𝐛𝐥𝐮𝐬𝐡𝐢𝐧𝐠 𝐚𝐥𝐥 𝐭𝐡𝐞 𝐰𝐚𝐲 𝐡𝐨𝐦𝐞
☁︎𝘵𝘩𝘦 𝘱𝘭𝘢𝘺𝘧𝘶𝘭 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘦𝘳𝘴𝘢𝘵𝘪𝘰𝘯 𝘴𝘵𝘢𝘳𝘵𝘴☁︎
El sábado llegó justo en la línea entre demasiado tarde y demasiado pronto. Querían que sucediera rápido para salir de la incomodidad previa a toda primera cita pero tampoco querían llegar al fin de semana tan pronto por la forma en que de tan solo pensar en la cita las ponía nerviosas.
Hyoyeon tuvo que soportar a una Taeyeon actuando como adolescente enamorada por primera vez toda la semana mientras que Hyun le enseñó a Seungwan todo lo que ella sabía de citas como si Seungwan no fuera mejor que ella al respecto, lo cual si era.
ㅡ¿Que dices si mejor te quedas y tienes una cita conmigo, a solas, en mi habitación, con música sexy de fondo? ㅡla propuesta fue hecha por Yerim tras un pequeño quejido de emoción al notar la sombra de los abdominales de Seungwan por debajo de su camisa de algodón blanca. ㅡMira que instalé luces rojas para darle mejor ambiente a la situación.
Absolutamente nadie pudo haber culpado a Yerim de lo dicho. Había sido obligada por Joohyun a quedarse ayudando a Wendy, y aunque al principio fue molesto, eventualmente Yerim consiguió esos encantos en los cuales todos caen por Seungwan.
Lucía como un jodido sueño, con sus pantalones plisados de gabardina beige entallados a su cintura y camisa corta de botones blanca que hacía sus hombros aparentar ser un poco más anchos. Y ni hablar de la belleza de su rostro ligeramente maquillado y enmarcado por los mechones de cabello platinado que escaparon con gracia del moño perfectamente desordenado en el que estaban.
Sin embargo, el encanto verdadero estaba en sus ojos que parecían brillar más que el más limpio cielo.
ㅡNo, gracias. ㅡSeungwan ni pensó dos veces en rechazar a su menor. ㅡPensé que tenías planeado chantajear a Joy para que fuera tu novia. Y por pura curiosidad, ¿Cuál es tu concepto de música sexy?
ㅡTranquila, unnie. Tengo amor suficiente para cualquier milf en desarrollo y más para ustedes dos. Y Bad Bunny siempre es la elección cada que llevo una chica bonita a mi dormitorio.
ㅡNo me sorprende que estés soltera, entonces.
A pesar de ser una conversación sin base ni futuro fue suficiente para distraer a Seungwan de sus sudorosas manos y pequeña manía de ladear la cabeza como cachorrito; todo gracias al pelotón de mariposas en su estómago que la atacaron con dureza.
En el ala contraria del edificio de dormitorios había otra batalla, pero esa no era una idealización de románticos sentimientos que en realidad eran sensaciones psicosomáticas. Era Kibum contra Taeyeon y Hyoyeon como espectador.
ㅡ¿Que tal me veo? ㅡla mayor desfiló con gracia al pequeño salón. ㅡNo sé si debería usar accesorios dorados o plateados.
Taeyeon lucía como la princesa de una historia de hadas, aquél largo vestido veraniego de gasa turquesa le hacía justicia a su aporcelanada piel y cabello grisáceo que caía sobre sus hombros tal la más fina plata.
En el espejo se vio a sí misma cómo nunca antes lo había hecho y el saber que a Seungwan también le gustaría solo le causó esa mítica sensación en su estómago, pero el rostro detrás de ella no parecía pensar lo mismo.
ㅡDeberías es usar otra cosa, ㅡKibum dijo con ausencia completa de simpatía. ㅡ¿Hyoyeon-ah no tienes un vestido que si le luzca a nuestra Taeyeonnie?
ㅡOsado de tu parte siquiera pensar que yo uso vestidos.
De esa manera Taeyeon y Kibum comenzaron a discutir mientras Hyoyeon le prestaba más atención a su teléfono que a cualquier cosa que los otros dos pudieron haber dicho, pero cierto mensaje de Seohyun le hizo darse cuenta de la hora.
Seungwan estaría en la puerta en menos de cinco minutos y Taeyeon ya había amenazado de muerte a Kibum por una cuarta vez, siquiera dejado que pasara una tercera tuvo que haber sido suficiente porque sino serían ellos dos quienes tendrían que aguantarse a la mayor quejarse por retrasarla en su primera cita.
ㅡ¡Yah, tú luces hermosa, ㅡla rubia se alzó entre las quejas, señalando primero a Taeyeon. ㅡy tú deja de ser tan envidioso. Sé que estás molesto porque Minho no te ubica ni con un mapa, pero no arrastres a Taengoo en eso! ㅡeso fue directo a Kibum.
El hombre se cruzó de brazos aceptando su derrota, sin embargo, eso no duró mucho porqué un par de segundos después alguien tocó a la puerta.
Kibum salió disparado a abrir y Hyoyeon arregló imperfecciones inexistentes de Taeyeon, antes de unirse al primero en la puerta.
ㅡ¿Que se le puede ofrecer de esta bendecida morada? ㅡignorando conscientemente al manojo de nervios que era Seungwan, Kibum pensó apropiado bromear.
ㅡSu dormitorio literalmente huele a sueños rotos, traumas infantiles, decepción familiar y queso, ¿Que hay de bendecido en eso? ㅡa pesar del temblor de todo su pequeño cuerpo, Seungwan logró defenderse. ㅡ¿Pueden dejar a Taeyeon salir?
Detrás de Kibum y Hyoyeon estaba Taeyeon luchando por quitarlos de su camino. Su más grande crush hasta el momento estaba allí, luciendo como un sueño y sus primos eran la pesadilla que la mantenía cautiva de su felicidad.
Por la forma en la que aún se tratan, es fácil olvidar que son familia.
Aún así, Taeyeon logró empujar a ambos de regreso al dormitorio y tomó la mano de Seungwan para salir corriendo por el pasillo, lo más lejos que pudiese de esos dos. No fue sino hasta que llegaron a los elevadores que se dieron cuenta de la unión de sus manos.
Todo el nerviosismo compartido solo fue en aumento, pero el tacto se sintió bien. La manera en que la pequeña mano de Taeyeon se sentía en el más cálido abrazo entre la igual de pequeña pero más ancha mano de Seungwan, y en el pequeño cuenco que había entre sus palmas se reunieron las mariposas que sentían para hacerlas volar hacia su siguiente destino.
Habían salido juntas cientos de veces antes de esa cita, ¿Por qué todo se sentía como nuevo en ese momento?
Tal vez era la manera que Seungwan veía a Taeyeon con tanta adoración, lo cual no era nuevo pero la mayor finalmente fue consciente de ello. Aunque la sonrisa de Taeyeon que se sintió un poco más cálida para Seungwan pudo haber marcado la diferencia. Había la comodidad en el tacto compartido de sus manos sobre la mesa aunque por dentro estuvieran derritiéndose por ello.
Eran los sentimientos que siempre estuvieron presentes, solo que estaban siendo reconocidos finalmente. No era nuevo, era diferente.
La cena transcurrió entre risas y revelaciones, chistes sobre sus travesías intentando mantener sus enamoramientos en secreto y explicaciones sobre cuándo comenzaron con ello. Sucedió pronto, pero comenzaron a verse de manera diferente con cada minuto que se escurría por el reloj tal cual como el vino por sus copas.
Taeyeon dejó de pensar sobre Seungwan como una estrella imposible, literalmente la estaba sosteniendo entre sus manos. Y Seungwan entendió que, efectivamente, Taeyeon no la veía de la misma manera pero si con el mismo fundamento y propósito.
En resumen, estaban jodidamente enamoradas una de la otra. Aún lo están. Casi.
ㅡCreo que hay un pequeño elemento faltante en nuestra cita, Wan-ah. ㅡTaeyeon comentó tan pronto el mesero retiró los platos vacíos de su último servicio.
ㅡ¿Las flores? Me hice cargo de ello.
Seungwan no tenía forma de saberlo, pero la manera en que se recostó por completo en la silla y habló mirando por encima de sus gafas de marco bronce hizo que Taeyeon maldijera por lo bajo haberse tardado tanto en confesar sus sentimientos. ㅡEl arreglo es algo grande y pensé que sería algo incómodo tenerlas durante la comida, así que las envié a tu dormitorio tan pronto nos fuimos.
ㅡEntonces existe la posibilidad de que Hyoyeon las robe y se las regale a Seohyun. O que Kibum se las dé a Minho para que finalmente lo note.
ㅡEn caso de que eso suceda... ㅡel cambio entre el vacilé y seguridad de Seungwan fue notorio. ㅡEspero tener más oportunidades para regalarte todas las flores que quieras.
¿Qué otra flor pudo haber querido Taeyeon además de la que estaba frente a ella?
El silencio no tardó en llegar pero se hizo lugar de manera cómoda, necesitaron un poco de él luego de horas compartiendo hasta el más mínimo pensamiento sobre el momento y eventos previos, además, las palabras restantes que bailaban sobre sus lenguas eran demasiado riesgosas de decir en una primera cita. Cómo si las miradas, sonrisas y tacto no lo estuvieran diciendo.
Cómo cualquier cosa en esta vida llena de inicios, la noche llegó a su final indeseado. Después ambas se arrepintieron un poco de su lugar de elección para la cita cuando vieron la cuenta.
En el viaje en auto no hubo canción que sonará en la radio que no fuese cantada, en algunos casos incluso gritadas. Eventualmente sus voces se rindieron antes de llegar al campus, aunque esa no fuera en realidad la razón detrás de sus voces rotas durante la despedida en la puerta del dormitorio de Taeyeon.
ㅡ¿Tuviste una buena noche? ㅡen un pequeño susurro, Seungwan preguntó.
ㅡUna bastante buena, por decir lo menos. ㅡde la misma manera Taeyeon respondió. ㅡ¿Qué hay de ti?
ㅡNo preguntes algo que es bastante obvio, cariño.
Taeyeon acortó un poco la distancia que las separaba solo para acomodar el cuello de la camisa de Seungwan, quien por algo más que inercia e impulso puso una mano en la cadera de la mayor y ocupó su mano libre en un apretado puño en busca de calma.
ㅡBuenas noches, Seungwannie.
Un casto pero suficiente beso marcó la suave piel de una mejilla dejándola sonrojada.
Con esas peligrosas palabras todavía danzando en su boca Seungwan se quedó congelada frente a la puerta aún después de que Taeyeon entrara y se pudiera escuchar el murmullo de los dos Kim menores molestando a su mayor.
En ese momento Seungwan hizo una promesa, mantener esa magia entre ella y Taeyeon por siempre aunque existiese la posibilidad de que no funcionaran. Seungwan quería significar amor para Taeyeon, incluso después de eso.
Al paso del tiempo esa promesa ha cambiado pero se mantiene leal a su causa, ahora se trata más de enamorar a Taeyeon todos los días antes de que ella pueda enamorarse de alguien más.
☁︎𝘤𝘰𝘶𝘯𝘵𝘦𝘳 𝘢𝘭𝘭 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘲𝘶𝘪𝘤𝘬 𝘳𝘦𝘮𝘢𝘳𝘬𝘴☁︎
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