—— EVERYONE CARRIES PAIN IN THEIR OWN WAY ——

Astrid, en su forma de lobo, atravesó el pantano sin hacer mayor ruido del que sus patas podían ocasionar cuando pisaba las hojas secas. Desde la partida de Hope, cada uno lo llevaba a su manera y, aunque habían dejado atrás unos problemas, otros habían vuelto. Problemas más graves y más peligrosos, que evidenciaba que incluso un Original podía verse afectado por ello, y la híbrida no era la excepción, pues aunque fingiera que estaba bien, no lo estaba. En su interior tenía un gran deseo de venganza y de sangre, los orígenes de ello todavía no los había encontrado pero sabía que tarde o temprano les vería saciados, únicamente con la muerte de aquellos "humanos" que habían resultado ser hombres lobo y que se habían hecho ya no solo con la ciudad, sino también con lo que de nacimiento era de Taylor, de Hayley y de ella.

—Es difícil dar contigo, hermanita.— Comentó Taylor poniéndose delante de Astrid, la cual soltó un gruñido de molestia, haciendo que su hermana la dejara en el suelo una bolsa de ropa, para después darse la vuelta y esperar a que Astrid se cambiará.

—Tal vez no quiera que me encuentren.— Comentó haciendo alusión al comentario que su hermana había hecho.

—Elijah ha dado con el último anillo de los doce que se hicieron.— La informó Taylor haciendo que Astrid se quedará en silencio.

—¿Y qué?— Alegó, mostrando que por su parte no había nada de interés con respecto a la caza de los hombres lobo que tenían los anillos.

—¿No vas a ayudarnos?— Preguntó Taylor sorprendida por el comportamiento que su hermana estaba teniendo.

—¿Ir a cazar a hombres lobo que son liderados por una loca mientras Esther máquina contra todos nosotros? No sabría decirte a cuál de las dos prefiero.— Comentó sarcásticamente mientras empezaba a caminar por el pantano.

—Entiendo que estés mal por lo que ha pasado en los últimos meses, pero...— Empezó a decir su hermana, creyendo que todo se debía a que Hope se había marchado, pero aunque ese fuera uno de los motivos, no era ni de lejos el motivo por el que estaba así.

—No estoy mal, Taylor. Solo tengo una acumulación de sentimientos, y de ganas de venganza.— La recordó, esperando que fuera consciente de que las emociones, en los vampiros, estaban intensificadas.

—Lo se, te recuerdo que soy un vampiro y que me dijiste que me ibas a enseñar, y lo único que has hecho ha sido comportarte de forma evasiva desde que Hope se marcho.— La recriminó su hermana, haciendo que la híbrida se quedará en silencio sabiendo que no podía haber hecho eso, pero si lo había hecho había sido por una buena razón, además de que cuando se lo dijo no sabían, ni de lejos, cual era el causante de que quisieran ver a Hope muerta.

—Que evite estar en el complejo encerrada es diferente, si Klaus y Elijah creen que de esa forma harán enloquecer a Francesca perfecto, pero tengo mis propios planes.— Sentenció la rubia mostrando que en aquellos meses ella no había estado de brazos cruzados, había estado maquinando a favor de ellos y contra Francesca y los suyos, y ahora que tenían la oportunidad de recuperar las piedras... todo parecía estar encauzandose de forma perfecta.

—¿Qué quieres decir?— Preguntó Taylor dándose cuenta de que su hermana les estaba ocultando algo que ellos parecían desconocer.

—Mientras Klaus y Elijah llevan a cabo su plan. Yo llevo el mio, la ciudad necesita vampiros.— La recordó con obviedad, haciendo que Taylor se diera cuenta de lo que estaba diciendo.

—¿Estas trabajando con Marcel?— Preguntó incrédula de que eso pudiera llegar a ser posible.

—Alguien debe de llevar la voz de mando, y teniendo en cuenta que todos creen que estoy en una fase depresiva es perfecto.— Alegó mostrando que estaba orgullosa de llevar aquel falso papel, la madre que había perdido a su hija, era una tapadera perfecta para maquinar contra todos aquellos que conspiraban en su contra. —Por cierto, la fase depresiva la supere hace semanas.— Añadió para después marcharse a velocidad vampirica.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—¿Estos? ¿Enserio, Josh?— Inquirió Astrid mientras se cruzaba de brazos y observaba a los nuevos aspirantes a vampiros.

—Venga, As, os he traído veinte grupos de gente, tiene que haber alguno que se salve.— Alegó el chico esperando que alguno pudiera volverse parte del reducido número de vampiros de Nueva Orleans.

—Eso lo decidiremos nosotros.— Intervino Marcel mientras daba un paso adelante y empezaba a mirar al grupo de humanos. —Se que os preguntáis como habéis llegado aquí, no os preocupeis por eso. Lo que quiero es que penséis en vuestras vidas.— Les pidió mientras se ponía delante de un hombre. —No tengas miedo.— Le pidió mientras usaba la coacción con él.

—¿Recordáis cuando erais niños y pensabais que todo era posible? Habéis crecido y no os ha ido como esperabais, aún así una parte de vosotros sigue soñando.— Prosiguió esta vez Astrid, mientras miraba con atención a todos. —Quizá queráis fuerza o tal vez formar parte de algo, algo más grande que vosotros.— Sugirió mientras se ponía delante de la una mujer. —Tal vez quieras ser una luchadora o tener algo por lo que luchar.— Comentó mirándola.

—Puede que alguno incluso quiera vivir para siempre. Podéis hacerlo, todo ello. Por qué eso significa ser vampiro.— Añadió Marcel esperando que alguno quisiera ser parte de ello. —No tengas miedo, ¿a que has de temer si puedes hacer esto?— Le dijo a un hombre mientras le lanzaba hacia una ventana abierta, haciendo que Josh le agarrase evitando que le pasara algo malo.

—Cuando os vayáis no recordaréis nada, pero de alguna manera sabréis que existe la oferta de uniros a nosotros, de ser como nosotros y solo entonces sabréis como volver, por qué lo deseareis, porque lo necesitareis.— Terminó de decir Astrid mientras Marcel y ella se marchaban seguidos por Josh.

—Yo apuesto por la rockera.— Sugirió Josh haciendo que Astrid viera que tenía razón, había visto un gran potencial en ella.

—Tendremos suerte si conseguimos, al menos, a uno del grupo.— Comentó Astrid sabiendo que no todos llegarían a tener ese profundo deseo.

—¿Por qué dices eso? Todos parecen duros, ¿que estáis buscando?— Alegó el vampiro sin comprender cuál era el criterio de Marcel y de Astrid.

—No tienen que parecerlo, Josh. Deben de serlo, da igual la apariencia.— Explicó Astrid sabiendo que la apariencia no tenia nada que ver, ella parecía inofensiva y en cambio era una de las criaturas más fuertes y poderosas que existía.

—No buscamos tíos duros, Josh, sino guerreros.— Explicó Marcel sabiendo que debían de prepararse para, incluso, una posible guerra contra los Guerrera.

—¿Y cuál es la diferencia?— Preguntó Josh sin comprenderlo.

—Un guerrero lucha por aquello que cree.— Intervino en ese momento Klaus haciendo que Astrid y Marcel mirasen hacia la entrada sorprendidos por su presencia. —Un guerrero lucha por su familia.— Añadió diciendo algo evidente, pero algo que no todos sabían llevar acabo.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó Marcel algo desconfiado, ya que era raro ver a Klaus fuera del complejo.

—Solo he venido a hablar.— Le tranquilizó el híbrido mientras Josh se marchaba.

—Los lobos nos ganan en número.— Le informó Marcel sabiendo perfectamente a que se debía la visita del híbrido, y era evidente que no sabía que era lo que Astrid estaba haciendo, ya que no sabía nada de lo que él la había contando. —En mil novecientos veinticinco los Guerrera eran unos cien, tras una lucha de guerrillas de cuatro días los aniquilamos, pero ya no hablamos solo de los Guerrera, han traído manadas de todas partes.— Explicó esperando que fuera consciente a lo que se estaba exponiendo, y era por eso por lo que Marcel estaba aliviado de tener a Astrid de su lado, porque con solo un par de meses se había ganado con esfuerzo la lealtad y la confianza de los pocos vampiros que había.

—No hay que atacarles a todos, solo a los doce que tienen los anillos que me debilitan.— Alegó Klaus sabiendo que todos los demás eran cabezas de turco que seguían a su alfa, hecho que sabía que pronto iba a cambiar.

—Sí quieres encontrar los doce anillos podrías salir y cortarles las manos a cada lobo que te encontrarás.— Alegó Marcel sin comprender por qué eso no lo habían hecho aún. —Vamos, lo aprendí de ti. Vosotros estáis ganando tiempo, ¿por qué?— Añadió mirando a los dos híbridos, dándose cuenta de que Astrid no había sido sincera del todo con él, y en cierto sentido entendía por qué.

—Por que es posible que tengan algo muy peligroso para nosotros.— Se limitó a decir Astrid haciendo alusión a la estaca de roble blanco que había desaparecido.

—La estaca que puede mataros.— Asumió Marcel al comprender de qué estaca estaban hablando.

—Desapareció la noche que perdimos a nuestra hija.— Aclaró Klaus mientras la expresión de Astrid cambiaba. —Así que podría ser, y pensar en eso me pone muy nervioso, sobre todo en noches así.— Añadió dando a entender cual era el problema.

—¿Por qué me cuentas esto?— Preguntó Marcel sabiendo que Klaus quería y buscaba algo de él.

—Depende, ¿la tienes tu?— Preguntó el híbrido haciendo que la rubia le mirase con una expresión de obviedad, ya que si la tuviera ya la hubiera usado contra ellos, en especial contra ella.

—Claro que no, ese tipo de arma no me conviene si tu mueres yo muero, junto con cada vampiro que hayas creado.— Le recordó el vampiro mostrando que sabía muy bien las reglas de las líneas de sangre.

—Bueno, tal vez quieras ayudarme a recuperarla.— Sugirió Klaus sabiendo que iba a necesitar toda la ayuda posible, y Marcel era de los pocos vampiros en los que podía confiar. —Atacaremos a los lobos cuando la luna esté en lo más alto, confiaran con que yo esté débil.— Añadió sabiendo que eso convenceria al que en un tiempo pasado fue su protegido.

—Hablando de noticias buenas o malas.— Intervino en ese momento Joe.

—Klaus, Joe. Joe, Klaus.— Les presentó Marcel mientras se acercaba al vampiro. —Y hablando de los Guerrera, nadie lucho más contra ellos que él en mil novecientos veinticinco. Después se retiro y monto una tienda, y se ha mantenido al margen desde entonces, viviendo en sus narices.— Aclaró el vampiro orgulloso de su compañero aunque también sabiendo que era bastante arriesgado.

—Sí, lo bueno es que tu pedido ha llegado esta mañana. Lo malo es que me han descubierto.— Le dijo mientras le daba a Astrid un vinilo de Queen, haciendo que la chica sonriera agradecida de que le hubiera encontrado. —Vuestra amiga Davina me ha salvado, pero estoy sentenciado. Sírveme una copa y ponme una canción, por qué serán las últimas.— Garantizó mientras se sentaba al lado de Astrid.

—Joe no seas dramático, vete de la ciudad una temporada.— Le aconsejo Astrid haciendo ver a Klaus que se había ganado un lugar entre la pequeña comunidad de vampiros.

—Ni hablar, no huire de los Guerrera.— Sentenció mostrando que lucharía contar ellos si llegaba a ser necesario.

—No tienes alternativa, te oleran en un día.— Garantizó la híbrida, sobretodo por que todos debían de andar con cuidado ppr que sino tendrían más problemas de los que ya tenían.

—¡Que vengan a por mi! Los estaré esperando.— Sentenció mostrando que les tenía muy poco miedo a los hombres lobo y a la propia muerte.

—¿Qué te parecería volver a luchar, Joe?— Preguntó Klaus viendo qué el vampiro parecía estar dispuesto a hacer cualquier cosa.

—¿Qué tienes pensado?— Preguntó Joe mostrando que había captado su atención.

—Yo estaba equivocado en mi planteamiento.— Comentó Klaus mientras se levantaba y se apoyaba en el sillón en el que había estado sentado. —A los Guerrera les gusta cazar, se rigen por sus instintos, son alfas.— Aclaró sabiendo perfectamente que ninguno de ellos llegaría a liderar una manada porque iban a terminar muertos. —Te he dicho nuestra razón para no hacer nada estos últimos meses, ¿cual te parece a ti que es la suya?— Le preguntó a Marcel esperando una respuesta por su parte.

—No tienen la estaca, pero ¿quien la tiene?— Alegó el vampiro confundido, ya que eso era un problema. Ya que quien tuviera la estaca tenía la oportunidad de acabar con cualquiera de los Originales y de su línea de sangre, y eso podía traer bastantes problemas.

—Esta noche no importa, por qué esta noche vamos a la caza del lobo.— Sentenció Klaus sonriendo con maldad, sabiendo que aquella noche recuperaría su ansiada libertad y se quitarían del medio a unos adversarios, para dar paso a los siguientes, porque los problemas y los enemigos nunca descansaban.

★★★

Buah, no podéis imaginaros las ganas que tenia de llegar ha este capítulo.

De verdad estoy muy emocionada por este y los próximos dos, sobretodo por el Klastrid.

Pero también por el hecho de que ya vais viendo lo que tengo en mente o eso creo.

Se que os ha tenido que sorprender que Marcel y Astrid estén trabajando codo con codo, pero al final era algo que me moría de ganas por mostrar. Y también para que hubiera una especie de relación cara a los eventos de la temporada 3.

Con respecto al capítulo..., bueno, no se si la actitud de Astrid es la mejor o no, pero al final era necesario mostrar ese lado frío tras la perdida de Hope, además de que todos sabemos que los conspiradores conspiran primero (Peter Hale y sus frases estrella) y estaba claro que ella de alguna forma estaría maquinando contra brujas y hombres lobo.

La escena con Joe..., bueno a Astrid la he imaginando escuchando a Queen, no sé por qué pero lo hago, y no solo por que me guste a mi, de alguna forma siento que la pega. Así que me parecía una buena forma de unirla a toda la comunidad vampirica y los lazos que esta forjando, ya que como os dije el barrio no tendrá a un rey, sino a una reina.

Con respecto a los próximos dos capítulos, os prometo que van a merecer la pena y que ya el sábado os iré dejando caer algo de la escena Klastrid, además de que habrá dos gifs de ellos.

No os podéis imaginar las ganas que tengo de publicar los próximos dos capítulos.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️