XL. QUIDDITCH MATCH

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A medidos de Marzo se hizo presente el partido entre Ravenclaw contra Gryffindor, la casa de los leones competían contra la casa de las águilas.

Antes de ingresar a los vestidores Leah se acercó a Lexie.

-Lex, puedo hablar contigo un momento. -murmuró.

-Claro, Le. -sonrió.

La castaña la llevó a un lugar apartado donde nadie las pueda oír.

Leah tragó saliva.

-Hey, tranquila. Se lo que sea, yo estaré para ti. -acarició su brazo.

Suspiró. -EstoysaliendoconMarlene. -dijo rápidamente. Lexie no había entendido ninguna palabra.

-No entendí lo que me dijiste.

-Estoy... -hizo una pausa. -Estoy saliendo con Marlene.

-Lo sabía. -sonrió.

-¿Qué? ¿Lo sabías?

Lexie asintió.

-¿Cómo?

-Leah, a estas alturas deberías saber que a mi no se me escapa nada. Note la tensión entre ustedes, las miradas, la manera en la que se tratan.

-¿Estás de acuerdo con esto? -Leah necesitaba la aceptación de Lexie, quería saber si estaba bien lo que hacía.

-¿Qué clase de pregunta es esa? Por supuesto que estoy de acuerdo con su relación. De eso no debes preocuparte. Siempre te apoyaré, nunca lo dudes. -sonrió dulcemente.

Leah sonrió y rodeó a Lexie en un abrazo.

-Gracias, Lex. -murmuró.

-No tienes que agradecer, es tu vida y tú eres dueña de ella. Puede hacer lo que quieras, siempre estaré para ti en cada decisión que tomes, sea buena o mala. ¿Entendido? -Leah asintió.

-Te quiero, Lex.

-Yo también, Leah. -sonrió. -Por fin admitiste que me quieres. -rió.

-Me atrapaste. -rió Leah.

-¿Por qué yo no recibo una abrazo? -Camille se acercó a las chicas.

-Ven aquí, Cami. -Leah y Lexie abrieron sus brazos para recibir a la rubia.

-Las quiero... -susurró Lexie.

-Por siempre... -siguió Camille.

-Y para siempre... -Leah fue la siguiente.

-Hasta el fin del mundo. -cerró Lexie.

Una pequeña pero muy leal frase se formó para las Gryffindor.

Un carraspeo interrumpió el hermoso momento de las mejores amigas.

-¿Puedo tener un minuto con mi hermosa novia?

-Toda tuya, águila. -contestó Leah.

-Estaremos en las gradas alentandote. -sonrió Camille.

Las chicas dejaron solos a los enamorados.

-Mon amour, suerte en el partido. -tomó sus mejillas. -Porqué la necesitarán.

Lexie fingió indignación. -¿Crees que no podré con su buscador? -miró desafiante al castaño.

-¿Apostamos? -sonrió picaramente.

-Apostemos, Miller.

-Si tu casa gana, te invitaré cada salida a Hogsmeade las cervezas de mantequilla que quieras, incluido algunos dulces.

-Me gusta esa idea. -sonrió maliciosa. -Si tu casa gana, dejaré que toques mis óleos y estaré bajo tus órdenes por dos semanas.

-Me agrada esa idea. -sonrió coqueto. -¿Es un trato?

-Es un trato. -cerraron esa apuesta con un largo y necesitado beso.

-¡Baker, el capitán nos necesita! -gritó Trixie Jenkins.

-Esa es mi señal. Te veo luego, perdedor. -beso la mejilla del castaño y corrió hacia el lugar de reunión.

-Perdedor. -negó con una sonrisa.

[...]

James estaba escribiendo en una pizarra cada jugada y explicaba cada una de ellas.

-¿Entendieron?

-Sí, capitán. -gritaron al unísono.

-Bien, tienen 10 minutos para vestirse y regresar. ¡Vayan!

Todos los jugadores se levantaron y fueron a los vestidores.

Luego del tiempo establecido, todos entraron y tomaron sus escobas para poder formarse y salir al campo.

Y como en el primer partido, James se quedó a solas con Lexie.

-Diviértete. Es lo más importante. -murmuró el azabache.

-Tú también. -soltó una risita.

-Si no logras atraparla, esta bien. El próximo partido tendrás la oportunidad. ¿Entendido?

-Sí, capitán. -rió Lex.

Juntaron sus frentes. Se volvió algo de ellos. Les transmitía tranquilidad.

-Es hora de salir. -James tomó la escoba de Lexie y se la entregó.

-A ganar a esas águilas.

James rió.

El partido estaba por dar comienzo. Presentaron a la casa de los leones, hicieron una entrada magnífica, dieron alguna vueltas por todo el campus. Los siguientes fueron las águilas.

El partido estaba tomando lugar. Las águilas tenían la delantera. Lexie sabía que debía encontrar rápidamente esa pequeña pelotita dorada.

-Vamos, Lex. Concéntrate. -murmuró para sí misma. La rubia acomodó un mechón de su pelo para poder tener despejado el oído. Cerró sus ojos y suspiró. Trato de buscar el ruidito característico de la Snitch. Hasta que logró localizarla y se dirigió rápidamente a donde provenía.

El buscador de Ravenclaw aún seguía buscando. No quería dejarse llevar por su contrincante, nunca se influía sobre el otro buscador ya que podía ser una trampa. Él tambien logró ver la Snitch y se dirigió rápidamente.

Una bludger se atravesó en el camino de Lexie, la rubia tuvo que parar para no ser golpeada, esto le otorgó ventaja al Ravenclaw.

Uno día se puede perder pero otros dias se puede ganar. Este fue el día en el cual Gryffindor no obtuvo los suficientes puntos para poder ganarle a los Ravenclaw. El buscador logró atraparla la Snitch.

-¡RAVENCLAW GANA! -el profesor Davis tocó el silbato para dar fin al partido. La casa de las águilas celebraron eufóricos.

Los Gryffindor aterrizaron y con la cabeza agachada se dirigieron a los vestidores.

James entró y aplaudió. -Fue el mejor partido.

-Pero perdimos. -dijo uno de los jugadores.

-¿Y? Lo importante es que no nos rendimos y nos divertimos, ¿o no?

Todos murmuraban dándole a entender que se divirtieron.

-Ven. Ahora duchense y vayan a festejar nuestra derrota. El próximo partido seremos los ganadores.

Lexie se acercó a James.

-Lo siento. -murmuró.

-¿Por qué te disculpas? -James tomó el mentón de Lexie.

-Por mi culpa no ganamos. Si es Bludger no se hubiera atravesado en mi camino ahora todos estaríamos eufóricos por la victoria.

-Bear, no es tu culpa. Hiciste lo que cualquiera hubiera hecho, te detuviste para no ser golpeada por esa Bludger. Hoy hemos perdido pero la próxima ganaremos. -le regalo una sonrisa.

-Gracias, deer.

-Ahora ve a ducharte, apestas.

Lexie lo miró ofendida. -¿Apesto? Tú también apestas.

-Querida, nunca en mi vida he apestado por mi sudor.

Lexie lo abrazo fuertemente. -Me soportaras con mi apestocidad.

-Lexie, mide tu fuerza. -el azabache se quedaba sin aire.

-Upsi, lo siento. Aveces los olvido. -sonrió inocente. -Iré a ducharme para no molestarte con mi apestosidad.

-Ve. -rió James empujándola.

Lexie fue a las duchas al igual que James.

Al salir ya arreglada se encontró con Stefan y Paige. Sabía que debía cumplir con su apuesta y eso hizo los siguientes días.



















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Hola, hola!!!

¿Qué le hará hacer Stefan a Lexie?

Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme, la historia tiene su propio hashtag #enchantedwattpad.

Opiniones y teorías...

With love, Sofy. ❤️

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