𝐓𝐇𝐄 𝐅𝐔𝐆𝐈𝐓𝐈𝐕𝐄
for ɢᴇɴsʜɪɴ ɪᴍᴘᴀᴄᴛ

KOLZAK KISELEV

❝ 'cause for every lie i tell them
they tell me three ❞

・❥・NOMBRE.

Kolzak Kiselev es su nombre de nacimiento, nativo de Snezhnaya. Ahora omite presentarse con su apellido por su especial situación.

・❥・EDAD.

Tiene veintiséis años.

・❥・VISIÓN.

Kolzak porta una visión del elemento Hydro.

・❥・HISTORIA.

Kolzak Kiselev es un nombre extraño para alguien que lleva meses rondando las tierras de Mondstadt. De hecho, incluso presentándose solo con su nombre, como ha hecho hasta ahora, llama la atención de los ciudadanos.

De hecho, poco sabe la gente de él a pesar de ya llevar un tiempo en la nación de la libertad. Saben que es un viajero y que, por obvias razones como su nombre y su acento, proviene de Snezhnaya. Son dos cosas en las que han acertado.

¿Que qué hace un chico de Snezhnaya que ronda los veintiséis años en Mondstadt? Eso es algo que Kolzak no ha desvelado a nadie, incluso pasándose más de un par de horas bebiendo en El Obsequio del Ángel y conversando con los habituales allí cada noche.

La realidad es que Kolzak no puede decirlo si quiere mantenerse seguro. O eso es lo que cree, al menos. Sus viajes le han hecho demasiado paranoico como para distinguir bien lo que es producto de su imaginación distorsionada por el tiempo y lo que es un peligro real a estas alturas.

Lo que sí sabe es que los Fatui son una amenaza real. Incluso él, antes cegado por los ideales de la Tsaritsa como soldado que fue, pudo llegar a percatarse de que algo no estaba bien con el grupo diplomático. Ahora lo lamenta, preocupado de los ojos y oídos que podrían observar y escuchar sus conversaciones y sus acciones.

¿La solución a ello? Una actitud tranquila, reservada, pero agradable. Distraer a los locales con charla para que olviden que, en el fondo, saben su nombre y poco más de él.

Efectivamente, Kolzak antes pertenecía a los Fatui, una organización diplomática proveniente de su nación natal, Snezhnaya. Siempre fue su misión el servir a la Tsaritsa, según sus padres.

Hijo de comerciantes enriquecidos, Kolzak no tuvo que aprender lo que es trabajar hasta que huyó de Snezhnaya. Solo aprendió el arte de la espada y de los negocios desde muy pequeño, heredando una espada plateada que aún hoy le acompaña.

Tras años poco destacables en su adolescencia donde se encargó de negocios de sus padres y de seguir su formación, a los dieciocho ingresó a las filas de los Fatui.

Le tomó bastante entrenamiento y años de misiones mínimas dentro de la nación, finalmente ser desplegado a otro lugar. Con veintitrés años aproximadamente, Kolzak lograba ser desplegado a Sumeru, en una misión que se estimó meses después como un gran fracaso.

Para él fue un punto de inflexión el ver cómo una misión, aparentemente diplomática, que buscaba más ingresos al Banco del Norte mediante tratos de comercio, se convertía en una maraña de corrupción, chantaje y muerte.

Le tomó meses de sobrevivir con mucho cuidado, incluso cuando ya era el único de sus compañeros que no yacía encarcelado o muerto por culpa de los peligros del bosque o de la propia ciudad llena de mercenarios.

Fue eliminando una ola de los últimos cuando consiguió el mayor honor que se le puede otorgar a alguien... Una visión.

Aún no sabe cómo pasó. Llevaba días planeando quitarse de encima unos mercenarios eremitas que no estaban por la labor de sus nuevos tratos comerciales. La paciencia es una virtud que Kolzak domina, así que la usó para su beneficio.

Al final de su plan, viendo desde la lejanía cómo caían en su trampa, en sus manos apareció una visión Hydro.

Después de aquello, viendo que no podía hacer mucho más en la nación de la Arconte Dendro, decidió regresar a su hogar, añorando las vestiscas y el frío.

Claro que volvía cambiado, sobre todo teniendo en cuenta sus intentos de recibir refuerzos desde su país natal y no ver traducido en apoyo tangible absolutamente nada. Había pasado meses en peligro y nadie había pestañeado. Además, había descubierto que los propósitos de la Tsaritsa y de los Fatui no distinguían... No importaba si la gente vivía o moría, solo importaba el propósito.

Su vuelta a casa lo confirmó, cuando se le echó en cara haber fallado. Fue en ese momento cuando decidió que nada le quedaba en Snezhnaya. Iban a degradarle de rango por algo que no era ni siquiera culpa realmente. Él había salvado lo que quedaba de la operación, había compensado la imprudencia de sus difuntos camaradas.

Incluso sabiendo el peligro que entrañaba escapar de una organización como los Fatui, Kolzak lo hizo, convirtiéndose en un viajero siempre buscando estar al tanto de los últimos pasos de sus viejos compañeros, ahora convertidos en una especie de némesis para él.

Sus pasos le llevaron a Mondstadt esta vez, donde busca un poco de descanso antes de partir a Sumeru, donde espera encontrar información sobre qué está ocurriendo actualmente en la nación, además de advertir de los peligros de los Heraldos y los soldados de la organización supuestamente diplomática de la Tsaritsa.

Al final del día es un desertor, y solo le salva ese propósito de estar a la deriva en el gran territorio que es Teyvat.

・❥・SEXUALIDAD Y PRONOMBRES.

he/him.
Bisexual.

( ozukai )