CAPÍTULO 2

Paz Antes del Canibalismo

Tres horas antes, el sol de la mañana bañaba los edificios de Hyosan High School con una luz dorada que hacía brillar los cristales de las ventanas. Tn caminaba por el sendero principal hacia la entrada, con la mochila colgada descuidadamente sobre un hombro y una sonrisa perezosa en los labios mientras escuchaba a Nam On-jo relatar animadamente su fin de semana.

Oh-jo: ¡Y entonces mi padre casi incendia la parrilla! -exclamó On-jo, gesticulando dramáticamente con las manos.- ¡Deberías haberlo visto! Juraba que sabía cómo hacer samgyeopsal perfectamente.

Tn: Tu padre es bombero, ¿no? -respondió Tn, alzando una ceja con diversión.- La ironía es deliciosa... casi tanto como la carne quemada, supongo.

Yoon I-sak, caminando al otro lado de On-jo, soltó una risita mientras ajustaba sus gafas.

I-Sak: On-jo estuvo a punto de llamar a la estación de bomberos.

On-jo: ¡No es cierto! -protestó, pero sus mejillas se tiñeron de un suave rosa que Tn encontró adorable, aunque no lo mencionó.

Habían pasado tres meses desde que Tn llegó a Hyosan como estudiante de intercambio. Recordaba vívidamente su primer día, parado frente a la clase con las piernas temblando ligeramente, aunque su rostro mantenía una expresión serena. On-jo había sido la primera en acercarse durante el almuerzo, arrastrando consigo a una tímida I-sak.

On-jo: ¡Tu coreano es muy bueno! -había dicho con genuino entusiasmo, y así comenzó todo.

Yoon: ¡Oh, mira! -I-sak señaló hacia adelante, donde Cheong-san prácticamente colgaba del brazo de Gyeong-su.- Ahí están los tortolitos de nuevo.

Tn: ¿Cuánto tiempo creen que pase antes de que Cheong-san admita que está perdidamente enamorado de su 'mejor amigo'? -Tn hizo comillas en el aire con los dedos, ganándose un codazo juguetón de On-jo.

On-jo: ¡No seas malo! -lo regañó ella, pero su sonrisa traicionaba su diversión. - Aunque... tienes razón. Son tan obvios que hasta duele verlos.

Tn: Como ver un drama en vivo, -añadió, pasándose una mano por el pelo en un gesto inconsciente que hizo que On-jo lo mirara de reojo, algo que él no notó.- Pero uno de esos dramas donde los protagonistas tardan veinte episodios en darse cuenta de que se gustan.

Cheong: ¡Yah! -Cheong-san, que aparentemente había escuchado el comentario, se giró para mirarlo con fingida indignación.- ¡No todos podemos ser como tú, señor 'hago-que-todas-las-chicas-suspiren-sin-intentarlo'!

Tn parpadeó, genuinamente confundido.

Tn: ¿De qué hablas?

Gyeong: ¡Oh, vamos! -Gyeong-su se unió a la conversación, aprovechando para liberarse del agarre de Cheong-san.- ¿No has notado cómo la mitad de las chicas de segundo año te siguen con la mirada? Incluso algunas de tercero.

Tn: Están exagerando, -respondio, descartando el comentario con un gesto de la mano. Para él, no había nada particularmente especial en su persona. Era solo un estudiante extranjero más, aunque uno que había trabajado muy duro para estar allí.

On-jo: No exageran... -murmuró On-jo, tan bajo que casi nadie la escuchó, excepto I-sak, quien le dio una mirada conocedora.

El grupo continuó su camino hacia la entrada principal, con Tn inconscientemente en el centro de la conversación, como solía suceder. Tenía ese don natural para contar historias, para hacer que incluso las anécdotas más mundanas sonaran fascinantes. Su acento al hablar coreano, que al principio le avergonzaba, se había convertido en parte de su encanto sin que él lo notara.

Tn: ¿Y recuerdan cuando la profesora Kim me pidió que leyera ese poema en clase? -estaba diciendo, gesticulando con las manos mientras hablaba.- Estaba tan nervioso que pronuncié 'flor' como 'flour' y básicamente recité un poema sobre una bella bolsa de harina bajo la luz de la luna.

Las risas de sus amigos fueron interrumpidas por un movimiento en la periferia de su visión. Tn giró la cabeza justo a tiempo para ver a Gwi-nam, el infame matón de la escuela, arrastrando a Min Eun-ji hacia el edificio en construcción al lado del gimnasio. La sonrisa se desvaneció de su rostro.

Yoon: ¿Ese no es...? -comenzó I-sak, pero Tn ya estaba dando un paso en esa dirección.

On-jo: Tn, no... -On-jo lo agarró del brazo, su rostro repentinamente serio.- Sabes cómo es Gwi-nam. Lo llaman el Toro por una razón.

Tn: Sí, -respondió él, su voz perdiendo todo rastro de humor.- Lo llaman así porque es el perro faldero de los matones de último año. Y porque embiste contra cualquiera que sea más débil que él.

On-jo: Precisamente por eso, -insistió On-jo.- La última vez que alguien se metió con él...

Tn: La última vez que alguien se metió con él, ese alguien estaba solo, -la interrumpió Tn, gentilmente liberando su brazo.- Pero ahora somos cinco, ¿no?

Cheong-san y Gyeong-su intercambiaron una mirada antes de dar un paso adelante.

Cheong: Seis, si contamos a Su-hyeok. Está allí, -Cheong-san señaló hacia la entrada, donde efectivamente, Lee Su-hyeok estaba apoyado contra una columna.

Tn: Perfecto, -Tn sonrió, pero esta vez no era su sonrisa habitual, relajada y juguetona. Era una sonrisa que prometía problemas.- ¿Qué les parece si vamos a tener una charla civilizada con nuestro amigo Gwi-nam sobre el correcto tratamiento a los compañeros de clase?

Yoon: Vas a hacer que nos expulsen, -suspiró I-sak, pero ya estaba siguiéndolos.

Tn: No si lo hacemos bien, -respondió Tn, su mente ya trabajando en un plan. -Además, ¿no creen que ya es hora de que alguien le enseñe al Toro que no todo en la vida se resuelve a cabezazos?

Mientras el grupo se dirigía hacia el edificio en construcción, On-jo no pudo evitar observar el perfil de Tn. Este era el lado de él que había captado su atención desde el principio: no solo era el chico divertido que hacía reír a todos con sus historias, sino también alguien que no dudaba en ponerse de pie por lo que creía correcto, incluso si eso significaba meterse en problemas.

Yoon: ¿Sabes? -susurró I-sak a On-jo mientras caminaban detrás de los chicos.- Creo que acabo de entender por qué te gusta tanto.

On-jo se sonrojó furiosamente, pero no lo negó. ¿Cómo podría? Tn era como uno de esos protagonistas de manga que tanto le gustaban: divertido, carismático, valiente... y completamente ajeno a su propio encanto.

Lo que ninguno de ellos sabía en ese momento era que en tres horas, sus preocupaciones sobre matones escolares y romances adolescentes parecerían triviales en comparación con lo que estaba por venir. Pero por ahora, mientras el sol de la mañana brillaba sobre Hyosan High School, sus mayores preocupaciones eran cómo enfrentar a Gwi-nam sin meterse en demasiados problemas y llegar a tiempo a la primera clase.

La ironía de la vida es así: a veces estás preocupado por una pelea escolar, sin saber que en unas horas estarás luchando por tu vida contra zombies en el baño de la escuela. Pero esa es una historia que Tn todavía no conocía, mientras caminaba con determinación hacia el edificio en construcción, con sus amigos siguiéndolo fielmente.

El sonido de risas crueles y sollozos ahogados resonaba en el edificio en construcción. Min Eun-ji estaba contra la pared, su uniforme parcialmente desgarrado, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Gwi-nam sostenía su teléfono en alto, grabando, mientras otros dos matones sujetaban a Kim Cheol-soo, quien sangraba por la nariz y tenía el labio partido.

Gwi-nam: Vamos, Eun-ji, -la voz de Gwi-nam goteaba falsa dulzura.- Solo queremos algunas fotos para el recuerdo. No seas tímida.

Eun-ji: Por favor... -susurró ella, cruzando los brazos sobre su pecho, temblando. -Por favor, paren...

Myeong: ¡Cállate! -Son Myeong-hwan, el líder real del grupo, le dio una bofetada que resonó en el espacio vacío. -Las putas como tú no tienen derecho a...

Tn: ¿Las putas como ella? -La voz de Tn cortó el aire como un cuchillo.- Qué curioso. Yo solo veo a una chica asustada y a un grupo de imbéciles compensando algo.

Los matones se giraron de golpe. Tn estaba en la entrada, con las manos en los bolsillos y una sonrisa peligrosa en los labios. Detrás de él, Su-hyeok se apoyaba casualmente contra el marco de la puerta, su postura relajada contrastando con la tensión en sus ojos. Cheong-san, Gyeong-su, On-jo e I-sak completaban el grupo, aunque estos últimos se mantenían un paso atrás.

Myeong: Vaya, vaya, -Myeong-hwan dio un paso adelante, intentando parecer intimidante.- El extranjero y su pandilla de perdedores. ¿Se perdieron de camino a la guardería?

Tn: No, solo pasábamos por aquí, -respondió Tn, avanzando con calma.- Y nos pareció escuchar el sonido de varios fracasados compensando sus... inseguridades.

Gwi-nam: ¿Qué mierda dijiste? -Gwi-nam apretó los puños, su cara enrojeciendo.

Tn: Oh, ¿lo dije en un coreano muy complicado? -Tn ladeó la cabeza, su sonrisa volviéndose más afilada. -Déjame simplificarlo: eres patético.

Su-hyeok se movió silenciosamente hacia un lado, acercándose a donde tenían a Cheol-soo. Los matones estaban tan enfocados en Tn que apenas lo notaron.

Myeong: Tienes agallas para un extranjero de mierda, -escupió Myeong-hwan.- ¿Crees que por tener una cara bonita puedes venir aquí a...

Tn: ¿Cara bonita? -Tn soltó una risa corta.- Gracias, supongo. Aunque viniendo de alguien que probablemente ni su madre puede mirar sin hacer una mueca, no sé si tomarlo como cumplido.

El comentario provocó risas ahogadas de sus amigos, y la cara de Myeong-hwan se contorsionó de rabia.

Myeong: ¡Te voy a...!

Tn: ¿Qué vas a hacer? -lo interrumpió Tn, su voz perdiendo todo rastro de diversión.- ¿Golpearme? ¿Como golpeas a chicas indefensas? ¿Como obligas a otros más débiles a desnudarse? Debe ser difícil vivir así, ¿no? Sabiendo que la única forma en que puedes sentirte fuerte es aterrorizando a otros.

Mientras hablaba, Tn se había acercado lo suficiente para quitarse la chaqueta del uniforme y cubrir a Eun-ji con ella. Su-hyeok, aprovechando la distracción, había logrado alejar a Cheol-soo de sus captores.

Tn: ¿Sabes qué es lo más triste? -continuó Tn, colocándose entre Eun-ji y los matones.- Que probablemente en casa son ustedes los que tiemblan de miedo. ¿Papá bebe demasiado? ¿Mamá nunca está en casa? Debe ser duro necesitar tanto atención.

Gwi-nam: ¡Cierra la puta boca! -Gwi-nam dio un paso amenazante hacia adelante, pero se detuvo cuando Su-hyeok se movió para flanquearlo.

Tn: ¿O qué? -mantuvo su posición, su voz engañosamente suave.- ¿Vas a grabarme también? ¿Publicarlo en línea? Adelante. Estoy seguro de que a la administración le encantará ver el video completo, incluyendo la parte donde atacan a dos estudiantes.

La tensión en el aire era tan densa que podría cortarse con un cuchillo. Los matones superaban en número al grupo de Tn, pero había algo en la forma en que él y Su-hyeok se mantenían perfectamente calmos que los hacía dudar.

Myeong: Esto no se va a quedar así, -amenazó Myeong-hwan, pero ya estaba retrocediendo.

Tn: Oh, estoy contando con ello, -respondió Tn, su sonrisa volviendo.- Pero la próxima vez, ¿qué tal si te enfrentas a alguien de tu tamaño? Aunque, pensándolo bien, tendríamos que buscar a un niño de primaria para que sea justo.

Gwi-nam dio un paso adelante, pero Myeong-hwan lo detuvo con un gesto.

Myeong: Vámonos, -ordenó entre dientes.- Estos imbéciles no valen la pena.

Mientras los matones se retiraban, lanzando amenazas y maldiciones, Tn mantuvo su postura relajada hasta que desaparecieron. Solo entonces sus hombros se relajaron ligeramente.

Tn: ¿Estás bien? -preguntó suavemente a Eun-ji, quien asintió entre lágrimas, aferrándose a su chaqueta.

Cheong: Eso fue... -comenzó Cheong-san, su voz temblando ligeramente, -jodidamente intenso.

Hyeok: Y estúpido, -añadió Su-hyeok, pero había una sonrisa de aprobación en su rostro.- Aunque admito que fue satisfactorio ver a esos idiotas retroceder.

On-jo se acercó a Eun-ji, ofreciéndole apoyo mientras I-sak ayudaba a Cheol-soo a limpiarse la sangre.

Gyeong: Deberíamos llevarlos a la enfermería, -sugirió Gyeong-san.

Yoon: Y reportar esto, -agregó I-sak.

Tn: Lo haremos, -aseguró Tn, su voz volviendo a su tono habitual, aunque sus ojos seguían serios.- Pero primero, asegurémonos de que estén bien.

Mientras el grupo se organizaba para ayudar a los dos estudiantes heridos, nadie notó la mirada de odio puro que Gwi-nam les lanzó desde las sombras antes de desaparecer. Ni tampoco sabían que en pocas horas, este incidente parecería insignificante en comparación con el horror que estaba por desatarse en Hyosan High School.

CONTINUARÁ.

Pronto mi historia de Squid Games tendrá un descanso porque finalmente estoy por alcanzar la serie, y no se retomará hasta que la serie continúe, dos capítulos más exactamente para ello. Por eso, si les gusta está historia, apoyenla, y puede que sea está la que actualice diariamente cada vez que supere la meta.

On-jo

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