Isaac

MIRÓ CON NERVIOSIDAD MIS CALIFICACIONES, mordiéndome el labio con nerviosismo mientras mis manos juegan con un pequeño trozo de papel rasgado. —Um... hasta ahora es un nueve en francés y ocho en economía—. Le digo a mi padre mientras asiente con una pequeña mirada de aprobación mientras rezo en silencio para que no me pregunte por química, pero claro, el mundo va en contra de todos mis deseos.

—¿Y en Química?—Pregunta, mordiendo un trozo de pollo mientras me mira, disfrutando de mis hombros tensos y mis ojos vacilantes pero padre, oh padre, ya no soy el niño frágil y débil que encerraste en el congelador pero aún no soy consciente de lo que soy capaz. Es mejor que no me pongas a prueba.

—No estoy muy seguro...—Me siento decepcionada conmigo mismo por dejar que mi voz sea tan débil después de que Derek me diera poder. Comienzo a jugar con el papel de nuevo.—pero, tenemos exámenes en unos días, podría subir...—

Papá mira el papel, masticando con una expresión imperturbable.—¿ Qué tienes ahora?—.

Lo miro lenta y nerviosamente.—¿De calificación?—

—Um, sí—.

No me atreví a mirarlo a los ojos, a pesar de mi fuerza, no podía dejar pasar lo que me había hecho. Fuerte o débil, siempre temeré a mi padre.—Uh, no me acuerdo...—Le miento.

—Tú dijiste que podías subir—.Señaló mientras dejaba de comer, sé que no está tranquilo aunque lo más seguro es que lo parezca.

—Lo decia...—Me paso una mano por el pelo desgreñado.—-Como algo en general—.Continúo con mi mentira, aún sin poder mirarlo a los ojos.

Papá entonces comienza a comer mientras sus cubiertos chirrían sobre el plato y yo doy un respingo, el sonido es mucho más fuerte con mi mayor capacidad auditiva.—No me mentirías, ¿o si, Isaac?—

Hazlo, Isaac, hazlo ahora. Levanto lentamente la vista y me encuentro con el frío susto de mi padre y siento cómo se me eriza el vello del cuello con la piel de gallina recorriendo mi cuerpo.—No—.

—Dime la calificación—.

Incapaz de mantener el contacto visual con él, vuelvo a bajar la vista a mi papel con vacilación.—Te acabo de decir, no-no lo sé—.

Papá pone una sonrisa, pero es falsa y amarga.—¿Quieres que tengamos esta conversación abajo?—.Me advierte. Sé lo que hay abajo. No puedo bajar las escaleras. No otra vez. Nunca más. No respondo, sólo le miro a los ojos y niego con la cabeza.

—¿No? Entonces dime la verdad, hijo—.

Hijo. Oh, cómo se atreve a llamarme así.

—Papá, solo llevamos medio semestre...—empiezo y lo ignoro cuando dice mi nombre.—Hay mucho tiempo...—

—Isaac—.

Vuelvo a mirar a mi papel.—Es... es seis—.Lo admito.

—De acuerdo. Es seis—.Acepta y lo miro con cansancio, buscando un indicio de enojo, pero su rostro no muestra nada mientras sigue comiendo.—No creas que estoy molesto—. Aseguró.—Pero, tendré castigarte por esto. Porque, es mi responsabilidad como padre. Así que, comenzaremos con algo, como...—mira a su alrededor.—lavas los trastos y limpias la cocina bien, ¿sí?—.

Siento una sensación de alivio como si me hubiera recuperado.—Sí...—.

—Bien—.Toma un sorbo de su bebida.—Porque quiero ver este lugar impecable, hijo—.Tira el vaso.—¿Me entiendes?—Mis ojos se apartan lentamente del vaso y se dirigen a él.—¿Si? Hablo de toda la cocina—.Tira la comida y la mesa al suelo.

Siguiendo mi primer instinto, salto de la silla y me abrazo a mi cuerpo.—Sí, absolutamente...¡impecable!—Me lanza un jarrón de cristal y siento que un dolor punzante me invade por la mejilla, casi hasta el ojo. Levanto lentamente la vista con una expresión de dolor tanto físico como mental por el hecho de que mi padre intente cegarme.

Sus ojos se encuentran con el arañazo mientras mi mano sube lentamente y hago una mueca de dolor al sacarla, esperando que se disculpe, pero nada.—Eso fue tu culpa—.¿Mi culpa? Oh, ahora estoy enfadado.

Me pongo en pie lentamente y, aún desde lejos, me elevo por encima de mi padre y siento el marco de pintura a mis espaldas, amenazando con caer.— ¡Pudiste dejarme ciego!—

—¡Cierra la boca! ¡Es un rasguño! Ni siquiera...—El dolor desaparece lentamente y mis cejas se fruncen, las manos suben para sentir que la sangre ya no está allí.—¿Isaac? ¿Isaac?—Salgo corriendo de la casa y me subo a la bicicleta.

Continúo hasta llegar al loft de Dereks y me escondo escuchando como el coche de mi padre se detiene y sale por detrás para llamarme y luego sale del coche haciendo que los escalofríos recorran mi espina dorsal. Justo cuando estaba a punto de salir, oigo un gruñido que va detrás de mi padre y asomando la cabeza, veo como mi padre es destrozado mientras un grito escapa de sus labios. No sé cómo sentirme. Feliz o triste.

Feliz de que por fin pueda estar vivo y libre o triste por haber perdido a mi única familia.

Me apresuro a ir al loft de Derek.—¿Derek? ¡Derek!—Grito.

—¿Qué pasa?—

—Mi padre...Creo que está muerto...—Admito mientras sus ojos se vuelven de un color rojo.

— ¿Qué hiciste?—

— Ese es el problema...no he sido yo—.

Karlee

Me senté junto a las gradas, haciendo mis deberes mientras Stiles y Scott—que estaban sentados a ambos lados de mí—hablaban juntos sobre el nuevo hombre lobo. No iba a decirles que podría ser sólo Isaac porque si me equivoco, tendríamos que explicarle todo sobre lo sobrenatural y si hay una pequeña posibilidad de que no sea él, lo aceptaría porque quiero mantenerlo a salvo.

Los dos chicos a mi lado parecían tensos.—Era como un aroma, pero no sabría decir quién es—.Habló Scott, inclinándose para estar cara a cara con Stiles y éste hizo lo mismo mientras yo seguía haciendo mis deberes porque viviendo en el mundo sobrenatural, sé que no tendré la oportunidad de hacerlos después de la escuela.

Stiles hace una pausa antes de decir:—¿Y si estuvieras a solas con el?—.Miro a los dos.—¿Ayudaría?—Pregunta y vuelvo a mirar hacia abajo, con un picor en la garganta.

Scott sigue mirando a su alrededor en busca de posibles hombres lobo y luego comienza a asentir lentamente, lamiéndose los labios antes de responder con un vacilante—Claro..—

—Bien, creo que tengo una idea—.Stiles se puso de pie y luego salió corriendo mientras yo mantenía la vista en mis tareas.

Scott me empujó y lo miré, levantando una ceja hasta que noté la mirada que me lanzó.—¿Otra vez?—Levanto una ceja mientras él sonríe tímidamente.—No—Vuelvo a mirar hacia abajo y él se queja.

—Vamos, puedes dejar un par de preguntas sin contestar, pero en serio me voy a atrasar en las clases y tú eres la única aquí que es bastante buena—.

—Oye, puedo ser mala—.Sonrío lentamente.—Como si no fueras a hacer tus tareas—.

La cara de Scott se cayó al darse cuenta de que esto le acaba de salir por la culata.—No puedes hacer eso—.Lentamente comenzó a relajarse, perdiendo su aura tensa. Le lanzo una mirada desafiante.—Bien, dos paquetes de barritas de chocolate—.Me ofrece.

—Trato hecho—.Le doy una palmadita en el hombro y él sonríe y me da un codazo.—¿Qué?—Asiente con la cabeza y veo a Isaac desde el otro lado del campo mirándonos, sonrío ligeramente y le hago un gesto con la mano, pero él sólo me ignora y se da la vuelta.

Se me frunce el ceño.—Hola—,Scott me hace girar hacia él y fuerzo una sonrisa.—Olvídate de él—,sus ojos van detrás de mí.—Y mira, alguien más no puede dejar de mirarte—.Me giro para ver a Matt que estaba charlando con Jackson mientras me miraba fijamente.

—Sí, pero no es lo mismo...—,suspiro.—No importa—.

Stiles corrió hacia nosotros.—Le dije al entrenador que tomarías el lugar de Danny—.Habló sin aliento.

—Odio ser portero—.

—El odia ser portero—.

Hablamos al unísono, confundidos.—¿Recuerdan que tuve una idea...?—Nos pregunta Stiles y nosotros asentimos lentamente, sin entender su plan.—Esta es la idea—.

Rápidamente lo entiendo, él podría jugar a la portería y luego poder acercarse lo suficiente para olfatear al supuesto hombre lobo.

Scott sonríe.—Ah.—Suelta ese sonido que demuestra que entiende la idea haciendo que Stiles sonría.

—Ya está—.

La sonrisa de Scott vacila lentamente.—¿Cuál idea?—Lo miramos incrédulos.

Parpadeo a los dos.—¿Cómo sobreviven ustedes dos, idiotas?—Preguntó con curiosidad—tal vez no Stiles pero el IQ de Scott es muy cuestionable.

—Karlee...—alguien susurró y miró alrededor.—Isaac, es él...—

¿Qué?

Stiles también se queda mirando sorprendido.—De verdad no entiendo cómo sobrevives sin mí a veces—. Agarra a Scott y lo lanza al campo.

—¡Vamos! Fórmense!—Todo el mundo en su casco.—¡Deprisa! Enorgullezcan a papi!—Grita el entrenador y mis ojos se encuentran con Isaac, sus ojos brillan de un dorado intenso antes de ponerse el casco, mirándome fijamente durante un largo momento antes de darse la vuelta.

Mis labios se separan.—Mierda...—susurro para mi misma. Bueno, Isaac acaba de confirmar mis pensamientos y el susurro.

Él es el hombre lobo.

Empiezan a jugar y Scott sale corriendo de la portería y luego tira a la persona al suelo, olfateándola y aunque sé que no debería, no pude evitar la risita que se me escapó con lo raro que parece. Scott le ayuda a levantarse y continúa olfateándole.

—A menudo, el portero se queda cerca de la portería donde se da el gol—.Le dijo el entrenador y él asintió, volviendo a la portería.—¡Sigamos!—

Los ojos de Matt se cruzan con los míos por un momento antes de atrapar la pelota y comenzar a correr, pero Scott lo taclea y yo hago una mueca de dolor, Scott no va a ser fácil. Scott se pone encima de Matt y empieza a olfatear pero, obviamente, no es él. Podría irrumpir y decírselo a Scott, pero el entrenador no me lo pondría fácil.

Además, ver esto es mucho más divertido.

—¡McCall! La posición es de guardameta, no de abandona'meta'—Gritó el entrenador y Scott asintió antes de abordar a otra persona haciendo que me mordiera el labio, riendo en silencio con la mano en los labios.—Stilinski, ¿que demonios le pasa a tu amigo?— le pregunta el entrenador a Stiles.

Stiles mira a Scott que sigue oliendo. —Uh, está reprobando dos materias, es malo socializando, y, si lo mira de cerca, tiene la quijada dispareja—.

—Interesante—.

Scott entonces aborda a Danny y éste le dice algo que parece hacer reír a Scott y luego se quita de encima.

—¡McCall! ¡Si sales de la portería una vez más, te haré entrenar hasta que te suicides! ¡Será el primer entrenamiento que termine en suicidio! ¿Entiendes?—El entrenador gritó.

—Sí, entrenador—.

Jackson comienza a frotar su hombro. Falso.—Entrenador, me duele el hombro...Me quedare en la banca esta vez—se acerca a mí y toma asiento a mi lado. Le miro antes de cerrar mi carpeta y miro el partido.—¿Qué opinas de Matt? —.

Rara vez hablamos, así que me sorprendió que me hablara. Lo miro y me encojo de hombros.—Es simpático—.Miro para ver a Isaac a continuación, lo que hace que me ponga tensa y me siente recta mientras Isaac mantiene el contacto visual con Scott.

Mis hombros se tensan cuando Isaac atrapa la pelota y luego comienza a correr, sus pies patean tan fuerte que la tierra salta del suelo detrás de sus piernas y también lo hace Scott, que tenía una mirada de comprensión, probablemente ya sabiendo que es Isaac, pero al igual que yo, que necesitaba tranquilidad. Los dos se abordan mutuamente y acaban de rodillas y con las manos en la tierra, mirándose a los ojos, ambos dorados.

Me levanto y me apresuro a alejarme de Jackson mientras Isaac se levanta del todo y se dirige hacia mí. Una mirada de preocupación cae sobre su rostro cuando se acerca a mí, poniéndose muy cerca y puedo sentir su mano cerca de la mía.—No se lo digas. Por favor, no se lo digas—.Me susurró mientras escuchaba a los policías.

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No pude evitar los gifs

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Daniel Sharman> vida