CAPÍTULO 31: THE MOON OVER BOURBON STREET

—— THE MOON OVER BOURBON STREET ——

—Vaya, sí que saben organizar fiestas.— Comentó Taylor mientras ella y Astrid entraban por la puerta del complejo, llamando la atención de varios de los invitados.

—Lo hacen para conseguir el sí, colma de regalos a alguien hasta que le tengas comiendo de tu mano.— Se limitó a decir Astrid sabiendo perfectamente cual era la táctica de Elijah y Leonidas, una táctica que ella había usado tantas veces que podría reconocerla incluso con los ojos cerrados y privada de todos y cada uno de sus sentidos.

—¿Tu crees?— Preguntó Taylor sorprendida por la insinuación que su hermana estaba haciendo, ya que no creía que pudieran llegar a ser así de retorcidos.

—Así ayude a algún rey a conseguir importantes alianzas. Un truco muy viejo pero muy efectivo hoy en día.— Sonrió la Original mientras se separaba de su hermana para acercarse a Davina, la cual estaba acompañada de Genevive. —Hola, brujita.— Sonrió la híbrida mirando a Davina.

—¡Astrid!— Exclamó la joven bruja para después abrazarla, aliviada de que ella estuviera allí, ya que la haría pasar una mejor velada de lo que creía.

—Veo que resucitar de entre los muertos te ha proporcionado un lugar en el aquelarre.— Observó Astrid desviando su atención de Davina a Genevive la cual la dedicó una falsa sonrisa.

—No he venido a pelear, híbrida.— Se limitó a decir la bruja viendo cuales eran las intenciones de la rubia.

—Que pena, porque incluso embarazada te daría una paliza con magia.— Garantizó haciendo que la expresión de Genevive cambiará al escuchar la insistencia que había hecho, ya que no se creía que ella, también, pudiera hacer magia. —¿No te lo ha dicho mi hermano? Ahora que se os ve tan unidos pensé que te dijo que aparte de ser vampira y mujer lobo, soy una bruja.— Añadió haciendo que Davina reprimiera una sonrisa, al ver que Astrid estaba haciendo enfadar a Genevive. —Bueno, me alegro de haber aclarado ese detalle. Me gustará saber a que llegan los acuerdos, por mi bien.— Terminó de decir sabiendo que lo único que la interesaba era el bien de la manada, pero nunca estaba de más saber cuales eran los objetivos que cada clan tenía para sí mismos.

—Siempre serás bienvenida entre nosotras.— Sonrió Genevive con falsedad, ya que no la hacía nada de gracia saber que la híbrida Original era también una bruja, porque si era cierto lo que había escuchado, era una bruja con un gran e inmenso poder, que podía acabar con todas ellas si se lo proponía. 

—Siento no decir lo mismo con los del pantano.— Sonrió Astrid mientras se cruzaba de brazos, viendo que ella no iba a fingir que eran amigas.

—Sin duda no la ha hecho gracia saber que eras bruja.— Garantizó Davina una vez que Genevive se había marchado.

—Me gusta marcar quien manda, que le voy a hacer mi lado de lobo necesita marcar territorio.— Respondió mientras ponia una mueca de burla, haciendo reír a Davina por su comentario. —¿Qué tal estas? Pensaba que irías a verme al pantano.— Añadió Astrid sabiendo que algo la pasaba, era evidente cuando la habían llegado rumores de que tenía problemas con su magia.

—No me han dejado descansar, y con lo de mis poderes...— Empezó a decir algo incómoda por aquella conversación, pero tal vez lo que más la molestaba era el comportamiento que tenían las otras dos chicas con ella.

—Davina, eres la bruja más poderosa que he conocido, y eso que he conocido a una bruja Bennett, pero todo es mental. Lo que necesitas es creer en ti misma, puede que los demás lo hagan pero la que debe de poner de su parte eres tú.— La aconsejo Astrid sabiendo que Davina seguía siendo igual de poderosa, o tal vez más, que cuando la conoció, lo único que la pasaba era que tenía miedo a todo el poder que tenía en su interior, pero en algún momento debía de hacerle frente y la híbrida esperaba que eso fuera más pronto que tarde.

—He oído que has sacado las garras esta mañana.— Le dijo Klaus a Astrid justamente después de que Davina se marchara, ya que ella todavía no había perdonado al híbrido por todo lo que la había hecho.

—Defiendo los intereses de la manada, como lo hacen Hayley y Taylor, y ambos sabemos que no las iban a tomar en serio sino hubiera ido yo.— Garantizó Astrid orgullosa por lo que había hecho, a fin de cuentas su destino tiempo atrás había sido ser alfa y ahora que era parte de la manada, lucharía por el bien de ella todo lo posible, incluso si eso fuera tener un sitio entre la comunidad sobrenatural de la ciudad.

—Cierto, pero no has sido la única que ha dado un empujón a que los hombres lobo estén aquí.— Garantizó Klaus sabiendo que si los media luna estaban allí había sido gracias a él, no solo por la intervención de las tres, hecho que había hecho enfadar muchísimo a Elijah y a Leonidas, y muy en el fondo eso le había divertido a Klaus.

—¿Tu?— Preguntó Astrid dándose la vuelta para mirarle, sin creerse que hubiera sido capaz de ayudar a la manada. —¿Qué estás tramando?— Quiso saber, ya que no se creía que Klaus pudiera hacer algo por los demás, siempre había un mayor trasfondo basado en intereses, en los suyos para ser más exactos.

—¿Por qué iba a tramar algo?— Preguntó Klaus fingiendo hacerse el ofendido, pero era evidente que Astrid no se creía que aquello lo hiciera por el bien de los media luna.

—Por que tu nunca haces nada por caridad, siempre hay un motivo.— Respondió la Original con obviedad, sabiendo que lo que fuera que Klaus estuviera tramando podría traer problemas o tal vez soluciones, todo dependía de lo que terminara pasando.

—Siempre hay una primera vez para todo, lobita.— Garantizó el híbrido haciendo que Astrid encarnará una ceja sin creerse que aquello lo hiciera por caridad, pero muy en el fondo estaba agradecida de que hubiera invitado a la manada, ya que eso les permitía estar más cerca de ser parte de la comunidad de Nueva Orleans, y tal vez la posibilidad de regresar a la ciudad.

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—Nunca te han gustado las fiestas, pero cambia de cara, hermanita.— Le pidió Leonidas a Astrid.

—La cambiaré cuando vea que las cosas realmente sí están cambiando.— Se limitó a responder, haciéndole ver al vampiro que estaba a la defensiva o por lo menos con él.

—Vale...— Murmuró al ver que era lo que estaba pasando a si hermana. —Estas enfadada, pero por favor, As, mira esto, no ha habido muertes, ni destrucción.— La pidió esperando que fuera consciente de que las cosas estaban saliendo bien, o eso era lo que parecía, pero era evidente de que existía una fuerte tensión entre los hombres lobo y los vampiros, una tensión que era demasiado palpable. —Incluso Elijah y Taylor se están divirtiendo.— Alegó señalando a ambos con la mirada, los cuales estaban bailando.

—¿Por cuanto tiempo? ¿Cuanto tardará una bruja en volver atacar a los míos?— Preguntó Astrid haciendo una referencia a la maldición que afecto, por tanto tiempo, a los media luna.

—Nosotros también somos de los tuyos, somos tu familia.— La recordó Leonidas molesto por el hecho de que su hermana les estuviera dejando de lado, pero lo que realmente le pasaba era que estaba celoso de que su hermana pasara el rato con ellos y no con él.

—Pero vosotros no morís. Entiendo que es necesaria una alianza entre los clanes, pero no sólo busco el bien para mi clan, también para el futuro de mi hija. Mi padre fue media luna, yo soy media luna y mi hija también lo será, solo busco que su futura manada esté bien, y lista para cualquier contratiempo.— Le informó haciendo ver a Leonidas que todo aquello lo estaba haciendo su hermana por el bien del bebé, aunque también le molestaba, porque parecía ser que su sobrina iba a ser criada como una mujer lobo.

—¿Tu manada? ¿Enserio vas a criar a tu hija en un pantano? Seamos sinceros, Astrid, ese no es su lugar.— Alegó Leonidas riéndose sorprendió por la estupidez que había dicho su hermana, pero en aquellos momentos Astrid hablaba con demasiada sinceridad.

—Es medio lobo, Leonidas, ese es su lugar.— Sentenció con firmeza a fin de cuentas era su hija y ella decidiría donde iba a vivir, el único que podía poner objeción alguna era Klaus, y él parecía estar de acuerdo con la decisión  que ella había tomado.

—Hablas como Klaus, comienzas a emparanoiarte.— Se burló haciendo que su hermana le mirase con una expresión de pocos amigos.

—¿Cómo debería de emparanoiarme porque hayas desarrollado un síndrome de Estocolmo por la zorra de la bruja que casi hace que Klaus mate a Rebekah y que te provocó delirios y alucinaciones? Porque todavía estoy esperando unas disculpas.— Quiso saber Astrid, mientras se cruzaba de brazos, haciendo que la expresión de su hermano cambiará ya que ella parecía saber de la extraña relación que él y Genevive estaban teniendo, pero aunque Astrid se hubiera ido al pantano no era tonta y seguía teniendo sus contactos en la ciudad, tal y como Marcel les tenía.

—Veo que estar entre lobos esta sacando a relucir el tuyo.— Comentó Leonidas cambiando de tema al mismo tiempo que veían como Oliver atacaba a Diego.

—Era evidente que esto estaba tardando en suceder.— Murmuró mientras se quedaba en su lugar, curiosa por saber como se iba a desenvolver aquello.

—Acabar con esto.— Le dijo Elijah a Oliver mientras estampada su cabeza contra una mesa. —No lo repetire.— Añadió con un tono de amenaza.

—Ya lo creo que acabaremos.— Añadió Jackson viendo que de la mano llevaba una estaca de madera con la que amenazaba con matar a Diego.

—¿Qué te detiene?— Preguntó Hayley mirando a los dos. —Matale.— Insistió viendo a ver si Elijah era capaz, ya que sabía que Jackson no iba a hacerlo.

—Adelante, Elijah, hazlo.— Insistió Taylor mirando al noble. —No será por que no merezca morir.— Añadió sabiendo que muy en el fondo Oliver se merecía llevarse un susto.

—¿No crees que deberías de intervenir?— Le preguntó Leonidas a Astrid sabiendo que todos la harían más caso a ella.

—No de momento, además ellas también son las que mandan.— Se limitó a decir la Original sabiendo que Taylor y Hayley mantendrían la situación bajo control.

—Vamos, fue Oliver el que entregó a Rebekah a las brujas para que la torturaran.— Alegó Hayley mirando a Elijah, esperando poder provocarle.

—Pero espera, ¿no fue Diego quien lideró una matanza de hombres lobo?— Preguntó Taylor fingiendo que no sabía quién había liderado aquella matanza, cuando todos sabían quién la encabezaba. —Y las brujas maldijeron a los lobos mientras los humanos se cruzaban de brazos.— Añadió haciendo que Astrid viera por donde iban las dos, lo que la hizo sonreír orgullosa.

—Pensándolo bien, aquí todos merecen morir.— Añadió Hayley mientras se ponía al lado de Taylor.

—¿A donde queréis ir a parar?— Preguntó Elijah sabiendo que ambas chicas estaban teniendo algo entre manos, y quería saber que era.

—Nuestra conclusión es esta, Elijah, sino podemos aprender a llevarnos bien, si nuestras familias no son capaces de crear una comunidad, ¿que sentido tiene esto?— Quiso saber Taylor sabiendo que si al menor roce ya iban a atacarse, ¿que finalidad, entonces, iban a tener los acuerdos?

—Mataos unos a otros y acabemos ya.— Sentenció Hayley haciendo que Elijah soltara a Oliver, al mismo tiempo que Jackson se alejaba de Diego.

—¿Por qué esto lleva tu huella?— Quiso saber Leonidas sabiendo que Astrid había tenido algo que ver con todo lo que Hayley y Taylor habían dicho.

—Por que era evidente que no íbamos a tener nuestro lugar, así que había que conseguirlo por la fuerza. Y eso, por desgracia, sería con mucha sangre, y eso no creo que vendría bien, ¿o si?— Alegó la híbrida cruzándose de brazos y sabiendo que debía de luchar por lo que era de los suyos. —Puede que esté viviendo en un pantano, pero todavía soy más lista que muchos de vosotros.— Añadió mientras sonreía orgullosa de que su plan hubiera funcionado, por qué finalmente tenían lo que querían: ser parte de los acuerdos.

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—Has conseguido lo que te proponías. Los lobos tienen un lugar.— Comentó Klaus al sentir la presencia de Astrid.

—Lo que siempre debían de haber tenido.— Se limitó a decir la Original mientras centraba su mirada en el cuadro que Klaus estaba pintando.

—¿No vas a ser participe de él?— Preguntó el híbrido sabiendo que en aquel mismo momento estaba teniendo lugar la firma del tratado.

—Tienen a Taylor y a Hayley para ser sus representantes, y para reuniones burocráticas con vampiros idiotas y orgullosas brujas tienen más paciencia que yo.— Añadió haciendo que Klaus riera al saber que tenía razón, Astrid siempre había tenido mucha paciencia, mucha más que incluso Elijah, pero cuando la tocaba lidiar con sobrenaturales que parecían ser idiotas esa paciencia parecía que no hacia acto de presencia.

—¿Crees que le falta algo?— Le preguntó Klaus haciendo referencia al cuadro que previamente Astrid había estado observando.

—En el cielo, algo que resalte entre el rojo y el azul.— Se limitó a decir, haciendo que Klaus volviera a mirar al cuadro dándose cuenta de que tenía razón, pero también sabiendo que tenía una idea con respecto a lo que iba a añadir para que resaltara en el centro.

★★★

De verdad os digo que amo a las tres. No cómo es posible, pero es algo que me encanta. Escribir las escenas de ellas me han encantado, más aún las de Taylor y Astrid las considero un dúo magnífico.

Pero creo que lo interesante es todo lo que ha pasado en el capítulo de hoy. Por supuesto me sigo centrando en la trama, pero creo que esas dos escenas klastrid son perfectas, sobretodo la final. Se que la decisión de poner la luna la hace Klaus al final, pero creo que era necesario que Astrid participara, no se tal vez para dar mayor simbolismo al cuadro que Klaus le pinta a Hope.

Pero también lo que me gustaría destacar es la escena del baile, sin duda me parece maravillosa la forma en la que Hayley interviene en la serie, y tiene razón. Todos allí tienen las manos manchadas de sangre de una forma o de otra y al final si quieren mantener la unidad deben de dejar a un lado las indiferencias.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️


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