Capítulo XXXVIII


                                                                    ⊱⋅ ────── ❴ • ✿ • ❵ ────── ⋅⊰

Un matrimonio, fruto de un verdadero sentimiento, no conoce lo que es tiempo, posee la                                                                                          esencia de la eternidad.

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Cuando me desperté esta mañana, parecía que el diablo estaba bailando samba en mi cabeza. Me levanté del sofá, sintiendo cada músculo de mi cuerpo protestar por el movimiento. Dios, había olvidado lo horrible que es estar con resaca. Después de casi media hora de mirar la nada mientras mi alma regresaba a mi cuerpo, me levanto y casi muero en la cocina. El olor del café venía fuerte de allí y cuando entro en el cuarto, me encuentro con Bella y papá sentados en la mesa.

Bella no estaba muy diferente a mí, con ojeras enormes y una cara de quien ya había muerto y sólo faltaba enterrar. Charlie, tenía una sonrisa irónica para las dos mientras alternaba la mirada entre Bella y yo.

— ¿Cuánto bebieron ayer?  —Él pregunta, soplando el humo de su café y llevando la taza su boca. Ruedo los ojos, me sirvo el líquido oscuro y me siento.

 —Mucho —Bella murmura, el rostro apoyado en su mano.  —Parece todo un borrón. ¿Edward estuvo aquí ayer?  —Ella me pregunta con ojos curiosos.

 —Estuvo. Junto con Jacob —Gruño, recordando la escena vergonzosa.  —Llegaron justo a la hora de mi show al sonido de Pony.

Ella hace muecas, probablemente recordando la escena en cuestión. Bebí un sorbo del café, intentando hacer que mis pensamientos se normalizaran.

— Debieron haber tomado una copa. Estarán muriendo durante la ceremonia —Papá da su sermón cortando un pedazo de los panqueques que hizo y comiendo. Era una especie de "te lo dije", ya que ayer, cuando le avisé de la fiesta, lo primero que hizo fue decir que no era buena idea.

 —Dame unos minutos y estaré lista para otra.

— En mi caso, nunca más quiero beber— Mi hermana gime a mi lado, poniendo la mano en su frente.  —Dios mío, me caso en un par de horas y parece que alguien me está golpeando en la cabeza. ¡Ah!  —Ella le levanta la cabeza a papá.  —Tienes que recoger al Sr. Weber a las tres.

Papá hace muecas.

 —No tengo mucho que hacer hoy, Bells, sino traer al cura. No olvidaré mi única tarea.

— No te olvides de tomar un baño y ponerte presentable, viejo —Me levanto de la mesa, terminando mi café. — Quita esa cara de soltero pescador y ponte guapo. Quiero decir, más guapo. El señor aún da un caldo.

Antes de que pueda responder, el olor dulce y horrible de Alice Cullen viene hacia mí, haciéndome retorcer la nariz.

— Tu cuñada llegó— Y, para concretar lo que dijo, Alice da algunos golpes en la puerta.  —Buena suerte con todos los arreglos, dormiré hasta media hora antes de la ceremonia.

— ¡De ninguna manera, Ada!  —Oigo la voz de Alice y cuando Bella abre la puerta, la vampira me mira con entusiasmo.  —¡Tienes que estar perfecta! Eres la hermana de la novia. Ven a arreglarte con nosotros!

 —Oh, Dios— Gimo, queriendo morir. — Alice, tengo una resaca de los mil demonios y tengo sueño. Juro que voy a estar al menos presentable.

 —Mínimo presentable no es suficiente —Bella habla, una sonrisa burlona en los labios que quería decir "si no puedo dormir, tú tampoco".

 —Bella tiene razón y tu vestido está en casa. No tienes escapatoria.

Me doy cuenta de que no tengo escapatoria y, con un gemido de disgusto, sigo a mi hermana y a la vampira hasta el coche, sin siquiera poder tomar un baño antes. Me apoyo en el vidrio de la puerta del asiento trasero, parpadeando fuertemente mientras trato de prestar atención a la conversación de las dos, pero lo máximo que puedo hacer es bostezar.

Mi cabeza me traicionó, trayendo los recuerdos de ayer y yo cierro los ojos, intentando recordar todo con más claridad. Ok. El baile lo recordaba, Bella quejándose de su inexistente vida sexual, Rachel sobre Paul, yo sobre Jacob... Jacob... Hm...

Me encogí de hombros. No me avergüenzo de haber hablado de coger con él. Porque realmente quería hacerlo.

Un par de horas después y un montón de quejas, Salgo del baño de la habitación de Edward ya lista. Bella se estaba arreglando en el cuarto de Alice, donde yo escuchaba el parloteo de Alice y Rosalie, que milagrosamente quiso ayudar a Bella con el cabello, entonces yo acabé por tener que arreglarme en el cuarto del novio. Veo mi reflejo en el espejo de cuerpo entero, disfrutando de lo que veo.

Los tirantes gruesos y el escote en V realzaron mis pechos. Los drapeados transformaron el top en una obra delicada. La faja gruesa también cubierta tenía unos cinco dedos de ancho, acentuando mi cintura y recordándome que soy una chica y que no tiene nada de malo ser una increíble chica de vez en cuando. Sin embargo, parando para analizar la falda larga de tul y tafetán, también me recuerda que estoy pareciendo una princesita recatada y no existía ningún contraste con el color lavanda del tejido, lo que acentúa aún más mi segunda opinión.

Hasta que giro mis pies y tengo la visión de mi espalda desnuda, delgadas tiras sujetan el vestido delicado e impiden que mis pechos salten en la cara de alguien. Por supuesto, no estaría mal si dieran un gran 'hola' a un gran lobo marrón rojizo.

Mirando a todos los conjuntos estoy segura de que soy una chica increíble. Pero una chica increíble con un vestido de princesa. Lobo con piel de cordero.

Ese chiste interno me hizo reír frente al espejo.

Miro mi cabello atrapado en un moño suelto, dejando varios hilos caídos frente a mi cara y el maquillaje básico ya que era una boda diurna. Me siento rara con los tacones, ya que hacía mucho tiempo que no los usaba. Me miro en el espejo, miro todo con atención y un portazo me asusta.

Jake está ahí, parado en el marco de la puerta, mientras sus ojos oscuros me miran. Mierda. Él llevaba traje y siempre he tenido debilidad por los hombres con traje. El traje de tres piezas negro cayó como un guante en él, y mierda, si ya estaba bueno ahora está mucho más.

— Dios mio. —Es lo primero que dice, las manos en los bolsillos del pantalón y los ojos bajando por mi cuerpo hasta llegar a mis pies y subiendo nuevamente.

Respiro profundo, sintiendo mi cuerpo calentarse con su mirada.

 —Estoy sexy, ¿no?  —Sonrío, intento disimular y abro los brazos, dando una vuelta para que pueda ver la obra completa.

 —Sexy es poco para describirte —Él habla bajo pero puedo escuchar claramente.

Me muerdo los labios, sonriendo de costado.

 —Tú tampoco estás mal, cariño.

 —Ada, querida!  —Oigo la voz de Renée llamándome desde el pasillo y luego ella aparece detrás de Jake, sonriendo al verme. —¡Estás preciosa, mi amor!

 —Gracias —Le sonrío.

Mierda. ¿Tenía que llegar ahora? Por la cara de Jacob él tampoco estaba nada contento con la interrupción.

— ¿Puedes llevarme hasta Bella? ¡Son tantas habitaciones! ¡Qué casa tan grande! - Ella pregunta, y yo sin tener como negarme a eso, paso a un lado de Jake, y siento su mano en mi espalda desnuda, guiando el camino hasta la puerta.

Camino hasta el cuarto de Alice, y luego abro la puerta.

— Ah, Bella! — Renée grita en cuanto ve a su hija, poniendo la mano en su boca emocionada. — ¡Oh, querida, estás maravillosa! ¡Oh, voy a llorar! ¡Alice, eres fantástica!  Esme y tú deberian ser planificadoras de bodas. ¿Dónde encontraste este vestido? ¡Es precioso! Tan lleno de gracias, tan elegante. Bella, parece que acabas de salir de una película —Me apoyé en la puerta, observando el brote de alegria por parte de Renée. Maldita sea, estaba tan emocionada.  —Una idea tan creativa, haciendo el tema del vestido basado en el anillo de Bella. ¡Qué romántico! ¡Y pensar que está en la familia de Edward desde los años 1800!

No puedo contener la risa. Todo el matrimonio estaba centrado en Edward, que era tan viejo como el anillo, pero la pobre Renee no lo sabía. Por supuesto, ella no lo sabía. Bella me mira con reproche, mientras que Alice me da una mirada divertida y conspiratoria. Renée me miró a mi y a las chicas, no logrando entender cuál era el chiste interno allí, pero acabamos siendo salvadas por Charlie, que entro apareciendo detrás de mí en la puerta.

— Renée, Esme dice que es hora de que bajes.

— Charlie, ¡qué guapo estás!—  Renée dice, sorprendida, y hasta yo me quedo con la boca abierta al ver a mi viejo en traje. Caramba, él aún daba un caldo.

 —Caramba, viejo, estás guapo! — hablo impresionada y las mejillas de Charlie se ponen rojas, sacándome una risa burlona.

 — Alice me ayudó —Habló avergonzado.

Después de toda la basura de algo azul, algo nuevo y algo prestado, Renée baja a encontrarse con Esme y Charlie va a buscar los ramos. Cuando me veo a solas con mi hermana, percibo la forma en que su corazón latía descompasado y su respiración estaba acelerada. Sostengo sus brazos, mirándola con cariño.

— Te ves perfecta, Bella— Susurro, tomando toda la atención de tus ojos de cierva.  —Eres una novia fantástica. Tu boda es perfecta, toda la decoración es perfecta. Y lo mejor de todo, te vas a casar por amor. Es más de lo que podemos soñar —Siento mis ojos arder, y parpadeo varias veces impidiendo las lágrimas de descender. — Te amo, futura Sra. Cullen. Gracias por todo tu apoyo, y quiero que sepas que seré la primera en apoyarte cuando tengas que cambiar.

Sus ojos se llenan de lágrimas como los míos y, como no soy de hierro, las primeras gotas corren por mi mejilla.

— Yo también te amo, Ada. gracias por estar aquí conmigo —Susurra.

La abrazo con cuidado para no arruinar todo el trabajo precioso de Bella. Alguien llama nuestra atención y cuando me doy la vuelta, Jacob me está esperando con mi ramo en la mano. Tiene una sonrisa en la cara, mientras que su expresión es suave, y finalmente siento que puedo dejar todo lo que pasó atrás. Jacob y yo estábamos empezando una nueva página, y ahora éramos sólo nosotros dos.

—Te ves hermosa, Bella —Él dice, y luego me adelanto a su lado. Tomo el ramo de su mano y mis ojos se encuentran con los de él. — ¿Vamos?

Asiento y antes de bajar le mando un beso a Bella.

Justo detrás de los otros padrinos, Jake y yo nos preparamos para entrar. Rosalie toca los primeros acordes de una canción que yo no sabía el nombre, pero era tan suave que me hacía sonreír.

Limpié mi rostro mojado por las lágrimas y sostuve el brazo de Jacob, el ramo en mi otra mano y luego caminamos juntos hacia el altar.

Una parte de mí, una pequeña parte soñadora, se preguntó si algún día yo sería la novia de blanco que lloraría al ver a Jacob esperándome en el altar.

La sonrisa que Jacob me dio cuando alcé mis ojos hacia él, hizo que mi estómago se pusiera inquieto, las tan habladas mariposas se retorcieron y no pude evitar sonreír de vuelta.

                                                                                               *×*

                                                              Holaaaa!!! Siempre me estoy disculpando por la espera que tienen que aguantar, pero estos meses han sido caóticos, espero entiendan y disfruten este capitulo, espero poder ya actualizar mas seguido, muchas gracias por su apoyo, los quiero!! 

                                                                                  450 votos sig. capitulo <3

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