❝O2. - 𝙇𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙖 ❞

𝑯𝒐𝒚 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔
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Llegada
╰───⌲Cap. 𝐎𝟐 . ༣. . ·

Narra Izuku:

Después de que el portal me absorbiera y me dejara completamente solo en el cuarto, este se cerró por completo sin siquiera dejarme procesar lo que estaba pensando. Rápidamente volteé a ver a mis alrededores para ver si no había amenazas en los alrededores, sin embargo, me sorprendí demasiado al ver figuras de acción de toda mi clase, de los villanos, héroes profesionales y pósters pegados en las paredes, además de decoraciones y almohadas por todo el cuarto.

Me sorprendí demasiado al notar la excesiva cantidad de nosotros, algo que también me desconcertó debido a que no sabía que era conocido junto con mis compañeros.

Yoichi -llamé- ¿Dónde estamos?

No lo sé -desconcertado, voltea a ver a los alrededores.

Nadie sabe donde estamos -Nana habló.

Así que básicamente estamos en una habitación completamente desconocida -digo, levantándome del suelo.

Escanee nuevamente la habitación, sin dejar de admirar todas las cosas que había de mí y mis compañeros. Los extrañaba mucho, eso era cierto. Pero no podía hacer nada sin antes poder derrotar a All For One, a Shigaraki Tomura y a toda la Liga de Villanos.

Agradecía internamente que los portadores me ayudaran a controlar mejor todos los quirks, ya que sin ellos no estaría donde estoy ahora.

Antes de que pudiera decir otra cosa, la puerta de la habitación es abierta, mostrando a una chica de cabello café brillante, con ojos azules hermosos como un diamante.

Ella al estar completamente dentro me observa con sorpresa, a pesar de estar completamente parado sin dar un signo de vida o de ataque, ella agarra algo grande y me lo avienta de repente. Lo esquivé tratando de hablarle, pero las palabras simplemente no salían de mi boca.

—¡¿Quién eres?! -exclamó algo que no entendía para nada.

Disculpa, no te entiendo -digo nervioso.

Abre los ojos como platos al ver que no le entendí nada. Por lo que se quedó pensando unos momentos y después habló.

¿Cómo es que llegaste hasta aquí? -pregunta, sorprendentemente, en Japonés.

No lo sé -respondí con sinceridad.

—¡¿Cómo es que estás en mi habitación?! ¡¿Es que acaso eres un bicho raro?! -exclamó.

—¡No lo soy, lo juro! -dije rápidamente- Simplemente aparecí aquí de la nada

¿Puedes quitarte la máscara, por favor? Necesito saber si eres quien creo que eres -nerviosa.

Sin siquiera decir nada más, opté por quitarme la máscara. Al principio, ella parecía demasiado sorprendida por verme. Se acercó a mí cuidadosamente, y al estar frente a mí, tomó cuidadosamente mi rostro entre sus manos, acariciando mi mejilla en el proceso, algo que hizo que mi rostro se convirtiera en un completo tomate. Noté como su mirada escaneaba detalladamente mi rostro, ella notó la gran cantidad de heridas y suciedad en mi rostro.

Estás bastante lastimado, espérame aquí, en un momento regreso -dijo, y sin darme tiempo a contestar salió de la habitación.

Del otro lado escuché un suspiro, y seguido de eso los pasos de la chica alejarse.


• • •


Ya habían pasado un par de minutos desde que aquella chica se fue. Se me hizo bastante raro el hecho de que me haya agarrado el rostro, ya que una chica jamás se me había acercado de esa manera, y para ser sinceros, me puso demasiado nervioso... Mis pensamientos fueron interrumpidos debido al sonido de la puerta ser abierta nuevamente.

Regresé -dice, entrando con lo que son al parecer alcohol, toallitas, algodón, curitas, entre otras cosas.

Ella hizo que me sentara en la silla que estaba cerca de su escritorio,  y al estar ya sentado, ella empezó por limpiarme las heridas. Cuando terminó guardó todo de nuevo.

Ve a la puerta del final del pasillo, ahí está el baño, tomate un baño y yo ahorita, te entrego la ropa -sonríe.

¿Por qué me ayudas? Soy un completo desconocido -pregunto desconcertado.

Yo si te conozco, pero tú a mí no -sonríe- Vamos, necesitas un baño -repentinamente me jala del brazo.

¿Cómo que ella ya me conocía? Apenas la conocí el día de hoy y dice que ya me conocía... ¿Qué acaba de pasar?

Bien te dejo, en un momento traigo algo para que te seques y un poco de ropa cómoda. El shampoo, jabón y todo eso lo tienes ahí. Te dejo solo -sale del baño.

Simplemente, me quité mi traje y abrí la llave de la regadera, para dejar que el agua caliente recorriera todo mi cuerpo, haciendo que dejara mis pensamientos de lado, solamente concentrándome en la caliente ducha que estaba teniendo en estos momentos, algo que no había tenido desde hace varias semanas.

En parte agradecía el que me haya dejado tomarme una ducha, ya que desde hace mucho necesitaba una; sin embargo, no podía sacarme de mi cabeza el hecho de que ella ya me conocía, y sin saber de donde, ya que yo a ella no la conocía.

Seguía sumergido en mis pensamientos, pero unos toques en la puerta fueron lo que me sacó de ellos.

Deku, vine a dejarte tu ropa y la toalla

Hay que ser honestos, la única mujer que había pasado al baño sabiendo que yo me estaba bañando era mi madre, de ahí en fuera nadie más lo había hecho. El pensar que otra chica entraría al baño me causaba nervios, pero para ser educado solo contesté.

Puedes pasar -en mi voz se notaba el nerviosismo.

De ahí escuché la puerta abrirse, para seguido escuchar que la puerta había sido cerrada nuevamente. Duré unos minutos en la ducha, y al salir me sequé completamente el cuerpo. Voltee a ver a mis alrededores, pero no encontraba mi traje por ningún lado. Supongo que aquella chica se lo había llevado.

Me cambié por lo que parecía ser una pijama de un pantalón negro y una blusa color azul claro. La verdad esta pijama me recordaba a la pijama que tenía en casa. Por lo que sonreí a lo bajo y me dirigí al cuarto de la chica.

A mitad de camino me detuve abruptamente, me acordé de como ella me había llamado. Me llamó "Deku" sin siquiera presentarme. En serio, habían demasiadas preguntas que ella necesitaba responder.

Narra ___:

Simplemente, no podía creerlo, Deku estaba en mi habitación y ni siquiera sabía como. Mi mente divagaba en mis pensamientos, tratando de procesar como es que él había llegado hasta aquí y encontrar las razones por las que él estaba aquí. 

Estaba sentada en la cama, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abrirse, rápidamente volteé hacia la dirección de la puerta encontrándome con Izuku secándose el cabello con la toalla que le había dado.

Al parecer ya terminaste -sonrío- Siéntate en la silla, te desinfectaré las heridas -destapando el alcohol.

Izuku se sentó en la silla que tenía cerca del escritorio. Me acerqué y le empecé a curar las heridas, teniendo cuidado de no lastimarlo demasiado.

Oye -habló- Perdón por ser grosero, pero... ¿Por qué tienes a mis compañeros, a mí, villanos y héroes por todas partes del cuarto? -pregunta desconcertado.

Eso es un tema algo largo, espero que no te moleste, pero eso te lo contaré después ¿De acuerdo? -sonrío.

De acuerdo -acepta.

Se quejaba un poco debido al dolor que le daba el alcohol, pero eso no me detuvo a que lo curara. Observé cuidadosamente sus brazos, y las cicatrices, dios mío, se veían mal cuando las veías de cerca, me dio pena, por lo que comencé a vendarle las manos una vez desinfectadas debido a que sus manos eran las más maltratadas. Al finalizar guardé las cosas donde debían de ir.

Gracias -dijo apenado- No sé cómo agradecerte -sonríe.

No te preocupes, no hay nada que agradecer -con un pequeño rubor en las mejillas- Por cierto, lamento no presentarme antes, mi nombre es ___ Gutiérrez Pérez -sonrío.

Gracias ___-san, perdón si soy un poco insistente, pero... ¿Puedo saber dónde estoy? Necesito regresar a mi hogar -preguntó, yo dudé en contarle la verdad, pero de todos modos ya se había dado cuenta de todo su alrededor, así que no había caso en ocultárselo.

Deku, yo... -apenada- Mira... es difícil contarte esto, sabiendo que ahorita tu vida es algo difícil, y tener que resolver esto dejará mucho más peso sobre ti -hablé rápidamente.

—¿A qué te refieres? -desconcertado.

Para hacer el cuento corto... Básicamente, eres el protagonista de un anime y manga shonen, donde muestran toda tu vida y la de los villanos, héroes profesionales, tus compañeros, etc, desde que estabas en tercero de secundaria, hasta la actualidad -hablé viéndolo- Se supone ahorita mismo deberías de estar con la clase 2-A haciendo un plan para derrotar a All For One, a Shigaraki Tomura y a la Liga de Villanos, ya que dentro de poco será la última guerra, pero estás aquí, en un mundo completamente distinto al tuyo, donde no existen los héroes, los villanos, o los superpoderes.

Espera -interrumpió- ¿Cómo sabes todo eso?

Como dije anteriormente, en el manga cuentan todo acerca de ustedes, desde su nombre, edad, tipo de sangre, comida favorita, hasta sus secretos

—¿Entonces sabes acerca del...? -impresionado y asustado.

Del One For All -asentí- Y no soy la única, son millones de personas alrededor del mundo que lo saben -digo- Si busco información del One For All habrá teorías e información confirmada acerca de este -reí- Pero ese no es el punto -rápidamente hablé- Lo que quiero decir es... no sé si habrá alguna forma de regresar a tu mundo -cabizbaja.

Entonces... busquemos una forma -sonríe determinado- Ayúdame a regresar a mi mundo -extiende su puño hacia mí.

Siendo sinceros, estaba a punto de desmayarme por el hecho de tenerlo bastante cerca a mí, y poder chocar los puños lo empeoraba, pero dejé eso de lado y acepté el choque de puños.

A pesar de haberle contado todo parecía calmado, y algo que de verdad me encantaba de él era su rostro relajado, eso fue lo que más me enamoró de él, no por nada es mi husbando número uno.

Te prepararé algo de comer, debes de estar hambriento -me levanto del suelo.

Eh, s-sí, gracias -con rubor en las mejillas.

Voltee a ver el reloj que estaba en mi pared, eran las once de la noche, dirigí mi mirada a Izuku y le hice una señal de que me siguiera, cosa que entendió de inmediato.

Llegamos a la cocina y le preparé un batido de yogurt con frutas y mini sándwiches integrales de jamón, pollo y pepino. Al parecer le gustó, ya que cuando los probó sus ojos brillaron nuevamente, algo que me emocionó.

Por cierto ___-san ¿Dónde estamos? ¿Sigo en Japón? -preguntó y yo negué.

Estamos del otro lado del mundo, para ser específicos, estamos en México -le dije y él me miró sorprendido.

Vaya, sí que estamos lejos -reí y me levanté de mi sitio al ver que había terminado.

Recogí los trastes y me dirigí al lavadero para limpiar los trastes, pero Izuku me detuvo.

Déjamelo a mí -se ofreció, quitándome de las manos los trastes sucios.

No tienes por qué hacerlo, eres el invitado -hablé tratando de hacerle entrar en razón.

Claro que debo, es lo menos que puedo hacer por la ayuda -ríe.

Duramos un par de segundos batallando por quien lavaba los trastes, hasta que este me lanzó un poco de agua, por lo que hice lo mismo y empezamos una guerra de agua. Al final él me ganó.

Está bien -reí- me rindo

Qué bueno -dice, terminando de lavar los trastes.

Por cierto, tu traje se está lavando -dije, yendo a prender la televisión.

De acuerdo, gracias

En ese mismo instante, escuchamos el sonido de las llaves.

¡Corre a mi habitación, son mis padres! -exclamé nerviosa.

Él activó el One For All y se dirigió a mi habitación, la verdad ver su quirk activado lo hacía ver más sexy de lo que era.

—Hola cariño -saludó mamá entrando a la casa, seguida de papá.

—¿Qué tal? ¿Nada interesante? -preguntó papá.

De verdad no quería decirles acerca de Izuku, ya que esto podría afectar todo, por lo que solo contesté.

—No, no pasó nada -digo nerviosa.

—Bien, ya vete a dormir, ya es tarde -dijo mamá.

—¿Qué? Pero si es bien temprano -reclamé.

—Son las doce de la mañana, ya vete a dormir -dijo enojada.

Quejándome me dirigí a mi habitación, lo bueno es que antes de que mis padres llegaran había dejado en la secadora el traje de Izuku.

¡Ay no! ¡Lo dejé en la secadora!

—¡____! ¿Qué es lo que tienes en la secadora? -gritó desde el piso de abajo.

—¡Es un traje nuevo! -exclamé entrando a la habitación.

—¡De acuerdo! -escuché.

Entrando a la habitación, observe a Izuku, el cual estaba admirando el póster donde estaba él solo en color azul y rojo, volteo su mirada hacia mí y solo le di una sonrisa, la cual fue devuelta.

Es hora de dormir, vamos -sonreí.

Le saqué un colchón inflable que usaba cuando Leo venía a quedarse en casa, por lo que le di unas cobijas y se acostó. Me acosté en mi cama, me arropé con las cobijas, apague la luz de la habitación y prendí mi lámpara nocturna para agarrar mi libro favorito y empecé a leerlo.

Una hora después dejé el libro a un lado. Me aseguré que Izuku estuviera dormido, y al asegurarme que si lo estaba, apagué la lámpara y me dormí.

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