—— DON'T MAKE THE WRONG CREATURE ANGRY ——

—Astrid...— Murmuró Taylor al ver a su hermana al final del pasillo con la intención de marcharse.

—¡Taylor!— Exclamó la aludida mientras se daba la vuelta para mirar a su hermana, ya que creía que estaba muerta, pero al parecer no lo estaba. —¿Cómo...?— Empezó a decir mientras se acercaba a ella y la ayudaba a ponerse de pies para después abrazarla sintiéndose algo más aliviada, ya que eso significaba que no la había perdido, no había perdido a otra hermana por su culpa.

—La sangre...— Murmuró al darse cuenta de un detalle que con tantos acontecimientos había olvidado por completo, un detalle que era el que la había salvado la vida. —Cuando Francesca aviso que venía Marcel y los suyos decidí tomar tu sangre, los viales.— Explicó Taylor sorprendiendo a Astrid de que hubiera sido tan inteligente como para prever que iban a intentar matarla, pero aquello lo habían hecho de forma indirecta pero no importaba, porque en aquellos momentos su hermana estaba en transición.

—Gracias al cielo que lo hiciste hermana.— Murmuró para volver a abrazarla orgullosa de su astucia, para después separarse de ella y dirigirse hacia la salida, mostrando que no estaba, precisamente, de muy buen humor. Principalmente por la estaca que la habían clavado en el corazón, por haberla provocado el parto y por el insignificante detalle de que querían matar a su hija.

—¿A donde vas?— Preguntó Taylor confundida mientras salía corriendo detrás de su hermana dándose cuenta de todo lo diferente que era la realidad una vez que entrabas en la transición.

—A salvar a mi hija antes de que la sacrifiquen como si fuera un cerdo.— Sentenció la Original con firmeza, mostrando que su instinto protector había evolucionado ahora que era madre, ya que tenía claro que como la pasara algo a su hija muchos iban a pagar por lo que la habían hecho. Aún así iba a reclamar venganza, empezando pie Genevive y terminado por Monique.

—Voy contigo.— Sentenció la morena haciendo que la rubia la mirase con una expresión de desaprobación ya que no quería que a su hermana la pasara nada malo. —No voy a dejarte sola, hermana, ni ahora ni nunca.— La informó esperando que fuera consciente de que no se iba a enfrentar ella sola a aquellas brujas, ya que de quien estaban hablando era la vida de su sobrina.

—Por suerte de esas brujas, van a ahorrarse el camino al cementerio.— Sonrió Astrid con maldad, mostrando en aquellos momentos aquel lado sádico del que Elijah hablaba en sus diarios, ahora era consciente de lo que suponía ser un vampiro, principalmente por qué las emociones crecían de una forma abrumadora y Astrid era el claro ejemplo en aquellos momentos, ya que iba a hacer todo lo posible y lo imposible para mantener a salvo a su hija.

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—Ya habíamos pasado por aquí.— Alegó Elijah con frustración al ver las marcas que Klaus había hecho para señalizar las tumbas por las que habían pasado, y aquella era la tercera vez que pasaban por delante de ella. —Se nos acaba el tiempo.— Añadió con frustración sabiendo que debían de hacer todo lo posible por dar con el bebé antes de que fuera demasiado tarde.

—Pues hay que darse prisa.— Sentenció Klaus mientras hacía una tercera marca junto a las otras dos, en señal de que no se iban a rendir hasta salir de aquel laberinto que las brujas se habían encargado de prepararles en exclusividad.

—O ser más listo.— Intervino Taylor poniéndose en la entrada, mientras Astrid se encagarcaba de hacer un hechizo de seguimiento, aquellas brujas no se iban a librar de ellos tan fácilmente como creían, porque ella se iba a encargar de darles caza de forma personal.

—Taylor.— Murmuró Elijah sorprendido de ver allí a la chica, ya que tanto Klaus como él la daban por muerta, cosa que parecía no ser así. —¿Cómo es posible?— Preguntó esperando que Astrid hubiera tenido la misma suerte que su hermana y hubiera vuelto a la vida, pero la única explicación que había para que la mujer lobo estuviera con vida era porque estaba en transición.

—Me he despertado en la iglesia, he sentido hambre.— Se limitó a decir, ya que no quería hablar de todas la sensaciones que tenía desde que había despertado.

—¿Cómo es que estás...?— Insistió Elijah en su interrogatorio, ya que no comprendía lo que estaba pasando, tal vez podía tratarse de algún milagro o que antes de morir hubiera conseguido romper el vínculo gracias a Davina o alguna otra bruja.

—La mañana antes de que Hayley muriera, Astrid nos pidió que tomaramos de su sangre por precaución, cuando Francesca aviso de la llegada de los vampiros con Marcel supe que necesitaba un salvaguardias.— Explicó sabiendo que ambos debían de conocer el por qué estaba viva, y ese porqué era simplemente por qué había sido más lista y previsora que cualquiera de ellos. Por desgracia no había sido lo suficientemente lista como para prever que Astrid iba a ser atacada y posteriormente, cuando estaba viendo a su hija por primera vez, ser asesinada por la espalda, forma en la que un cobarde mataría. Atacando por la espalda.

—Eres híbrida.— Murmuró Klaus al darse cuenta de algo tan evidente como aquello, pero le sorprendía que alguien como Astrid, que no quería crear híbridos hubiera llegado a crear dos. Pero aquello estaba justificado, eran parte de su familia y solo quería mantenerlas a salvo.

—En transición.— Le corrigió Astrid en señal de que todavía no había completado el ritual para ser, de forma oficial, un híbrido.

—Astrid...— Murmuró Klaus el cual estaba igual de sorprendido que Elijah al verla allí, pero estaba claro que Astrid no estaba muy contenta como para un reencuentro. En aquellos momentos tenía un único objetivo: salvar a su hija. Y nadie iba a interponerse en su camino.

—Una estaca normal no puede matar a un Original.— Les informó dando a entender que en el momento en el que había dado a luz, su condición vulnerable había desaparecido y, de forma instantánea, había vuelto a ser Original.

—¿Qué pasa?— Preguntó Taylor al ver la expresión de Astrid, la cual parecía estar algo ida pero también como si la atrayerá algo, como al principio cuando empezaban a controlar sus impulsos con respecto la sangre.

—Puedo sentirla, puedo sentir a mi hija.— Murmuró mientras empezaba a caminar por las tumbas, mostrando el verdadero camino hasta el lugar en el que las brujas iban a sacrificar al bebé —¡No!— Gritó llamando la atención de Genevive y de las dos brujas de la Cosecha, haciendo que la pelirroja alzará la cabeza y viera a los cuatro frente a ellas, lo que la hizo sentir miedo, ya que sabía lo que la iban a hacer, lo que Astrid la iba a hacer. —Malditos brujos.— Murmuró furiosa justamente cuando las dos brujas de la Cosecha se daban de la mano atacando a los cuatro.

—Necios os enfrentas a nosotras cuando más poder tenemos, no os enfrentais a tres sino a todos nosotros.— Alegó Monique divertida por estar ganando, mientras Astrid tomaba otro camino para atacar de lado, mientras Klaus cogía una verja y la lanzaba, matando a la rubia, debilitando de esa forma el ataque de Monique.

—Sin rencores pelirroja, pero no voy a dejar que mateis a mi hija.— Alegó Astrid justamente después de dejarla inconscientes, haciendo que Monique usará su poder para poder causar en Astrid un terrible dolor de cabeza que la hizo arrodillarse en el suelo mientras se llevaba las manos a la cabeza gritando de dolor.

—¿Estas bien?— Preguntó Taylor a su hermana justamente después de que Monique fuera asesinada por Marcel, ya que ella estaba empeñada en llevar acabo el sacrificio.

—Debes de beber su sangre, Taylor.— Le indicó el noble a la mujer lobo sabiendo que ella no podía morir, ya que si lo hacía ni él ni Astrid se lo perdonarian.

—Pero no sabemos si es la mía o la del bebé, Elijah. Es mejor que beba ambas.— Aconsejo Astrid ya que aquellos viales llevaban la sangre de ambas, así que había una probabilidad del cincuenta por ciento de que estuviera vinculada a una de las dos

—¿Y el bebé?— Preguntó Taylor al darse cuenta de que en el altar que las brujas habían preparado no estaba la niña.

—Marcel se lo ha llevado.— Se limitó a decir Elijah, haciendo que Astrid se marchara imitando el mismo camino que Klaus había tomado para detener a Marcel ya que desconocía lo que quería hacer con su hija, pero si tenía que elegir entre los dos no iba a dudar, y aunque le doliera, iba a elegir a su hija, su sangre era más importante.

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—Demasiado tarde.— Murmuró Marcel mientras llevaba en brazos al bebé y miraba a los dos híbridos, los cuales observanban a todos los vampiros que estaban muertos. —Ya no he llegado a tiempo.— Añadió mostrando que estaba abatido y que se sentía culpable por no haber podido impedir aquello.

—Parece que los lobos han vuelto a terminar lo que empezaron.— Murmuró Astrid reconociendo las marcas de arañados y de dientes.

—Te la has llevado para que os curará a ti y a tus amigos.— Observó Klaus dándose cuenta de que Marcel lo había hecho para ayudar a los suyos, y en aquellos momentos Klaus era testigo de aquel gesto tan noble por su parte, ya que él hubiera hecho lo mismo. —Toma.— Le dijo mientras le ofrecía su muñeca para que tomará de su sangre, haciendo que Astrid le mirase sorprendida porque estaba perdonando a Marcel.

—Este mordisco, todo esto, ha ocurrido por una razón. Esta es la última nota de una canción que empecé hace un siglo cuando traje a tu padre a la ciudad.— Explicó el vampiro rechazando la sangre del híbrido, mostrando que él también quería morir junto a los suyos. —Y por eso te pido disculpas.— Añadió mientras mecia en sus brazos al bebé.

—No, has salvado la vida de mi hija, Marcel. Por eso te lo mereces.— Garantizó Klaus sabiendo que ahora que era padre debía de mostrar otra cara, no quería que su hija tuviera la imagen que él se había forjado a lo largo de los años.

—Quien haya hecho esto va a pagar por ello, te lo juro.— Sentenció Astrid sabiendo que el responsable o los responsables de aquello estaban libres y por ello pagarían todas y cada una de aquellas muertes.

—¿Puedo cogerla?— Preguntó Klaus a Marcel haciendo que este se la entregará, para después Klaus coger en brazos a su hija. —Ey, hola.— Sonrió mientras la mecia, haciendo que Astrid y Marcel intercambiarán una mirada al darse cuenta de que aquella niña era la redención del temible híbrido.

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—¿Por que?— Le preguntó Astrid a Genevive exigiendo una respuesta por su parte.

—Los ancestros no me dieron opción.— Explicó Genevive sabiendo que iba a terminar muerta era cuestión de tiempo.

—Ibas a sacrificar a un bebé inocente para obtener más poder.— Alegó la rubia sin creerse que pudieran ser capaces de hacer aquello, pero tras lo que le hicieron a Tyrion todo era posible.

—No lo hacía por poder, fue ordenado por los ancestros.— Explicó la pelirroja esperando que comprendiera que no tenía opción alguna. —Tenia que obedecer.— Añadió esperando que vieran que era una obligación no una petición.

—¿De quién procedía la orden?— Quiso saber Elijah queriendo saber quién era el ancestro que se le había ocurrido aquella fantástica idea.

—Me sorprende que me lo preguntes.— Comentó Genevive sorprendida por la pregunta del noble. —Después de todo fuiste tu quien convenció a tus hermanos para consagrarla en suelo de Nueva Orleans.— Añadió haciendo que la expresión de los dos Originales cambiará al ser conscientes de quien venía la orden.

—Esther.— Murmuró Astrid dándose cuenta de que era algo evidente, ella quería destruir todo lo que les hacía felices a ellos, ¿por qué no asesinar a su propia nieta? —Estar muerta debe de ser tan aburrido que a lo que se dedica es a perseguir a su propia nieta.— Comentó mostrando lo muy enfadada que aquello la había puesto, pero tarde o temprano Esther sería castigada, los ancestros no la defenderian frente a la cólera de su madre.

—Ni la muerte puede detener a mi madre en su búsqueda de la aniquilación de los de su propia sangre.— Comentó Elijah sorprendido por lo muy retorcida que podía llegar a ser su madre, ahora entendía por qué sus hermanos lo habían sido muchas veces, lo habían heredado de ella.

—Ese no es el fin.— Les interrumpió Genevive mientras empezaba a llorar sangre. —Mientras viva esa niña, las brujas de Nueva Orleans no dejaran de perseguirla.— Les advirtió sabiendo que ya que iba a morir lo único que podía hacer era prevenirles del futuro que la deperaba a la recién nacida. —Esther, no se detendrá jamás por qué así ha sido ordenado.— Aclaró mientras proseguia con su explicación y con su pérdida de sangre por sus ojos. —Tu hija debe de ser consagrada junto a sus ancestros, no puede vivir.— La dijo a Astrid mientras esta miraba de reojo al cuchillo que estaba en un barril, mostrando lo muy cerca que estaba, estaba a su alcance y era evidente de que lo iba a usar. —Vienen a por mi, puedo sentirlo.— Añadió mientras la cantidad de sangre que salía aumentaba. —Les he fallado.— Murmuró comprendieron que muy pronto iba a recibir un castigo por no haber llevado a cabo su misión. —Por favor, entenderlo, solo quería vivir.— Les explico esperando que los dos Originales comprendieran por qué había intentando hacer aquella atrocidad. —Decirle a Leo que lo siento.— Les pidió justamente cuando Astrid cogía el cuchillo y la miraba con desprecio.

—Yo no.— La dijo justamente cuando se le clavaba en el abdomen, le retorcía y le subía hacia arriba rasgandola el pecho, mostrando que había conseguido su venganza, las tres brujas que habían intentado llevar acabo la muerte de su hija y su intento de asesinato estaban muertas, y lo mejor es que Genevive había muerto porque ella la había asesinado, tal y como quería.

★★★

No os podéis imaginar las ganas que tengo de que termine esta primera parte.

Aún así disfrute mucho escribiendo este capítulo, sobretodo la parte del final en la que Astrid mata a Genevive. Pero si he de ser todavía más sincera, creo que la que más me gusto fue la parte en la que Klaus coge a Hope por primera vez, fue algo increíble.

De todas maneras no hay mucho que quiera destacar.

Admiro que Marcel les ayudará, y lo hiciera para ayudar a los suyos, es comprensivo.

Con respecto la reacción de Elijah y Klaus al ver que están ambas con vida... bueno a fin de cuentas ambos creían que las habían perdido, also no ha sido así. Además de que lo que pasó en la iglesia sí afecto a la perspectiva de Nik, al final ve morir a la mujer que quiere y eso le hará también cambiar.

Teniendo en cuenta el próximo capítulo... solo puedo deciros que Leo esta de regreso y que vais a amar la escena que tengo en mente entre él y Astrid. Así que... tampoco os haré esperar mucho. Pero también hay una pequeña sorpresa, queda menos para la reconciliación oficial de Klaus y Astrid.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️