—— I THINK IT'S A GIRL ——

—No deberías de estar aquí afuera.— Comentó Sabine al ver que Astrid estaba en el patio trasero, observando al lobo que estaba fuera, el cual al sentir la presencia de la bruja se había marchado, como si no quisiera que nadie le viera.

—¿Quien eres tu?— Preguntó Astrid dándose la vuelta y mirando a la bruja con desconfianza, principalmente por qué no confiaba en ninguna de las brujas del barrio francés, por mucho que afirmasen que querían ayudarla no se creía que eso pudiera llegar a ser cierto del todo.

—Lo siento, no quería asustarte. Soy Sabine, nos conocimos, soy amiga de Sophie.— Se presentó esperando que la Original recordará quien era, aunque Astrid suponía que la presencia de la bruja era para asegurarse de que no la pasara nada a ella ni al bebé, porque entonces le pasaría a Sophie y era evidente de que entre las brujas del aquelarre se cuidaban entre sí.

—Eres una de las brujas.— Asumió Astrid con obviedad mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia la bruja.

—Sophie me ha pedido que venga a haceros compañía mientras están afuera.— Explicó Sabine mientras se fijaba en el lobo que había vuelto a aparecer. —Lo atraes tu.— Puntualizó mientras la Original se daba la vuelta y volvía a mirar al lobo, el cual las miró a ambas fijamente, haciendo que Astrid pensara en lo mucho que echaba de menos transformarse y poder salir corriendo. —El bebé que llevas dentro es mitad vampiro y mitad hombre lobo, has concebido algo especial.— Garantizó haciendo que Astrid pusiera los ojos en blanco, estaba cansada que todos dijeran que el bebé que esperaba era especial, lo que iba ser en realidad era un claro objetivo para todos los enemigos que tenía la familia Original, y precisamente no eran pocos.

—Pareces Elijah y mi hermano, creen que este bebé nos va a convertir en una gran familia feliz y no creo que eso sea posible.— Aseguró mientras ponía los ojos en blanco, mientras se tocaba el vientre, ya que teniendo en cuenta las costumbres familiares y que era poco común que alguno no hubiera terminado ya en un ataúd, bueno Elijah lo había hecho, pero todo porque según Klaus era una muestra para que Marcel confiara en él, pero Astrid no estaba del todo segura de su palabra, a fin de cuentas el único objetivo que el híbrido tenía era recuperar su ciudad porque su protegido había conseguido lo que él no había podido, y de alguna forma no quería que su hijo viviera aquello. —De hecho no se ni lo que tendré, lo que saldrá de aquí adentro en nueve meses.— Murmuró con algo de curiosidad aunque realmente la daba miedo lo que podría terminar pasando, principalmente porque aquel bebé tenía dos padres que no eran, precisamente, conocidos por ser dos criaturas benévolas, Astrid sí pero también tenía una larga lista de víctimas que había muerto en sus manos, todo por que la habían hecho enfadar o la habían amenazado.

—En eso puedo ayudarte. Si quieres puedo averiguar si es niña o niño.— Sonrió Sabine haciendo que Astrid la mirase confundida, ya que recordaba que su madre para saber lo que iba a traer cuando estuvo emanrazada recurrió a un hechizo que Esther y Ayanna la hicieron.

—Creía que aquí no se os permitía hacer magia.— Comentó confundida al no comprender como es que estaba dispuesta a arriesgarse, sabiendo que la arma de Marcel daría con ella.

—No es magia, es solo un truco que me enseñó mi abuela.— Explicó la bruja intentando tranquilizar a la híbrida, sobretodo por que no les convenía, a ninguno, que hubiera más brujas muertas ni que el epicentro del hechizo fuera allí. —Venga, seguro que sientes curiosidad.— La animo, haciendo que Astrid sonriera para después ambas entrar en la cocina. —Tumbate sobre la encimera.— La pidió, haciendo que la híbrida obedeciera su petición, para después Sabine usar un péndulo para deducir si el bebé sería niño o niña. —Creo que es una niña.— Comentó haciendo sonreír a Astrid con aquel comentario. —No, espera.— Murmuró confundida haciendo que la expresión de la híbrida cambiará.

—¿Qué pasa?— Preguntó preocupada. —Por favor, dime que no voy a tener un mini Klaus.— La pidió sabiendo que si aquel bebé se terminaba pareciendo al padre, ella acabaría volviéndose loca. Porque a Klaus le soportaba, pero ¿a una versión en miniatura de él? Ni de broma. Antes de que Sabine pudiera decir algo, sus ojos se volvieron de color blanco por completo, alertando de esa manera a la Original, la cual dedujo que algo estaba pasando, y no parecía ser algo bueno o por lo menos insignificante.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—Deberías de tener más cuidado la próxima vez que salgas.— La dijo Hayley a Taylor, ya que la había tocado ir a buscarla porque se había desorientado.

—Bueno, la vinculación me ha permitido transformarme cuando quiero. Y eso me ha ahorrado muchos, tal vez, demasiados problemas. Pero es cierto, no hay rastro de ningún hombre lobo en el pantano.— Admitió Taylor con frustración mientras se dejaba caer en uno de los sofás, frustrada de que no hubiera conseguido encontrar a la manada o por lo menos alguna indicación de que existía.

—Antes vi a un lobo.— Intervino Astrid, haciendo que las dos mujeres lobo la mirasen sorprendidas.

—¿Un lobo?— Inquirió Hayley sabiendo que eso era completamente imposible, ningún hombre lobo tenía esa habilidad de transformarse a voluntad propia, y los animales no se solían acercar a los humanos, ni aunque compartieran cierto parentesco.

—El animal. Pero parecía como si me conociera. He convivido con hombres lobo por bastante tiempo y se que no son los animales los que se sienten atraídos por las mujeres lobo embarazadas.— Garantizó Astrid con seguridad, aquel lobo era un hombre lobo, aunque todavía no entendía como es que podía transformarse en animal sino era luna llena.

—¿Crees que el lobo que has visto es un hombre lobo?— Preguntó Taylor sin creerse lo que Astrid podía estar insinuando porque era completamente imposible.

—¿Por qué no?— Preguntó sin entender por qué no se creían que pudiera ser cierta aquella posibilidad.

—No seria tan extraño como que exista una mujer lobo vinculada a un vampiro o un bebé híbrido.— Puntualizó Hayley creyendo en lo que estaba diciendo Astrid, eso explicaría porque no habían dado con ellos. La manada estaba encerrada en su forma animal, ¿pero por qué?

—¿Si son ellos, quien les hizo esto?— Preguntó Taylor viendo que si ambas estaban de acuerdo, tal vez aquella teoría no fuera tan descabellada como estaba pensando, cierto era que tenía algo de sentido, pero no comprendía como es que no se habían dejado ver ni habían pedido ayuda.

—Lo primero es descubrir si estamos en lo cierto, y después buscar la forma de ayudarlos.— Alegó Astrid sabiendo que debían de descubrir si la teoría era cierta, porque aunque lo creyeran siempre existía la posibilidad de que no fuera así.

—Chicas no tenéis que hacer eso.— Alegó Hayley al ver que las dos estaban dispuestas a hacer lo que fuera para descubrir lo que les había pasado, realmente, a los media luna.

—Prometimos que te ayudariamos a encontrar a tu familia y Astrid y yo no vamos a incumplir nuestra palabra, ¿verdad?— Alegó Taylor mirando hacia la rubia, la cual estaba sentada en uno de los sillones.

—Eso nunca, descubriremos la verdad, cueste lo que cueste.— Sentenció Astrid con firmeza, haciéndola ver a Hayley que ya no estaba sola, ahora tenía a una familia y eso la gustaba, la gustaba saber que no iba a ser abandonada ni rechazada por su capacidad sobrenatural tal y como sus padres adoptivos hicieron.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—He pensado que te gustaría saberlo.— Dijo Klaus haciendo que Astrid alzará la cabeza de la pantalla del ordenador. —Elijah va a volver con nosotros.— Añadió, sorprendiendo a Astrid con el hecho de que hubiera conseguido convencer a Marcel de que le devolviera el ataúd con el cuerpo del noble.

—Enhorabuena, supongo que ser diabólico tiene sus ventajas.— Comentó Astrid sorprendida de que Marcel hubiera cedido tan pronto a la petición del híbrido de entregarle a Elijah. —Aún así no confíes en la palabra de una persona que ha conseguido que dos brujas traicionen a los suyos.— Le aconsejo sabiendo que Marcel y el resto de brujas no eran del todo confiables, sobretodo porque debía de haber algo más detrás de todo lo que estaba pasando.

—Curioso viniendo de alguien que siempre confía en todo el mundo.— Observó Klaus ya que era poco común que Astrid no confiara en alguien a quien acababa se conocer, de hecho su opinión sobre quienes conocía la forjaba con el paso del tiempo, cuando descubría como eran realmente.

—Nunca voy a confiar en alguien que prohíbe a la gente mostrar su verdadera naturaleza.— Sentenció haciendo que Klaus se quedará en silencio para después darse la vuelta con la intención de irse. —Oye, me he enterado hoy de una cosa.— Añadió haciendo que Klaus se detuviera pero sin darse la vuelta. —Creo que es una niña.— Informó haciendo que Klaus, que seguía dándola la espalda, sonriera para después terminar de marcharse.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

Mystic Falls, 977 d.C.

—¿Entonces vamos a tener un hermano?— Preguntó Astrid mirando a Carina, a la cual miraba con mucha atención.

—Va a ser una hermanita.— La corrigió su madre confundiendo a la niña.

—¿Y como lo sabes? ¿Dónde está?— Preguntó en esta ocasión Leonidas el cual no comprendía, del todo, lo que su madre les estaba diciendo.

—Esta en mi barriga.— Explicó Carina mirando a los dos niños.

—¿Y como llegó ahí?— Preguntó esta vez Astrid, haciendo que su madre pusiera una mueca de nerviosismo al no saber que responder con exactitud.

—Eso es algo que ya te explicaré cuando seas más grande.— La indicó sabiendo que eran todavía demasiado pequeños como para comprender algunas cosas.

—¿Y como sabes que será una hermana?— Preguntó de nuevo Astrid, la cual tenia tanta curiosidad como su hermano.

—Por que Esther y Ayanna me han ayudado a saber si será un niño o una niña.— Explicó la bruja con tranquilidad, sabiendo que eso la ayudaba a saber si venía uno o más, y teniendo en cuenta la situación que tenían era mejor que solo fuera uno.

—Yo quería un hermano.— Se quejó Leonidas mientras se cruzaba de brazos enfadado.

—¡Yo he ganado!— Exclamó Astrid mientras empezaba a saltar, haciendo que su hermano pequeño la mirase enfadado, para después con la mente clavar un cuchillo en la pared, el cual pasó demasiado cerca de la cara de su hermana mayor.

—¡Leo!— Exclamó Carina al ver lo que el menor había hecho, para a continuación acercarse a la pared y quitar el cuchillo.

—Perdón, no quería hacerlo pero ella me hizo enfadar y...— Empezó a decir el niño, mientras su madre dejaba el objeto sobre la mesa, al mismo tiempo que se agachaba para ponerse a su altura.

—Pero no hay que dejar que tome el control si lo hace pueden pasar cosas muy malas.— La recordó mientras le agarraba de las pequeñas manos, haciendo que el niño la mirará con los ojos llorosos sabiendo que había cometido un error.

—¿Cómo cuáles?— Preguntó Leonidas.

—Podías haber hecho daño a Astrid o a mi o a ti. ¿Tu quieres hacer daño a los demás?— Quiso saber su madre mientras la mayor de los hermanos se sentaba en una silla y se quedaba en silencio, sabiendo que también había sido responsabilidad de ella haber hecho enfadar a su hermano.

—Pero si me hacen enfadar... No quiero que se ría.— Se quejó el niño.

—Y no lo hará más, ¿verdad, Astrid?— Alegó Carina mientras miraba a la mayor de los hermanos.

—Sí, madre.— Murmuró la rubia mientras agachaba la cabeza.

—La magia es muy peligrosa si toma el control, debéis de ser más fuertes.— Les explico, esperando que ambos, aunque fueran demasiado pequeños, comprendieran lo que les estaba queriendo decir.

—Pero la magia nunca nos hará daño.— Alegó Astrid creyendo que aquello con lo que habían nacido nunca les podría herir.

—Oh, hija, nunca subestimes a la magia y menos aún a un brujo. No todos son buenos y no todos tienen nobles intenciones.— Explicó que madre mientras cogía en brazos a Leonidas y le sentaba sobre la mesa.

—Entonces yo les haré daño también.— Sentenció Leonidas con firmeza.

—Lo que debéis de hacer, cuando alguien os hace daño, es levantaros. Un guerrero lucha por la familia, y aquellos que quieran haceros daño no os atacarán directamente a vosotros, sino a aquello a lo que más queréis.— Intervino en ese momento Ragnar, el cual captó, por completo, la atención de los hermanos. —Los mortales al igual que los dioses somos vulnerables porque tenemos la capacidad de amar, y creerme cuando os digo que cuando tenemos un motivo por el que luchar...— Añadió mientras se acercaba a los dos niños, sabiendo que ambos eran lo suficientemente listos como para entender lo que estaba diciendo.

—Nos vuelvemos completamente impredecibles y peligrosos.— Añadió su esposa con seguridad en sus palabras.

★★★

De verdad no podía resistirme a no hacer un flashback, aunque es cierto que no es relevante para mi era necesario, para mostrar partes del pasado de Astrid y de Leo, y creo que una escena como esa es importante para lo que está ocurriendo.

Al margen del flashback, el resto de capítulo está bastante centrado en el episodio, no puedo evitarlo. Pero creo que Klaus es consciente de la realidad en el momento en el que supo que tendría una hija, opino que hubiera sido diferente, creo yo, pero a saber.

Con respecto a Astrid, bueno os recuerdo que ella nació siendo híbrida, literalmente la primera en el mundo, entonces teme la presión que su hija pueda tener. No con el poder, ya que sabe que será poderosa por los linajes sino más bien por lo que Klaus es capaz de hacer, pero una parte de ella sabe que jamás la utilizará, pero bueno.

Y la relación entre las tres, es algo muy importante, es una relación que tendrá una GRAN importancia en esta primera parte, y estoy deseando que empiecen las cosas con la manada porque realmente me muero de ilusión de que lo leáis.

Respecto a lo que podrá pasar en los próximos capítulos, no hay nada importante a destacar, todavía. Tiempo al tiempo.

Se que esta siendo aburrido pero os garantizo que merece la pena, DE VERDAD.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️