—— KILL A DEMON TODAY, FACE THE DEVIL TOMORROW ——

—Mi preciosa niña, mi primogénita.— Sonrió Esther mientras intentaba acariciar a Freya, sorprendida de que estuviera ahí, con vida.

—Sí me tocas, usaré estas cadenas para estrangularte.— La advirtió Freya mostrando lo muy enfadada que estaba con su madre, o mejor dicho la mujer que la trajo al mundo, porque apenas la podía considerar como una madre.

—Sí... Bien, y después de este intercambio de cumplidos empecemos, ¿os parece?— Intervino Klaus haciendo ver a las tres que le urgía hacerse con el hechizo de Esther para recuperar el cuerpo de Rebekah. —Parece que tu encantadora hermana Dahlia está de camino a Nueva Orleans y está empeñada en llevarse a nuestra hija. Necesito que Rebekah vuelva a su cuerpo de Original para que nos ayude a acabar con ella.— Añadió el híbrido sorprendiendo a Esther con lo que había dicho.

—¿Vuestra hija?— Preguntó Esther sorprendida mientras miraba a Klaus y a Astrid sin creerse que la niña pudiera seguir con vida.

—Ah, sí. Supongo que es difícil estar al día de los últimos acontecimientos cuando estás en una tumba pudriendote.— Comentó Astrid mientras la miraba con odio y desprecio, una mirada que Esther conocía muy bien porque esa era la misma mirada que sus hijos tenían cuando la miraban.

—Muy bien, yo te los resumo. Mi hija está viva, Dahlia está de camino pero ahora la dueña del cuerpo que habita Rebekah ha tomado el control y no tiene intención de renunciar a él, la joven Freya aunque es poderosa no conoce ningún hechizo para que Rebekah recupere su cuerpo, y ahí es donde entras tu.— Resumió Klaus con tranquilidad esperando que su madre cooperase, aunque iba a hacerlo aún no quisiera, principalmente porque estaba obligada a hacerlo. —Necesito que desempolves un poco tus antiguos conocimientos de bruja, dame el hechizo para traerla de vuelta.— Añadió mientras la daba un cuaderno, el cual Esther cogió para después coger un bolígrafo y empezar a apuntar el hechizo que necesitaban para salvar a Rebekah de Eva Saint Claire.

—¿Por qué tardas tanto? No fuiste tan lenta cuando intentaste matar a mi hija.— Comentó Astrid cansada de esperar, sabiendo que Esther estaba tardando para ganar tiempo, la pregunta era ¿para que quería ganar tiempo?

—No lo hice por gusto.— Se defendió Esther esperando que fueran conscientes de que ella, en ningún momento, quiso hacer daño a una niña, sobretodo cuando era su nieta.

—Claro, por qué no.— Murmuró Astrid haciéndola ver que nadie la creía, y eso era cierto. Después de lo que les hizo a sus hijos, ¿quien iba a creer que no quería hacer daño a una niña inocente que no le había hecho ningún mal a nadie?

—Sabía que si la niña vivía, Dahlia vendría. No sólo a por ella, sino a por todos vosotros. Y aunque me desprecieis yo jamás os desearía eso.— Garantizó Esther sabiendo que aquella niña había cambiado la vida de todos los Originales, pero para su desgracia que viviera suponía el regreso de aquella hermana a la que quiso y odio en partes iguales.

—Qué conmovedor.— Se burló Klaus, haciendo referencia a las últimas palabras de su madre.

—¿Verdad? Siempre me he preguntado como sería la compasión maternal. ¿Cómo iba a saberlo si me vendiste como esclava cuando tenía cinco años?— Comentó Freya mientras miraba a su madre con odio por no haber luchado por ella ni tan siquiera un poco.

—Cuando hice aquel trato con mi hermana no tenía ni idea de lo que significaba ser madre, creía que si tenía una docena de hijos no echaría de menos a uno. Y entonces naciste tu, eras preciosa, tenías una luz especial, dibujaste una sonrisa en la cara del hombre más duro que había conocido. Y cuando te entregue a Dahlia pensé que esa misma luz podría iluminar su corazón resentido y que tendrías una buena vida.— Explicó Esther, haciéndoles ver que sus suposiciones nunca tenían los resultados que esperaban, lo que suponía que Esther no era tan consciente de sus actos como dejaba ver a veces.

—¿Una buena vida? ¡Eras mi madre! Debiste venir a por mi.— La acusó Freya mostrando lo muy enfadada que estaba por el simple hecho de que su madre no luchará por retenerla.

—Sí, debí hacerlo. Pero habría sido un error.— Admitió la vampira. —El mismo error que cometereis vosotros si dejáis que esta chica os ayude.— Añadió mirando esta vez a los dos híbridos, esperando convencerlos de que Freya no les iba a ayudar, pero aunque pudiera convencer a uno, con mayor facilidad a Klaus, Esther tendría que vérselas con Astrid y ella era mucho más difícil de convencer, por lo menos para Esther.

—Por amor de dios, habla claro.— La ordenó Klaus sin comprender lo que estaba queriendo decir su madre.

—La luz que veía en Freya cuando era niña ya no está, fue mía durante cinco años pero Dahlia fue su mentora durante mil, y emulando a su maestra se os ofrecerá para solucionar vuestro problema, pero por un precio.— Aseguró creyendo que su hija se había convertido en una versión mejorada de su hermana mayor, y aunque así fuera el odio que sentía Freya por su tía era mayor que cualquier enseñanza que hubiera recibido de ella.

—No hay nada de ningún precio.— Les aseguro Freya esperando mantener la poca confianza que Klaus había depositado, de forma obligada, sobre ella.

—Basta de violencia hasta que haya acabado de escribir el hechizo, por favor.— La pidió a Freya mientras la sujetaba para que no atacará a Esther, no la dejaría hasta que no tuvieran lo que querían de ella. —Hay que ver, es todo genio no sabe controlarse.— Se burló Klaus con respecto al comportamiento de su hermana mayor, ya que tenía su mismo impulso a la hora de querer matar o herir en gravedad a los demás. —Yo estoy encantado de que la vendieras, por qué así pude nacer yo. Deberías de verme como una versión mejorada.— Añadió mientras pasaba de mirar a su madre para luego mirar a su hermana, sonriendo con prepotencia.

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—No puedo hacerlo, este hechizo requiere de una enorme cantidad de poder.— Alegó Freya una vez que examinó el hechizo que Esther había escrito.

—Y tú lo tienes.— Garantizó Esther confiando en las habilidades de su primogénita.

—Necesito anclar ese poder o me perderé dentro de la mente de Eva, junto con Rebekah.— Explicó sabiendo el riesgo al que se exponía al hacer un hechizo de aquellas características. —A diferencia de tu magia, la mía no esta anclada a ningún sitio y por tu culpa no tengo hogar.— La acusó a Esther haciéndola ver que no podía realizar el hechizo, porque nunca tuvo un lugar propio, principalmente porque con Dahlia la magia era mucho más diferente a la magia que Esther había practicado y a la que Astrid estaba capacitada para poder realizar.

—Es posible, pero no hay otro hechizo.— Garantizó Esther mientras Freya miraba el hechizo, para después mirar a Klaus y a Astrid dándose cuenta de que sí podría hacer el hechizo, pero requería de un pequeño sacrificio que no les iba a gustar a ninguno, principalmente a su hermano.

—Vosotros.— Murmuró dándose cuenta, mientras se acercaba a los dos híbridos, los cuales se miraron de reojo confundidos por lo que Freya estaba planeando. —Puedo usar a uno de los dos como ancla, canalizare su poder mientras accedo a la mente de Eva.— Les explico esperando que alguno de los dos, principalmente Astrid, se ofrecieran a ayudarla para realizar el hechizo y salvar a la menor de los Mikaelson.

—Ahí lo tenéis, ese es el precio. Si lo hace, tendrá acceso a vuestra mente, a vuestro pasado y a vuestro presente, lo sabrá todo sobre quien use.— Les advirtió Esther esperando que ambos fueran mucho más inteligentes y no se ofrecieran para ayudar a Freya.

—Todas mis estrategias y todos mis secretos quedarán al descubierto para ofrecérselos a Dahlia. ¿Crees que soy tan ingenuo?— Quiso saber Klaus mientras miraba a su hermana mayor, mientras que Astrid se quedaba en silencio sabiendo que nadie podía saber de dónde venía su poder, menos aún la cantidad de magia negra que había practicado desde que supo de la llegada de Dahlia, y que aumento después de descubrir que ella había sido la causante de la muerte de su madre. Si alguien se enteraba de lo que estaba haciendo, buscarían la forma de detenerla al considerar que podría volverse peligrosa, cosa que era cierto, pero era el precio que Astrid estaba dispuesta a pagar únicamente para vengarse.

—Puede que no sea un truco, yo seré el ancla.— Intervino en ese momento Elijah, haciendo que Astrid respirase aliviada de que el noble hubiera aparecido a tiempo tal y como esperaba.

—Hermano no puedo permitirlo.— Negó Klaus creyendo que sí Freya descubría los oscuros secretos de la familia o de alguno de sus miembros los usaría contra todos.

—Hermano sea lo que sea esto nada debe de impedirnos salvar a nuestra hermana. No voy a perder a Rebekah.— Le advirtió Elijah esperando que su hermano pequeño fuera consciente de no estaban en disposición de ser egoístas, Rebekah estaba sufriendo y su deber como hermanos mayores era ayudarla y protegerla, y en aquellos momentos Rebekah necesitaba su ayuda más que nunca.

—Ah, sí por supuesto. Demosle acceso al cachorro de Dahlia toda la información que necesita para acabar con nosotros.— Alegó Klaus haciéndoles ver a Astrid y a Elijah que Esther había conseguido manipular a Klaus para convencerle de que Freya les estaba usando, y por ende estaba ayudando a Dahlia en secreto.

—¿Desde cuando escuchamos la palabra de esta víbora?— Preguntó Astrid sin creerse que Klaus hubiera creído a Esther, cuando la experiencia les había demostrado que siempre hacía todo en su propio beneficio.

—Ya es suficiente.— Interrumpió Freya captando la atencion de todos, para después romper las cadenas, y chasquear los dedos rompiendo el cuello al híbrido. —Para ser una versión mejorada no eres muy astuto. Vamos.— Se burló mientras pasaba al lado del cuerpo de su hermano pequeño, sorprendiendo a Esther, a Elijah y a Astrid con su gesto.

—La bruja manda.— Comentó Astrid mientras rodaba los ojos divertida y caminaba tras ella sabiendo que debían de dejarse ayudar por Freya, era su única esperanza.

—Ve con Hope.— La pidió Elijah a Astrid, mostrando que podía existir la posibilidad de que aquello saliera mal, y si eso pasaba era mejor que la niña estuviera con su madre. Principalmente porque está vez Eva no iba a pillar a Astrid por sorpresa como había hecho la noche anterior.

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—Aquí huele a hombre lobo.— Se quejó Gia mientras colocaba algunos juguetes de Hope, la cual tenía Astrid en brazos mientras jugaba con un conejo de peluche que le había regalado Elijah.

—Eso es porque Jackson y Hayley tienen a todo un pelotón ahí afuera.— Intervino Taylor mientras se apoyaba en el marcó de la puerta de la habitación de Hope.

—Te puedes marchar, no tienes por qué quedarte.— Añadió Astrid mirando a Gia, sabiendo que ella se estaba arriesgando y no debía de hacerlo, ella había renunciado a seguir ayudando a la creación de la comunidad de vampiros, ellos ya no estaban en deuda con ella ni tenían el deber de ayudarla.

—Elijah y Leonidas dicen que la niña y tu tenéis más de un enemigo. Si alguien consigue burlar a la exposición canina que hay ahí afuera coger a la niña y correr. Yo les entretendre.— Las indicó, sorprendiendo a las dos hermanas con aquel acto. Nadie correría aquel riesgo por alguien a quien no conocía de nada.

—No nos conoces, ¿por qué te ibas a poner en peligro por nosotras?— Preguntó Taylor sin comprender porque iba a hacer algo así, cuando no tenía porque hacerlo, porque eso podía suponer su muerte.

—No hace falta que os conozca, conozco a tu hermano, y se lo que significais para él. Lo que significa esa niña para él y para Elijah.— Explicó mirando a Astrid, la cual sonrió ante las palabras de Gia, ya que en aquel mundo no había muchos que fueran tan sinceros y leales, la mayoría de las criaturas, incluso ellos, se movían por sus propios intereses sabiendo que si confiaban en alguien ciegamente corrían el riesgo de ser traicionados. —Además, Astrid estuvo ahí cuando me hice vampiro. Se lo debo.— Añadió mirando esta vez a Taylor haciéndola ver que también lo hacía por compensar aquel favor, ser vampiro había cambiado la vida a Gia y estaba agradecida por ello.

—Siento no haber podido ayudaros más.— Se disculpó Astrid sabiendo que la comunidad de vampiros era también su responsabilidad, la cual había dejado de lado.

—Tienes una responsabilidad mayor que unos vampiros, creo que eso cualquiera lo comprende.— Alegó mientras miraba a la niña, para luego marcharse para responder a una llamada.

—¿Estas bien?— Preguntó Taylor dándose cuenta de que a su hermana la pasaba algo, llevaba demasiado tiempo actuando de forma extraña y eso no había pasado desapercibido por parte de ninguno.

—Sí, sí, lo estoy. Solo que tengo que hablar con Leo de una cosa, y aún no se como decírselo.— Admitió sabiendo que debía de decirle la verdad a su hermano, se merecía saber la verdad, el verdadero motivo por el que Carina enfermó y murió.

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—Vaya, parece que alguien va a ser reconocida entre la comunidad de brujos.— Comentó Astrid mientras se acercaba a Freya, la cual estaba rodeada de brujos que esperaban a Josephine.

—Gracias por confiar en mi.— Sonrió Freya justamente cuando la abrazaba, sabiendo que todo aquello estaba siendo posible porque Astrid la había dado un voto de confianza, hecho que no todos la habían dado.

—Entre brujas nos apoyamos, ¿lo olvidas?— La recordó mientras la dedicaba una sonrisa, al mismo tiempo que Josephine aparecía y todos se quedaban en silencio. La líder del aquelarre se acercó a Freya para a continuación ponerla un collar con una piedra verde pastel con el dibujo de un árbol, haciendo sonreír a la mayor de los Mikaelson, principalmente por lo que aquello significaba, porque para ella era muy importante.

—Ahora eres una de los nuestros, Nueva Orleans es tu hogar.— Anunció Josephine haciendo que Freya la sonriera. —Tus amigos son nuestros amigos y tus enemigos los nuestros.— La informó haciéndoles ver que la presencia de Freya tal vez pudiera ser mucho más ventajosa de lo que creían, pero eso para Klaus no era tan seguro, él todavía seguía desconfiando de su hermana mayor aunque ella no le había dado motivos para hacerlo.

★★★

Literalmente estamos a 10 partes de terminar Enchanted. ¿Hay alguien más emocionado o solo soy yo?

Vale, anunciado lo más importante.

De verdad os digo que la escena del final me encanta, me encanto ver a Freya siendo aceptada, y me encanta el hecho de que haya plasmado tan bien la relación de ellas. Viéndolo ahora soy consiente.

Por otro lado, la escena con Gia, me hubiera gustado ver más de ella, pero en el mundo de TO los personajes secundarios no suelen durar mucho. Aun así creo que quedo perfecta, más que nada por que deje como muy en el aire lo que sucedió después entre Astrid y la comunidad vampirica.

Por último, las escenas con Esther.

De verdad, o esta mujer es muy lista o Klaus es idiota, como se puede dejar manipular por ella. Es que no llego a entenderlo, y creo que no lo entenderé nunca.

Aunque lo divertido es ver como Esther intenta ganarse el favor de Freya, se cree que algún hijo la va a ser leal y seguro que el único fue Henrik, pero por qué no tuvo tiempo de hacerle sufrir.

A pesar de ello, la mejor escena de todas es la de Freya rompiendo las cadenas y rompiendo el cuello a Klaus. En ese momento demostró ser toda una Mikaelson, es como un rito de iniciación debes de acabar con el cuello roto o una daga, y luego hacérselo a alguien de la familia. De verdad, es que parece eso y el que piense lo contrario ¿de verdad vio TO?

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Maratón 6/7

Os leo ♥️