XXVII. SEEKER
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James y Lexie cayeron rendidos en la cama del azabache, tuvieron un día muy pesado. Primero fueron las clases y luego el arduo entrenamiento. El Gryffindor estuvo ayudando estos últimos días a la ojiverde, las pruebas serían el día siguiente.
–Me duele todo el cuerpo. –Lexie dió un suspiró largo.
–De nada. –rió James. –Pero debes admitir que hoy fue divertido.
–Sí, fue muy divertido. –rodó sus ojos divertida. –Eres muy bueno en esto.
–Por algo me nombraron capitán. –soltó una risita.
–Bueno, iré a ducharme. –se levantó.
–¿Luego volverás? –preguntó James con un puchero.
–Posiblemente. –sonrió picaramente. –O posiblemente me encuentre con un Ravenclaw. –tomó la perilla. Lexie vio la expresión del azabache. –Es broma, te veo en la Sala Común para ir juntos al banquete.
–Es una... un... –tartamudeo, no sabía que decir.
–Nos vemos luego, James. –Lexie salió de la habitación para buscar sus cosas e ir al baño de prefectos.
James se lanzó frustrado a la cama.
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Al día siguiente, Lexie se había despertado muy temprano, quería estar preparada para las pruebas.
Al bajar, ya con el uniforme de Quidditch, se encontró con James, quien estaba acostado en los sillones.
–Buenos días, deer. –sonrió Lex.
James se pusó de pie rápidamente. –Buenos días, bear. –sonrió de lado. –El uniforme no te queda para nada mal. –habló coqueto.
Lexie rió. –¿Qué dices? A mí todo me queda bien, hasta un saco de papa se me vería excelente.
Ambos rieron al unísono y salieron de la Sala Común.
Lexie en el trayecto daba pequeños saltitos, a James le pareció tierno como caminaba la ojiverde.
–¡Lexie! –llamó James, haciendo que la rubia se detuviera.
–¿Qué sucede? –miró al azabache.
–¿Qué te parece si luego de las pruebas vamos a festejar a Hogsmeade? –se rascó su nuca, estaba nervioso. –Hoy tenemos salida al pueblo.
–Amm... claro. –sonrió Lex. –Una salida de amigos. Deberíamos avisarles a los chicos.
–No. –negó con la mano. –Me refería una salida solos tú y yo, como en los viejos tiempos cuando éramos solo los dos. –rió nervioso.
–Oh, claro. –tragó en seco. –Una salida de mejores amigos. –sonrió, no quería admitir que estaba nerviosa.
–Auch. –eso le dolió al azabache. –Una cita, eso quiero que sea. –murmuró para él mismo.
–¿Dijiste algo? –ladeó un poco su cabeza.
–No, tranquila. –trato de sonreír. –Debemos apresurarnos.
Al llegar al Gran Comedor, en las mesas solo había unos cuantos alumnos. Era sábado, ¿Quién es su sano juicio se levantaría a las 8 am para desayunar? Bueno, Lexie y James eran uno de ellos.
El desayuno fue tranquilo. James le insistía a Lexie que comiera, la rubia estaba tan nerviosa que creía que iba a vomitar si seguía comiendo.
–Vamos, Lex. Termina ese té y las tostadas.
–James, lo vomitaré en el campo. –dijo asqueada. –Solo por esta vez no terminaré el desayuno. –hizo puchero.
Al azabache le pareció tan tierna la expresión de la rubia que solo asintió.
Lexie logró visualizar en la mesa de Ravenclaw al castaño.
–¡Stefan! –gritó para llamar su atención. El ojimiel comenzó a murmurar por lo bajo.
El ojiverde cerró el libro que estaba leyendo y se acercó a la rubia.
–Hola, Lex. –beso su mejilla provocando un sonrojó.
–Hola, Stef. –sonrió nerviosa.
–Miller. –James se cruzó de brazos.
–Potter. –sonrió. –No sabía que jugabas Quidditch. –vió el uniforme.
–Por ahora no estoy en el equipo pero dentro de unos minutos se realizan las pruebas. –aplaudió emocionada. –Me postulo para Buscadora.
–Lexie es muy buena manejando la escoba. –sonrió orgulloso. –Sé que será la mejor buscadora que el equipo haya tenido. –sonrió de lado mirando a la rubia quien se sonrojó por las palabras del azabache.
–De eso no tengo dudas. –miró a Lexie. –Tienes algo... –Stefan levantó su pulgar para limpiar las migajas que estaban en la comisura del labio de Lexie.
Al azabache le hervía la sangre ver como ese Ravenclaw tocaba la mejilla de su Lexie. –Lexie, debemos irnos.
–Gracias. –sonrió nerviosa Lex terminando de limpiarse ella sola. –Espero verte en el campo porque me sorprende que últimamente estas saliendo de tu Sala Común. –rió.
–Bueno, ahora tengo una excusa para salir todos los días. –dijo coqueto mirando a la rubia. –Estaré ahí. –sonrió.
–Eso... amm... es... –tartamudeo nerviosa. –Te veo allí. –se levantó torpemente. Caminó de espaldas. –Hasta lue... –chocó contra un alumno. –Lo siento. –dijo nerviosa, el castaño reía al ver como Lexie se disculpaba con un Hufflepuff. –Adiós. –se giró. –Que tonta. –murmuró golpeándose la frente. –¿Qué me está sucediendo? –susurró.
James en todo el trayecto al campo estaba callado al igual que Lexie, aunque de vez en cuando la miraba de reojo.
Al llegar el azabache le entregó una escoba a la rubia ya que no tenía una propia.
–Bien, Lex. –agarró ambos hombros de la ojiverde. –Lo harás increíble, quedaras en el equipo. Lo sé. –sonrió para tranquilizarla. –No estés nerviosa, eso te puede jugar en contra. –Lexie asintió. –Imagina que solo somos nosotros compitiendo, como lo hacemos en mi casa.
–Sí, lo haré. –exhaló.
–Confía en ti. Yo confío en ti. –la acercó para darle un cálido abrazo. –Sé que puedes hacerlo.
–Gracias por esas palabras, deer. –susurró.
[...]
Los alumnos quienes iban a hacer las pruebas para entrar al equipo se estaban reuniendo. En las gradas se lograba ver a Sarah, Leah, Camille y Marlene, Lily, Sirius, Remus y Regulus se estaba acercando a las chicas. Por otro lado estaban Stefan y Paige. Peter se había quedado dormido.
–¡Por si no lo saben, soy el nuevo capitán! –comenzó James. –¡Solo tenemos el puesto para buscador, un cazador y un bateador! ¡Eso quiere decir que solo tres de ustedes serán seleccionados! –Lexie sonrió al escuchar ese tono de superioridad que tenía James. –¡Comencemos con el puesto de cazadores!
Cuatro chicos pasaron al frente, debían quitarle la quafflle al capitán y anotar tantos puntos posibles, obviamente había un guardián. James también tomaba en cuenta la habilidad, destreza y rapidez.
Al terminar, los siguientes fueron los bateadores, estaban a cargo de Trixie Jenkins.
Por último fueron las pruebas de buscador, solo dos se presentaron, Lexie Baker de sexto año y Aiden Green de séptimo año. ¿Por qué un alumno de séptimo querría entrar al equipo en su último año? Bueno, porque quería que lo recordarán por ser uno de los mejores del equipo, su ego era demasiado grande, no le iba a gustar si una chica le ganará.
–¡Soltare la Snitch, el primero en tomarla estará en el equipo! –gritó James. –¡A sus escobas! –le regalo un guiño a Lexie.
La rubia y el pelirrojo ya estaban en el aire esperando a que el azabache liberará la Snitch.
Una vez que la pequeña pelotita dorada fuera liberada, ambos Gryffindor se propusieron la tarea de buscarla.
Lexie logró localizarla, gracias a su sensible oido, ¿Eso era trampa? No lo sabía, ya que no podía evitar tener esa habilidad. La rubia se aproximó con una rapidez, pero el pelirrojo la vió y tomó rumbo hacia donde se dirigía la ojiverde.
Frente a Lexie estaba la Snitch, ella estiraba la mano para poder alcanzarla, pero Green se apego a ella, empujándola por lo que la Baker tomó más impulso y lo rebasó.
James al no ver la cosa dorada tocó un silbato. La prueba ya había culminado. Y ambos Gryffindor descendieron.
–¿Quién atrapó la Snitch? –preguntó James.
El chico Green tiro su escoba y se cruzó de brazos, James desvió su mirada a Lexie y la veía sonreír. La rubia levantó la pequeña pelotita dorada para que todos la vieran.
Lexie Baker había atrapado la Snitch dorada. Todos sus amigos celebraron el triunfo de la Gryffindor.
James sonrió ampliamente. –¡Las pruebas han terminado! ¡Y ya tenemos a los tres nuevos miembros del equipo! ¡Para el puesto de cazador estuvo muy peleado pero finalmente se logró seleccionar a uno! ¡Jennifer Harris, bienvenida al equipo! –la castaña dio saltos de alegría. –¡Ahora Trixie dará el nombre del nuevo bateador!
–¡El bateador que he seleccionado y fue aprobado por nuestro capitán es Theodore Young! –el pelinegro sonrió ampliamente.
–¡Y por último el puesto de buscador! –habló James. –¡Se queda en el equipo Lexie Baker! –la rubia dio un gritito de alegría y sus amigos festejaban a lo lejos. James estaba muy orgulloso de ella. –¡Quiero felicitar al resto de los que se postularon, lamentablemente no pudieron entrar pero eso no quiere decir que no lo intenten el próximo año! ¡Muchas gracias! –dicho esto todos se fueron del campo a excepción de James y Lexie.
La rubia corrió hacia donde se encontraba el azabache y se lanzó, James logró atraparla y dieron un giro.
–¡James, entre!
–Lo sé. –acomodó un mechón. –Sabia que podías hacerlo. –sonrió.
–¡Soy la nueva buscadora de Gryffindor! –dió pequeños saltitos.
–¡Lexie! –el Ravenclaw se estaba acercando.
–Vuelvo en un momento. –le sonrió a James. –Prometo no tardarme. –se acercó al castaño.
–¿Me pregunto quién habrá quedado como buscador? –bromeó.
–No lo sé. –le siguió el juego.
–Creo que iré a buscarla. –se dió vuelta. –Espera... si la nueva buscadora eres tú. –se acercó para alzar a la rubia.
Lex reía. –Gracias, gracias.
–Sabía que podías hacerlo. –sonrió. –¿Qué te parece si festejamos en Hogsmeade?
Lexie se giró para mirar al azabache, quien la estaba esperando. –Lo siento, Stefan pero hoy la pasaré con James. –sonrió. –En otra ocasión será.
–No hay problema, puedo esperar a salir contigo. –beso la mejilla de la rubia. –Te veo luego, Lex. –sonrió y se fue con Paige quien la saludaba de lejos.
La Baker se acercó a nuevamente a James, junto a él se encontraban todos sus amigos.
–Miren quien se acerca. –hablo Sirius. –Si es la nueva buscadora de Gryffindor.
Lexie se acercaba como si de una pasarela se tratara. –Gracias, gracias. –saludaba con la mano.
–¡Así se hace, Rubia! –Sirius se acercó y la levantó. –Felicidades.
Remus se acercó y la felicito. Al igual que las chicas.
–Cuando nos toque enfrentarnos no tendré piedad. –dijo burlón Regulus.
–Ni yo, Reggie. –sonrió Lex. –Te ganaré, Black.
–En tus sueños, Baker. –ambos rieron al unísono.
Tanto Lexie y James fueron a ducharse, obviamente por separado.
Era hora de la salida a Hogsmeade, James estaba peinando su alborotado cabello.
–¿Cita con Lily? –preguntó Peter. –¿Ya te hizo aceptó una salida?
Remus y Sirius se miraron.
–No, de hecho voy a salir con Lexie.
–Al fin, James. –habló exageradamente Sirius, Remus reía.
–Wow, ¿ya le dijiste lo que sientes por ella? –dijo Peter.
–No, y no creo que se lo diga ahora. –agarró su chaqueta. –Hoy solo quiero salir con ella.
–¿Todo a su tiempo? –sonrió Remus.
–Sí, Moony. Todo a su tiempo. –salió de la habitación.
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Lexie ya se encontraba en la Torre del Reloj, vestía un par de jeans y una blusa blanca, su cabello estaba recogido con algunas mechas rebeldes sobre su rostro.
–¡James! –levantó la mano para que la viera.
–Hola, Lex. –miró de arriba a abajo a la rubia. –Estás hermosa. –sonrió nervioso.
–Gracias. –soltó una risita. –Tú tampoco te ves nada mal.
–El encanto Potter. –rió James. –¿Tienes el permiso?
–Sí. Ten. –le entregó un papel al azabache.
–Vamos a entregárselo a Minnie.
Los Gryffindor se acercaron a la profesora McGonagall quien estaba recibiendo los permisos para Hogsmeade.
–Hola, Minnie. –saludó Lex.
–Señorita Baker. –sonrió. –Señor Potter.
–Hola, Minnie.
–¿Tienen los permisos?
–Sip. –sonrió Lex. –James, dáselos.
Le azabache le extendió los dos permisos y la profesora los recibió.
–¿Sólo dos? –preguntó confundida. –¿Y los permisos de sus amigos revoltosos?
–Bueno, Minnie hoy solo seremos James y yo. –sonrió. –Como en los viejos tiempos.
Minnie sonrió ampliamente. –Que se diviertan. Y Lexie, felicidades por entrar al equipo.
–Gracias, Minnie. –abrazó a la bruja mayor. –Prometo no defraudarla. –le susurró.
–Sé que no lo harás. –acarició la espalda de la rubia. –Ahora vayan a festejar.
–Vamos, Lex. –tomó la mano de la rubia y la guió a los carruajes.
Minnie se quedó mirando a la pareja y sonreía.
°•°•☆°•°•
Una vez en el pueblo, su primera parada fue Honeydukes. Lexie quería comprar algunos dulce.
–¿Ya te abasteciste de tus dulces favoritos? –preguntó James.
–Sí, debemos ir a pagar.
Al acercarse al mostrador Lexie dejó los dulces para que la señora le diga el precio total.
–Son tres Sickles.
Lexie estaba por sacar su dinero pero James la detuvo.
–Yo invito. –le susurró. –Aquí tiene. –dejo las monedas sobre el mostrador.
–Muchas gracias. –le extendió la bolsa a Lexie.
Al salir, Lexie lo miró. –¿Qué? –enarcó una ceja.
–Tú sabes que no me gusta que me paguen las cosas. –se cruzó de brazos.
–Hoy es tu día y quise darte este regalo.
–No es mi cumpleaños, James. Solo quedé en el equipo.
–Lo sé pero quería hacerlo.
–Yo invito las bebidas. –lo apuntó.
–Bien, bien. –levantó ambas manos como si lo estarían asaltando.
La rubia y el azabache se encaminaron a las Tres Escobas, iban a tomar una cerveza de mantequilla.
Durante la tarde ambos conversaron, James le explicaba la estrategia para el primer partido contra Hufflepuff, Lexie lo escuchaba atenta. La rubia también le contaba sobre algunas cosas que le sucedieron, el azabache la miraba embobado, le encantaba escucharla.
Pasaron uno de los mejores días, eran solo ellos dos como en los viejos tiempos.
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Hola, hola!!!
Lex es buscadora, Yey.
Minnie los shipea jajaja.
No se olviden el nombre de Aiden Green, volverá a aparecer.
Dudas y teorías...
With love, Sofy.
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