PRÓLOGO

—— LITTLE WOLF ——

Nuevo mundo, 1000 d.C.

Taylor miró a toda la manada, la cual parecía que se estaba reuniendo para una de las clásicas reuniones que mensualmente tenían. Muchos de ellos vivían algo más apartados del pequeño pueblo, otros en el propio pueblo y los Morgan vivían entre ambas partes, vivían lejos pero no demasiado.

—Creía que la reunión sería la semana que viene.— Le dijo Taylor a su padre.

—Debemos de adelantarla.— Se limitó a decir el hombre confundiendo a la única hija que había tenido durante el matrimonio.

—¿Vas a ir a buscarla?— Preguntó Taylor sorprendiendo a su padre con aquella pregunta.

—No quiero hacerlo, pero las normas implican que el primogénito debe de volverse el nuevo líder de la manada...— Explicó Harry con frustración, ya que le había prometido a Carina que nunca, jamás, entraría en contacto con su hija mayor, pero la situación había cambiado.

—Hay más, ¿no?— Inquirió Taylor sabiendo que debían de haber más motivos para que su padre hubiera tomado una decisión como aquella.

—Tu hermana es mido bruja, Taylor. Algo inusual y único.— Admitió el hombre lobo, haciendo que la chica asintiera al comprender de lo que podía llegar a hacer, ya que nunca, jamás, se había escuchado la posibilidad de que existiera un híbrido entre ambas especies. Astrid era la primera y la única.

—¿Y crees que lo más sensato es presentarse y decir que su padre no es su padre y que ha vivido engañada por veintitrés años? A estas alturas ya estará casada.— Alegó la morena comprendiendo los deseos de su padre tenía por estar con su otra hija, ella también quería conocer y estar con su hermana, pero comprendía la situación en la que ella ya podía encontrarse.

—Carina me explicó que su primogénito no podía tener descendencia, por un deber sagrado.— La explicó Harry creyendo que Astrid conocería aquel voto de castidad y lealtad, pero las cosas no eran como él creía que eran, la situación era un poco diferente a la realidad que pensaba.

—Carina murió hace cuatro años, si fue sincera con sus hijos ella mantendrá el voto, pero ¿y sino lo fue? Te recuerdo que no son de aquí, vienen de tierras más allá del mar.— Insistió Taylor preocupada por lo que podría suceder cuando todos supieran que Astrid no era la hija de Ragnar como todos creían, la asustaba pensar en las consecuencias y actos que traería el descubrir que Astrid no sólo era medio bruja, sino también una mujer lobo con el futuro de convertirse en el líder de la manada de los media luna.

—Se el peligro que supone, Taylor. Por eso mismo no iremos directamente a hablar con ellos sobre este tema. Sino ha pedir ayuda, como verás hay miembros heridos y se que en aquel lugar conviven brujas muy poderosas que pueden ayudarnos.— Explicó su padre haciendo que la chica comprendiera que iban a recaudar información, en especial sobre la vida de su hermana. Aquella hermana que sabía que tenía pero que nunca habían ido a buscar por el simple hecho de que su padre desconocía de algunas tradiciones de la manada, ya que él no había sido el primogénito, su hermano mayor había muerto y el deber pasó a él. Pero ahora había problemas que afrontar, en especial el compromiso pactado que todos los miembros al nacer se les asignaba, así como el deber de traer de vuelta a una hija que nunca pensó que iba a conocer.

—¿Y vas a hacerlo para asegurarte de que puedes entrar en su vida como si nada? Tiene más hermanos y una responsabilidad con ellos.— Insistió Taylor sabiendo que si Astrid era como Carina, aquella mujer que había conocido con doce años, las cosas iban a ser muy complicadas, sobretodo para una persona que podía tener planes y sueños para su futuro.

—Lo se, pero no tengo otra alternativa.— Suspiró Harry sin saber si podía buscar otra solución para evitar lo que podía suponer un enfrentamiento.

—Dejarla.— Respondió la mujer lobo con obviedad. —Lo más seguro es que no haya roto la maldición y haya sido criada mostrando respecto hacia los hombres lobo. ¿Vas a obligarla a matar a una persona cuando nunca se ha preparado para algo asi? No todos soportan ser asesinos y menos saber que todos los meses, en luna llena, los huesos se rompan uno a uno.— Le recordó su hija esperando que él recapacitara, aunque entendía el deseo que tenía su padre, ella también quería conocer a si hermana, pero también se ponía en la situación de ella y sabía que aquello debía de ser una noticia demasiado chocante.

—La vigilaras.— Sentenció el hombre lobo con obviedad.

—¿Qué? ¿Por qué yo?— Preguntó Taylor insegura de que pudiera cumplir con aquella misión que su padre la había encomendado.

—Confiara en ti, de eso estoy seguro. Si te ve no la digas tú verdadero nombre y apellido, di cualquier otro.— La pidió el hombre sabiendo que podía confiar plenamente en su hija pequeña, sabía que Taylor jamás le defraudaria.

—¿Por qué?— Preguntó la chica confundida.

—No sabemos cuanta verdad sabe.— Le recordó su progenitor con obviedad.

—Eso te lo puedo decir yo, nada.— Garantizó Taylor sabiendo que Astrid no sabría nada sobre su otro lado y su deber para con la manada.

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Taylor llegó hasta una cascada que quedaba cerca de la pequeña aldea en la que su medio hermana vivía, desde aquel lugar podía percibir aquel olor tan intenso y eso hacía que sus latidos se acelerasen al saber que estaba cerca de la única hermana que podría llegar a tener, ser hija única la había traído beneficios, eso no lo podía negar, pero también había supuesto no tener hermanos con los que jugar, enfadarse o desahogarse.

—Un lugar bonito.— Una segunda voz hizo que Taylor se diera la vuelta y viera frente a ella a Astrid, su olor la delataba. Pero también lo dedujo por qué se parecía a Carina, tenía el pelo rubio el cual estaba recogido en una trenza que estaba unida a otra; y los ojos azules, como los suyos y los de su padre.

—Cierto.— Admitió Taylor con tranquilidad.

—¿Eres nueva?— Preguntó Astrid mientras se acercaba al caballo y le acariciaba, siempre había tenido una gran debilidad por ellos.

—Solo estoy de paso.— Se limitó a responder Taylor sin saber muy bien como actuar, era la primera vez que veía a su hermana y era tal y como siempre la había imaginado.

—Soy Astrid.— Se presento mientras se daba la vuelta y miraba a Taylor, la cual iba tapada con una capa.

—Andrea.— Respondió la mujer lobo haciendo alusión al verdadero nombre que Astrid tendría si hubiera crecido con su familia biológica.

—¿Y qué te ha llevado hasta aquí?— Preguntó Astrid con curiosidad mientras cogía ciertas plantas que estaban a la orilla de la cascada.

—Buscaba una serie de plantas para los míos, algunos están enfermos.— Explicó Taylor sabiendo que las brujas eran su única esperanza.

—¿Qué clase de enfermedad?— Preguntó Astrid con curiosidad, haciendo que Taylor la mirase confundida por su pregunta. —Perdon por la pregunta, mi madre murió hace unos años de una enfermedad que ni la magia, ni las hierbas pudieron curar.— Aclaró la rubia mientras su sonrisa cambiaba a una expresión de seriedad, hecho que la indicó a Taylor que Astrid todavía seguía afectada por lo que la había pasado a su madre.

—Heridas, algunas de gravedad. Para que no se infecten.— Respondió Taylor con tranquilidad, el ser hombres lobo les permitía estar protegidos de cualquier posible enfermedad. —Siento lo de tu madre, la mía murió cuando nací.— Añadió la morena en señal de que no había tenido ni la oportunidad de conocerla.

—¿Hija única?— Preguntó Astrid mirándola con curiosidad.

—Por desgracia.— Admitió Taylor.

—Te diría que tienes suerte, tengo dos hermanos pequeños, a los que quiero demasiado como para decir que son un estorbo.— Sonrió divertida.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Nuevo mundo, 1001 d.C

—¿Q-qué está pasando?— Preguntó Harry una vez que vio cómo su hija pequeña parecía estar mejor de aquella repentina fiebre que la había afectado.

—Los espíritus te han unido a un ser inmortal, solamente morirás si te matan o si esa criatura muere.— Explicó una anciana bruja a Taylor haciendo que la chica la mirase confundida.

—¿Inmortal? ¿Existe eso?— Preguntó Taylor sorprendida por lo que estaba escuchando.

—Los rumores indican que una bruja, llamada Esther, ha convertido a toda su familia en una nueva raza de depredadores.— Explicó la bruja sabiendo que eso no sólo traería una plaga sino también muchos, tal vez, demasiados, problemas.

—¿Es posible?— Preguntó Harry sorprendido por lo que estaba escuchando.

—Por desgracia así es. Taylor esta unida a uno de ellos, jamás envejecera ni morirá, solamente si esa persona muere o sí ella es asesinada.— Explicó la bruja haciendo que la aludida suspirase sin saber como afrontar su nueva e indirecta inmortalidad.

—¿Se puede saber quien es esa persona?— Preguntó Harry cruzándose de brazos en señal de desaprobación.

—Alguien que comparte sangre con ella.— Garantizó la bruja haciendo que Taylor y Harry se mirasen al saber a quien estaba haciendo referencia la anciana.

—Astrid.— Murmuró Taylor sorprendida de lo que la podía haber pasado a su hermana.

★★★

Bueno, no podía resistirme a hacer este primer encuentro entre las hermanas.

Sí, Harry es el padre biológico de Astrid, y sí, ella tiene un segundo nombre, Andrea. Evidentemente tenía que unirlo de alguna forma para mantener el nombre original de Hope.

El caso, el prólogo en sí no es muy importante. A excepción tal vez de la escena del final, pero evidentemente estaba claro que Taylor estaba unida a Astrid.

Este hecho se acabará por descubrir, osea en mitad de la temporada 1 todos sabrán quien es en realidad Taylor, y no niego que Astrid se lo va a tomar mal, pero la aceptara. Taylor será un gran apoyo para ella y para Leo.

Se que lo el tema de los alfas no va así, pero necesitaba un motivo para que Harry quisiera traer de vuelta a Astrid.

Como dato, cuando Harry planea el viaje, queda un año para que Klaus y Astrid se casen; y cuando Taylor la conoce ya están comprometidos. El tema de las edades es algo que puede liaros, en caso de ello me decís.

¿Qué os ha parecido el prólogo?

Os leo ❤️

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