CAPÍTULO 30: WE ALL DESERVE A PLACE
—— WE ALL DESERVE A PLACE ——
—¿No deberíais de jugar al club de la lucha con el resto de niñatos?— Le preguntó Astrid a Jackson mientras ambos observaban como dos miembros de la manada se peleaban.
—Así establecen la jerarquía y ya saben quien es el alfa.— Explicó el hombre lobo mientras la dedicaba una sonrisa a la chica.
—Venga, siguiente.— Dijo uno de los que estaban viendo el espectáculo, haciendo que Oliver se quitara la sudadera para ser él, el siguiente en luchar. Lo que supuso un indicador para que Astrid se marchara ya que aquello la parecía aburrido.
—Tienes que probar las costillas de Daker.— La aconsejo Jackson a la híbrida mientras los dos preparaban la mesa en la que posteriormente todos se sentirían a cenar.
—¿Y luego jugaremos a lanzar la herradura?— Intervino en ese momento Hayley con un tono de burla.
—No te burles de la vida de campo.— Sonrió Jackson sabiendo que aquello lo decía de broma, pero era algo ofensivo. Aunque todos la entendían, Hayley no había crecido de la misma forma que lo habían hecho todos ellos. Rodeados de la manada o en un pequeño poblado, para Astrid y para Taylor aquello era como volver a cuando eran normales.
—Perdona, no estoy acostumbrada a divertirme en familia.— Se disculpó Hayley creyendo que había ofendido a Jackson con su comentario.
—Tal vez en eso podamos ayudarte.— Comentó Taylor sabiendo que lo que Hayley necesitaba era conocer lo que era estar con una familia.
—Sí, solo tenemos que olvidar que se ha pasado media vida con humanos y el resto con vampiros.— Intervino Oliver poniéndose al lado de Taylor. —Y la rubia lleva siendo toda una vida vampiro.— Añadió haciendo que Astrid le dedicada una sonrisa de superioridad.
—Ollie haz el favor.— Le pidió Jackson sabiendo que no era recomendable enfadar a una Original.
—Tranquilo, si el pequeño de la camada tiene algo que decir que lo diga.— Sonrió Hayley sabiendo que Oliver no tendría nada que hacer contra ninguna de las dos.
—Además, incluso estando embarazada te daría una paliza, cachorro.— Se burló Astrid mostrando que confiaba plenamente en sus capacidades, ya que sabía de lo que era capaz de hacer. Siempre había mostrado que era capaz de hacer muchas cosas.
—¿Quieres verlo?— La reto Oliver mostrando que no tenía demasiada simpatía por Astrid, a fin de cuentas seguía siendo medio vampiro y aunque todos ignorasen aquel detalle no iba a ser ignorado por él.
—Por desgracia, yo no la dejo hacer locuras. No estando a tan poco de dar a luz.— Intervino Taylor sabiendo que si fuera por su hermana mayor se abalanzaria en aquellos instantes sobre él y le daría la paliza de su vida.
—Dicen que tu hermano y Elijah están celebrando una cumbre, ¿y a quien no ha invitado?— Comentó Oliver haciendo que las expresiones de Hayley, Astrid y Taylor cambiaran al saber lo que estaba queriendo insinuar y eso a ninguna de las tres la había hecho nada de gracia, porque suponía que les estaban dejando de lado como clan de Nueva Orleans.
—¿Dónde lo has oído?— Quiso saber Hayley sabiendo que debían de hacer algo por su manada, se merecían tener voz y voto en todos los asuntos que afectarán a la ciudad.
—Eso no importa, la cuestión es que estamos aquí, en el pantano, mientras tu hermano y tu cuñado deciden como reparten la ciudad.— Prosiguió el hombre lobo son apartar la mirada de la Original, creyendo que ella estaba, también, detrás de todo ello. Pero sería una imprudencia insinuar algo así, porque entonces podría terminar muerto en el mejor de lo caso. —Pero eso demuestra, lo mucho que respetan a los hombres lobo, ¿no?— Añadió con burla.
—¿A donde vas?— Preguntó Hayley al ver que Astrid se marchaba y no de muy buen humor para ser exactos.
—A defender lo que es también de los hombres lobo, ¿venís o queréis quedaros a vivir una experiencia campestre?— Quiso saber la Original mientras se ponía el abrigo, en señal de que iba a luchar y a defender lo que era, también, de su manada. Nadie iba a dejarles de lado, porque entonces con quien deberían de lidiar iba a ser con ella, y su carácter no era, ni de lejos, como el del resto de los Originales.
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—Padre, calmese, por favor.— Le pidió Elijah al ver que Kiernan era el que estaba más alterado de los miembros de la mesa. —Gracias.— Sonrió al ver que todos guardaban silencio.
—Volviendo al tema de las fronteras, quiero que prestáis atención.— Prosiguió esta vez Leonidas sabiendo que debía de retomar el tema que les interesaba.
—¿Enserio?— Irrumpió Hayley llamando la atención de todos los presentes en torno a la mesa. —¿Estáis diviendo la ciudad sin dar voto a los hombres lobo?— Preguntó incrédula por lo que todos estaban haciendo, principalmente Elijah y Leonidas.
—¿Qué demonios hace aquí?— Preguntó Diego poniéndose de pies.
—Diego, siéntate.— Le pidió Leonidas sabiendo que no era recomendable empezar una pelea en aquellos momentos, menos aún que Hayley saliera herida, porque entonces tendrían que lidiar con Astrid.
—No la estamos dividiendo, estamos estableciendo...— Empezó a decir Elijah esperando que ella les comprendiera.
—No, Elijah.— Interrumpió Astrid entrando acompañada de Taylor, mostrando que todos iban a verse en la obligación de responder ante ellas. —Te aseguro que no habrá paz si los hombres lobo quedan excluidos.— Sentenció mientras se quedaba al lado de Hayley, mostrando que iba muy enserio con su amenaza, porque ella sería la primera en llevarla acabo.
—Quieren un sitio en esta mesa.— Añadió Taylor mostrando que ellas iban a luchar por los derechos de la manada.
—Y sino consiguen uno os garantizamos que os arrepentiréis todos.— Añadió Hayley sabiendo que debían de mostrar que iban enserio, para que ninguno de ellos la subestimaran, porque entonces no les tomarían enserio. La ventaja es que tenían a Astrid de su lado, y ya con su presencia era suficiente para intimidar a cualquiera.
—Me niego rotundamente, pues que el futuro de esta ciudad acabe en guerra.— Dijo una mujer haciéndoles ver a Elijah y a Leonidas que las cosas se les habían complicado, ya que ahora iban a tener que responder ante las tres.
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—¿Tenéis la menor idea lo que nos ha costado reunirlos a todos?— Preguntó Elijah una vez que él y Leonidas se quedaron a solas con las tres.
—No, lo cierto es que no.— Respondió Hayley cruzándose de brazos molesta por la actitud de los dos.
—Por que ni sabíamos que hacías aquí hasta que nos lo ha contado otra persona.— Añadió Astrid sin creerse que su hermano y Elijah hubieran sido capaces de dejar de lado a los hombres lobo, pero lo que más la sorprendía es que creyeran que no se iban a enterar.
—Decirme una cosa, ¿habéis excluido a los hombres lobo por nosotras?— Quiso saber Taylor, ya que muchas veces hacían cosas para "protegerlas", pero ellas sabían cuidarse solas y si necesitaban ayuda tenían a la manada para ayudarlas.
—Los hemos excluido por qué ya no residen en el barrio francés.— Se limitó a decir Leonidas sabiendo que eso podría enfadar más a las tres.
—Nuestra prioridad ahora es detener el conflicto en ciernes, pero os aseguro que cuando el tratado sea firme se ampliara para incluir a vuestra clan.— Añadió Elijah sabiendo que ahora ya no podían dejar de lado a los hombres lobo como habían planeado en un primer momento.
—¿Y hasta entonces que les decimos?— Preguntó Astrid sabiendo que toda la manada quería que hubiera un representante defendiendo su posición ante las decisiones que se fueran a tomar. —Sit, quieto, dame la patita.— Añadió sarcásticamente llevándose una mala mirada por parte de los dos Originales.
—Preferiría que os mantuvierais totalmente al margen de esto.— Sugirió Elijah sabiendo que lo mejor para ellos era que no hubiera más problemas, no les convenía una guerra entre especies.
—¿Astrid, estas segura de que no deberías de volver al complejo?— Le preguntó Leonidas a su hermana preocupado por el lugar en el que ella estaba, ya que no creía que el pantano fuera un lugar seguro para la híbrida embarazada.
—¿Crees que el bebé debe de estar ahí? ¿Crees que ahí estará a salvo?— Preguntó la híbrida sabiendo que el barrio francés no era un lugar seguro, no con Genevive rondando por los alrededores.
—¿El pantano es mejor?— Preguntó de vuelta su hermano.
—Los lobos se merecen una voz, darles una.— Intervino Taylor sabiendo que Astrid estaba teniendo cambios de humor muy bruscos, por lo que no quería que terminara haciendo algo que, tal vez, luego llegará a arrepentirse.
—Sabéis que es lo correcto.— Añadió Hayley esperando que Elijah y Leonidas fueran lo suficientemente inteligentes como para saber lo que le convenía a la ciudad y a la nueva comunidad que estaban creando.
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—Tal vez Leo tenga razón.— Comentó Taylor mientras ella y Astrid caminaban por las calles de Nueva Orleans.
—¿Mi hermano? ¿Tener la razón?— Preguntó incrédula al saber a que estaba haciendo referencia su hermana, y era al hecho de volver al complejo. —Se la daré cuando deje de tirarse a la zorra que casi hace que maten a Rebekah.— Se limitó a decir mientras se cruzaba de brazos molesta por el comportamiento que estaba teniendo su hermano, pero no iba a prohibirle estar con ella, era mayor para decidir con quien se acostaba y con quien no, además de que ella no era la más indicada para dar esa clase de consejos o de sugerencias. —No voy a volver a ese lugar, cualquiera es mejor para cuidar de mi hijo.— Sentenció Astrid con firmeza.
—Recuerda que no es solo hombre lobo, Astrid.— La pidió Taylor viendo que su hermana no era consciente de que aquel bebe también tenía sangre de vampiro y sangre de bruja.
—Lo se, créeme que lo se.— Murmuró mientras soltaba un suspiró.
—¿Pero...?— Inquirió la mujer lobo dándose cuenta de que pasaba algo más, había un motivo por el que Astrid no quería volver al complejo.
—Pero no voy a estar en un lugar donde no solo se discrimina a mi manada, sino donde se me mira mal solo por ser una híbrida embarazada que hace magia.— Respondió sabiendo que si la gente la aceptaba era únicamente por quién era y por el hecho de ser una Original, ya que si no fuera por ello, todos los integrantes de las facciones hubieran hecho lo posible por deshacerse de ella. —Se identificar una mirada de acusación, y créeme que era una. Pero me da igual.— Añadió restándole importancia.
—No lo parece.— Murmuró Taylor viendo que parecía que aquello la había afectado. —Entiendo que toda esta situación haga que te enfadades. Pero la manada también se sabe defender sola, eres su líder, como lo somos Hayley y yo, pero todo esto te afecta. Te recuerdo que estas embarazada.— La recordó esperando que fuera consciente de su situación, ya que a veces Astrid no era consciente de que estaba embarazada.
—Tendréis vuestro lugar en la mesa, por la cuenta que les trae. Porque ambos saben de lo que soy capaz de hacer. Además de que no les conviene tener a los hombres lobo enfadados, no porque vayan a atacar a inocentes, sino porque ni brujos, ni vampiros les van a querer en sus territorios y sino estamos en los acuerdos... Hay libertad para transitar por donde queramos.— Aclaró Astrid haciendo que Taylor la mirase sorprendida ya que no había caído en aquella posibilidad.
—Vaya de eso no me había dado cuenta.— Murmuró sorprendida por lo que su hermana había dicho.
—Antes de arrancar cabezas y corazones soy inteligente.— Sonrió orgullosa de que Taylor no hubiera llegado a pensar en ello. —Y no creas que voy a dejar la manada, siempre quise ser parte de una, mi hija necesita ser parte de una y como dijo Rebekah, heredará a todos nuestros enemigos.— Añadió Astrid sabiendo que todas las personas que quisieran vengarse irían a por el integrante más débil, y ese iba a ser el bebé, pero cuidado el que lo intentará, porque tendría que verse las caras con todos.
—¿Y no quieres que sea parte bruja?— Preguntó Taylor al ver que Astrid parecía no estar interesada en que su hija desarrollase su lado de bruja.
—Tardara en desarrollar sus poderes, hasta entonces no me preocupare.— Se limitó a decir. —Pero no voy a volver al complejo sabiendo que Genevive esta ahí, y que hay una estaca de roble blanco.— Añadió sabiendo que no quería estar en un lugar donde podía terminar muerta.
—¿Por qué tanto odio hacia ella? Se que no es solo por lo que hizo.— Quiso saber la mujer lobo, esperando que su hermana la diera los motivos por los que la tenía tanto odio.
—Tengo un terrible presentimiento, siempre les he ignorado hasta que Eliana murió. Así que no voy a confiar en ella, no solo porque no confío en ella, sino porque ella ha resucitado de la muerte. Cuando muera la cuarta chica de la Cosecha volverá a la vida.— Se limitó a decir, pero muy en el fondo Astrid no sabía porqué la odiaba, simplemente lo hacía.
—Crees que esta aquí por algo.— Asumió su hermana al ser consciente de lo que su hermana estaba diciendo.
—Exacto, y no me gusta que sea la nueva líder del aquelarre. No confío en ella ni en los ancestros, no tras todo lo que la han hecho a Davina.— Añadió sabiendo que si ellos eran capaces de hacer daño a los suyos, ¿de que serían capaces de hacer a los que no eran brujos?
—Es mejor que no les hagas enfadar.— La aconsejo Taylor sabiendo que ellos eran capaces de hacerla daño, sobretodo ahora con su conexión hacia la magia.
—¿O que? ¿Me harán algo?— Preguntó Astrid con burla, ya que no creía que los ancestros pudieran hacerla algo. —Mi madre incluso muerta sigue siendo poderosa, algo debió de hacer bien mi familia después de que se creara el hechizo que nos hizo inmortales.— Comentó orgullosa de su línea de bruja, si Silas fue capaz de hacer un hechizo así, era porque eran poderosos. E incluso en la muerte lo seguían siendo, y el que la hiciera daño a ella, Carina le castigaria, tal vez esa era el único alivio que la daba todo aquello, saber que su madre, de alguna forma, la guardaba las espaldas a pesar de todo el dolor que había recibido por no haber protegido a sus hermanos.
★★★
Tengo una pregunta que haceros. ¿Por qué a los hombres lobo siempre les ponen como personas de pueblo súper cercanas y a los vampiros ricos?
Entiendo que a un vampiro le pongan rico, porque en siglos ha podido cambiar de situación. Pero, ¿a los hombres lobo? Osea que les hay ricos, como los Hale, pero como que casi siempre son campechanos. Yo todavía no he leído ni visto a un vampiro pobre.
En fin, mis preguntas de mitad de semana.
Al margen de ello, finalmente vemos algo que estaba deseando ver. La parte de liderazgo de Astrid, Hayley y Taylor, algo que sin duda vais a amar de una manera que no podéis ni imaginar.
Pero teniendo un poco en cuenta con lo que pasa en el capítulo, es cierto que fue estúpido que creyeran que los hombres lobo no se iban a dar cuenta. Esperaba más de Elijah, a decir verdad.
También aclaró la pregunta de ¿con quien estará Genevive? Y creo que la opción era obvia, cree a Leo para que fuera el sustituto de Nik en muchos casos, aunque también siempre me gusta crear a hermanos. Creo que ninguna de mis protagonistas es hija única, y eso me gusta. Aunque tal vez deba de hacer alguna que lo sea. Jajaja.
Con respecto a lo demás del capítulo, no hay mucho que destacar aunque vais a amar la relación de Astrid y Jackson.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ♥️
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