II. BEAR
Niños corriendo por toda la sala, globos en las paredes y un gran cartel de "Feliz cumpleaños." Se festejaban el cumpleaños número 9 de Lexie y la única que no se divertía era la mismísima cumpleañera.
-Lex, ¿Por qué no vas a jugar con tus amigos? -pregunto una confundida Violet.
-Prefiero estar sentada aquí. -dijo con seguridad la niña.
-¿Estas esperando a alguien? -preguntó nuevamente la madre al ver que su hija no quitaba la vista de la puerta principal.
-Si, mamá. -contestó Lexie.
-Mmm... déjame adivinar... -habló Violet mientra llevaba su dedo indice a su mentón.-¿Esperas a James?
-Sip, es mi mejor amigo. -al escuchar el nombre del azabache Lexie automáticamente sonrió haciendo que sus hoyuelos se marcaran.-¿Por qué se tardaran tanto?
-Lex, mi niña, ¿y si les surgieron algo a último momento y no pueden llegar a tu fiesta? -Violet de a poco se agachaba para llegar a la altura de la menor pero al ver que los ojos de Lexie empezaban a cristalizase la miro. -O la otra opción es que posiblemente James no sabia que traerte de regalo y se están tardando en elegir uno.
-Yo no quiero el regalo, quiero que James llegue a mi fiesta. É-él lo prometió. -dijo Lexie soltando algunas lagrimas.
-No llores, cariño. -susurró la madre mientras secaba las lagrimas de Lexie.-Llamaré a Euphemia y le preguntaré si vendrán, ¿Quieres? -la niña solo asintió dejando escapar algunos sollozos.
Los Potter consiguieron un teléfono para que Lexie y James pudieran comunicarse. Para ellos fue difícil poder manejar esa cosa Muggle pero poco a poco iban aprendiendo para que James llame a Lexie o viceversa y así poder tener sus citas de juego.
Violet volvió con su hija para decirle que no le respondían el llamado pero de pronto se escuchó un golpe en la puerta y la mayor fue abrir y se encontró con Euphemia y Fleamont y detrás de ellos estaba un niño con el cabello alborotado. Lexie al ver a los señores Potter en la entrada rápidamente se seco las lagrimas de su rostro y corrió hasta la puerta.
-¡James! -dijo Lexie mientras corría para abrazar a su mejor amigo.
-H-hola Lex. -habló James abrazando a Lexie y ocultando el sonrojo en sus mejillas con el cabello de Lexie para que los mayores no lo notaran.
-Creí que no vendrías. -dijo la rubia mientras se separaba del abrazo.
-Prometí que vendría a tu fiestas y un Potter nunca rompe una promesa. -dijo orgulloso el azabache provocando que un pequeña risa saliera de los labios de Lexie y que James sonriera.
-Perdón, la tardanza querida. -dijo Euphemia.-Pero James no se decidía que traerte de regalo.
-No se preocupen. Lexie, ¿por qué no llevas a James a la sala?-propuso Violet.
-Si, mamá y gracias señor y señora Potter por venir. -sonrió Lexie.-Ven, James.
Ambos niños llegaron a la sala y se sentaron en los sillones que se encontraban ahí.
-Lex, ten. Te traje esto. -le extendió el regalo y la rubia lo agarro.-Espero que te guste.
-Gracias, James, pero no era necesario con tu presencia me bastaba. -dijo la rubia.-¿Qué es?
-Amm, lo elegí porque me recordó a ti.-se sinceró el azabache.
Mientras la ojiverde abría su regalo, James mira el proceso y analizaba a Lexie. Cuando termino de desenvolver el regalo se encontró con un hermoso osito de peluche marrón con un moñito rosado alrededor de su cuello.
-Un oso de peluche. -dijo alegremente Lexie y beso la mejilla del azabache.-Gracias, James, prometo guardarlo para siempre.
-De nada, bear. -sonrió James.
-¿Bear? -preguntó confundida Lexie.
-Te dije que ese osito me recordó a ti, te gusta dar abrazos, yo los llamo abrazos de oso. -explicó James e hizo que la rubia sonriera.
-A ti te diré deer. -dijo Lexie.
-¿Por qué deer? -miro confundido a Lexie.
-Me recuerdas a Bambi solo que tú tienes a tus padres.-ríe Lexie.-Eres lindo, tierno y, en ciertas ocasiones, tímido.
-Lex, no sé quien es Bambi. -confesó el azabache.
-¡¿Cómo no vas a conocer a Bambi!? -exclamó una sorprendida Lexie.-Haremos una noche de pijamada en mi casa y veremos Bambi, ¿Quieres?
-Debo pedir permiso a mis padres pero estoy seguro que aceptaran, bear. -sonrió James.
-Problema solucionado, deer. Ahora le pediré a mi madre que me guarde mi osito y tú y yo iremos a jugar con mis amigos del colegio.
Ambos niños se levantaron y como dijo Lexie, le entregó el peluche a su madre y agradeció a los señores Potter por el regalo. Luego salieron corriendo hacia donde estaba la multitud de niños jugando.
Poco a poco la casa estaba quedando vacía, la fiesta estaba terminando. Solo quedaban 6 personas en la sala, la familia Potter y la familia Martin. Ambas familias se volvieron muy unidas gracias a la amistad de sus hijos.
-James, es hora de irnos. -habló Fleamont.
Al oír esas palabras, los niños se giraron y se lanzaron una mirada de complicidad. Los padres lo notaron y esperaron a que uno de ellos hable, sabían que algo estaban tramando.
-Señor y señora Potter. -dijo Lexie y los mayores no pudieron evitar sonreír.
-Señor y señora Martin. -fue el turno de James.
-No entiendo como es posible que mi mejor amigo, James Potter, no haya visto la película "Bambi." -dijo Lexie.-Es por eso que quiero pedirles que James se quede a dormir para hacer una pijamada y ver esta maravillosa película. -continuo Lexie, mirando a Euphemia y Fleamont.
-Solo si ustedes están de acuerdo. -dijo James, mirando a Violet y Adam. - Prometo portarme excelente. -tanto Lexie como James miraron a sus padres con cara de cachorrito.
Los mayores se miraron y no pudieron evitar sonreír por el discurso que prepararon sus hijos. Antes las miradas de los niños no pudieron evitar decir "no", por lo tanto los cuatro asintieron, haciendo que el azabache y la rubia salten de alegría.
Los Potter se despidieron de su hijo y de Lexie.
-James, debes comportarte y no hacer ninguna travesura. -demandó el padre.-Te conozco. Adam, si sucede algún problema no duden en llamarnos, nosotros vendremos volando lo más rápido posible. -tratando que sonara como una metáfora pero James no pudo evitar sonreír porque sabia que su padre era capaz de llegar volando en su escoba.
-Su auto debe ser muy rapido. -rió Adam.-No se preocupen ellos nosotros podremos manejarlo, ¿no es así cariño?
-Si, cielo. -dijo Violet.-James prometió portarse bien y yo le creo, además sé que mi hija también se comportará.
-Es hora de irnos. Adiós, chicos. Pasaré por ti James mañana a primera hora. Les deseo suerte, Violet. -dijo burlonamente Euphemia.
-Gracias, la necesitaré. -rió Violet.
Cuando los Potter se fueron, James y Lexie se acomodaron en la sala frente al televisor, Adam conecto la videocasetera y les puso la película.
Al cabo de una hora, los niños se durmieron, Lexie se encontraba abrazando el osito que James le había regalado, en cambio, James abrazaba una de las almohadas que tenia cerca. Los adultos al ver la escena no pudieron evitar sonreír, era la escena más tierna que habían visto por lo tanto, Violet quería guardar ese recuerdo y rápidamente fue a buscar su cámara para tomar una fotografia y guardarla para siempre.
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Hola, hola!!!
¿Qué les pareció este capítulo?
James y Lexie son tan tiernos de niños.
Dos capítulos más y acabaré con el Acto uno. Ya que este trata un poco de la historia de James y Lexie de niños.
With love, Sofy.
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