LVIII. SUNRISE
°•°•☆°•°•
El estrés y la ansiedad inundaba todo el Gran Comedor. Las dos semanas muy duras para séptimo y quinto año. E.X.T.A.S.I.S y T.I.M.OS. Esas dos semanas definirían su futuro, si eran capaces para seguir la carrera que se propusieron.
Las plumas en un costado indicando el fin de uno de los exámenes.
Exhaustos pero aún les quedaban días rendir tanto prácticas como teórico de cada asignatura.
Se prepararon para eso, fue difícil pero se tenían mutuamente para ayudarse.
[...]
Ese martirio de los exámenes habían llegado a su fin. Ahora solo les quedaban una semana en ese colegio.
El último día se celebraría el baile de despedida y luego la graduación.
Melancolía rondaba en cada uno cada vez que pasaban por esos lugares de encuentros que visutaban o usaban para ocultarse de Minnie o algún otro profesor. Recuerdos de varias travesuras, momentos emotivos, peleas y sobre todo donde conocieron a esas personas especiales que apesar de los años jamás se separaron.
Un tres días antes del baile de graduación Lexie visitó su campo de girasoles, sentandose frente a ellas para admirarlas. Las iba a abandonar pero quedaría una parte de ella en ese colegio. Un hechizo las cubrió, uno que las ayudará a nunca marchitarse y se quedarán allí por siempre. Las iba a extrañar.
El azabache veía de lejos a la rubia. Decidió acercarse. Posó una mano sobre el hombro de Lex y ella giró su cabeza para mirarlo.
—Hola. —Lexie acarició la mano de James.
—Hola. —sonrió. —¿Despidiéndote?
Ella asintió. —Me gustaría llevarlas y plantarlas en el jardín de mi casa. —susurró. —Pero es muy complicado así que prefiero dejarlas aquí donde serán felices por muchos años.
—Lo serán. —frotó suavemente el hombro de Lexie. —Estamos listos.
La rubia se pusó de pie. —Vamos.
James y Lexie caminaban a la par. Ella aferrada al azabache. Se dirigían a la Torre de Astronomía.
Mochilas de diferentes tamaños y escobas estaban en el suelo. Todos estaban reunidos para una última travesura. Se escaparian del colegio.
Lexie se acercó a Stefan y lo saludo con un largo beso y luego abrazó a Sarah y Heather. Ya no pasaría tiempo con su hermana en los siguientes años, a excepción de las vacaciones, hasta que Sarah termine el colegio.
—Ya saben como nos organizamos. —el tono de Lex era fuerte para que la oyeran. —Sirius y Remus, Reg y Cam, Leah y Lene, Paige y Lily, Sarah y Heather, James y Peter, y, por último, tú y yo, libritos.
Uno de cada pareja agarró una escoba y una mochila.
—Sube, cariño. —habló Lexie ya montada en su escoba. —Prometo que no nos caeremos.
Stefan rió y se subió.
—Agárrate fuerte de mi cintura.
—Lo que órdenes, mi amor. —Stefan rodeó fuertemente la cintura de Lex. El carmesí en las mejillas de la rubia eran notorias.
—Andando.
Todos tomaron vuelo y siguieron a Lexie.
Las estrellas brillaban intensamente. Algunas nubes eran traspasadas por los chicos.
Fue un largo vuelo. Pero podían admirar las distintas arquitecturas que le brindaban los pueblos por los que pasaban.
Al llegar a su destino, descendieron y escondieron las escobas.
Una noche en la playa, esperando el amanecer, ver el sol salir.
Las mantas estaban extendidas sobre la arena.
Los muchachos se encargaron de prender una gran fogata.
Se escuchaban risas y murmullos de todo el grupo.
Lexie junto a Stefan estaban recostados mirando las estrellas y la luna creciente.
—Me quiero quedar aquí para siempre. —susurró Lex. —Quedarme aquí contigo. —lo miró.
Stefan dejo un beso corto pero lleno de cariño. —Al igual que yo.
—Nunca he tenido la oportunidad de conocer la playa. Es mi primera vez en una. —se apoyó en uno de sus brazos. —Y comparto este momento contigo. —trazó alguna líneas en el pecho del castaño.
—Será la primera de muchas. Prometo llevarte siempre a una para que la disfrutes.
—¿En serio? —sonrió.
—Siempre he hablado en serio. —levantó su cabeza para besarla. —¿Quieres escaparte de nuestro escape?
—¿Qué propones, Ravenclaw?
—Algo de privacidad. —guiñó.
—Me volverás adicta a ti y no podrás librarte de mí.
—Eso es lo que trato de hacer. —susurró pasando sus manos por la mejilla de Lex.
—Entonces, andando. —se pusó de pie.
Stefan rió y se levantó. Lexie tomó una de las mantas y sin decir ni una palabra desaparecieron por unos minutos.
El resto, excepto dos, no se dieron cuenta de la falta de un águila y una leona.
Regresaron tomados de la mano y con una sonrisa radiante en sus rostros.
Sarah y Heather dormían plácidamente, eran las cuatro de la madrugada.
Sirius corrió a Lexie y la levantó como un costal de papas.
—Sirius, ¿Qué haces?
—Necesitas un baño.
—Ni se te ocurra, Sirius Orion Black.
—Lexie, me conocen por no seguir las órdenes.
—Pero siempre me obedeces.
—Lo sé, pero este será la excepción.
El pelinegro corrió al mar y lanzó a Lexie al agua.
—¡Merlín, Sirius! —gritó Lex.
Todos reían.
Lexie comenzó a salpicar agua al pelinegro.
—¡Mi cabello!
—La venganza es dulce, Pads.
—No se quedará así, Lux.
Una guerra de agua se generó entre ellos. Poco después se unió James al equipo de Lexie y Leah al de Sirius.
Estuvieron en el agua por un largo tiempo hasta que notaron que los dedos de sus manos parecían pasas de uva y sus labios estaban morados.
Al salir los recibieron con toallones para cubrirlos.
—Mi sirena, necesita secarse. —Stefan tenia extendido el toallon.
—Sí. —titireteaba Lex.
El castaño la rodeó con la toalla y sus brazos para otorgarle calor.
Los chicos se secaron rápidamente gracias a un hechizo.
Eran al rededor de las cinco. Lexie estaba alejada del resto, mirando las olas del mar.
James se acercó. Quería un momento a solas con ella.
—Hola. —se sentó junto a ella.
—Hola. —Lex abrazaba sus piernas.
—¿Estás bien?
—Lo estoy. —apoyó su cabeza en el hombro de James. —¿Te confieso algo?
—Puedes decirme lo que sea, bear.
Lexie sonrió. —La primera vez que descubrí que poseía magia, Adam había llegado ebrio a la casa, esa fue la primera noche que lo vi en ese estado, estaba asustada.
—Lexie...
—Aún no llego a la parte importante.
—Lo siento.
—Mi madre me mando a mi habitación y me escondí en mi armario.
—Desde ahí ese fue nuestro lugar secreto donde contabamos historias sobre nosotros siendo piratas escapando de una casa embrujada. —murmuró James.
—Sí. —suspiró. —Esa noche, ellos discutían, se los lograba escuchar hasta mi habitación, yo me tapaba los oídos y comencé a imaginarme algo que nunca creí que se cumpliría.
—¿Qué te imaginabas, Lex?
—A ti y a mí, juntos. —James se sonrojó. — Estábamos en una playa exactamente igual a esta y estábamos exactamente así, yo apoyada en tu hombro mirando al mar. Solo éramos nosotros dos en una playa. Tú eras mi escape. Me ayudabas a olvidarme de Adam llegando ebrio. Mi imaginación y tú, James, son mis lugares seguros.
—Y tú, eres el mío, Lex.
—Nos tenemos el uno al otro.
—Y siempre será así, mi bear.
—Siempre, mi deer.
Se lograba ver el indicio de algunos rayos de sol. Los chicos se levantaron y se acercaron a los demás. Stefan estaba esperando a Lexie y cuando se acercó la envolvió con sus brazos.
Todos juntos estaban viendo los primeros rayos de sol, el amanecer perfecto.
La sensación de compartir este acontecimiento juntos era hermosa y perfecta pero Lex tenía mezclada de sensaciones, era luz y oscuridad.
La muerte estaba cerca.
°•°•☆°•°•
Hola, hola!!!
Stefan y Lexie no pierden el tiempo 🤭
Un cap más y se acaba el tercer acto jeje
Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme, la historia tiene su propio hashtag #enchantedwattpad.
Opiniones y teorías...
With love, Sofy. ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top