CAPÍTULO 17: WE ALL LOSE SOMEONE

—— WE ALL LOSE SOMEONE ——

—Esto es excesivo para convencer a Davina.— Comentó Astrid al ver a Timothy sobre una viga tocando el violín.

—Siempre hay perdidas.— Garantizó Klaus con obviedad.

—No las hubiera habido sino hubierais intentando utilizarla para vuestros estúpidos propósitos.— Le recordó la híbrida mientras se sentaba en una de las sillas incapaz de creerse que estuvieran jugando con la vida de un crío de aquella forma.

—¿De verdad todo debe de ser tan teatral y sensiblero, Niklaus?— Preguntó está vez Elijah apoyando la opinión de Astrid.

—No te hace falta razón.— Aseguró el híbrido. —Timothy, toca algo un poco más animado por favor, buen chico.— Dijo Klaus haciendo que el chico obedeciera su orden. —Te ha costado extender el rumor.— Añadió al ver aparecer a Marcel, el cual se había encargado de decir que Klaus tenía a Timothy para obligar a Davina a regresar.

—¿Has conocido a sus errantes de noche?— Preguntó Elijah mostrando que si los errantes no eran competentes su anterior líder tampoco debía de serlo. —No son muy listos que digamos.— Añadió haciendo sonreír a Astrid por su comentario.

—Lo importante es que esta controlado.— Intervino Marcel. —Cuando llegue Davina tenéis que dejar que hable yo con ella.— Les pidió sabiendo que Davina confiaría en él, o por lo menos eso era lo que Marcel creía, ya que la situación había cambiado un poco.

—Bueno, seguro que tendrás ocasión.— Dijo Klaus dando a entender de que eso no iba a ser posible.

—Hola, brujita.— Saludo Astrid al ver aparecer a Davina, la cual no parecía estar muy contenta con la situación.

—El silencio es un don, Timothy. Gracias.— Dijo Klaus al humano, haciendo que este dejara de tocar el violín.

—¿Davina?— Timothy miro hacia la chica la cual le miró asustada y preocupada por lo que le podría pasar.

—Ya me has hecho venir, bajale.— Le ordenó a Klaus mientras le miraba con una expresión de pocos amigos.

—Bueno, antes tenemos que charlar un poco sobre tu regreso.— Comentó Klaus mostrando que no iba a ceder ante las exigencias de la adolescente.

—¿Qué te he dicho Klaus?— Le preguntó Marcel a Klaus. —Yo me encargo.— Sentenció el vampiro con firmeza. —Davina, ¿que ha pasado? ¿Por qué huiste? Cuéntamelo, yo puedo arreglarlo.— Aseguró esperando que la chica le dijera que era lo que había ocurrido.

—¿Cómo? Amenazando a mi amigo.— Quiso saber la bruja sin comprender la actitud que estaban teniendo, ¿de esa forma iban a convencerla de que volviera, haciendo daño a las personas que quería?

—Eso ha sido idea mía, lo lamento. A veces exagero con mis argumentos, pero siempre logro resultados.— Intervino Klaus haciendo que la expresión de la bruja mostrará lo enfadada que estaba, señal que Astrid interpreto como una señal de que no debía de intervenir en todo lo que fuera a suceder.

—Finges mucha confianza, pero yo sé la verdad. Tienes miedo de que todos vean lo que eres, un animal.— Afirmó la bruja mientras miraba a Klaus y le empezaba a atacar con magia, haciendo que los huesos del híbrido empezarán a romperme para convertirse en un lobo. —Una bestia.— Añadió mientras los dientes de Klaus mostraban que ya no eran los de un humano o los de un vampiro, sino que eran los de un animal. —¿Por qué no nos muestras tu auténtico rostro?— Preguntó mientras sonreía al escuchar los gritos del híbrido. —Estoy harta de ti.— Terminó de decir justamente cuando le rompía el cuello a Klaus.

—Davina, no tienes por qué hacer esto.— Le dijo Elijah a la bruja, la cual le miró con despreció.

—Tu me miraste a los ojos y me mentiste a la cara, fingiendo que querías ayudarme.— Afirmó Davina, haciendo que Astrid viera que la chica tenía castigo para todos y esperaba que ella fuera la excepción.

—Escuchame.— Le pidió Marcel sabiendo que las cosas se estaban poniendo muy tensas.

—Te haces llamar el noble, pero eres un asesino, igual que tu hermano. Durante un milenio te has alimentado de sangre de inocentes ahogate ahora con ella.— Dijo Davina haciendo que Elijah empezara ahogarse con la sangre haciendo que Astrid se pusiera de pies alarmada, al igual que Marcel, el cual vio como Elijah caía al suelo debido a que se había ahogado con la sangre. —Y tú, confíe en ti.— Davina miró a Marcel el cual supo que iba a ser el siguiente en ser castigado. —Te quería, Marcel. Pero tu me utilizabas para conservar el poder, no te importó en absoluto.— Afirmó algo dolida de que aquello fuera así.

—Te equivocas.— Garantizó Marcel hablando en aquel momento con sinceridad.

—Cuando perdiste contra Klaus me entregaste como si fuera un trofeo, debería de hacerte hervir en bronce.— Afirmó la bruja mostrando lo muy enfadada que estaba por todas las traiciones que la habían hecho.

—Me importas, te acogí como si fueras de mi sangre.— Garantizó Marcel justamente cuando alguien le clavaba un trozo de madera en el abdomen para luego, el vampiro, caer al suelo.

—Venga cariño, no me digas que te lo estabas tragando.— Comentó Rebekah sorprendiendo a Astrid y a Davina con su llegada. —¿No es hora de que hablemos la chicas?— Pregunto sonriendo. —Te voy a dar mi opinión, y antes de que te vuelvas contra mi, tengo una sorpresa.— Añadió la menor de los Mikaelson justamente cuando Josh aparecía haciendo que Davina corriera hacia su amigo.

—Josh, ¿pero que haces? Vete de aquí.— Le pidió preocupada justamente después de abrazarlo.

—¿Qué estás haciendo?— Pregunto Josh justamente después de que Rebekah le agarrase del cuello.

—Si yo o Astrid fuéramos Klaus le arrancariamos la cabeza a Josh, se la daríamos de comer a un errante y se acabó tu amigo.— Explicó Rebekah con obviedad mientras Astrid se acercaba a los tres sobrenaturales, al mismo tiempo que Rebekah soltaba al vampiro.

—Pero hacer daño es más del estilo de los chicos. Como cuando Klaus ha hechizado a tu violinista, y aunque nosotras somos muchas cosas desde luego no somos como él.— Prosiguió Astrid mientras se ponía al lado de Davina. —Timothy ya puedes bajar, nadie te hará daño.— Le dijo al humano.

—Me ha dicho que no podía bajar por la viga.— Explicó el chico algo asustado por la situación que estaba viviendo.

—Pues no uses la viga, tonto.— Respondió Rebekah con obviedad. —¿Somos las únicas listas aquí? Salta.— Le ordenó haciendo que el chico cayera al vacío para después ser atrapado por la vampira, evitando que al caer muriera.

—Davina, ¿como has hecho eso? ¿Cómo he llegado aquí?— Preguntó Timothy acercándose a la bruja.

—Te lo explicaré todo, te lo prometo.— Le tranquilizó Davina. —¿Por qué hacéis esto?— Preguntó mirando a las dos Originales.

—Nos parece que tu tienes la sarten por el mango, pero no sabes en quien confiar.— Explicó Astrid diciendo algo evidente ya que todos en los que Davina había depositado su confianza la habían traicionado.

—Ya sabes que puedes confiar en nosotras. Ahora quiero enseñarte una cosa más, será un momento.— Añadió Rabekah mientras empezaba a caminar siendo seguida por Astrid.

—Que vengan tus amigos.— Dijo la Original haciendo que los tres las siguieran hasta un sótano donde Marcel encerraba a todos los vampiros que no seguían las normas o que le traicionaban.

—No te preocupes, no están muertos de verdad. Solo están muy hambrientos y eso no te tranquiliza.— Le explicó Josh a los dos chicos haciendo que Timothy le mirase asistido.

—¿Crees que mi hermano Nik es tan terrible? Marcel aprendió del mejor.— Garantizó Rebekah sorprendida de que Marcel pudiera una versión mejorada de su hermano mayor. —Así es como trata a sus supuestos amigos si le traicionan.— Añadió haciendo que todos mirasen hacia todas partes, viendo que habían bastantes vampiros.

—Lo que hizo la mayoría de estos pobres diablos no es peor de lo que ha hecho Josh.— Añadió Astrid mientras miraba a los vampiros todos ellos hambrientos y deseando salir fuera y darse un festín.

—Mira a Thierry, por ejemplo, era el amigo en quien más confiaba Marcel. Klaus le tendió una trampa para ponerlo en su contra, Marcel lo sabe y aún así mantiene a Thierry aquí encerrado día tras día, sufriendo.— Explicó Rebekah mientras se ponía delante del vampiro.

—Esto es de locos.— Murmuró Davina sorprendida. —¿Por qué me contáis esto?— Quiso saber mientras miraba a las dos Originales.

—Por que tienes que saber con quien te relacionas, en quien confiar.— Explicó Astrid dando a entender que aquello era una clase de como era aquella persona en la que Davina había confiado tanto.

—Eh, todo irá bien. Osea, bueno, a ti no te pasará nada.— La tranquilizó Timothy mientras la sonreía. —Toma, bebé un poco.— Añadió mientras la ofrecía su botella de agua.

—Davina, nos han mentido y se han aprovechado de nosotras tanto Marcel como Klaus, pero nosotras podemos cambiar las cosas.— Aclaró Rebekah mostrando que ellas serian las que tendrían la sarten por el mango, ellas serían las que cambiarían las cosas.

—Tim.— Dijo Davina al ver que el chico parecía estar empezando a encontrarse mal.

—Es Klaus, me ha obligado a hacerlo. No sabía lo que hacía hasta que te he dado...— Empezó a decir mientras le ayudaban a tumbarse.

—¿Dado que?— Preguntó Astrid preocupada.

—De beber.— Añadió el chico mientras caía al suelo inconsciente.

—Tim...— Murmuró la bruja sorprendida.

—Klaus ha envenenado el agua.— Sentenció Rebekah con frustración justamente cuando Davina caía al suelo.

—Davina.— Dijeron a la vez Astrid y Josh preocupados por la bruja.

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Rebekah, ¿dónde estás?Le preguntó Klaus a su hermana pequeña.

—Estoy con Davina y se está muriendo por tu triquiñuela.— Respondió la vampira con obviedad.

—Bueno, he intentando hablar con ella por respeto a Marcel pero ha dejado claro que no es amiga nuestra.— Alegó el híbrido con obviedad, mostrando que aquello ya lo había planeado de antes. —Mis disculpas si has pensando que tuya o de Astrid sí.— Añadió con burla.

—Dime como curarla, la sangre de vampiro no sirve.— Le ordenó Astrid a Klaus justamente cuando le quitaba el teléfono a Rebekah, haciendo que esta viera que la híbrida no estaba de muy buen humor.

—No, claro que no. Por qué el veneno que he obligado a Timothy a darle es bastante potente.— Explicó Klaus divertido de que su plan hubiera salido tal y como quería. —Su desenlace es cuestión de tiempo.— Añadió dando a entender de que por su parte no iba a ayudar a salvar a la bruja.

—El de los dos, maldito hijo de puta diabólico.— Dijo Astrid furiosa por lo que le había hecho a ambos. —Son niños. Podríamos haber sido justos con ella.— Alegó sin comprender cómo es que Klaus no podía tener piedad ni en unos niños.

—No hay justicia que valga para quien nos amaneza. Davina sello su destino cuando se enfrento a mi, fue decisión suya, no mía.— Sentenció el híbrido finalizando la llamada, haciendo que Astrid le diera su teléfono a Rebekah para después los tres ponerse alrededor de los dos adolescentes.

—Tim...— Murmuró Davina justamente cuando despertó de golpe. —¡Tim!— Exclamó al ver al chico a su lado, pero él estaba muerto. —Tim, despierta. Tim, por favor, despierta. Abre los ojos.— Suplico mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. —No, no. Por favor despierta.— Insistió mientras comenzaba a llorar. —Por favor, no me dejes sola.— Dijo haciendo que Astrid y Rebekah se mirasen sabiendo que Klaus había cometido un grave error, pero al menos Davina seguía sana y salva.

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—¿Esta bien?— Preguntó Marcel acercándose a Astrid y Rebekah, la cual llevaba en brazos a Davina.

—Esta destrozada y exhausta.— Se limitó a decir Astrid con frialdad.

—¿Dónde está su habitación?— Preguntó Rebekah.

—Yo me ocupó.— Dijo Marcel haciendo que ambas vampiras dudarán en sí debían o no confiar en él. —Lo haré yo.— Las tranquilizó mientras Rebekah le pasaba a Davina y Astrid le acompañaba hasta la habitación de la bruja. —Nunca volverá a confiar en mí.— Admitió una vez que la dejo en la cama.

—Tal vez, pero nunca te rindas para recuperar esa confianza.— Le animo Astrid viendo que Marcel no era tan malo como pensaba, él solo quería protegerla y lo había hecho adelantándose a los pasos de Klaus. —Estos dibujos, ¿que son?— Preguntó confundida.

—Los hizo durante el tiempo que estuvo en el desván, decía que eran distintos a los que dibuja cuando siente la magia.— Explicó Marcel mientras Elijah entraba en la habitación y centraba su atención en los dibujos. —Estos los llamó malignos.— Añadió haciendo que los dos Originales se mirasen, sabiendo que no había que dejar pasar la advertencia de una bruja, menos una con el poder que Davina tenía.

—Veré si encuentro algo en ellos.— Se limitó a decir el noble mientras se llevaba los dibujos.

—No la conoces y has intentando ayudarla, ¿por que?— Comentó Marcel mirando a Astrid la cual sonrió de lado.

—Perdí a mi hermana y Davina me recuerda mucho a ella, poderosa y fuerte, y tengo claro una cosa, no voy a dejar que la pase nada malo. Por qué entonces quien lo haga tendrá un problema conmigo.— Sentenció la Original con firmeza, sabiendo que no iba a permitir que nadie se beneficiará de las habilidades de Davina.

—Pero Klaus...— Empezó a decir Marcel algo desconfiado por lo que podía hacer el híbrido.

—¿Qué? ¿Qué va a hacerme? Por mucho odio que me tenga no puede hacerme nada, ni estando embaraza ni cuando de a luz. Yo también soy híbrida, Marcel.— Le recordó dando a entender que Davina iba a estar bien, el que tal vez no lo iba a estar iba a ser Klaus. Porque aquello había confirmado algo que Astrid siempre se había negado a creer, era cruel con cualquiera y no hacía distinciones y eso la preocupaba. ¿Qué iba a pasar cuando aquel bebé llegara al mundo?

★★★

Bueno he de decir que en este episodio de la serie adore mucho a Marcel. En el sentido de que ahí se muestra como protegió a Davina.

Con respecto al capítulo... Timothy no tenía oportunidad con Kol, todo hay que decirlo.

Pero a decir verdad este capítulo no es nada entretenido.

Considero que Klaus se pasó tres pueblos envenenando a los dos chicos, pero bueno. Me alegro de que Marcel fuera un par de pasos por delante.

Pero ya estamos entrando en la parte entretenida de la primera temporada y eso ya es un alivio porque hasta yo me aburro.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥️


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