➹ Cap. 4
Elena sonrió con alivio cuando por fin salió de la cripta dónde las brujas la habían tenido retenida varios días.
Agradecía a Elijah por haber convencido a Klaus de aceptar al bebé que ella llevaba en su vientre.
Por un momento Elena pensó que eso sería imposible pero grande fue su sorpresa cuando Klaus regreso con Elijah al cementerio y acepto hacer un trato con Sophie.
Cuando llegaron a una gran mansión, Elijah le explicó que era donde hace años vivía un gobernador que solía cubrir sus secretos por oro que ellos le daban.
Elena se sorprendió bastante con lo que le contó Elijah.
Cuando entraron a la mansión observó la sala, era grande, sin embargo había mucho polvo en los muebles que habían.
Elena salió de sus pensamientos cuando sintió la presencia de Elijah cerca de ella.
─ ¿Cómo te sientes con esto? ─ quiso saber el original.
Elena suspiró mirándolo.
─ ¿Te refieres a ser madre sustituta de un bebé milagroso que tú psicópata y loco hermano creo con una licantropo? ─ preguntó Elena.
El original asistió.
─ Si, ¿Cómo te sientes con eso? ─ le preguntó el Mikaelson.
─ No lo sé. Al principio me asusté porque no sabía cómo podía ser esto posible ─ empezó a contar ─ luego las brujas me contaron todo. Sin embargo aún sigo teniendo miedo con todo esto ─ le dijo Elena.
Ella no mencionó nada sobre el hecho de que con los días se había encariñado con el bebé que llevaba.
─ Prometo protegerte a ti, y a este bebé que llevás, Elena. Tú eres importante para nuestra familia desde este momento ─ dijo Elijah con seguridad.
Elena iba a agradecerle por todo lo que había hecho por ella pero unas pisadas bajando las escaleras la interrumpió.
─ Y mi noble hermano siempre culpable con su palabra ─ dijo Klaus llegando a ellos.
Elena blanqueó sus ojos al escucharlo.
─ Niklaus ─ el original de traje lo miró con seriedad esperando que no dijera nada inoportuno.
Klaus miró a su hermano y luego al doppelganger.
─ ¿Cómo estás, amor? ─ le preguntó el hibrido.
Elena levantó sus cejas sorprendida por su pregunta. Sin poder evitarlo su atención fue hacia Elijah quién también se sorprendió.
Ambos por un momento pensaron que alguien más había tomado el cuerpo de Klaus.
─ ¿Estás bien? ─ le preguntó Elijah al otro original.
Klaus hizo una mueca y luego rodó sus ojos.
─ ¿Acaso mi amabilidad les sorprende?, Eso realmente me ofende demasiado ─ Klaus fingió dolor.
Elena no le prestó atención ya que no deseaba una posible discusión con él.
─ Elijah por favor, ¿podrías prestarme tu teléfono? ─ preguntó Elena. El original levantó sus cejas ─ es para comunicarme con Jeremy, debe estar preocupado por mi ─ aclaró rápidamente ella.
Elijah asistió. Sacó su teléfono y se lo extendió hacia Elena.
Ella estuvo a punto de tomarlo pero Klaus lo hizo primero que Elena.
─ ¡No hablarás con nadie de Mystic Falls! ─ dictó con seriedad Klaus.
Elena frunció su entrecejo y lo miró mal.
─ Niklaus no puedes... ─ Elijah intento intervenir pero Klaus no lo dejó terminar.
─ No te metas en esto Elijah ─ lo miró con seriedad Klaus.
Elena se molestó bastante con el híbrido.
─ ¡No me puedes prohibir que no hable con mi hermano! ─ gruñó Elena.
Klaus volvió su mirada a ella.
─ Si puedo ─ contradijo ─ nadie debe saber de la existencia del bebé, si esos idiotas de Mystic Falls saben algo van a intervenir y yo tendré que matarlos a todos ─ dijo hacia Elena ─ ¿No quieres eso, verdad, amor?, Porque no tendré problemas en matarlos, uno por uno ─ advirtió Klaus.
Elena tragó saliva al escuchar a Klaus.
El miedo la invadió, conocía al híbrido como saber que él podría cumplir su amenaza.
─ No ─ contestó Elena a regañadientes.
Klaus sonrió satisfecho.
Por otro lado Elijah lo siguió mirando mal por sus palabras. Él definitivamente no estaba de acuerdo con Klaus.
─ Excelente ─ dijo Klaus feliz ─ ¿ahora me permites hablar con mi hermano a solas, amor?, Mientras tanto tú puedes recorrer la mansión con tranquilidad ─ mencionó el híbrido.
Elena lo miró con dudas por un momento, luego hizo caso y se fue de la sala dejando a los dos originales solos.
[...]
Luego de dejar a los dos originales hablar solos, Elena no volvió a ver a Elijah y eso le pareció raro.
Klaus le había dicho que Elijah estaba ocupado en unas cosas y Elena le creyó al no verlo por ningún lado de la mansión.
Cuando se hizo completamente de noche, Klaus le dió a Elena la habitación de Kol para que pasará ahí la noche.
Elena no se sintió tan cómoda en la habitación al saber que era de Kol a quien ella y su hermano mataron en Mystic Falls.
Realmente todo era raro, extremadamente raro para ella.
Elena intentó dormirse pero no pudo, se movió de un lado al otro, la habitación parecía arder al no haber un aire acondicionado y Elena ya no daba más del calor que sentía.
Sin poder evitarlo, Elena se levantó de la cama, apesar de ser media noche no podía conciliar el sueño debido al gran calor que había en la habitación.
Salió de la habitación y recorrió los pasillos de la mansión en la oscuridad, definitivamente en la mañana le pediría a Klaus una habitación con aire acondicionado o de lo contrario se iría de allí pensó ella.
Suspiro con pesar mientras caminaba.
Una habitación de repente llamó su atención, se dirigió hacia ella sin evitarlo, entró y prendió la luz dándose con que estaba completamente vacía.
Elena busco si tenía aire acondicionado pero no encontró alguno para su mala suerte, sin embargo vió una ventana que abierta entraba mucho aire desde afuera.
Ella abrió la ventana dejando entrar el aire, luego cerró la puerta y apagó la luz de la habitación.
Se recostó abrazando a la almohada, el aroma que había en la habitación casi la adormeció de inmediato.
Elena no sabía a quién pertenecía ese aroma pero era exquisito y le encantaba.
Suspiró nuevamente metiendo su nariz en la almohada, en cuestión de segundos se durmió completamente.
[...]
Klaus fue el primero en despertar en la mañana siguiente, cuando se levantó de inmediato fue a la habitación que antes era de Kol y en la cuál le había dado a Elena para que durmiera.
Cuando no vió a Elena en la habitación se preocupó, rápidamente empezó a buscar, no le tomó mucho tiempo dar con ella ya que la busco por su aroma.
Klaus frunció su entrecejo cuando noto el aroma de Elena en la habitación de su hermano Elijah.
Lentamente abrió la puerta dándose con una imagen que no esperó.
Elena dormía boca abajo con tranquilidad, Klaus tragó saliva al no poder evitar mirar su cuerpo expuesto. Tenía una vista clara de su cintura, trasero y piernas.
Los ojos de Klaus se oscurecieron por un momento ante el deseo de lujuria que el doppelganger le provocó en ese instante.
Al notar lo que le estaba pasando, salió rápidamente de la habitación sin hacer ruido al cerrar la puerta.
Al llegar nuevamente a su habitación, Klaus volvió su rostro a la normalidad.
«¿Que había pasado hace unos momentos?». Pensó el híbrido desconcertado por toda la situación.
De solo pensar con Elena le había provocado un problema que no se esperó.
Klaus gruñó al notar el bulto notable en su pantalón.
Se levantó de la cama y se fue al baño a arreglar su problema mientras maldecía al doppelganger.
[...]
Cuando Elena finalmente se levantó se sintió mejor de que pensó, cambiar de habitación había sido una buena opción.
Tendió la cama y luego fue de vuelta a la habitación que Klaus le había dado, tomó una muda de ropa que según Klaus le habían pertenecido a Rebekah.
Elena se tomó un tiempo en la ducha, el agua tibia recorriendo su cuerpo la relajó demasiado tanto así que por un momento casi se quedo dormida parada.
Luego bajó a la cocina, Klaus estaba también ahí sin embargo Elijah seguía sin aparecer.
A Elena se le hizo raro no ver a Elijah, no lo había visto desde el día anterior y por lo que veía no aparecería esa mañana tampoco.
Eso la hizo sentir mal porque Elijah era la mejor compañía que tenía allí.
Se sentía bien estando con él.
─ ¿Cómo dormiste, amor? ─ le preguntó Klaus mirándola.
Los recuerdos de la mañana llegaron a la mente del híbrido causando un revuelto en su estómago por un momento.
─ Bien. Me cambié de habitación, la que me diste era un infierno, hacia demasiado calor, así que dormí en otra que entraba mucho aire por la ventana ─ contó Elena sirviéndose el desayuno.
Klaus asistió con su cabeza ya sabiendo eso de antemano.
─ No te preocupes amor. Te conseguiré hoy un aire para la habitación ─ le prometió Klaus no queriendo que ella volviera a dormir en la habitación de su hermano.
Elena lo miró con un poco de sorpresa y también de agradecimiento.
No espero que Klaus fuera tan amable con ella.
«Bueno... tengo a su hijo, tal vez sea solamente por eso». Pensó el doppelganger convencida al notar un poco de amabilidad de Klaus.
─ ¿Y Elijah? ─ Elena no pudo evitar preguntar con inquietud.
Klaus tensó su mandíbula pero luego sonrió.
─ Se fue. Tenía asuntos importantes que tratar ─ se limitó a contestar el híbrido.
Elena frunció su ceño, no creyó para nada eso ya que hace tan solo unas horas atrás Elijah le había prometido apoyarla en todo ese lío que la habían metido las brujas al poner el bebé en ella.
Elena pensó por un momento que tal vez Klaus lo neutralizó pero luego descartó esa idea.
No creía que fuera capaz de hacer eso si no tenía un "motivo suficiente".
¡CAPÍTULO 4!
Después de varios días,
aquí les traigo un nuevo capítulo de esta historia.
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