23.

Karlee

ALLISON Y YO SUSPIRAMOS, de pie fuera de la casa de Lydias, ella llevaba un vestido rojo de flores con un cárdigan negro encima mientras que yo llevaba una camisa blanca con una falda de mezclilla azul, similar a la que tenía Lydia pero ésta, en la parte de atrás era un pantalón corto y la parte de delante se veía como una falda lo que hace que sea mucho más cómoda para mí. Así que, básicamente, es una 'falda'. Ambos estamos nerviosos por nuestras propias razones.

Creo que aún no estoy preparada para ver a Matt y hay una pequeña posibilidad. Miro al cielo y veo que la luna llena está casi ahí, ahora mismo es una menguante así que está lo suficientemente cerca, la transición debe estar pegando dentro y me pregunto cómo estarán Isaac o Erica, incluso Boyd.

Noto a Allison tensa y sé que ella y Scott han discutido mucho últimamente.—Oye, ¿estás bien?—Pregunto, poniendo una mano en la parte superior de su brazo y ella se tensa.

Allison asiente vacilante.—Sí, estoy bien—.Sonríe tranquilizadora.—¿Y tú? Pareces asustada—.

Es tan obvio, sacudo la cabeza y fuerzo una risita.—No, es que...—me muerdo el labio.—Está bien, es obvio que nos estamos mintiendo y hablaremos de ello más tarde, pero ahora mismo, tenemos que ir a por Lydia—.

Allison sonríe y asiente.—Por Lydia—.Está de acuerdo mientras la gente pasa a nuestro lado y entramos.

Subimos al porche tras comprobar que no hay mucha gente en la fiesta como esperábamos. En el porche nos reciben Stiles y Scott que se sonroja al ver a Allison. Stiles llevaba unos jeans grises casi azules con una camisa verde y una franela azul. Scott llevaba unos pantalones grises con una blusa verde y una franela negra. A veces me cuestiono su gusto por la ropa.

—Uh, Jackson no está aquí...—Allison señaló.

—Sí, no hay nadie aquí—.Dijo Stiles y puso sus manos en las caderas mientras miramos alrededor de la piscina. El lugar está completamente desierto, dejemos de lado a las dos personas que están dentro y que se están comiendo la cara el uno al otro.

—¿Es muy temprano?—

—O tal vez, nadie vendrá porque Lydia se convirtió en una desquiciada—.Todos miramos para ver a Lydia de pie, sola, sosteniendo una bandeja de bebidas mientras mira a su alrededor con esperanza.

—Hay que hacer algo, porque la hemos ignorado por completo estas dos semanas...—Allison dijo y yo fruncí el ceño, decepcionada conmigo misma por haber abandonado a mi amiga mientras todo el drama.

—Oh Dios, apestamos, no es así—.Murmuro, mis manos tocando mis labios.—La ignoramos completamente—.

Scott mantiene sus ojos en Lydia.—Ella ha ignorado a Stiles por diez años—.

Stiles se burla, obviamente ofendido.—Prefiero pensar que yo no estaba en su radar aún...—

Scott suspira.—No le debemos una fiesta—.

—¿Y qué tal volver a la normalidad?—.argumenta Allison.

—¿Normalidad?—

—Ella no sería la 'loca del pueblo' si no fuera por nosotros —.Señalo y ellas suspiran, sabiendo que tengo razón.

Todos miramos a Lydia, que levanta la vista, con los ojos agitados en un intento de no llorar, luego vuelve a bajar la vista y se acomoda las bebidas. Me encuentro frunciendo el ceño y la mano de alguien toca mi codo haciéndome girar para ver a Stiles dándome una pequeña sonrisa que devuelvo débilmente antes de desviar mi atención de nuevo a la rubia fresa.

—Puedo usar mi estatus de co-capitán para traer al equipo de lacrosse.—Scott ofrece y yo sonrío.

—Sí, conozco a unas personas que pueden hacer que funcione. De verdad, funcione—.Stiles vuelve a meterse las manos en los bolsillos mientras nosotros le miramos interrogantes.

—¿Quien?—

—Los conocí la otra noche...Digamos que saben cómo festejar—.

Pasan unos minutos y me quedo en la esquina con Lydia. Suena el timbre y ella abre la puerta para ver un montón de...gente de aspecto exótico. Stiles y yo tenemos que hablar porque la mitad de esta gente parece tener más de treinta años. Lydia les abre la puerta ampliamente y yo sonrío mientras me da un trago.

Isaac

Pude escuchar los fuertes gritos de Ericas y los gruñidos tensos de Boyd, ambos en la parte de atrás mientras yo me sentaba en la parte de adelante mientras me sujetaba los brazos pero no dejaba ver el dolor, no mucho.—¿Por qué tu no sientes esto?—

—Siento cada segundo—.Derek murmura pero no muestra un parpadeo de dolor.

Me viene a la mente Karlee, nunca querría hacerle daño, no como lo hice en el armario.—¿Cómo lo controlas?—

—Encuentra un ancla, algo con significado. Te amarras a eso. Y el lado humano mantiene el control—.

Eché la cabeza hacia atrás para intentar controlarme y cuando dijo eso, Karlee se quedó clavada en mi mente.—¿Qué es para ti?—

—Enojo—.Derek contestó dubitativo y yo fruncí el ceño, no siento ira cuando pienso en Karlee, siento algo muy poderoso. Derek se dio cuenta de esto.—Pero no es lo mismo para todos—.

—¿Hablas de Scott?—

—Sí—.

Karlee

Después de terminar mi tercera copa de lo que sea que haya hecho Lydia que sabía bien en cierto modo pero también raro ya que no estoy muy familiarizada con el sabor sin embargo. Me fijo en Matt y me alejo rápidamente, entrando en la casa y luego despertando en la sala de estar y ¿alguna vez has tenido esa sensación de que alguien te está siguiendo? Pues yo sí y sé que me ha seguido.

Me doy la vuelta y me cruzo de brazos.—Tienes dos minutos—.

Matt se aclara la garganta.—Bueno.—Asiente torpemente con la cabeza.—Sé que tomé fotos de ti y debí pedirte permiso... Pero, ¿es un delito que crea...que eres hermosa, y que crea que eres la modelo de la fotografía perfecta?—

Me muevo incómoda y trato de no parecer grosera aunque tengo todo el derecho a serlo.—Matt algunas fotografías, no se...ni como las tomaste..—

—Lente telescópica. Quiero decir, vamos, Karlee, los fotógrafos las llaman 'espontaneas'—.

—Sí, bueno, la policía lo llama 'acoso'—.

—¿Acoso? Entonces, ahora soy un acosador, ¿es enserio? ¿Crees que tapice mi cuarto con fotografías tuyas? Crees que soy esa clase de hombre que diría: '¡Bueno, si yo no puedo tenerte, nadie puede!'—.

Matt da unos pasos hacia delante mientras noto un familiar pelo rizado desgreñado.—¿Sabes qué? Entiende, porque hay muchas chicas bonitas caminado por la habitación cada cinco minutos—.

Le miro fijamente, con las cejas fruncidas cuando se da cuenta de lo que ha dicho y baja la mirada.—Bueno, entonces, sólo tienes que esperar otros tres. Buena suerte—.Salgo.

Matt me agarra del brazo.—Karlee...espera—.Gracias a mis clases de boxeo, alzo el puño y le doy un puñetazo en la nariz y luego le doy una patada en las rodillas haciéndole caer al suelo y gimiendo.—¿Cuál es tu problema?—

—Yo...—¿Por qué iba a hacer eso?

Sacudo la cabeza y me apresuro a salir de la habitación y bajar las escaleras hasta que me meten en una habitación, con las manos sobre los labios y estoy a punto de gritar hasta que me fijo en Isaac. Él sonríe y me suelta.—Isaac, hola. ¿Qué estás haciendo aquí?—

—Lo tengo controlado—.Isaac responde y cierra la puerta, echando el pestillo antes de volverse hacia mi y aplastar sus labios contra los míos. Estoy ligeramente confundida pero no lo alejo, sus manos van a mi estómago mientras profundiza el beso pero se siente...transparente.

Isaac se separa, sus manos suben a mi mejilla y las ahueca mientras me mira fijamente a los ojos.—¿Quieres saber algo, princesa?—Preguntó, acariciando mis dos mejillas y mis ojos se ablandan, asintiendo incontroladamente, completamente hipnotizada por él.

—Sí—.

Isaac sonríe. —Creo que eres...—se lame los labios, los ojos se oscurecen.—Eres superficial y estúpida—,comienza y mis cejas se fruncen, pareciendo que no mentía. No se pasó una mano por el pelo. Isaac se pasa una mano por el pelo cuando miente. Dice la verdad.—E inútil. ¿De verdad creías que podía sentir algo por alguien como tú?—

—Para—.Susurro, mis ojos arden con lágrimas que amenazan con derramarse.—Por favor, para—.

Isaac se ríe amargamente y se dirige al armario.—Tengo un regalo para ti, Karlee—.Abre el armario y allí, mi madre, degollada, con los ojos y los labios cosidos con un tubo de metal atravesado en la cabeza mientras yo la miro fijamente. Isaac va lentamente detrás de mí, rodeando mi cintura con sus brazos e inclinando su cabeza hacia abajo.—¿Qué te parece?—

Todos mis sentidos regresan a mí y un grito chillón escapa de mis labios que sólo se hizo más fuerte cuando Isaac me patea al suelo, agarrando un jarrón de cristal transparente y lanzándolo junto a mi cabeza mientras me escudo el cuerpo, sintiendo que un trozo entra justo debajo de mi ojo y miro al cadáver de mi madre, gimiendo con lágrimas escapando de mis ojos.

Me vuelvo hacia Isaac.—Bueno, eso es culpa tuya—.Se ríe amargamente de mí.

—Podrías haberme cegado-mataste a mi madre. ¿Cómo pudiste?— Pregunto, sollozando mientras él se ríe, abriendo la puerta y saliendo. Me levanto rápidamente y me apresuro a seguirle, pero ya no está, todo ha desaparecido. Vuelvo a entrar en la habitación y veo que mi madre ya no está, que no hay cristales rotos ni astillas en mi ojo.

Estaba alucinando.

Me apresuro a la cocina y abro el fregadero, salpicándome inmediatamente la cara con agua, respirando con dificultad después de lo que acabo de presenciar. Parecía tan real. Como si fuera una señal, Stiles y Scott se apresuran a entrar en la cocina.

—Lydia puso algo en las bebidas—.

—Qué inteligente eres, Stiles—.

Isaac

Me retorcí, mis uñas se rasgaban y eran reemplazadas por garras, mi cabeza se echaba hacia atrás. Los gritos y gruñidos de Boyd y Ericas no me ayudaban, sólo lo empeoraban, pero cerré los ojos, pensando en la persona que hizo que ser un hombre lobo, que hizo que la vida fuera mucho mejor y alejó mi trauma. Karlee Russo.

Karlee me controla, controla mi mente y mi cuerpo, lo curioso es que ni siquiera sabe cuánto control tiene sobre mí. Pienso en el momento en el armario, pienso en la sesión de estudio, pienso en el día de hoy, pienso en la clase de Química y en lo rápido que latía su corazón. Aunque ella tiene control sobre mí, yo tengo control sobre ella. No soy presumido, sólo estoy constatando los hechos. Sus latidos se aceleran ante mi contacto, incluso su cara se enrojece.

Derek entra mientras yo sigo balanceándome curiosamente hacia adelante en mi asiento pero de repente, Erica se suelta junto con Boyd que ambos lo atacan pero yo no, me detengo para no soltarme pero no pude ayudar a Derek. No sé si podría enfrentarse a los dos.

Entonces me vuelvo para ver a Derek encadenando a Erica pero Boyd estaba a punto de arremeter contra él así que rompo las cadenas, atacando a Boyd mientras pienso en Karlee. Lo sujeto mientras Derek hace lo mismo con Erica. Se vuelve hacia mí y parece sorprendido pero me envía un firme asentimiento.

Después de encadenar a los dos y ahí fuera, me vuelve a sentar y empieza a encadenarme de nuevo pero no me resisto, mantengo la cara seria mientras miro al frente.—Estarás bien ahora. Encontraste un ancla. ¿Quién?—

—Una chica—.Su cabeza se dirige hacia mí mientras yo mantengo la cara recta pero los labios se curvan lentamente, ya no siento ningún dolor.

—Karlee—.Derek habla por mí.—Es obvio—.

—Ella es mi ancla—.

Karlee

Observamos como los idiotas -quiero decir los chicos- saltan a la piscina haciendo que mi cara se frunza hasta que dos chicos levantan a Matt, no importa, no son idiotas.—¡No sé nadar! No, no, no, no, ¡en serio! ¡No sé nadar! No sé nadar!—Lo tiran a la piscina.

Matt se ahoga mientras mis ojos se abren de par en par. Realmente no sabe nadar. Sorprendentemente, Jackson lo saca.—¿Se les perdió algo?—,pregunta Matt mientras pasa por delante de nosotros, con los ojos puestos en mi antes de irse.

Oímos las sirenas de la policía.—¡La policía llegó! La fiesta se acabó—.Todo el mundo sale corriendo. Todos gritan dramáticamente y huyen mientras Scott me agarra de la muñeca y sale corriendo conmigo.

Conseguimos salir y vemos a Matt mirándonos furiosamente y nuestras cejas se fruncen hasta que vemos al Kanima a su lado.

Maldita sea.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top