Serpiente y Lobo están discutiendo en el comedor sobre todo el azucar que consume el reptil a lo largo del día. Mientras tanto, Piranha, Redes y Tiburón ven la televisión a unos cuantos metros de ellos, prestando atención a su pelea cada cierto tiempo antes de volver a enfocarse en los programas de la TV.

En un momento dado serpiente sisea y mira al canino con indiferencia, como si este estuviera exagerando la situación.

─Relájate, lobo─ Habla sin mucho afán ─Nadie ha muerto por un poco de azucar─

Lobo lo observa con el ceño fruncido, como si serpiente acabara de decir la locura más grande del mundo. Tiburón, Tarántula y Piranha giran sus cabezas, manteniendo la misma expresión que el lobo. Luego regresan su vista a las noticias de esa tarde.

─¿Si sabes lo que es la diabetes?─ Pregunta sin creer lo que acaba de salir de la boca de la serpiente.

El reptil bufa y se da la vuelta, sin estar dispuesto a seguir la conversación. Lobo alcanza a sostenerlo y lo toma del rostro, expresando preocupación.

─Hey, hablo enserio─ Lobo suspiró ─No deberías comer esa cantidad de azucar al día─

El reptil piensa en refutar, pero es ahí cuando recuerda que en su café de esa mañana vació todo el tarro de azucar cosa que habían comprado recién la noche anterior, y que eso ya se le había hecho demasiada costumbre.

Serpiente observa como las orejas del can bajan, entonces empieza a sentirse mal y a reprocharse a sí mismo. Él enreda su anatomía al rededor del torso del lobo sin dejar de mirarlo fijamente.

─Tranquilo, Moe─ Lobo sabe que habla enserio cuando usa su nombre ─Nada va a pasarme, puedo jurarlo.─

Lobo le sonríe y serpiente empieza a sentirse un poco mejor.

─Sólo... Empieza a medirte, ¿Bien?─

Serpiente rueda los ojos mientras sonríe relajado.

─Bien, bien. Lo haré.─ Promete.

Ambos abandonan el comedor y Piranha bufa mientras sonríe.

─Parecen una pareja de casados─ Bromea.

Redes lo mira con leve hastío.

─Son una pareja de casados─ Le recuerda. Tiburón asiente.

La pareja más imperfectamente perfecta que ellos han conocido alguna vez.