𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐀𝐆𝐄𝐀𝐍𝐓 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍
for ᴘʀɪᴠᴀᴛᴇ

CHARLOTTE DESSNER

❝ but if i'm all dressed up
they might as well be lookin' at us
and if they call me a slut
you know it may be worth it for once ❞

♞ 26 años ♞ heterosexual ♞ she/her ♞

La preciosa Charlotte. Lottie. La hermosa, hermosa, joya de la familia de magnates que son los Dessner.

Nacida en el seno de una familia muy adinerada gracias al negocio de aerolíneas de su padre, Charlotte fue siempre consentida por su madre, como una muñeca que vistes y aseas para que sea la más bonita entre otras muchísimas muñecas.

En un principio fue una afición inocente. A su madre le gustaba disfrazarla de princesa con pomposos vestidos y coronas y la niña parecía seguir el juego con elegantes saludos, reverencias y paseos fingiendo ser una modelo de pasarela.

Era un juego que ambas disfrutaban, quizá porque su madre, Alina Dessner, se había criado en una familia seria y recta donde no había lugar a la diversión sin competición.

Y como si aquello estuviera grabado a fuego en la mente de la mujer, pronto los juegos se convirtieron en una competición. Lottie parecía hecha para los certámenes de belleza, nacida para brillar bajo unos focos.

Mientras su padre, Roy, acudía a todas las reuniones y se ocupaba de los asuntos de la empresa, Alina y ella iban de Estado en Estado ganando concursos, preparando discursos, practicando saludos y probando looks de maquillaje surrealistas para una adolescente de la edad de Charlotte.

Lottie siempre supo lo que significaba para su madre que ella tuviera una infancia de princesa. Había mucha presión por ganar, pero ella siempre trató de tomárselo como un trámite para hacer feliz a su madre, que quizá todo lo que hubiera deseado era una infancia con brillantes, coronas y bandas de reina de la belleza.

Hasta los veinte estuvo compitiendo y ganando en ese tipo de concursos, teniendo un amplio set de habilidades a la hora de competir. Tanto cultura general como conocimiento de temas más profundos.

Los certámenes no solo eran para ver si eras linda por fuera, también por dentro. Por eso Lottie nunca pisó a nadie, aunque muchas no devolvieran el favor por pura competitividad.

A los veinte, decidió que era el momento de retirarse de las competiciones para centrarse en el otro aspecto evidente de su vida: la empresa de su padre.

Estaba claro que Roy no iba para joven y ella era la única hija del matrimonio elegible para heredar la aerolínea. Tenía un hermano pequeño, pero se llevaban diez largos años, así que eso le descartaba como heredero.

Lottie no conocía mucho a su padre, esa era la realidad. Siempre le había visto como un hombre exigente, pero gentil. Recto pero adaptable a las situaciones. Toda una gran contradicción.

Porque sí, tomaba un hombre paciente para lidiar con todos los caprichos que se le ocurrían a su madre.

Charlotte estuvo unos largos años acudiendo a reuniones, galas benéficas y, en general, dejándose ver por los socios de su padre para que se acostumbraran a su presencia.

Funcionó de maravilla teniendo en cuenta que Lottie se hizo querer rápidamente. Su facilidad para conversar su actitud amable y encantadora la llevaron a terminar con muchos teléfonos en su agenda y muchas oportunidades de extender un negocio que ya de por sí era un imperio en Estados Unidos.

Porque Aerolíneas Dessner podía convertirse también en Cruceros Dessner, ¿no?

Y así fue cómo su padre le encargó esa expansión a Charlotte, que lo manejó de maravilla con paciencia y cuidado.

A pesar de que su madre siempre quiso que volviera al estrellato y a la comidilla que rodeaba los concursos de belleza, Lottie está feliz administrando su facción de la empresa, acudiendo a galas benéficas y poniendo dinero para distintas investigaciones caritativas.

Todas estas obras la han puesto en el ojo de la prensa, que se ha centrado, para variar, en su mala suerte en el amor. Porque sí, Lottie exige un mínimo cuando sale con alguien y, evidentemente, a veces ese mínimo no se cumple.

Su última relación fue con el cantante de rock Sean McKenzie, que parecía ir para boda y se arruinó tras la infidelidad del hombre... Un hombre que dio toda la vuelta a la historia para señalarla a ella como infiel.

La prensa no tardó en hacerse eco de ello y tacharla de todos los apelativos que se ponen sobre las mujeres en esas situaciones.

Comenzó el rumor de que Lottie solo buscaba el dinero del cantante, como si ella no tuviera una fortuna superior.

Desde entonces, cada vez que comienza a salir con alguien, los medios parecen advertir de su mala fama, como si fuera una víbora a punto de destruir a otro caballero elegible.

La realidad es que Lottie es alguien agradable y que trata de no tomar en serio lo que la prensa dice sobre ella y su vida romántica, pero sí se ha cortado de muchas posibles relaciones por miedo a una infidelidad que la haga ser tachada, de nuevo, de algo que no considera que sea.

➥ Adora tanto el teatro y las artes como los deportes. Tiene por afición salir a correr todas las mañanas, aunque también pasa mucho tiempo admirando museos y obras de Broadway.

➥ Tiene un perro llamado Foster. Es un labrador de color chocolate.

➥ Adora ir a las galas benéficas. Siente que es una manera bonita de colaborar en causas sin llamar la atención al estar entre personas usualmente más conocidas que ella. Después de todo, su padre sigue siendo el cabeza de la empresa.

PLAYLIST
slut! - taylor swift
bejeweled - taylor swift
beautiful people - ed sheeran ft. khalid
vicious - sabrina carpenter
arabella - arctic monkeys

( s-somatize )