Capítulo XX


⊱⋅ ────── ❴ • ✿ • ❵ ────── ⋅⊰

Quiero todo tu espacio, todo tu tiempo. Quiero todas tus horas y todos tus besos. Quiero toda tu noche, todo tu silencio.

⊱⋅ ────── ❴ • ✿ • ❵ ────── ⋅⊰






Todo mi cuerpo se paralizó.

Mis labios hormiguean, sintiendo los de Jacob en pausa, pidiendo permiso para que pueda ir más allá. Pero yo no consigo hacer nada. El corazón palpita, mis manos comienzan a sudar y todo lo que puedo hacer es quedarme quieta mientras el chico que siempre he amado me besa.

Jacob Black me está besando!

Cierro los ojos, absorbiendo la sorpresa y, ganando control sobre mis miembros, subo las manos a sus hombros, moviendo mis labios en los suyos.

Es el permiso que Jacob necesitaba para sujetar mi cintura con fuerza, su cuerpo pegado al mío y, en un instante, somos una mezcla de labios, suspiros y respiraciones pesadas. Nos separamos para recobrar el aire y, mandando a la puta que parió todas mis neuronas, yo lo empujo hacia un árbol y vuelvo a pegar mis labios con los suyos.

Jacob baja las manos por mis piernas y, en un impulso, quien está siendo presionada en el árbol soy yo, mientras mis piernas suben a su cintura y se atan allí. Necesitada una vez más de aire, rompo el beso y tiro la cabeza para atrás, respirando pesadamente. Pero, contrariamente a lo que esperaba, Jacob no se detiene. Sus labios bajan por mi cara, trazando un rastro de besos hasta mi cuello y haciéndome suspirar fuerte, sintiendo sus manos grandes y calientes apretar mi muslo.

— Casi me transformo y ataqué a Paul esta tarde— Dice, entre los besos, la voz ronca golpeando contra la piel de mi cuello. Respiro hondo, subiendo mis manos a su pelo y enredando mi mano entre los hilos. — Tú, en bragas y sujetador, toda agarrada a él me hiciste ir al infierno y volver.

Río un poco con su habla y bajo mi cabeza, volviendo mis ojos a los suyos.

— Es un poco tarde para estar celoso, ¿no?

— Lo sé— Suspira, sube su boca y se pone a milímetros de mi cara. — Verte a ti y a Bella hoy me hizo darme cuenta de que ahora eres más importante para mí.

Ahora. Siento todo el fuego que estaba sintiendo hace momentos irse por el caño. ¿Cómo pude dejarme llevar tan fácilmente? Yo era solo el premio de consolación. Todo el sentimiento que él pensaba nutrir por mí, era la imprimación actuando entre nosotros.

— Ada, ¿qué pasa? — Tiene las cejas curvadas, confundido y preocupado. — Siento tus sentimientos. ¿Por qué estás tan triste?

Retiro mis manos de su cabello y suelto mis piernas de su cintura, liberándome de él. Él, sin entender nada, me deja alejarme de él.

— Estoy triste, Jacob, porque te amo. Y eso no es ninguna sorpresa, ya que sientes todo lo que siento. - Le sonrío, las lágrimas brotando involuntariamente en mis ojos. - Te amo desde que descubrí lo que es amar a alguien, desde el principio. ¡No necesité magia de Quileute para amarte, Jacob, porque eres amable! Cuando sonríes, es como si el maldito sol estuviera en mi cara. Como si, no sé, fuera a tener un infarto— Me encojo de hombros, poniendo la mano en la frente, mi mejilla mojada por las lágrimas.

— Ada... — Jacob da dos pasos hacia mí con sus manos extendidas y eso duele.

Un dolor absurdo, que le hace alejarse, mientras el aire es sacado de sus pulmones.

— Te amo, Jacob, pero no me amas de verdad. Y lo siento, pero no voy a aceptar un amor que no es totalmente mío. Incluso si el maldito sexo es una delicia, o si me siento en las nubes cuando me tocas, cuando... Jacob, no merezco ser la segunda opción de nadie.

— No eres mi segunda opción, Ada!

— Lo soy. Y sabes que lo soy—Me río, me veo como una maldita loca, mientras lloro. - Pero eso es todo, Jacob. Merezco todo el amor. Y no un amor culpable y confuso. Merezco a alguien que me ame desde el amanecer hasta que la luz ya no esté en el cielo.

Le doy la espalda, camino hacia el auto y no me importa que me siga. Jacob estaba parado, procesando mis palabras y, ver que no reacciona para venir detrás de mí, hace que todo duela aún más.

Tomo mi celular del bolsillo y entro en la agenda, buscando el nombre de Edward. No tarda en contestar, preocupado por su novia.

— ¿Ha pasado algo? —Te lo pregunta.

Quiero decir que sí, pasó algo. Pero eso no le importaba. ¿Qué carajo le importan a un vampiro los malditos sentimientos de una loba? Nada.

— ¿Puedes venir a quedarte con Bella esta noche? Yo... — Respiro hondo, tratando de controlar el llanto. — Tengo que correr urgentemente.

La línea cambia por un momento, pero sé que Edward está escuchando. Su respiración innecesaria es lo único que suena del otro lado.

— ¿Estás bien, Ada?

— Bien para el carajo.—digo, llegando al auto y abro la puerta. Cuando me siento, Bella me mira preocupada por mi cara hinchada y húmeda del llanto. — ¿Te vas a quedar con ella?

—Si, claro.

Apago el teléfono y y enciendo el motor y maniobro para ir a la calle. Bella está quieta a mi lado, pero siento sus ojos de cierva pegados a los míos y eso me enfurece. ¡Es por ella que no puedo aceptar mi propia imprimación!

Voy al volante, respirando hondo y controlándome, recordando las clases con Leah ayudándome a no atacar a Bella.

Cuando estamos en la carretera que conecta La Push con Forks, justo después de la frontera con los Cullen, siento el olor dulce de Edward y miro hacia otro lado, viéndolo parado. Me inclino contra la ventana.

— Edward, ¿qué haces aquí? — Bella pregunta, sorprendida, pero Edward me mira.

— Puedo llevar a Bella a casa. Tómate el tiempo que necesites.

Asiento, agradecida, y más lágrimas se juntan en mis ojos. Yo estaba tan deplorable, tanto que un vampiro estaba sintiendo pena por mí.

Salgo del coche y le doy las llaves a Edward, no me importa echarle un segundo vistazo a él o a Bella. Lo único que hago es correr, y cuando estoy protegida por los árboles, exploto en mi forma de lobo así como explotan todos mis sentimientos.

Gracias por leer, +250 votos siguiente capitulo :)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top