L. BUTTERBEERS
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Dos semanas desde que iniciaron séptimo año. Y como una apuesta es una apuesta, otra salida a Hogsmeade entre James y Lexie.
-Hoy espérame en la Torre de Astronomía, luego de la cena. -Lexie se aferró al brazo de su castaño. -Veremos las estrellas.
-Ahí estaré, mi hermosa Gryffindor. -beso la sien de esa rubia. -Con estrellas te refieres a... -miró pícaro a Lexie.
Lexie rió y golpeó suavemente el brazo de Stefan. -A las brillantes estrellas que nos brinda la hermosa noche.
Stefan soltó una risita. -Ten cuidado en tu salida con James.
-La tendré. -sonrió. -Y tú, ten cuidado en tu día con Paige.
-La tendré, amor.
El chirrido de unos zapatos hizo que ambos se separaran. Y un golpe en seco hizo que Lexie sobre saltará.
-Deer y sus entradas con estilo. -se acercó a ese azabache.
-No soy James Potter sin mis caídas. -rió.
-En eso tienes razón. -se agachó para ayudar a James. -Ven. -estiró su mano, James la tomó y Lexie lo ayudó a levantarse.
-Gracias, bear. -sonrió. -Hola, Stefan.
-Hola, James. -le extendió las gafas a Lexie.
-Gracias, libritos.
Lexie golpeó suavemente el pecho de James. -Solo yo puedo llamarlo libritos. -Lexie le colocó sus gafas.
-¿Lista para irnos? -habló James.
-Lista. -sonrió Lex acercándose nuevamente al Ravenclaw. -No olvides lo de esta noche. -le susurró en el oído. -Te veo luego, cariño. -besó tiernamente los labios del ojiverde.
-No lo olvidaré. -susurró sobre los labios de Lexie. -James, cuida de mi princesa. -levantó su mirada para ver al azabache.
-Siempre. -contestó con una dulce sonrisa.
-Puedo cuidarme sola.
-Lo sé.
Lexie le regalo una última sonrisa a ese Ravenclaw para luego aferrarse al brazo de su mejor amigo y caminar hacia la Torre del Reloj.
Stefan miraba como se alejaba su novia.
-¡Boo! -una muchacha tomó por sorpresa al castaño provocando que de un saltó del susto.
-Paige. -rió Stefan.
La pelinegra rió. -¿Listo para nuestro día?
-Siempre estoy listo. Pero debo desocuparme antes de la cena. -la pelinegra lo miró. -Quiero darle una sorpresa a mi Gryffindor.
Ella rodó sus ojos en el momento que el Ravenclaw desvió su mirada unos segundos.
-Bien. -su tono de voz era diferente.
Paige tenía algo contra Lexie. Algo que, desde aquel momento que la Gryffindor fue amable con la Slytherin, le dolía cada vez que la veía. ¿Celos? ¿Sentimientos?
El Ravenclaw y la Slytherin se encaminaron para pasar su tarde juntos.
[...]
Una campanada anunció la entrada de nuevos clientes a la Tres Escobas.
-Mi dúo favorito. -Madame Rosmerta los recibió con una calidad bienvenida.
-Hola, Ros. -sonrió dulcemente Lexie.
-Hola, Rosi. -sonrió James.
-¿Cómo están, Gryffindors? ¿Dónde están Leah y Sirius?
-Hasta que terminemos nuestro séptimo año, Lexie y yo, saldremos la primera salida a Hogsmeade los dos solos y yo invito las bebidas. -contestó James. -Fue una apuesta.
-Fue una tonta apuesta pero la he ganado. -sonrió victoriosa.
-Ya veo. -se llevó ambas manos a su cintura. -Siéntense, en unos minutos les llevó las bebidas.
-Gracias, Ros. -dijo Lexie antes de buscar una mesa.
Los mejores amigos se sentaron en una mesa vacía casi apartados del resto.
-Bear, -James se quitó su saco. -nuestro primer partido es en Noviembre. -Lexie escuchaba atenta, le encantaba todo lo que tenía que ver con ese deporte. -Y quiero que tú seas mi co-capitana.
Lexie quedó boquiabierta luego de escuchar esas palabras. -¿Lo dices en serio? -bacilo.
-Nunca he hablado tan en serio en mi vida. -expresó James. -"Cada palabra que te expreso sobre mis sentimientos y emociones va en serio." -pensó
-¡Por Merlín, por supuesto que sí! -se estiró para abrazar a ese azabache. -Muchas gracias, Deer.
-Te lo mereces, mi bear.
James no podía ocultar esa sonrisa tonta al ver como la rubia estaba tan extasiada y con un brillo en su iris esmeralda por la reciente noticia.
Dos tarros espumosos con cerveza de mantequilla se posaron frente a los Gryffindor.
-Gracias, Rosi. -agradeció James.
-Muchas gracias, Ros. -sonrió leve Lexie. -¿Tienes lo que te encargue? -James ladeo un poco su cabeza estaba confundido.
Madame Rosmerta asintió. -Están apartadas, exclusivamente para ti, Lexie.
-Te lo agradezco tanto. Antes que nos vayamos pasaré por ello.
-Tranquila, no se moverán de allí. -sonrió Rosmerta. -Que lo disfruten. -regreso detrás de la barra.
-¿Qué le pediste a Madame Rosmerta? -preguntó con curiosidad James.
-Eres un chismoso. -rió por lo bajo. -Le pedí que me guarde dos botellas de cerveza. -le dió un pequeño sorbo a esa bebida. -Pasaré parte de la noche con Stefan en la Torre de Astronomía.
James sintió su corazón apretujarse. No era fan de oír las citas de Lexie con Stefan. Pero debía soportarlo, tardó demasiados años en darse cuenta que Lexie era la chica de quien estaba enamorado.
-¿Irás luego de nuestra salida? -trató de sonar lo menos interesado posible pero el tono que usaba lo delataba.
-Luego de la cena. -Lexie contestaba las preguntas del azabache, no quería dejarlo con la duda. Es su mejor amigo, se cuentan todo.
James dió un sorbo largo a su cerveza.
-Hey, tranquilo. No quiero llevarte de regreso como a un bebé.
James rió. -No lo harás. Estas no tienen alcohol.
-¿Estás seguro? Porqué he visto y escuchado como piropeabas a Ros para que le agregue un poco de alcohol a nuestras cervezas. -enarcó una ceja.
-Lex, solo son unas gotas. -se excusó. -Nada del otro mundo. Además puedo controlarme.
-Sí, claro. -habló con ironía.
-Puedo hacerlo.
Una cerveza se convirtieron en cinco, con unas cuantas gotas de alcohol, para James.
-Bien, campeón ese fue la última.
James arrastraba las palabras. Estaba ebrio. No quería dejar ese tarro.
-Una más, Lexie. -balbuceó poniendo ojos de cachorro.
La Baker negó una y otra vez. -No, James. Vamos.
La rubia se levantó, se acercó al azabache, de un tirón lo puso de pie y colocó el brazo de James alrededor del cuello de Lexie, ella agarro fuertemente la cintura de ese ojiavellana.
Ambos se acercaron hasta la barra. Lexie pago las bebidas que consumieron y las botellas que encargo.
Salieron con dirección a los carruajes.
Allí se encontraron con Leah y Camille.
-¿Qué bebió? -preguntó Camille.
-Cerveza de mantequilla. -contestó Lexie acomodando al azabache.
-Pero no contienen alcohol. -habló Leah.
-Lo sé, pero él, -lo señaló con la cabeza. -están persuasivo con Ros que terminó obteniendo lo que quería.
James había quedado dormido en todo el viaje.
Antes de bajar Leah y Camille lograron visualizar a Minnie. Alerta roja.
-Lex, ahí esta Minnie. -murmuró Leah.
-James te voy a matar cuando despiertes y estés en tus cinco sentidos. -bufó Lex.
-Nosotras la distraemos y tu lleva a ese chico ebrio a la Sala Común. -propusó Camille.
-Siempre dejando el trabajo pesado a la que posee una fuerza inexplicable. -habló sarcástica rodando sus ojos. -Bien. Un plan exprés.
Leah y Camille bajaron rápidamente y se acercaron a paso apresurado a la animaga.
Lexie exhaló. -Quédate quieto o te juro que te déjate tirado en uno de los pasillos.
La rubia alzó a ese azabache como si de un costal de papas se tratara. Camino lo más rápido posible para que McGonagall o algún otro profesor no los descubriera.
Las escaleras, sufrió subir cada escalón pero se relajó al entrar a su Sala Común y dejar el azabache sobre el sillón. James ni se inmutó, seguía dormido.
Lexie se frotó su hombro adolorido. De ligero no tiene nada.
-Te podría dejar aquí pero soy una buena persona y te llevaré a tu habitación. Pero antes dejaré estas cervezas en mi habitación.
Lexie corrió escaleras arriba hasta su habitación para dejar las botellas sobre su escritorio.
Al bajar veía como niños de primer año reían por como James dormía. Estaba abrazando uno de los cojines y chupandose el dedo. Ella dejó escapar una risa. Pero luego trató de verse seria y se acercó para reprimir a esos niños.
James nuevamente fue un costal de papas. Lexie subió cada escalón, fueron un martirio.
Lexie abrió la puerta, la habitación estaba solitaria. La ojiverde se acercó a la parte de James y sin pensarlo lo lanzó pero no contó el tironeo del azabache provocando que esa chica cayera sobre ese chico.
-Merlín, James. -susurró.
No había respuestas por parte de ese azabache. Lexie trató de levantarse pero unos brazos la rodearon para acomodarla mejor. No quería soltarla. Lexie le recordó cuando eran niños y ese azabache la abrazaba cada que tenía sus pesadillas. Lexie se acurrucó, falta un par de horas para el encuentro con Stefan, una pequeña siesta no le vendría mal.
Cerró sus ojos y a los pocos minutos quedó profundamente dormida.
James abrió un poco sus ojos al sentir peso sobre uno de sus brazos pero al ver a esa rubia dormida junto a él sonrió embobado, su corazón latía fuertemente al tenerla tan cerca y admiraba la belleza que esa chica transmitía.
Se acomodó una vez más pero antes de quedar nuevamente dormido se acercó al oído de esa muchacha. -Te amo, Lexie Baker. -susurró. Lexie sonrió estando dormida. Tal vez se imaginó que se trataba de Stefan quien le susurraba esas palabras.
Ese par de horas pasaron rápidamente. Lexie se levantó de golpe.
-Merlín. -estaba desorientada. Pero luego reconoció el lugar y el por qué estaba allí.
Peter, Remus y Sirius ya se encontraban en la habitación. -Hola. -hablaron como un coro.
-Hola. -Lexie apartó cuidadosamente el brazo de James. -¿Ya terminó la cena?
Los chicos no podían parar de mirar picaramente a esa rubia y al azabache.
-¿Qué? -preguntó Lexie poniéndose de pie.
-Nada. -contestó Sirius sonriendo de lado.
-Nos sorprendió verte aquí ya que últimamente no duermes en esta habitación. -habló Remus.
-Eso tiene una explicación pero se las relataré luego ahora me pueden decir si ya termino la cena.
-Hace media hora. -contestó Peter.
-Mierda, mierda. -se miró al espejo de Sirius para acomodar su cabello. -Me matará.
-¿Quién te matará? -preguntó Sirius. -Para luego cobrar venganza.
Remus y Peter rieron.
-Stefan. Teníamos una cita pero me he quedado dormida. -arregló su ropa y se dirigió a la puerta. -Bien, los veo luego.
Esa rubia salió de allí lo más rápido posible.
-Prongs disfrutó dormir junto a la rubia. -habló Sirius burlesco. -Se le nota en la tonta sonrisa plasmada en ese torpe rostro.
[...]
Pasos torpes subían esas escaleras para llegar a la cima. Lexie se encontró con una manta y algunos aperitivos. No veía al castaño pero luego giró un poco su cabeza encontrándose con ese Ravenclaw apoyado en el barandal. Dejó las cervezas sobre la manta.
La Gryffindor silenciosamente se acercó y abrazó por detrás a su novio.
-Lo siento tanto. -susurró sobre la espalda del Ravenclaw y dejó un beso en el hombro. -Me he quedado dormida. No fue mi intención llegar tarde.
El Ravenclaw hizo caricias sobre las manos que lo tenían prisionero. -Tranquila, mejor tarde que nunca.
-¿No estás molesto? -susurró.
Stefan separó las manos y se giró para ver a su novia. -Nunca me molestaría contigo. -le besó la sien.
Lexie dió un paso para estar más cerca del castaño y lo rodeó una vez más, ocultando su rostro en el pecho de Stefan. El Ravenclaw la rodeó en un abrazo para acercarla aún más. Dejó un camino de besos en su cabeza, delicadamente apartó el rostro de esa rubia de su pecho para poder besarla.
-Traje cervezas de mantequilla. -murmuró Lexie sobre los labios de Stefan.
-Y yo traje tus sándwiches favoritos. -susurró Stefan. -Tienes un poco de baba seca en tu mejilla.
Lexie abrió grande los ojos. -Joder, que vergüenza. -se apartó del castaño tratando de limpiar la mancha.
Stefan reía al ver como su novia trataba de limpiar una mancha inexistente de su rostro.
-Fue una broma. -rió aún más.
-Tonto. -sonrió golpeando suavemente el pecho de su novio.
La noche paso con ellos dos mirando las estrellas, compartiendo las bebidas y la comida. Ambos contaron como fue su día con sus mejores amigos. Lexie fue abierta a Stefan no se escondió ningún detalle. Al igual que Stefan.
La noche fue de momentos a momentos hasta que terminaron en una cama en la habitación del Ravenclaw.
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Hola, hola!!!
James aprovechando el momento 😏
Aviso que los siguientes capítulos serán cortos pero lindos.
Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme, la historia tiene su propio hashtag #enchantedwattpad.
Opiniones y teorías...
With love, Sofy. ❤️
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