Elena no tenía idea de dónde se encontraba Klaus en esa nueva mañana, sin más, tuvo que desayunar sola en la cocina mientras pensaba en varías cosas.

Ella extrañaba mucho Mystic Falls, pensó en tratar de convencer a Klaus cuando lo viera para que le permitiera mandar un mensaje a su hermano.

Elena no quería imaginar como Jeremy estaría al no saber de ella en todo ese tiempo, Elena personalmente enloquecería si la situación hubiera sido al revés y Jeremy hubiera estado desaparecido en su lugar.

─ ¿En qué tanto piensas, amor? ─ la voz de Klaus sacó de sus pensamientos a Elena.

Ella desvío su mirada de su desayuno para mirarlo.

─ Klaus ─ susurró sorprendida al no haberlo escuchado entrar a la cocina.

─ No creí que pensarás en mi, aunque tampoco te culpo, amor ─ le dijo Klaus tomando asiento al otro extremo de la mesada.

Elena abrió sus ojos a lo grande al escucharlo, sus mejillas inevitablemente se pusieron de un color rojo carmesí de la vergüenza que tuvo en esos momentos.

─ ¡Klaus! ─ lo miró un poco molesta luego de salir de su sorpresa anterior.

El original se rio entre dientes al verla molesta. A él le gustaba molestarla.

─ Bien, ya no te molesto más ─ Klaus levantó sus manos en son de rendición.

Elena lo siguió mirando mientras esté se servía el desayuno.

─ Klaus quiero pedirte algo ─ habló Elena un tanto nerviosa luego de unos segundos.

Klaus levantó sus cejas.

─ Amor estás pidiendo muchas cosas, ya te compre un aire acondicionado, te compre ropa nueva y también comida, ¿Qué más quieres?, No te aproveches de la situación ─ dijo Klaus mirándola fijamente.

─ No te quejes, era lo mínimo que podías hacer por mi después de todo me tienes aquí en contra de mi voluntad y tú bebé está en mi ─ murmuró Elena.

Klaus suspiró.

─ Bien, ¿Qué querías pedirme? ─ preguntó el hibrido.

─ Tú teléfono...

─ Ya hablamos de eso, Elena ─ dijo Klaus con seriedad.

─ No lo hablamos, tú lo decidiste y me amenazaste con dañar a mi hermano ─ soltó Elena molesta.

─ Elena ─ la voz de Klaus se volvió más sería que antes.

El doppelganger no le quedó más que otra que mirarlo con súplica ya que estaba desesperada sin saber más que hacer.

─ Por favor, solo le mandaré un mensaje diciendo que estoy bien, ¿Si?. No quiero que mi hermano este preocupado, cuando las brujas me secuestraron hicieron esos hechizos raros para evitar que otras brujas me localicen mientras estoy embarazada, Bonnie seguramente ya intento buscarme y al no poder localizarme seguro pensó en lo peor, no quiero que Jeremy haga algo estúpido ─ le dijo Elena.

Klaus proceso por unos segundos las palabras de Elena mientras la miraba. Al principio cuando ella pidió su celular no pensó en ceder pero luego de escucharla hace unos momentos cambio de opinión.

El original sacó su celular de su bolsillo y se lo extendió hacia Elena.

─ Te dejaré mandarle un mensaje o llamarlo si quieres pero no quiero que le digas nada que estas en Nueva Orleans, lo que menos quiero en estos momentos es tener a los hermanos problemáticos aquí ─ habló Klaus.

Elena sonrió asistiendo mientras tomaba su celular.

─ Gracias, Klaus ─ agradeció Elena.

Klaus le dio una última mirada antes de salir de la cocina dejándola sola para que hablará más en privado aunque él estuviera escuchando todo de otra parte de la mansión.

[...]

Elena primero había hablado con Jeremy, su hermano apenas la dejó hablar cuando la invadió de preguntas de dónde estaba o si se encontraba bien, etc.

Como Jeremy ya sabía que ella estaba embarazada milagrosamente, Elena tuvo que contarle un poco la situación omitiendo varias cosas en el proceso cómo dónde estaba o quién era el papá del bebé.

Le dijo a su hermano que estaba bien y que no se preocupará por ella porque estaría bien, Jeremy a pesar de saber que Elena estaba viva, no se encontraba del todo aliviado al no poder verla.

Luego de su conversación, Elena le envío un mensaje a Bonnie diciéndole casi todo, le contó de quién era el bebé y hasta dónde se encontraba en esos momentos.

En el mensaje le suplicó que no se lo dijera a nadie más porque Klaus no estaría feliz de saber eso.

Bonnie le había devuelto los mensajes diciéndole que no diría nadie y que se encontraba realmente aliviaba en saber que estaba bien pero también preocupada por toda la situación.

Elena pudo ver incluso la sorpresa en el mensaje de texto que Bonnie le mando al saber de quién era el padre del bebé que ella tenía dentro de su vientre.

Luego de unos minutos más de mensajes, Elena borró los mensajes enviados y recibidos junto al número de Bonnie y Jeremy para que Klaus no viera nada.

En esos momentos ella agradecía saber los números de teléfonos de ellos dos.

Luego de unos minutos, Klaus entró nuevamente a la cocina.

─ ¿Ya hablaste con tú hermano y la brujita Bennett? ─ le preguntó Klaus con tranquilidad.

Elena se atragantó con su saliva al escucharlo, la sorpresa se hizo presente en su cara.

─ ¿Qué? ─ Elena lo miró mientras deslizaba el celular de Klaus en la mesa.

El original tomó su celular y lo guardo en el bolsillo de su pantalón.

─ Tengo más de mi años ─ le recordó ─ no soy idiota como para no darme cuenta que le mandaste mensajes a tu amiguita bruja, espero que no hayas sido tan estúpida en decirle dónde estás porque entonces mataré a tus dos enamorados si vienen por ti aquí ─ le dijo Klaus.

La vampira tragó saliva al escuchar su amenaza.

─ Bonnie no les dirá nada, además no le dije dónde estoy, solo mencioné que estoy bien y que tú eres el padre del bebé milagroso que tengo dentro de mi vientre ─ aclaró Elena.

─ Eso espero, suficiente problemas tengo como para que ellos vengan aquí a darme más problemas ─ gruñó Klaus recordando sus problemas con Marcel y sus vampiros.

Elena lo siguió mirando por un momento hasta que finalmente habló de nuevo.

─ ¿Supiste algo de Elijah? ─ quiso saber Elena ya que estaba preocupada por él al no tener noticias del original.

Klaus sonrió en su dirección.

─ No, mi querido hermano sigue desaparecido por el momento, tal vez se aburrió de Nueva Orleans y se fue ─ Klaus levantó sus hombros sin darle mucha importancia.

Elena frunció su entrecejo al escucharlo, claramente no le creyó nada, sabía que Elijah no haría eso, no después de prometerle que la ayudaría con todo el tema del embarazo.

─ ¿Klaus metiste en un ataúd a tu hermano, cierto?.

La expresión del híbrido cambió completamente por su pregunta.

─ No, ¿Por qué lo haría? ─ el original se levantó del asiento y salió de la cocina pero antes de irse volteó a ver de nuevo a Elena ─ iré con Marcel, tú quédate aquí y trata de no hacer alguna estupidez que ponga en riesgo a mi hijo ─ advirtió antes de irse.

Una vez que Klaus se fuera, Elena suspiro con pesar.

Todo eso estaba siendo demasiado difícil para ella y no sabía si aguantaría más tiempo en esa situación.

¡CAPÍTULO 5!

Aquí les dejo un nuevo capítulo de Entrelazados.