𝟎𝟑 : 𝐅𝐢𝐠𝐡𝐭
Su error fue creer que él la amaba como ella lo hacía, confiar ciegamente y creer en sus palabras. Bastó una noche para que Miguel y Sam se demostraran el inmenso amor que se sentían con un beso, donde ella era espectadora en primera fila. Su mirada de decepción, su corazón lleno de ira; esto no se quedaría así. Ella buscaría venganza.
Una mente cegada por el enojo nunca es buen aliado, y ella lo sabía. Al día siguiente, tomó sus cosas y se fue de la casa de Moon, donde todo había ocurrido. Solo planeaba desquitarse.
Sus ojos rojos de tanto llorar en silencio; sería la última vez que alguien la haría sentir tan vulnerable. No mostraría más su calidez ni se abriría con nadie, sería todo sin piedad.
En West Valley, iniciaba el primer día luego de las vacaciones. Muchas reuniones entre estudiantes y encuentros amistosos. Estaba Miguel en la salida de su secundaria, con su celular intentando comunicarse con Tory.
"¿Estás bien? Llámame cuando puedas", fueron los mensajes que envió Miguel, pero ella no daba ninguna señal. Solo esperaba una respuesta. En ese momento llegó Aisha; Miguel bajó el teléfono.
—¿Todavía nada de Tory? —preguntó Aisha.
—No, ¿y tú? —respondió Miguel, interesado si pudo haber hablado con ella.—No me responde. Ya me estoy preocupando.
—No pude encontrarla después de la fiesta —comentó Miguel.—¿Tendría problemas con la policía? —preguntó intrigado.
—No lo sé —dijo Aisha—, pero faltar al primer día no es buena señal.
—Sí —dijo Miguel, desanimado, antes de entrar a clases con su amiga.
Mientras otros alumnos llegaban, se encontraba Daniel, que había dejado a Sam en la escuela, estacionándose allí.
—Tenías que parar enfrente —dijo Sam, molesta.
—Si querías conducir hoy, no hubieras hecho lo que hiciste —respondió Daniel.
—Papá, ¿cuántas veces tengo que decirte que cometí un error? Lo siento —dijo Sam.
—Todos cometemos errores —respondió Daniel—, pero cuando te metas en problemas, me buscas a mí o a tu mamá, no a ese sujeto —resaltó lo último refiriéndose a Johnny Lawrence.
—Lamento no haberte llamado; fue mi culpa, no de Robby —admitió Sam.
—Pensé que podía ayudarlo, pero él tiene su familia y yo necesito enfocarme en la mía —dijo, en tono de decepción.
Sam volteó la mirada y solo escuchaba a su padre, esperando poder salir.
Daniel, remarco por última vez: —solo hazme un favor, concéntrate en tus clases —pidió Daniel antes de que Sam saliera del auto.
Mientras, en el auto de Johnny, él y Robby tenían una charla más comprensiva, a diferencia de los Larusso.
—Mira, te compré lápices y papel —dijo Johnny a Robby, mostrando la mochila—. No sé lo que necesitas.
—Gracias —dijo Robby, recibiendo la mochila.
—No encontré un trapper keeper, siguen siendo geniales —comentó Johnny.
—No sé qué es —dijo Robby, confundido.
—Tuve uno cuando era niño —dijo Johnny, con una sonrisa melancólica. Al notar a su hijo desanimado, preguntó—: ¿Estás bien, nervioso por tu primer día?
—No, me siento mal por Sam y los Larusso —confesó Robby—. Sé que no quieres oírlo, pero el señor Larusso fue bueno conmigo. Miyagi me ayudó mucho —confesó Robby, mientras su padre evitaba la mirada.
En ese momento, Johnny recibió una llamada de Miguel, pero decidió no contestar.
—Mira, creo que ustedes dos podrían aprender algo el uno del otro —dijo Robby.
—Bueno, mejor vete.
—Gracias por traerme —dijo Robby, haciendo una mini sonrisa antes de bajar del auto de su padre.
Miguel, quien intentaba llamar a su sensei, caminaba por los pasillos de la secundaria. Por otro lado, Robby había entrado y, al ver a Sam en su locker, decidió acercarse.
—Disculpa, soy nuevo en esta escuela —dijo Robby, haciendo que Sam volteara—. ¿Podrías ayudarme a buscar la escuela de la señora Santino?
—Hola —dijo Sam, bajando la cabeza.
—Wow, es tan malo —preguntó Robby.
—Me siento como una idiota —confesó Sam—. Debimos ir a mi casa y decirles a mis padres. Lo siento —dijo la última Larusso.
—No, también fue mi culpa. Desde ahora, no más mentiras —dijo Robby—. Tengo que decirte algo: Miguel me dio la medalla de honor y la puse en el patio trasero para que alguien la encontrara.
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó Sam.
—No quería que ganara puntos contigo —confesó Robby—. Nos habíamos besado y me sentí inseguro.
—Gracias por decirme la verdad —dijo Sam.
—Se siente bien haberlo dicho —confesó Robby, feliz.
Sam estaba decidida a confesarle lo sucedido en la fiesta, pero sonó la campana.
—Bueno, no puedo llegar tarde a mi primer día —dijo Robby, dando un beso a su novia antes de ir a clases.
En otro salón se encontraban Miguel y Halcón, quienes tenían una conversación.
—Oye, ¿besaste a Sam? —preguntó Halcón.
—Sí —afirmó Miguel, desanimado.
—Bien —dijo Halcón, chocándole el codo.
—No, está bien; no debería hacerle eso a Tory —dijo Miguel.
—¿Por qué limitarse a una chica? —dijo Halcón. Miguel miró incrédulo—. Planeo tener una rotación completa antes de los exámenes parciales —dijo con una sonrisa.
Mientras se daban los anuncios escolares, se escuchó cómo alguien abría la puerta.
—No tienes permiso —dijo la vocera a la persona que había tomado el micrófono, mirándola mal. En alta voz, dijo—: Samantha Larusso, sé lo que hiciste y ahora lo pagarás. La voz resonaba por todas las aulas; todos estaban atentos—. Voy por ti, perra —dijo Tory antes de dejar el micrófono y salir a los pasillos.
En el salón donde estaba Sam, todos voltearon a verla. Habían guardado sus útiles y decidieron salir para ver qué sucedería. Sam salió y solo se oía murmullo entre sus compañeros de clase, hasta que finalmente se encontraron.
No fueron las únicas; también Miguel salió disparado como una bala por un lado y Robby por el otro. Ambos debían impedirlo. Entre tanto, Sam y Tory rotaban en círculos, hasta estar a la par una de la otra. Robby había llegado a tiempo detrás de Tory.
—Vi lo que hiciste en la fiesta —dijo Tory, mientras Halcón se acercaba detrás de Sam—. Besaste a Miguel —dijo Tory, molesta. Robby había oído y estaba confundido, mientras Halcón tenía una sonrisa maliciosa.
—Yo... yo... —intentó decir Sam, pero no le dio tiempo. Tory, cegada por la furia, le lanzó un golpe a Sam. Ella logró esquivarlo, mientras Tory intentó darle otro, pero Sam se agachó.
Al pararse, Tory la tomó de su mochila, dándole vuelta y tirando su mochila al piso. Sam, estando de frente, Tory aprovechó para darle una patada a Sam, haciéndola retroceder, pero fue atrapada por los chicos de Cobra Kai.
Halcón, junto a otros chicos, la atraparon.
—Vuelve allí —decía Halcón, y la devolvieron con Tory. Ella intentó darle un golpe, pero Sam lo bloqueó. Intentó darle otro, pero también lo bloqueó.
Intentó con una patada dándose vuelta, pero incluso la esquivó con una patada alta. Tory atacaba, mientras Sam esquivaba y bloqueaba.
Hasta que Nichols logró darle una patada en los brazos a Sam. Aprovechando eso, Tory la tomó y le metió rodillazos, para después voltearla contra los casilleros.
Tory, a punto de darle otro golpe, Sam se corrió, pero Tory usó su brazo como llave, tomando a Sam por el cuello para poder pegarle. Pero Robby se metió a defender a su novia, quitando a Tory de encima de Sam.
—¿Estás bien? —le preguntó Robby a Sam, y ella asintió
Tory lo tomó por los hombros a Robby, pero este fue más veloz, estampando a Tory contra los lockers y diciéndole "¡basta!". En ese momento, llegó Miguel.
—¡Suelta! —gritó un chico de Cobra Kai, intentando ayudarla, pero este recibió una patada de Robby. Eso solo enfureció más a Miguel, pues Robby tenía una mano encima de su novia.
—¡Hey! —gritó Miguel, molesto, dirigiéndose hacia Robby.
—Calmense, podemos solucionarlo—fue interrumpido cuando Miguel se fue encima de él, desencadenando otra pelea.
—Debemos hacer algo —dijo Chris al ver la situación.
—Buena idea, llamaré a un profesor —dijo Demetri, huyendo de la situación.
Mientras Miguel estaba en el suelo, le dio un golpe a Robby en el costado. Halcón parecía más contento, gritando que eso era lo mejor, mientras separaba a dos niños de ambos lados, golpeando a quien se le atravesara.
Tory tomaba a Sam para estamparla contra los casilleros, pero esta vez Sam la estampó a ella. Tory, de inmediato, intentó darle un golpe que Sam esquivó, siguiendo la pelea.
—¡Chicas, paren! —gritó Aisha, pero fue interrumpida; un chico había empujado a Aisha contra los casilleros.
—¿También quieres pelea? —dijo Aisha, empujando al chico contra los casilleros y dándole unos golpes merecidos.
En ese momento, llegó Moon a intentar calmar a los chicos, diciendo que no podían llevarse bien. Pero en ese momento, unos chicos peleaban cerca de ella, lo cual hizo que Moon gritara aterrada y permaneciera como espectadora al ver a Halcón pelear con sus compañeros.
Miguel y Robby seguían dándose duro. Miguel lanzaba golpes y Robby los recibía. Luego, Robby volvía a dar golpes que Miguel bloqueaba, así seguían hasta que Robby empujó a Miguel contra los casilleros. Allí también estaban Tory y Sam, quien había sido empujada por Tory.
Ambas peleaban fuerte, y Sam parecía ganar entre golpes y patadas, empujando a Tory contra los muros de la escuela.
Al intentar dar otro golpe, Tory le dio una patada que la hizo retroceder, pero Sam no se rendía; tumbó a Tory al piso, haciendo que ambas cayeran, pero esta vez Tory fue más feroz, levantándose contra Sam.
Las puertas se abrieron para los alumnos, y la pelea no quedaba en los pasillos escolares; los espectadores aumentaban cada vez más. Por donde quiera, había peleas.
Fue entonces que Robby tiró a Miguel al suelo. Tory tomó a Sam y la mejor intentó darle patadas una tras otra. Larusso intentó darle un golpe a Nichols, pero ella lo bloqueó, tomando a Sam para tirarla al piso.
Mientras Demetri se acercaba con el profesor, dijo—¡Tiene que hacer algo, señor Palmer!
El profesor vio que todo era un caos, todos contra todos. Un profesor separó a Halcón de otro alumno e intentó intervenir en otros conflictos, pero fue golpeado.
—¡Al diablo! No me pagan lo suficiente —dijo el profesor, abandonando la situación.
—No de nuevo —dijo Demetri al ver a Halcón. Lo había visto y decidió correr tras él. Parecían Tom y Jerry; Demetri se escondió en uno de los salones. Halcón entró al salón de informática, diciendo:
—Demetri, sé que estás aquí. Sabía que te esconderías aquí, maldito nerd —dijo Halcón, buscando aula por aula, mientras Demetri solo observaba desde su escondite.
Demetri creyó haberlo perdido, se levantó sin hacer ruido, aun con las luces apagadas. Halcón lo encontró.
—¡Boo! —gritó Halcón.
Demetri corría por su vida, mientras maldecía. Halcón corría tras él, diciendo:
—Ven aquí Demetri.
—¡No puedes parar ya! —dijo Sam agotada
—Que pasa ya no puedes seguir— Tory, siguiendo a Sam mientras ella huía por las escaleras. Tory casi le dio una patada, pero pegó a la escalera
Se acercó a Sam intentando darle un golpe, que Sam bloqueó, dándole un golpe a Tory. Pero ella solo se reía, llevándola a la cima.
Mientras Robby y Miguel peleaban, Robby dijo—No puedes hacer trampa para salirte con la tuya.
Pero Miguel tomó del brazo a Robby, doblándolo para darle otro golpe.
—¿Te gustó? Lo aprendí de tu papá —dijo, empujando a Robby. Estaba a punto de continuar, cuando escuchó a las chicas que estaban arriba.
Mientras ellas seguían peleando en escalones más altos, Miguel estaba a punto de llegar, pero Robby apareció dando una patada que casi impactó a Miguel, quien logró esquivarla a tiempo.
Allí se encontraba un Cobra Kai, y mientras Miguel le dio una patada a Robby, sus compañeros lo atraparon.
—¡Corre, corre! —gritaron.
En la parte de arriba se encontraban Tory y Sam entre golpes y bloqueos. Tory tomó a Sam y le dio la vuelta. En eso llegó Miguel, evitando que siguieran peleando. Se acercó a ella, gritando—¡Tory, suficiente!
Pero fue tarde; su novia lo había pateado, lastimando su nariz, dejándolo sorprendido y a Tory decepcionada.
Mientras Robby vencía fácilmente a los Cobra Kai, se dirigió hacia arriba. Sam gritó a Robby al verlo, pero Miguel no se lo permitió, haciendo un bloqueo con el pie que hizo caer a Robby.
Mientras las chicas seguían peleando, Tory se volvía más brusca. De un movimiento a otro, había dejado a Sam en el piso, pero la tomó del pelo para arrastrarla, bajando por las escaleras.
Una vez Sam estuvo en el piso, se levantó, desatándose de la mano de Tory y empujándola.
Tory iba a darle un golpe, pero Sam la esquivó, dándole rodillazos. Una vez Tory levantada, le metió un golpe; Tory se sostenía de la escalera. Sam dio vueltas para rematar con una patada en la cara de Tory.
—Solo sabes pelear así, sucio —dijo Sam.
Tory, aun con dolor, tomó su pulsera de púas.
—Esto no es un torneo —se acomodó la pulsera de púas en la mano y dijo—: Aquí no hay reglas, dejando ver el filo del arma. Sam estaba asustada.
Entre tanto, Demetri huía de Halcón. Una vez Halcón lo alcanzó, empezó a darle patadas y golpes, y aunque Demetri intentaba defenderse, solo se agachaba, usando sus brazos para protegerse mientras Halcón seguía golpeando.
Una patada que Demetri logró bloquear; Halcón parecía continuar, pero Demetri lo detuvo, tomándolo por el cuerpo, diciendo:
—Sin resentimientos.
Volteando a Halcón, le dio una patada, haciendo que estallara contra el salón de trofeos. Halcón había logrado cubrirse un poco con sus manos, protegiendo su rostro.
—Lo siento, Eli —dijo Demetri al ver a su amigo lastimado.
Mientras sus novios peleaban, entre patadas, golpes y codazos, Robby logró darle un golpe a Miguel con el codo.
—Esto es por aprovecharte de Sam.
—Nunca lo haría —respondió Miguel.
—¿entonces cómo pasó? —preguntó Robby.
Miguel le respondió con un golpe, y las peleas seguían, sus novias estaban con una más fuerte.
Sam esquivaba los movimientos de Tory, quien daba golpes con la pulsera. Sam bloqueó y pudo dar una patada, haciendo retroceder a Tory.
Pero Sam intentó dar otro golpe, y Tory aprovechó eso para clavar su pulsera de púas en el brazo de Sam, dándole otro golpe y tomándola por el pelo.
—Sin piedad —murmuró Tory, dispuesta a dar otro movimiento con la pulsera. Estaba a punto de hacerlo cuando Sam logró un bloqueo, quitándosela de encima.
Tory se agarraba del barandal, pero Sam tomó fuerzas, dando una patada en la cara y tirando a Tory por las escaleras.
Entre los chicos, seguían peleando. Miguel le dijo a Robby—Ella no te ama; me ama a mí.
Eso enfureció a Robby.—¡Nunca! —negó, tomando impulso para darle pelea.
Robby intentó un barrido, pero Miguel lo esquivó. Logró darle una patada, pero no causó mucho impacto. Robby le dio una peor. Miguel tomó el pie de Robby; luego, él se agarró del barandal para darle otra.
Una vez acorralado, daba golpes. Miguel logró bloquear uno, pero Robby seguía y seguía. Parecía que él ganaría, pero en un movimiento, Miguel tomó a Robby, haciéndolo caer y doblándole el brazo.
Robby soltaba quejidos; la respiración de Miguel era cada vez más agitada.
En ese momento, recordó las palabras de Johnny: "No me enseñaron la diferencia entre honor y piedad, y pagué el precio.Si te exijo más es porque puedes ser mejor que yo. ¿Eso quieres?" Miguel soltó el brazo, mostrando piedad, murmurando: "Lo siento".
Pero Robby estaba eufórico; solo dio fuerzas para levantarse, dándole un golpe y una patada que lo arrodilló. Miguel se paró rápido, pero Robby dio otra patada, lanzándolo desde el segundo piso.
—¡Miguel! —gritó Tory desde un escalón, viendo cómo caía hasta que sus huesos sonaron, impactando contra el suelo.
Robby, al escuchar el ruido, se acercó y vio lo que había hecho. La policía había llegado, pidiendo una ambulancia para Miguel.
Sam miró a Robby, diciéndole: —Robby, ¿qué hiciste?—
Él miró a Sam, luego a Miguel, para después huir. Todos se acercaron, pero en especial su mejor amigo, Halcón, que vio a Tory desde arriba.
Ella lo miró de nuevo, acercándose a su mejor amigo, al igual que Sam. Pero la policía los alejó para tomar el pulso de Miguel.
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