—— I PROMISE YOU THAT EVERYTHING WILL BE FINE ——

—La buena noticia es que Dahlia sigue sin saber que estamos aquí, y la mala es que mañana por la noche vendrá a por Hope.— Anunció Taylor mientras miraba a su hermana, a Jackson y a Hayley sabiendo que debian de preparase para cualquier ataque que Dahlia fuera a orquestar contra ellos.

—Entonces propongo que nos largemos de aquí.— Sugirió Jackson esperando que las tres apoyaran su idea.

—Quiero irme tanto como vosotros pero pensar, Freya dijo que a Dahlia la atraía la magia de Hope, por muy lejos que nos vayamos podrá encontrarnos. Al menos este sitio está hechizado, nadie puede practicar magia aquí, ni Hope, ni Dahlia ni yo.— Explicó Astrid sabiendo que de momento aquel era el lugar más seguro para la niña, por lo menos hasta que supieran que hacer.

—Puede que esté sitio este hechizado, pero hemos visto romperse hechizos más fuertes. Debemos de huir mientras podamos.— Insistió Jackson creyendo que el club no era el lugar más seguro, en verdad no había ninguno.

—Es un riesgo de todas maneras.— Afirmó Taylor. —Es tan pequeña, brujería, hechizos, no ha pedido nada de esto.— Afirmó la menor de las hermanas sin comprender porque todo eso debía de pasarla a una niña que apenas llegaba a cumplir un año de vida.

—Lo que significa que si desaparece no lo echara en falta.— Comentó Hayley dándose cuenta de que tal vez pudieran sortear el imán que Hope era para Dahlia.

—¿Qué quieres decir?— Preguntó Astrid sin comprender lo que estaba queriendo decir.

—Dahlia solo puede sentirla cuando usa la magia, ¿y si hubiera una manera de impedir que utilice sus poderes?— Explicó haciendo que los tres comprendiera lo que estaba queriendo decir.

—Solo es un bebé, ¿como lo conseguiríamos?— Quiso saber Astrid en señal de que ella estaba a favor de privar a su hija de uno de sus dones con tal de mantenerla sana y salva.

—Tengo una idea, aunque es peligrosa. Sobretodo ahora.— Comentó Hayley esperando que supieran el riesgo al que se estaban exponiendo.

—Yo lo hago, sea lo que sea.— Intervino Aiden mostrando que quería ayudarles. —Por mi culpa no pudisteis iros ayer.— Alegó el hombre lobo queriendo compensar su error.

—No fue por tu culpa, Aiden.— Le tranquilizó Jackson.

—Por favor, dejad que os compense.— Suplico Aiden.

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—Son Dahlias.— Comentó Taylor al ver las flores que estaban floreciendo por toda la fachada.

—Nadie sabe qué estamos aquí.— Las tranquilizó Hayley, aunque lo que las tres estaban viendo no iba a tranquilizar a nadie, menos aún a Astrid.

—Pues creo que ahora sí que lo sabe.— Comentó la Original mientras se acercaba a la sillita en la que estaba Hope para cogerla en brazos, mientras Hayley y Taylor buscaban la forma de contactar con alguien.

—No funciona ningún teléfono.— Las informó Taylor preocupada.

—Necesito que vayas a buscar ayuda.— Le ordenó Hayley a un hombre lobo, haciendo que este saliera corriendo con el objetivo de cumplir su orden.

—Ya viene.— Las advirtió Astrid mientras miraba hacia la puerta.

—¿Qué? ¿Por qué lo dices?— Preguntó Hayley sin comprender como es que lo podía saber.

—Puedo olerla.— Respondió haciéndolas ver que conocía su olor. —Esconderos las dos, no quiero que os vea.— Las pidió haciendo que ambas se marcharan. —Todo estará bien, princesa, te lo prometo.— La tranquilizó Astrid a Hope mientras la miraba preocupada.

—Que preciosidad.— Sonrió Dahlia al ver a la niña. —Hola mi niña. Hola, Astrid.— Las saludo, dándose cuenta de que la niña no sólo era mucho más especial de lo que pensaba, sino también mucho más poderosa, ya que era la unión de dos linajes altamente poderosos. —Yo...— Empezó a decir mientras observaba el currículo de sal que había delante de la puerta, el cual sellaba el hechizo de protección. —Esperaba una charla más íntima, y más amable de la que me hiciste tener en la iglesia, Astrid, pero he notado al entrar que me tienes en una considerable desventaja.— Observó mirando a la rubia.

—¿Por qué no entras? Me gustaría mostrarte un poco de hospitalidad híbrida.— Respondió Astrid mientras la dedicaba una falsa sonrisa donde ocultaba el profundo odio que la tenía.

—Tan solo quería ver a la pequeña que me fue prometida, ya falta poco. Seguro que te has dado cuenta de que el hechizo que os protege se esta debilitando.— Asumió sabiendo perfectamente que Astrid lo sabía, puede que solo hubieran intercambiado un par de palabras y de hechizos, pero aquello era suficiente como para saber que ella era muy poderosa y su poder estaba constituida por una magia tan pura, que incluso usando la magia más oscura de todas jamás llegaría a ser corrompida.

—Si la pones un debo encima te juro que te haré sufrir de maneras que ni tú malvada mente puede imaginar.— Garantizó haciéndola ver a la bruja la violencia que como lobo corría por sus venas.

—Astrid, mi disputa no es contigo. Lo fue con tu madre hace mucho tiempo y se soluciono.— La recordó haciendo que la Original encarnará una ceja, ya que matar a su madre no era precisamente una forma de solucionar la envidia. —Pero Esther hizo un trato hace mucho tiempo, es un contratiempo que te haya arrastrado en esto.— Garantizó, sin ser consciente de que mil años atrás, cuando era humana, también la habría llevado a aquella situación.

—Hablas como si no tuvieras opción, pero esto es cosa tuya.— La recordó.

—Cuando doy mi palabra la cumplo y espero que los demás hagan lo mismo. Esther y yo hicimos un trato hace mucho tiempo, así que como ves esa niña me pertenece a mi.— La recordó esperando que fuera consciente de que no estaba en su poder decidir si su hija se quedaba o no con su madre. —Lo único que tienes que preguntarte es ¿me la vas a denegar aún a riesgo de perder la vida?— Quiso saber, sabiendo que Astrid temía a algo mucho más que la muerte, porque la muerte no era más que una fase de la que todos los miembros de la familia Original en mayor o menor medida la habían sorteado alguna vez.

—No te la vas a llevar.— Sentenció Astrid con firmeza en sus palabras.

—Claro que sí, se que temes por tu niña.— Explicó Dahlia mostrando lo desagradable que se la hacía referirse a Hope como la hija de Astrid. —Te aseguro que todo lo que Freya te haya contado de nuestra vida juntas, bueno siempre ha tenido talento para lo dramático, es mentira.— Comentó mientras ponia los ojos en blanco.

—Parece que es cosa de familia.— Puntualizó Astrid haciendo referencia a lo dramática que, según Dahlia, era Freya.

—Es evidente que la mayoría de mis problemas con Freya radicaban en el hecho de que fui a buscarla demasiado tarde. Tenía un recuerdo muy fuerte de la familia de la que la separe.— Explicó Dahlia sabiendo perfectamente cual era el error que había cometido con Freya. —Pero Hope es pequeña aún, no se aferrara a tu recuerdo, ni llorará por ti en sueños. Puedes consolarte pensando que para ella será como si nunca hubieras existido.— La tranquilizó, haciendo que la expresión de Astrid se endureciera.

—Acércate, veamos si una bruja sin magia puede conmigo.— La animo mientras sus ojos se volvían de color dorado, haciendo que Hope comenzará a llorar.

—Vaya, has molestado a la niña. Es una pena, no deberías de desperdiciar tus últimas horas con ella así, deberías de aprovecharlas para despedirte.— Sugirió Dahlia molesta por el hecho de que Astrid hubiera hecho llorar a Hope. —La noche de mañana llegará muy pronto.— La recordó mientras sonreía. —Adios, por ahora pequeña.— Se despidió.

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—Claro que intentamos llamarte, Elijah. Pero puesto que Dahlia pudo con Klaus y Mikael, imagino que el repetidor del móvil fue pan comido.— Alegó Taylor con obviedad.

—¿Dónde están los lobos que vigilaban?— Preguntó Elijah sin comprender por qué los lobos no habían intervenido.

—Recibiendo una paliza de Dahlia al igual que Klaus.— Respondió Hayley con obviedad.

—Se acabo, os venís conmigo a casa.— Intervino Klaus mirando a Astrid, haciéndola ver que está vez no iba a tener opción, pero la realidad era mucho más diferente.

—¿Dónde Dahlia mando a Josephine esta mañana?— Preguntó Astrid haciéndoles ver que sabía lo que había ocurrido. —Ni hablar, seremos un blanco fácil igual que lo seremos aquí cuando se rompa el hechizo.— Les recordó sabiendo que la única opción que tenían era huir de aquella bruja.

—Por eso tenemos que irnos. Jackson ha ido a por suministros, nos llevaremos a los lobos y nos iremos al pantano.— Les informó Hayley sabiendo que aquella era la única opción que tenían para poder ganar tiempo.

—¿Al pantano? ¿Para que a mi hija la protejan los lobos que tan fácilmente venció Dahlia? No pienso consentirlo.— Sentenció Klaus haciendo ver a todos de que las cosas iban a ser a su manera, pero esta vez Astrid no estaba dispuesta a volver a un lugar tan vulnerable, no cuando no la quedaba mucho tiempo.

—No voy a aceptar más órdenes que provengan de ti, Klaus. Hasta ahora no has hecho más que poner a Hope en peligro, a partir de ahora voy a hacer lo que quiera.— Sentenció Astrid con firmeza, principalmente por qué no sólo era Klaus el padre de la niña, ella era la madre y al igual que él tenía voz y voto en todo aquello. —Nos vamos.— Dijo con firmeza, haciéndoles ver que la decisión estaba tomada.

—No vamos a ninguna parte a menos que yo lo diga.— La advirtió Klaus.

—No soy tu prisionera, Klaus.— Le recordó Astrid mientras se soltaba de su agarre con brusquedad.

—Dejarlo ya, por favor.— Intervino Elijah sabiendo que la pelea de los dos híbridos no iba a llegar a nada más que a violencia. —Le estamos dando ventaja a Dahlia.— Les recordó, esperando que fueran conscientes de que no podían perder tiempo.

—No hacer lo que os diga es lo que la da ventaja.— Les informó Klaus mientras se ponía al lado de su hermano. —Mientras vosotros os habéis arrastrado inútilmente hasta Freya, con el rabo entre las piernas, yo he forjado un nuevo camino. Se que intenciones tenía Freya y se como matar a Dahlia.— Las tranquilizó sabiendo que esa iba a ser su ventaja. —Freya se opuso a que hiciéramos una sola arma por que arruinó su plan.— Añadió.

—¡Klaus!— Gritó Jackson.

—¿Jack?— Preguntó Hayley confundida al ver que parecía que estaba pasando algo.

—¡Klaus!— Volvió a gritar Jackson mientras aparecía con el cuerpo de Aiden.

—Dios mío, ¿que ha pasado?— Preguntó Taylor al ver que el hombre lobo tenía arañazos en la cara y que le habían arrancado el corazón.

—Klaus hizo que nos espiara, pero me contó la verdad y lo has matado.— Le acusó Jackson mientras le miraba con odio por lo que había hecho.

—¿Le has matado? ¿A uno de los lobos que juraron proteger a nuestra hija?— Preguntó Astrid sin creerse de hasta dónde llegaba la locura del híbrido por querer que todos hicieran lo que él quería.

—¿Y qué si lo he hecho?— Preguntó Klaus haciéndoles ver que había sido él. —Esto es lo que le pasa a cualquiera que se interponga en mi camino.— Les advirtió.

—Danos la orden, Jackson.— Le pidió un hombre lobo al alfa.

—Sí, vamos, intentalo.— Le animo Klaus divertido. —Pero estarás jugandote la vida por alguien que estuvo dispuesto a traicionarnos. Esto no habría pasado si hubiera tenido un alfa de verdad.— Le recordó haciéndo que Jackson le atacara, para después Elijah intervenir.

—¿Deseas morir?— Preguntó el noble.

—¿Nos vas a matar a nosotras también?— Preguntó Hayley mientras ella y Taylor se ponían al lado de Jackson en señal de que lucharían a su lado.

—Sí os enfrentais a él, os enfrentais a mi.— Advirtió Elijah.

—Deberíais de emplear mejor vuestro tiempo, os sugiero que enterreis a vuestro muerto.— Se burló Klaus justamente cuando los dos Originales se llevaban las manos a la cabeza por el insufrible dolor que Astrid les estaba haciendo tener.

—Hacerles algo, y en cuanto el hechizo este caido será la último que hagáis en estos mil años que lleváis respirando.— Les amenazó mientras ambos observaban que si hacían algo a la manada se verían con alguien a quien no les interesaba como enemigo. —Ahora, largaos.— Les ordenó mientras les dejaba de infringir aquel dolor, haciendo que Hayley y Taylor sonrieran orgullosas de tenerla de su parte.

—Niklaus si tienes un plan activalo ya, ni Astrid ni Hope se irán a ningún lado.— Le advirtió Elijah, esperando que Astrid solo fuera de farol.

—Pronto hermano.— Le tranquilizó Klaus para a continuación marcharse.

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—No te entiendo, primero Klaus mata a Aiden y luego le defiendes.— Alegó Taylor son comprender la moralidad del noble.

—Protegía a Hope.— Le excuso Elijah creyendo que el acto de su hermano estaba justificado.

—Ya, si eso es cierto. ¿Qué pasa ahora? No creo que Klaus sea capaz de salvar la vida de su hija y de mi hermana, porque ambos sabemos que mi hermana moriría si así la mantiene a salvo.— Alegó Taylor haciéndole ver al noble lo que era evidente, Dahlia sería capaz de matar a cualquiera y todos sabían que Astrid lucharía hasta la muerte si con ello salvaba la vida de su hija.

—Él las quiere y yo también.— La recordó el noble esperando que Taylor comprendiera que madre e hija también eran importantes para él.

—Si la quieres, deja que nos marchemos.— Le pidió Astrid esperando poder convencer al noble.

—Si os marchais al pantano no podre protegeros de Dahlia, o de Niklaus.— La recordó sabiendo que ambos eran conscientes de lo que Klaus haría, ya no solo a los que se hubieran ido con Astrid, sino a Leonidas, porque le usaría a él para hacerla daño.

—Elijah, sabemos como impedir que Hope haga magia por lo que Dahlia no podrá encontrarnos; y si te preocupa Klaus, ya hui de él hace quinientos años y con Katerina. Jamás dio conmigo, se como escondernos. Y si aparece, sabe lo que le sucederá.— Le tranquilizó Astrid sabiendo que Elijah entendía que aquello era lo mejor para todos, principalmente para la niña.

—Astrid tiene razón, además de que Jackson conoce cada centímetro del pantano, puede protegernos y se que Marcel nos ayudará a salir de la ciudad. El único que se cruza en nuestro camino eres tu.— Añadió esta vez Hayley haciéndole ver a Elijah, que la unidad y hermandad que las tres tenían entre ellas, era algo que nunca, jamás, había visto. Las tres lucharian y matarían por ayudarse mutuamente.

—¿Qué queréis que haga?— Preguntó Elijah haciéndolas ver que las iba a ayudar a huir.

—No podemos huir de Dahlia y escondernos de Klaus al mismo tiempo. ¿Quieres protegernos? Consiguienos algo de tiempo.— Le pidió Astrid haciendo que el noble asintiera para a continuación marcharse, haciendo que las tres se mirasen sabiendo que las cosas iban a complicarse, pero debían de hacer todo lo que estaba en su poder para evitar que Hope corriera el mismo destino que Freya había tenido.

★★★

No os podéis imaginar todo lo que quiero deciros, pero sin poder hacerlo porque sería Spoiler.

Aún así se huele el final y que deciros..., bueno preparaos para todo, incluso para odiarme, más aún.

Y también para un flashback entre Lexi y Astrid, uno que todos necesitábamos.

Bueno dicho ese adelanto...

El capítulo de hoy han pasado muchas cosas, la primera es el ataque de Dahlia, estaba claro que esa mujer era poderosa, pero lo que me sorprende aún más es lo mucho que la subestimar.

Aunque la integración entre ambas brujas..., bueno esta claro que Hope es poderosa, ya no solo por el linaje Mikaelson, pero su hermana menor también lo será, sólo que el poder de Eliana será muy diferente. También destacar que Eliana será una mini Klaus.

Lo segundo que quiero mencionar es la escena con Elijah y Klaus, osea se que todos ahí hemos notado toda clase de tensión, y tal vez ambos son algo egoístas, ya que no piensan en Hope y en como la puede afectar. Pero creo que hay que ponerse en esa situación, el saber que alguien se quiere llevar a tu hija... Tiene que ser duro.

Tercero, la muerte de Aiden..., dios mío pobre Josh pensé. Josh es el Bonnie de esta serie, porque sufre muchísimo y es un grandioso personaje al que vais a amar en algún que otro Flashback.

Cuarto, y ya para finalizar. La escena de Astrid queriendo proteger a Hayley y Taylor, a fin de cuentas sabe de lo que Dahlia es capaz de hacer, y teme por ellas, así que es lógico que quería protegerlas. Y el hecho de que usen a la familia para convencer a Elijah..., tal vez huir no fue lo más sensato, eso es cierto, pero era la única forma de huir de la bruja.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️