jungkook quien estaba a un lado de su mayor, le dio un pequeño golpe en broma.

—Supongo que a mí no me vas a saludar.

En ese momento el ambiente en el lugar se puso tenso, realmente tenso.

Taehyung soltó un fuerte suspiro y con el corazón estrujado, hablo.

—Hola, Jimin. —el nombrado abrió sus ojos sorprendido, se esperaba un poco de todo. Pero no que él lo saludase.

Los siete se quedaron en silencio, uno verdaderamente incómodo.

Hoseok no soporto aquella situación así que, en un intento por calmar aquel momento se aclaró la garganta y pronunció lo siguiente;

—Vamos chicos, es la primera vez desde hace años que estamos todos juntos, tomemos algo y conversemos un poco.

—Hoseok tiene razón, tomemos asiento. —Namjoon fue hasta donde estaba Hoseok y lo ayudo a sacar algunas cervezas de la nevera.

Por algunos minutos los chicos mantuvieron un diálogo continuo, a excepción de dos chicos quiénes se mantuvieron callados.

—Y qué tal tú, Taehyung ¿Conociste a alguien en Los Ángeles? —Hoseok volvió a salvar aquel próximo momento de tensión entre Jimin y el nombrado.

—Conocí a muchas personas, son muy agradables. —el chico limito su contestación.

—Vamos, sabes a lo que me refiero. ¿Alguna chica bonita? No me creo que te hayas pasado estos años sólo trabajando ¡Sería una sucia mentira!

—Hay una chica... —Taehyung cerró su boca, no pensaba decir nada más.

— ¡Lo sabía! —el castaño levantó sus cejas repetidas veces mientras lo miraba.

Toda la atención estaba puesta sobre él. Sus amigos al creer que no iba salir con nadie más después de su última relación estaban muy interesados en saber sobre aquella chica misteriosa.

— ¿Es bonita? lo supongo, tus estándares sobre las chicas son exigentes, apuesto a que es una de cabellera rubia lisa, con ojos azules y cuerpo esbelto. —y por primera vez desde que llegaron sus amigos, Taehyung sonrió.

No era nada comparado con aquella visión de Jungkook, Michelle era todo lo contrario de lo que él veía.

No era que él fuese de esos hombres que se fijaban mucho en la apariencia de las chicas, pero sabia reconocer cuando una mujer era hermosa, y Michelle definitivamente lo era.

—Sólo puedo decir que, ella no es nada comparado con lo que dices.

Esas palabras fueron suficientes para despertar aún más la curiosidad de todos.

En especial de una persona, quien se sentía feliz de saber que su mejor amigo de toda la vida probablemente haya encontrado una mujer de bien.

Los chicos comenzaron a irse luego de anochecer, en la casa de Hoseok sólo quedaban Jimin y Taehyung. Y claro, el propietario de la casa.

— ¿Te quedarás a dormir? Ya es muy tarde y los chicos ya se fueron —le pregunto el castaño a Jimin.

Él le sonrió amablemente.

—Tomaré el autobús, no está muy lejos la parada y aún quedan tres viajes más.

—Ya es muy tarde, llamaré un taxi por ti.

—Yo lo puedo llevar, si no mal recuerdo su casa está cerca de la del abuelo. Y tampoco queda muy lejos de donde vivo. —musito lo último.

Los presentes quedaron anonadados y Hoseok miro a Jimin.

—Ve con él, estaré más tranquilo si lo haces.

Jimin soltó la respiración que sin querer estaba retenida desde lo que había mencionado Taehyung.

—No quisiera incomodar.

—Esta es una buena oportunidad para que hables con él y le digas la verdad. —Hoseok le susurró discretamente y Jimin asintió.

—Bien, entonces me voy —Taehyung dio unos pasos hasta la entrada principal.

—Espera... iré contigo.

Hoseok se despidió de ambos, subieron a la camioneta y Taehyung la puso en marcha.

Durante ese tiempo, ninguno de los dos hablo y esa aura de tensión volvió a invadirlos.

Jimin estaba seguro de que, si le mencionaba algo, querría arrojarlo en plena carretera.

Nuevamente Taehyung fue el que hablo primero.

—Ya ha pasado tiempo, si tienes algo que decir. Esta vez te escucharé, si no vas a decir nada, por favor no me lo digas nunca y deja todo como esta.

Jimin froto sus manos sobre sus piernas y asintió.

Esa sería una larga noche para ambos.



















Hasta pronto

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