♡Veintisiete


Aquello había sido una experiencia increíble para el pequeño omega de los Alfas, no tenía idea de que los mimos de sus alfitas podían provocar que sintiera como si flotaba y veía estrellas estallar frente a sus ojos.

Después de lo que había pasado había caído rendido y dormitaba en medio de sus dos Alfas y una mezcla de aromas predominaba en la habitación galletas, chocolate y cerezas. 

El cuerpo de Minnie yacía al lado de los dos Alfas con ambas marcas en su cuello. Minnie se sentía parte de algo especial que no sabia explicar bien que era, y los alfas orgullosos estaban satisfechos de ver que Minnie llevaba su marca aunque esta fuera temporal. Pero eso ayudaría a evitar que otros alfas se acercaran a su Omega.

     —¿Estas mejor Amorcito? —Preguntó Agust a su lado, al ver que el cuerpo de Minnie había dejado de temblar.

     —Si... Minnie bien, Minnie más. —Volvió a repetir. 

Le había gustado mucho lo que sus Alfitas habían hecho con él,  era como una nueva adicción para él que le inyectaba adrenalina.

     —¿Seguro bebé? ¿No es demasiado por hoy?

     —No, Minnie bien... Minnie quiere más. —Casi exigió.

Yoongi sonrió, su pequeño omega parecía ser insaciable.

     —Minnie Chupar a Alfitas también —Dijo sentándose.

Ambos alfas tragaron duro definitivamente su pequeño Minnie no tenía filtros y era directo en lo que quería. Los iba a matar de un infarto doble. 

     —Me parece algo justo bebé, pero ahora no...  ven, por ahora vamos a intentar algo más ¿Quieres más? —Fue Yoongi quien se animó a hablar. 

Minnie obedeció al Alfa quien tomándolo por la cintura lo colocó delante de él haciéndolo ligeramente hacia adelante dándole la espalda a Yoongi. 

Agust entendió que era lo que Yoongi pretendía así que se acomodó debajo de Minnie para que el omega quedase con su pecho y su carita sobre él. 

     —Esto se sentirá raro Minnie bonito pero luego te va a gustar ya veras.  —Le susurraba al oído Agus sin dejar de besar su cuello y sus orejas. El omega estaba encantado y a la expectativa de lo que sus Alfas iban a hacer ahora.

Yoongi tomó a Minnie de sus glúteos y los masajeo suavemente, ¡Dios su piel tan suave! El omega era todo un pecado que definitivamente ellos iban a cometer.

Minnie estaba excitado así que la libricacion natural comenzaba a brotar, Yoongi olfateo cerrando sus ojos, Olía a cerezas. Se le había hecho agua la boca y su lobo gruñó deseoso por poseer a ese omega precioso. 

Minnie jadeo cuando la lengua traviesa de su Alfa se paseó por su  rosadita entrada. Fue una sensación extraña como placentera que le hizo erizar sus vellos.

Yoongi de apoco fue introduciendo esa lengua teniendo sumo cuidado de no dañar a su Omeguita. 

Minnie tembló y las manos de Agust acariciaron su espalda para calmarlo, sabían que una intromisión nueva era algo a lo que Minnie debía acostumbrarse primero antes de pasar a las ligas mayores.

     —Mmmm Alfa. —Jadeó. —¡Minnie más!

Agust besaba con intensidad a Minnie por el cuello, se paseaba por las clavículas del omega y mordía ese lindo lunar que yacía en la base de una de ellas mientras lo acariciaba para apaciguar así la incomoda intromisión de la lengua de Yoongi.  Pronto ya no era sólo su lengua,  poco a poco el Alfa pelinegro introdujo un largo dedo y eso hizo a Minnie temblar de nuevo.

     —Mmnhg

     —Tranquilo bebé, te acostumbrarás esto es muy necesario...

La voz de Agust calmo al omega quien jadeaba extasiado, le gustaba mucho lo que la lengua traviesa y los dedos de su Alfa Yoonie hacían. ¡Veía estrellitas! El calor lo iba consumiendo poco a poco.

No era necesario mucho para Minnie,  ya que al parecer era bastante receptivo a los estímulos porque dos dedo de Yoongi ya lo estaban haciendo gemir más alto mientras Agust se ocupaba de nuevo de su miembro masajeandolo de arriba abajo y Minnie se comenzaba a retorcer en medio de los dos Alfas.

     —¡Mmmgh Alfas! ¡M-mas!

Sus deseos eran órdenes para los dos Alfas, Agust sin dejar de besar y Yoongi que hacia maravillas ahí abajo con sus dedos y su lengua. Era totalmente delirante.

Y los tiernos gemidos de su omega eran alicientes para aquello dos Alfas que gozaban de aquella música erótica que salia de los labios hinchados de Minnie.  Era algo maravilloso de ver y escuchar.

La estabilidad emocional de Minnie flaqueó cuando su chocolatito tocó algo ahí adentro que lo hizo volar o  así lo sintió Minnie.  Eso que  su Alfita tocaba ahí adentro le hacía querer gritar de felicidad, estaba extasiado lleno de oxitocinas que invadían cada poro de su cuerpo.  Amaba la sensación y quería más y más cada vez.

     —M-mas Más Mmmgh

     —Ohh Minnie Dios... eres tan ajustado pequeño. 

Minnie volvió a jadear duro cuando de nuevo los dedos presionaron ahí en aquel punto.

     —¡Ahhh Mmm A-alfita!

Yoongi sintió como el interior de Minnie se ajustaba aún más contrayendose y luego la mano de Agust se lleno del blanquecino semen del Omega quien gracias al arrasador orgasmo provocado por Yoongi se dejó caer sobre Agust quién no perdió tiempo en abrazarlo y dejarle muchos besos en todo su rostro. 

Yoongi apreciaba su obra de arte, un omega hermoso hecho un desastre sobre la cama de su hermano, ¿raro no? Pero para él y para Agust era arte.

Nadie podía venir y juzgarlos, así el destino nos había hecho y finalmente así ellos había aceptado estar, ya no había más pena entre los hermanos pues si su omega los quería a ambos al mismo tiempo ellos lo iban a complacer siempre.

     —Te amamos pequeño omega mimado. —Susurró Yoongi sobre su oído.

Agust asintió sin dejar de tocar la bella piel de su hermoso omega. Minnie sin duda era una obra de arte que solo podía apreciarse de lejos por los demás y sólo podía ser tomada por su creador.

     —Minnie ama Alfitas,  ama a Chocolatito y a Galletita.  —Susurró antes de quedarse dormido. 

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