➹ Cap. 12

Sophie miró a Klaus.

─ No voy a hacer magia para buscar a tu hermano ─ le dijo sería ─ ¿Quieres que me maten o qué? ─ preguntó Sophie molesta.

Klaus caminó hasta ella de forma amenazante.

─ Un pequeño hechizo no hará tanto escándalo, hablaré con Marcel ─ gruñó Klaus.

─ ¡No! ─ negó nuevamente Sophie ya que temía por su vida.

Elena los miró en silencio mientras tomaba una bolsa de sangre con tranquilidad.

─ ¡Lo harás! ─ exigió Klaus furioso.

Sophie tragó saliva para luego desviar su mirada hacía Elena.

─ Dile de una maldita vez dónde tienes a Elijah, por favor ─ suplicó Sophie ─ si hago magia y Marcel me mata no me iré sola, tú y el bebé mueren conmigo, se los recuerdo ─ dijo la bruja.

Klaus se miró mutuamente con Elena quien levantó sus hombros despreocupada a diferencia de Klaus el cual gruñó al ver que a Elena no le importaba nada.

─ Otra bruja entonces hará el hechizo para encontrar a Elijah ─ sentenció Klaus ya que necesitaba encontrar a su hermano.

Elena rodó sus ojos al ver que Klaus no se rendía con ese tema.

─ Ninguna bruja puede hacer magia ─ dijo Elena con burla ─ Davina lo sabrá.

Sophie se levantó con rapidez del asiento donde estaba al escucharla decir eso.

─ ¿Davina?, ¿dónde la viste? ─ preguntó con interés la bruja.

Klaus frunció el entrecejo al ver su reacción por ese nombre.

─ ¿Quién es Davina? ─ preguntó Klaus mirando a Elena.

Sophie se acercó a Elena.

─ Elena, ¿Dónde está Davina? ─ Sophie la tomó del brazo.

Klaus gruñó apartando a Sophie de Elena para luego mirar a su doppelganger.

─ ¿Quién rayos es Davina? ─ preguntó Klaus de nuevo confundido.

Elena siguió en silencio al darse cuenta que habló de más.

─ No tengo idea de que hablan, yo no dije nada ─ aseguró el doppelganger saliendo de la sala.

Ella no pensaba decir nada, cuando Marcel le dio el ataúd de Elijah conoció a Davina en la iglesia abandonada, aunque no tuviera humanidad sintió un poco de empatía por la joven bruja al saber su historia de vida. Además le había prometido a Marcel no decir nada sobre Davina.

Después de que Elena se fuera de la sala, Klaus miró a Sophie.

─ Ahora dime todo lo que sea que ocultes bruja, ¿Quién es Davina? ─ exigió saber Klaus.

Sophie suspiró para luego comenzar a contarle a Klaus sobre Davina y el ritual de la cosecha que las brujas de Nueva Orleans hacían cada cierto tiempo para que los ancestros le dieran más poder mágico.

[...]

Elena caminó por una de las calles del barrio francés, había escapado mientras Klaus hablaba con Sophie, al no tener a nadie que la vigilará aprovechó el momento para huir.

Ella se detuvo después de unos minutos de caminar hasta un lugar, al llegar abrió la puerta de la casa y entró.

Elena no previno que alguien la tomaría bruscamente del cuello estampando su cuerpo contra la pared.

─ ¡Marcel! ─ dijo Elena.

El vampiro quitó sus manos de su cuello al ver que era Elena y no alguien más.

─ Lo siento, pensé que era alguien más ─ se disculpó él.

Elena rodó sus ojos al escucharlo.

─ ¿Alguien más?, te avisé que vendría ─ recordó Elena.

─ Nunca me confío del todo ─ dijo Marcel levantando sus hombros.

Elena suspiró, miró de reojo hacía la mesa mirando el ataúd de Elijah.

─ No pensaba llevarlo ─ murmuró Marcel.

─ Nunca dije nada ─ mencionó Elena.

─ Pero lo pensaste ─ aseguró él.

─ Si ─ confirmó el doppelganger.

Marcel la miró fijamente.

─ ¿Por qué me llamaste? ─ preguntó Marcel.

─ Creo que metí la pata ─ susurró Elena mirándolo, no estaba asustada ni preocupada pero sentía que debía decirle eso a él ─ Solté el nombre de Davina delante de Klaus y Sophie ─ le dijo.

Marcel se preocupó demasiado al escucharla decir eso.

Él sabía que tarde o temprano eso pasaría ya que Elijah había visto a Davina y además las brujas de Nueva Orleans sabían perfectamente bien que Davina estaba viva, por esa razón la buscaban para completar el ritual de la cosecha.

─ En algún momento lo sabrían ─ dijo Marcel luego de unos segundos mirando a Elena. Un poco le sorprendió ver por un segundo un rastro de preocupación en ella ya que estaba sin humanidad ─ no te preocupes por eso.

─ No lo estaba ─ murmuró Elena muy segura.

Marcel sonrió de lado sabiendo que Elena no dudaría tanto tiempo sin humanidad.

─ ¿Le entregarás el ataúd finalmente a Klaus o lo harás sufrir más tiempo? ─ preguntó Marcel cruzándose de brazos.

Elena quería eso ya que pensaba que era un poco de todo lo que Klaus se merecía por lo que le hizo cuando ella era humana.

─ Lo haré sufrir un poco más ─ murmuró Elena.

─ Bueno vas a lograrlo entonces, pero recuerda que Klaus se enoja con facilidad ─ le dijo Marcel.

Elena caminó hasta la mesa sentándose encima de ella y al lado del ataúd de Elijah.

─ Lo sé ─ dijo Elena.

─ Bien, me iré entonces, tengo algunas cosas que hacer ─ murmuró Marcel.

Elena asintió con su cabeza.

─ Adiós ─ Elena se despidió de él.

Después de unos segundos finalmente Marcel se fue del lugar dejando a Elena sola junto al ataúd de Elijah.

Elena miró el ataúd por unos minutos hasta que captó un sonido en el lugar que le llamó la atención y la puso en alerta ya que sabía que no era Marcel.

Ella con su velocidad de vampiro se tiró encima de la persona que había entrado en el lugar sin darle tiempo a nada.

─ Me gusta tenerte encima de mi pero no precisamente de esta forma ─ dijo Damon junto a un quejido después de caer al suelo.

Él había ido a Nueva Orleans después de insistir durante mucho tiempo para que Bonnie le dijera dónde estaba Elena, cuando finalmente ella se lo dijo, Damon no dudó en salir de Mystic Falls.

Cuando Jeremy murió Damon se preocupó bastante ya que sabía que Elena la pasaría mal y más al no poder regresar a Mystic Falls para ver por lo menos por última vez su cuerpo.

Damon le seguía preocupando bastante Elena, siempre le preocuparía porque a pesar de todo lo que había pasado, él aún la amaba.

En esos momentos más que nunca estaba preocupado por Elena al estar ella cerca de los Mikaelson, sabía bien que los enemigos de la familia original podrían dañar a Elena y más al tener el bebé milagroso de Klaus que Damon estaba muy seguro que varios querrían matar antes de que naciera.

─ Damon... ─ susurró Elena mirándolo sorprendida al verlo ahí ─ ¿Qué haces aquí?.

Él había dado con ese lugar al perseguir a Elena después de que la viera por una de las calles del barrio francés, incluso escuchó su interacción con Marcel desde afuera de la casa.

Con solo verla en ese momento supo que Elena no era la misma ya que no vio ningún rastro de humanidad en sus ojos y eso le preocupó pero también le dio un poco de alivio al saber que ella no estaba sufriendo por la muerte de Jeremy.

Damon llevó sus manos hacia la cintura de Elena.

─ No puedo pensar muy bien si sigues encima de mí ─ dijo Damon tragando un poco de saliva.

Elena levantó sus cejas para luego sonreír al escucharlo, Damon supo en ese momento que todo se saldría de control y no estaba equivocado.

[...]

Klaus entró de golpe a la habitación de Elena después de hablar un buen rato con Sophie.

─ ¡Elena! ─ la llamó Klaus mirando toda la habitación, al no verla se fijó en el baño pero tampoco la encontró ahí ─ mierda ─ gruñó molesto.

Klaus salió de la habitación echando chispas del enojó que tenía en ese momento al intuir que Elena había huido de la casa y también al suponer con quién estaba.

─ Esto es la guerra Marcel ─ murmuró Klaus entre dientes.

El solo pensamiento de que Elena estaba de nuevo con Marcel no le gustó para nada y más al sentirse diferente por eso, Klaus sabía que lo que estaba sintiendo en ese momento eran celos.

─ ¡Maldita seas Elena! ─ gruñó el híbrido caminando por las calles de Nueva Orleans.

Cualquiera que se cruzará en su camino iba a pagar las consecuencias de su enojo en ese momento.

¡CAPÍTULO 12!

Hola, ¿Cómo están?, espero que estén bien, aquí les dejó un nuevo capítulo de esta historia.

Klaus sabe sobre Davina, Elijah aún sigue en el ataúd y Damon llegó a Nueva Orleans.

¿Qué les pareció?.

¿Al igual que Marcel, ustedes creen que Elena no tardará tanto tiempo más en recuperar su humanidad de vuelta?

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