CAPÍTULO 23: HALF MOON CITY

—— HALF MOON CITY ——

—Hayley, Astrid, Taylor, empieza la fiesta.— Les informó Rebekah justamente después de haberse encontrado con un hombre lobo, lo que hizo que Astrid sonriera al ver que sabía que sería ella la que les daría la voz de alarma.

—¿Cómo sabías que iría alguno a ella?— Preguntó Hayley sorprendida de que Astrid hubiera adivinado.

—Rebekah tiene un imán para los hombres, igual que yo para meterme en problemas.— Garantizó Astrid mientras el patio se llenaba de gente, haciendo que la Original se metiera en la casa.

—Es increíble, ¿no lo crees?— Inquirió Hayley con una sonrisa mientras recogía algunas cosas que ya habían dejado tiradas.

—Abrumador.— Admitió Astrid mientras buscaba algo entre los armarios de la cocina.

—¿Qué haces aquí adentro?— Preguntó Hayley sin entender la velocidad que había tenido Astrid para escaquearse de la fiesta.

—Tenia ganas de chocolate, pero no hay, y no me gustan las fiestas.— Admitió la chica mientras cerraba el armario con frustración.

—¿Ninguna?— Preguntó Hayley sorprendida de lo que había escuchado.

—Aborreci hasta mi propia boda así que imaginate lo que ha sido vivir como aristócrata más de la mitad de mi eternidad.— Admitió Astrid mientras ayudaba a Hayley a recoger.

—Dudo que nos hayáis invitado para hacernos de camareras.— Comentó una tercera voz, haciendo que las dos chicas se dieran la vuelta para poder ver a un hombre apoyado en el marco de la puerta. —Tu debes de ser Astrid y tu Hayley, soy Jackson. Me alegra volver a veros.— Añadió haciendo que ambas chicas se dieran cuenta de quien debía de ser.

—Tu eres el lobo que ha estado vigilando a Astrid.— Asumió Hayley al ser consciente de que él ya las había visto, y eso solo podía deberse a que él era el lobo de la guarda que las había estado protegiendo.

—Tengo que vigilarla por lo que lleva consigo.— Explicó Jackson mientras Astrid se llevaba la mano a su vientre.

—Claro, para proteger al bebé milagro.— Murmuró mientras ponía los ojos en blanco, preguntándose que pasaría una vez que el bebé naciera.

—No, no me importa eso. No me importa el bebé.— Dijo Jackson haciendo que las dos chicas le mirasen algo confundidas. —Lo siento, ha sonado fatal. Claro que me importa, sois Labonair, el bebé es muy importante, pero en realidad me interesais vosotras.— Se corrigió rápidamente haciendo que Astrid viera que ser lobo destruía las capacidades de relacionarse.

—Ni si quiera nos conoces.— Alegó Hayley mientras Jackson fijaba su mirada en ella.

—Nuestros padres se conocían, eran del mismo clan pero no del mismo linaje, ya sabéis como va la jerarquía de la manada. Cada uno cumple un papel y nosotros teníamos el nuestro.— Explicó Jackson confundiendo a Hayley mientras que Astrid le miraba con curiosidad, ella quería saber más.

—¿Y qué papel era ese?— Quiso saber la morena.

—Tu ibas a ser mi mujer.— Admitió Jackson sorprendiendo a ambas con lo que acababa de decir, ya que ninguna de ellas se esperaba que dijera algo así.

—Taylor me explicó que era una tradición, los matrimonios concertados. Para hacer fuertes alianzas y hacer más fuerte a la manada.— Explicó Astrid mientras se cruzaba de brazos aliviada de que aquello no la hubiera pasado a ella, aunque a veces no sabía que podía ser peor.

—Tu ibas a haber tenido uno, al igual que tu hermana.— Comentó Jackson mirando a Astrid.

—Solo que cambiamos el destino y las cosas no fueron como los ancianos habían planeado.— Respondió Astrid mientras ponía los ojos en blanco algo aliviada, porque sino no hubiera vivido la vida que tenía.

—Se que es mucho que asimilar.— Comentó Jackson mirando esta vez a Hayley la cual intentaba asimilar todo lo que acababa de escuchar.

—¿Tu crees?— Preguntó sarcásticamente mientras se cruzaba de brazos. —Solo quería conocer a mi familia, como Astrid y Taylor, no esperaba que se me hubiera asignado marido en un extraño matrimonio de conveniencia.— Alegó la mujer lobo mostrando que estaba demasiado abrumada.

—No podías saber nada de esto, por qué nunca te lo enseñó nadie.— Explicó Jackson dando a entender que ni Astrid ni Hayley conocían las tradiciones que la manada, desde hace siglos, tenía. —Los media luna no son una manada cualquiera, ¿vale?— Las informó con obviedad. —El linaje se remonta a los orígenes. Dos familias, la vuestra y la mía, somos como la realeza.— Garantizó con firmeza.

—Será una broma, ¿no?— Preguntó Hayley riéndose. —¿Si eres de la realeza donde está el trono?— Preguntó con burla llevándose una mala mirada por parte de Astrid por como se estaba comportando.

—Nueva Orleans hubiera sido nuestra ciudad, lo perdimos todo por una lucha interna.— Empezó a explicar Jackson. —Los vampiros fueron a por nosotros, hubiéramos vencido si hubiéramos estado unidos. Por eso nuestros padres decidieron unir los dos linajes, y tu y yo acabamos prometidos.— Añadió esperando que Hayley pudiera comprender lo que la estaba contando.

—Lo siento, esto es ridículo.— Garantizó la morena.

—Esta claro que las cosas no salieron como esperábamos. La manada se equivocó por completo con los vampiros al negarnos claudicar, y Marcel nos maldijo con una bruja.— Añadió Jackson a la explicación de su historia. —Tu eres la última de tu linaje, Andrea o Hayley o como quieras que te llames.— Terminó de decir sorprendiendo a Astrid con que Hayley y ella tuvieran el mismo nombre.

—Vaya, compartimos nombre lobuno.— Comentó la Original con burla.

—Esta gente os seguira a las tres, podéis ayudarles, vosotras y lo que representais.— Insistió Jackson haciendo que Astrid le mirase confundida, ¿que era lo que ellas representaban, aparte de la soledad?

—¿Y qué es exactamente?— Preguntó la híbrida con algo de curiosidad mientras sentía la presión de que todos esperaban que ellas hicieran algo.

—Una época muy diferente, un tiempo en el que luchabamos y después de lo que habéis pasado para encontrarnos, vais a romper nuestra maldición.— Dijo con firmeza creyendo que ellas serían capaces de romper aquella maldición que les llevaba perturbando desde hacía demasiado tiempo.

—No se dé que nos estas hablando.— Intervino de nuevo Astrid sin comprender a qué venía aquella necesidad tan repentina de romper la maldición, ¿por qué creían que ella serían capaces de hacerlo?

—De tu amiga bruja, Hayley, le dijo a Evie que vendría esta noche a liberarnos.— Respondió Jackson mostrando lo ingenuo que podía llegar a ser, y al igual que él, el resto de la manada.

—Espera, ¿que amiga bruja? — Preguntó Hayley dándose cuenta de lo que podía estar pasando

—No nos dijo su nombre.— Murmuró Jackson.

Astrid.— Dijo Elijah justamente después de descolgar el teléfono.

—Elijah, las brujas se traen algo entre manos.Se limitó a decir la vampira mientras los tres recorrían la casa en busca de una salida.

—Escuchame, Leonidas tenía razón. Celeste ha vuelto, Niklaus, Rebekah..., estáis todos en peligro.Insistió el Original preocupado por lo que le podía terminar pasando a toda su familia.

—¿Qué está pasando?— Preguntó Jackson justamente cuando la puerta de la entrada se cerraba delante de ellos, impidiendo que pudieran salir por ella.

—Es una trampa, yo no hable con ninguna bruja a excepción de Astrid.— Añadió en esta ocasión Hayley mientras los tres buscaban salir por otra puerta.

Astrid, debes de encontrar a Rebekah y quedarte con ella hasta que yo llegue.— La pidió el noble preocupado por su hermana y por la híbrida.

—Elijah, es un hechizo, nos han atrapado dentro.Le informó Astrid al darse cuenta que habían quedado encerrados en uno de los salones.

—Tenemos que salir de aquí.— Sentenció Jackson justamente después de que Astrid guardara su teléfono.

—Buscar una salida, intentaré romper el hechizo.— Les pidió Astrid mientras se sentaba sobre la mesa e intentaba hacer algo de magia.

—¿Eres bruja también?— Preguntó el hombre lobo sorprendido.

—Regalo de un viejo antepasado.— Admitió mientras intentaba de nuevo hacer el hechizo, provocando que las llamas se alzaran de forma más violenta.

—Toma respira a través de esto.— Le dijo Hayley a Astrid mientras la daba un trapo húmedo, justamente cuando una de las ventanas se rompía y Elijah sacaba a Astrid.

—¿Dónde está Rebekah?— Preguntó el noble preocupado por su hermana, mientras Astrid tosia debido al humo.

—No lo se, se fue con uno de ellos.— Respondió la Original sin saber su paradero. —Elijah, Hayley un amigo están dentro.— Le pidió preocupada, haciendo que este se dirigía al interior de la casa para salvarles.

—¡Astrid!— Taylor corrió hacia su hermana y rápidamente la ayudó a ponerse de pies. —¿Estas bien?— La preguntó preocupada justamente antes de abrazarla.

—Sí lo estoy, Hayley esta también bien. Estamos todos bien...— Murmuró preocupada por lo que les podía haber pasado a Klaus y a Rebekah.

—¿Qué pasa?— Preguntó Taylor comprendiendo la mirada de su hermana, algo estaba pasando, podía verlo en sus ojos.

—Las brujas, tienen a Klaus y a Rebekah, esto es un ataque a mi familia.— Garantizó mientras su expresión se endurecia.

—Vas a contraatacar, ¿no?— Asumió Taylor sabiendo que Astrid cumpliría con lo que aquella tarde había dicho.

—Puede que la promesa nos destruyera, que algunos sucesos nos separen, pero es la única familia que tuve por mucho tiempo. No voy a darles la espalda.— Sentenció con firmeza mientras su expresión se endurecia.

—Entonces te ayudaremos.— Sentenció Hayley acercándose a ambas.

—No, quedate con la manada, con Taylor, quedaros juntas. Eso me ayudará a saber que vosotras estáis bien, que no irán a por vosotras.— Las pidió la híbrida sabiendo que no podía estar preocupándose por más personas en aquellos momentos.

—Pero a por ti sí.— Alegó Hayley sin creerse que pudiera ser capaz de arriesgarse tanto por todos ellos.

—Me las apañaré.— La tranquilizó la rubia. —¿Estáis bien?— Preguntó mirando a Hayley y a Jackson.

—Sí, menos mal Elijah apareció a tiempo.— Admitió la mujer lobo mientras él se ponía detrás de ellas.

—Tengo que irme, la luna...— Empezó a decir Jackson mientras se daba la vuelta.

—Oye, Jackson, te doy las gracias por protegernos, no solo esta noche.— Le agradeció Hayley haciendo que él sonriera.

—Soñaba con conocerte desde niño, no pensé que sería así.— Admitió mientras ponía una expresión de que esperaba a que hubiera sido en otra situación con otras circunstancias.

—Escucha, encontrare la manera de ponerle fin a la maldición, lo prometo.— Intervino Astrid mirándole con seguridad, sabiendo que no iba a descansar hasta verles a todos libres de aquel hechizo que les llevaba castigando desde hacía demasiado tiempo. Ante sus palabras, Jackson sonrió agradecido sabiendo que ella sería capaz de cumplir con su promesa, los rumores decían que la híbrida Original cumplía todas y cada una de las promesas que hacía, así que tenían suerte de tenerla a ella, y a Hayley y a Taylor, ellas tres eran su última esperanza.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—Hemos puesto patas arriba el caldero, la ciudad de los muertos.— Empezó a decirle Diego a Marcel con respecto a la ubicación de Klaus. —Donde sea que lo tengan, no está en el barrio.— Añadió sin saber donde podían habersele llevado.

—¡Marcel!— Gritó Astrid mientras Elijah y ella entraban en el complejo.

—¿Dónde esta mi hermano?— Quiso saber Elijah preocupado por sus hermanos.

—Mis hombres ya lo están buscando.— Se limitó a decir al vampiro mientras miraba esta vez a Astrid.  —Pero hay más, también se han llevado a Leo.— Añadió haciendo que la híbrida atacará a dos vampiros mostrando lo muy enfadada que estaba, y el hecho de estar embarazada y hormonal no parecía estar contribuyendo a mejorar la situación.

—Astrid.— La llamo Elijah en señal de advertencia y de que debía de mantener la calma, aunque entendía a la perfección su reacción, y era una reacción muy evidente por su parte.

—Klaus tuvo una de sus típicas rabietas, me rompió el cuello y se enfrento a un aquelarre de brujas con Leo, ellos solos. Los capturaron, no se donde están ni como encontrarles.— Explicó Marcel esperando que ambos fueran lo suficientemente comprensibles como para comprender que si Klaus y Leo habían desaparecido había sido, también, por culpa de ellos.

—También tienen a Rebekah.— Añadió Elijah sabiendo que las cosas se habían complicado de una forma que se les escapaba de su control.

—Escuchad, todos vosotros, vais a ayudarnos.— Sentenció Astrid llamando la atención de todos ellos, mientras tomaba el papel de reina del barrio, si la mayoría ya tenía de por sí miedo a Klaus, las cosas con ella iban a ser muy diferentes, empezando con las brujas, las cuales se habían metido con la persona equivocada, porque habían despertado a una bestia que era mejor mantener escondida. —Las mataré a todas.— Añadió con firmeza en sus palabras, ya no solo por lo que la habían hecho a ella o a su manada, sino también porque habían ido a por su familia y nadie atacaba a su familia y salía indemne de lo que sería una muerte inminente que llebaria acabó de una forma terriblemente dolorosa.

★★★

Bueno, creo que no hay mucho que mencionar en este capítulo.

Es decir, me centro en el episodio pero estamos muy cerca de una de las escenas más importantes de la historia.

Con respecto a lo que pasa...

De verdad que Jackson fue un tanto directo, pero desde el minuto 0 le empecé a adorar. Le veía tan inocente y tan seguro de proteger a su manada.

No se merecía nada de lo que vivió, y Hayley no le merecía.

Aquí por desgracia correrá el mismo destino, básicamente por que es necesario. Pero creo que os gustará su amistad con Astrid, de hecho ya habéis visto una parte.

Una cosa que quiero recordaros es que en esta parte se verá la boda de Klaus y Astrid, algo que sin duda muchos estaréis deseando de ver.

Y solo me queda decir como un dato extra es que estamos en la parte 26 de 88, así que podéis haceros una idea de todo lo que queda por ocurrir. Realmente hay cosas que no vais a predecir y que he alterado para que tengan sentido.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️


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