XI. VIOLIN

°•°•☆°•°•

Noviembre, 1972

El segundo año de Lex comenzó extremadamente interesante. Por fin conoció al hermano de Sirius, Regulus Black un niño demasiado dulce, ojos grises y una cabellera negra, aunque quedó en Slytherin, Lexie le dió a entender que no importa la casa en la que quede ella siempre va a ser su amiga. James entró al equipo de Quidditch como cazador, Lex se puso demasiada contenta por él, estaba cumpliendo uno de sus sueños, el azabache le insistía a Lexie que intetara entrar al equipo pero ella se negaba. La primera broma del año fue ideada por la mismísima Lexie Martin, tiraron bombas fetidas por toda la biblioteca los cinco chicos se ganaron un castigo. Con respecto a los padres de Lex, aún no se sabe si se divorciaran y si lo hicieran ella pediría quedarse con Violet. En cuanto a lo que pasó antes de ingresar al colegio, ninguno de los dos hablaron sobre lo ocurrido, la rubia no le contó a Leah y Camille y el azabache tampoco se lo contó a Sirius, el pelinegro se volvió el mejor amigo del ojimiel. James aún seguía detrás de Lily pero ella lo rechazaba, humillandolo. A Lex no le gustaba la manera como lo trataba, en algún momento ella explotaría y conocería a la verdadera Lexie Martin.

Ahora todos los Gryffindor se encontraban en la Sala Común, era sábado por la tarde. James estaba recostado en el regazo de Lexie, mientras ella trataba de acomodar su alborotado cabello, no entendía porque siempre lo llevaba así. Sirius y Remus estaban sentados en uno de los sillones, el castaño trataba de explicarle sobre un tema de Herbologia. Peter estaba entretenido jugando con su varita. Leah, Camille y Marlene se encontraban frente a la chimenea susurrando, sin quitar la vista a los dos mejores amigos, no se lograba descifrar lo que decían.

-¡Estoy aburrido! -se quejó James.

-Y ¿Qué quieres hacer? -Lex miró al azabache.

-No lo sé. -dijo frustrado.

-¿Remus? ¿Sirius? Tienen alguna idea. -los dos negaron. -¿Peter?

-Podríamos ir al Lago Negro. -contestó.

-Y ¿Qué haremos ahí? -hablo James. -Si nos recostamos, estaremos haciendo lo mismo que estamos haciendo ahora.

-No lo había pensado. -rió nervioso.

-Saben, hay un salón de música, podemos ir ahí. -propuso Camille.

-Me encanta esa idea. -aplaudió Lex. -¿Qué dicen? ¿Vamos?

-Me parece bien. -Leah elevó sus hombros.

-Deberíamos hablar con la profesora McGonagall. ¿Quién se ofrece? -dijo Sirius.

Todos los presentes señalaron a Lexie y James.

-Bien, nosotros lo haremos. -Lex rodó sus ojos divertida.

-Ella le tiene apreció a ustedes dos. -rió Marlene.

-Eso no es verdad. -James se levantó.

-James tiene razón. -apoyó Lex. -Es solo suerte.

-Si, si, lo que digan. -Leah habló esta vez con un tono sarcástico.

-James, vamos antes que me arrepienta.

-Regresamos en un momento. -los dos Gryffindor salieron con dirección al despacho de McGonagall.

-Ellos son los favoritos de los profesores. -rió Sirius.

°•°•☆°•°•

Lex y James se dirigían al despacho de McGonagall. Iban en silencio.

-Si la profesora nos autoriza utilizar el salón, luego deberíamos pasar por la cocina para llevar algo y podamos comer.

-Claro, Lex.

-Los elfos me aman. La navidad pasada les regale unos gorritos. -sonrió Lex.

-Lo recuerdo. Me obligaste a escribirles unas notitas.

Lex rió. -Pero valió la pena, todos estaban felices. También debemos pasar por Slytherin para invitar a Reggie.

-Lo que tu ordenes, capitán. -rió James.

-Ya llegamos. -tocaron la puerta.

-Adelante. -una voz les dió permiso para ingresar.

-Hola, profesora McGonagall. -hablo Lex.

-Hola, Minnie. -sonrió James

-Señor Potter, que le dije sobre llamarme de esa manera.

-Lo siento. -sonrió picaramente.

-¿A qué se debe su visita?

-Bueno... -Lex alargó la "o". -Nos preguntábamos si podríamos usar el salón de música. Prometemos comportarnos.

-No creo que eso sea posible, señorita Martin. -se cruzó de brazos.

-Por favor. -James puso sus ojitos de perrito.

-No puede negarse a esa cara. -señaló a James.

-Deberían preguntarles al profesor Dumbledore. -el nombrado entró al despacho como si lo hubieran llamado.

-Preguntarme que cosa, profesora McGonagall. -dijo tranquilo.

-Ellos quieren usar el salón de música.

-Prometemos comportarnos correctamente, no romperemos nada. -suplicó Lexie.

-Bueno, yo no le veo ningún problema. -aceptó Dumbledore. -Les permito usar el salón pero no hasta tarde ya saben no pueden deambular por los pasillos luego del toque de queda.

-Lo prometemos. -sonrió Lex. -Gracias, profesor Dumbledore y profesora McGonagall. -abrazó al primero. -Vamos, James.

-Señorita Martin, usted estará a cargo al igual que la señorita Moreau, Johnson y el señor Lupin. -sentenció McGonagall.

-¿Por qué yo no puedo estar a cargo? -James se cruzó de brazos.

-Vayan antes que el profesor se arrepienta. -evadió la pregunta.

-Vamos, James. -dijo entre dientes, tomando el brazo del azabache.

-Pero no contes...- Lexie ya se lo había llevado.

°•°•☆°•°•

Los ocho Gryffindor y el único Slytherin se encaminaban a donde estaban por pasar la tarde. Lexie y Regulus, llevaban una canasta con comida y bebida. Sirius y James estaban jugando, Remus llevaba un libro para leer, Peter ayudaba a Marlene a llevar un lienzo y sus óleos y Leah y Camille tenían la llave del lugar.

-Hemos llegado. -dijo Camille mientras abría la puerta. -Pasen.

-Es enorme. -dijo Lex dejando la canasta a un costado. -Un violín. -se acercó y tomó el instrumento.

-¿Sabes tocarlo? -preguntó Leah.

-Por supuesto que sé. -admiró el violín. -Es mi instrumento favorito. -sonrió.

-¿Hay algo que no sepa hacer? -Sirius le susurró a James. -Esta chica es maravillosa. Me gusta. -sonrió con admiración mientras veía a la chica Martin.

-¿Qué fue lo qué... -James frunció el ceño al oír esas palabras salir de la boca de Sirius sintiendo un malestar por dentro.

-Sirius sabe tocar el piano. -dijo Regulus.

-¿En serio? -Lexie estaba asombrada. -Ven, Siri.

-Voy. -a pasó apresurado se acercó y se sentó frente a un piano, dejando a James con la pregunta a medias.

-¿Listo? -preguntó Lex.

-Listo. -respondió Sirius.

Lexie comenzó a tocar una melodía, Sirius se unió en segundos y ambos lograron hacer una hermosa sinfonía.

-Ven, Reggie. -Camille tomó la mano del pelinegro. Y ambos se unieron bailando.

-¿Qui-quieres bailar? -preguntó tímidamente Peter a Leah.

-Claro. -tomó la mano del ojiazul. Y se unieron a Camille y Regulus.

Marlene se asentó frente a todo el show que le proporcionaba sus amigo y comenzó a pintar. James se sentó frente a Lexie, admirando a la rubia y descubriendo un nuevo talento de ella y Remus se sentó junto a Sirius, este último lo llamó con la mano para enseñarle a tocar el piano.

-James, ahí hay una guitarra. -señaló con la cabeza. -Sé que a ti te gustan. Únete.

-Eso haré. -rápidamente tomó la guitarra y se colocó junto a Lex. Los chicos se sonrieron entre sí.

-Únete cuando quieras.

-Estoy listo. -James comenzó a tocar la guitarra.

Esa tarde estuvo lleno de melodías, danza, risas y un hermoso lienzo plasmando el perfecto día que tuvieron. Por un momento algunos de ellos se olvidaron de los problemas que tenían a sus doce años.















°•°•☆°•°•

Hola, hola!!!

Los chicos ya están en segundo año.

Al final ahora son 9 en el grupo, supuestamente se uniría uno pero se terminaron uniendo dos.

¿Qué estaban susurrando Leah, Camille y Marlene?

Dudas y teorías...

With love, Sofy.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top