XLVIII. SPY
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Lexie se abalanzó a los brazos del Black. Las lágrimas rodaban en ambos rostros. Se extrañaban. Dos días, dos malditos días que Regulus había desaparecido.
Los chicos se levantaron rápidamente al escuchar el nombre del menor. En especial Sirius.
—¡Regulus! —Lexie se apartó para que Sirius lo abrazara. —¿Dónde estabas? —susurró entre el abrazo.
—Ellos. —solo con esa palabra, Sirius lo entendió.
—¿Qué te hicieron? —se apartó, tomó por los hombros al menor para verlo mejor. —No me jodas. Te torturaron. Los voy a matar. —sacó su varita de su chaqueta.
—Espera. —el menor lo detuvo. —Hay algo que debo decirles. —miró al resto de los chicos.
Sirius con cuidado dirigió a su hermano hasta uno de los sillones.
—Buscaré para curarte esos rasguños. —hablo Sirius.
—Cariño. —Camille se acercó. —Estaba tan preocupada. Por fin estas en casa.
Regulus sonrió. —Estoy aquí. Estoy contigo. —con cuidado tomó la mano de su rubia.
Sirius con ayuda de Camille curaron al pequeño Black.
—Debes ir a cambiarte de ropa. —habló Marlene.
—Te acompaño. —ofreció Sirius. No quería dejar solo a su hermano.
—Puedo hacerlo solo. Tranquilo.
—Regulus.
—Yo puedo, Sirius.
—Encontramos tu baúl, con ayuda de Lexie guardamos tus cosas. —habló James.
—Gracias, James. Gracias, Lex. —miró a la rubia, tenía culpa por lo que hizo en esa casa.
—Cualquier cosa grita. —dijo Lexie. —Todos te escucharemos, en especial yo.
—Estaré bien.
Con ayuda del pelinegro se levantó. Camille lo acompañó.
Pasaron unos minutos, Regulus bajaba de esa escalera junto a Camille.
—Chicos. —llamó Regulus todos giraron para verlo. Camille tenía una expresión de tristeza en su rostro. Lexie lo percibió, algo sucedió.
Sirius se acercó rápidamente a su hermano. —¿Estás bien?
—Necesito decirles algo. —trago saliva.
—Primero dinos cómo fue que terminaste en esa casa de los sustos. —habló Sirius.
Reg asintió. —Luego de despedirme de Lexie y James, —los miro y ellos sonrieron. —unas sombras se hicieron presente frente a mí.
—Mortífagos. —susurró Remus.
—Sí, cuñado. Traté de escapar pero me desmaye. Desperté en mi habitación. Ellos mandaron a buscarme. No sé cómo pero sabían que ese día iba a visitar a mi Cami.
—¿Qué sucedió allí, Reg? —preguntó Sirius.
—Lo que nos hacían, Sirius. —el pelinegro apretó sus puños. —Hice algo que no tiene perdón.
Todos miraron con preocupación al menor. Regulus levantó su manga y una marca se hizo visible. Los chicos, en especial Sirius, se llevaron una mano a su boca, estaban asombrados.
—Regulus, ¿Qué hiciste? —Sirius estaba atónito.
—Debes detestarme. —agachó su mirada. —Pero, —miró a Lexie. —era ella o yo.
Lexie abrió los ojos.
—Preferí ser yo. No entregaría a Lexie.
—Regulus. —la rubia se acercó. —Debiste entregarme.
—¿Entregarte? Luego de todo lo que hiciste por mí. Por supuesto que no lo haría.
—Reggie, no. —tomó el rostro del pelinegro entre sus manos. —Eres un niño. Haría lo que sea por ti. No era elección, tenías que entregarme.
—Lexie. —susurró Stefan.
—Me quieren a mí no a Regulus. Si debo entregarme para que no les suceda nada a ustedes lo haría sin pensarlo. —la rubia se levantó.
—¿Qué haces? —James la miró.
—Iré a esa casa, pediré que saquen a Regulus de esto y me uniré a ellos. —estaba decidida.
—¡No! —Reg detuvo a la rubia. —Ya no se puede deshacer lo que hice. Ahora soy uno de ellos.
—Yo también. —habló Sirius con la mirada perdida. —No dejaré que Regulus este solo en esto. Si él está en esto yo también lo estaré.
—Sirius. —susurró Remus.
—Un hermano hace lo que fuera por su hermanito. —miró al castaño. —Regulus es mi hermano y estaré con él.
—Sirius, esta vez déjame hacer esto. Déjame protegerte como tú lo hiciste.
—Pero...
—No, Sirius. Estaré bien. —abrazó a su hermano. —Debo regresar a esa casa. Habrá cambios.
—¿Qué cambios?
—No podré estar con ustedes. Me estarán observando.
—Eso quiere decir que...
—Sí, mi Cami.
La rubia negaba. —No quiero.
—Es por tu bien. A todos nos están vigilando.
—Reggie. —lágrimas caían del rostro de Camille. —No me quiero alejar.
El pelinegro se acercó. Tomó el rostro entre sus manos. —Siempre estaré para ti. —sonrió. —Cuando esto termine estaremos juntos.
—Podemos vernos a escondidas. Solo debemos ser precavidos.
—Lo intentaremos. Pero si se enteran me alejare completamente. ¿Entendido?
La rubia asintió, besando esos labios.
—Seré como un espía.
Todos lo miraron confundidos.
—Trataré de informarles sus planes. Sé que Lexie podrá oírme y que Sirius y Lily saben Legeremancia. Así podre comunicarme con ustedes y hacerles llegar todo.
—Es arriesgado, Reg. —habló Lexie.
—No perdemos nada con intentarlo.
—Si en algún punto te piden que me entregues no lo dudes y hazlo. No dejaré que nadie más se arriesgue por mí.
—Lo haré.
—Y por favor no hagas ninguna misión que sea peligrosa. No quiero sentir ese horrible presentimiento que morirás. No quiero perder a nadie más.
—Lo prometo. —abrazó a la rubia. —Estaré bien. —susurró.
—Quiero creerlo.
Sirius se acercó a Regulus. —Prométeme que cualquier cosa hablaras conmigo.
—Lo prometo. Ahora debo buscar mis cosas y regresar a mi casa.
Sirius ni quería dejar a Regulus. No quería que se fuera y viva en esa casa del terror. Pero no podía hacer cambiar de opinión al menor, aún así lo estaría cuidando de lejos, aunque se traten como unos completos extraños, ellos son hermanos y nada cambiará eso, ni mucho menos una marca.
Por su parte Lexie, sabía lo que debía hacer en el momento adecuado. No perjudicaría a nadie más.
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Hola, hola!!!
Mi Reg 💔
¿Listxs para séptimo y último año de los chicos?
Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme, la historia tiene su propio hashtag #enchantedwattpad.
Opiniones y teorías...
With love, Sofy.
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