—— THE TRUTH ——

—Ha funcionado, ¿verdad?— Preguntó Astrid al ver entrar a Tyler.

—Es un híbrido.— Añadió Hayley sabiendo que aquello era evidente, ese era el objetivo de Tyler y era algo que Astrid había supuesto desde hacía tiempo. Su hijo no sólo era híbrido, sino que su sangre, ya en el útero, podía crear a más. Pero aquella era algo hipotético ya que Astrid también era una híbrida.

—Si Klaus te localiza, si se hace con ese niño, habrá ganado.— Alegó el híbrido, esperando que Astrid pudiera comprender la situación que estaba viviendo.

—Pues ayudame a mantenerlo lejos del bebé, ayudame a huir.— Le pidió Astrid sabiendo que huir iba a ser complicado, pero ¿quién decía que fuera a ser imposible? Había huido de Klaus quinientos años atrás, existía la posibilidad de huir ahora y ahorrarle muchos problemas y enemigos a su hijo.

—Te encontrará, te quitara a tu hijo y creara a más monstruos híbridos.— Afirmó el chico, haciendo que ambas intercambiarán una mirada sin saber que estaba diciendo. —Esclavos que lo obedeceran en todo.— Sentenció mientras cogía un cuchillo, haciendo que la expresión de ambas cambiará ante lo que estaba insinuando que iba a hacer.

—Tyler, no se que pretendes hacer pero tiene que haber otra forma, tu no eres así.— Intervino Hayley sabiendo que debía de hacer algo, por Tyler y por Astrid, en especial por el bebé, porque era evidente que él buscaba deshacerse de la criatura y si por el camino se llevaba a Astrid, tampoco le iba a importar.

—Ha sido una estupidez.— Sentenció Tyler acercándose a Astrid.

—Aléjate de ella.— Intervino Duein alejando a Tyler de Astrid, haciendo que la híbrida mirase a la mujer lobo en señal de que él la estaba protegiendo por el vínculo, o por lo menos esperaba que eso fuera así.

—No te metas en esto.— Le advirtió el pelinegro con un tono de amenaza.

—Te he dicho que la dejes.— Insistió Duein, haciendo que Tyler fuera incapaz de ver que el nuevo híbrido estaba protegiendo a la rubia por el vínculo con su creador, porque daba igual si estaba vinculado a Astrid o al bebé, en aquellos momentos el creador era Astrid.

—Ya tienes lo que querías, piérdete.— Le dijo Tyler a Duein al ver que este no se iba.

—Duein va a matarme y te matará a ti también.— Le dijo Astrid mientras ponía una expresión de preocupación, mostrando que iba a usar en su beneficio el vínculo, aunque fuera ir en contra de lo que creía, no iba a permitir que a su hijo le pasara algo malo. —Ha dicho que es demasiado peligroso que vivan los híbridos, tienes que pararlo a tiempo.— Le pidió haciendo que Tyler se diera cuenta de que era lo que Astrid estaba intentando conseguir.

—Cierra el picó.— La ordenó Tyler a la rubia justamente cuando Duein le atacaba, haciendo que Astrid usará la magia para liberarse, para después soltar a Hayley y ambas salir corriendo, justamente cuando Tyler mataba a Duein.

—Corre marchate, yo iré en otra dirección.— Le dijo Hayley a Astrid, sabiendo que si se separaban tendrían más posibilidad de salir con vida, o por lo menos de que alguna pudiera huir y pedir ayuda.

—Ten cuidado.— La pidió Astrid mientras salía corriendo para después apoyarse en un árbol, correr estando embarazada no era algo bueno. —Taylor.— Murmuró sorprendida justamente cuando se disponía a atacar a su atacante, aliviada de que fuera su hermana.

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—Gracias por ayudarme.— Le dijo Astrid a Taylor, justamente después de que la morena la llevara hasta una habitación para que pudiera descansar.

—Eres mi hermana, siempre te ayudare.— Respondió la mujer lobo con obviedad.

—Y respecto a mi comportamiento anoche..., lo siento.— Añadió la rubia sabiendo que debía de pedirla disculpas sobre lo que había sucedido, en especial sobre cómo se había comportado. —La muerte de Eliana me afectó mucho, y que alguien venga y me diga que es mi hermana... no es algo que asimilara bien.— Explicó mostrando que la muerte de su hermana pequeña todavía era una herida que tardaría en sanar y en cicatrizar, y era lógico, Astrid había criado prácticamente a su hermana pequeña, y saber que había muerto por salvarla... era algo que la estaba costando perdonarse.

—Lo entiendo, siempre quise decírtelo pero tampoco sabía la forma ni sabía encontrar el momento. La primera vez que nos vimos iba convencida de que debía de llevarte con la manada, pero cuando te vi con Leo y Eliana supe que no te podía quitar eso. No podías perder toda tu vida y ver que todo en lo que creías era mentira.— Explicó Taylor mientras se sentaba a su lado sabiendo que debía de explicarla todo. —Es cierto que nuestro padre siempre te tuvo presente, sabía algunas cosas de ti, y me las contaba, siempre crecí sabiendo que tenía una hermana mayor que yo. Así que cuando me dijo que tenía que ir a búscarte no lo dude.— Añadió, sorprendiendo a Astrid con aquello, ya que nunca se imagino que su padre biológico supiera de su existencia o que tuviera alguna clase de interés en ella.

—Tu... nuestro padre, ¿como se llamaba?— Quiso saber con algo de curiosidad, a fin de cuentas no podía renegar de su familia. Sería ir en contra de todos sus principios.

—Harry, te pareces mucho a él. Sobretodo en eso de ir en contra de las normas, él nunca quiso ser el líder de la manada.— Explicó la morena haciendo que Astrid la mirase confundida.

—¿Y por qué lo fue entonces?— Preguntó sin comprender por qué había asumido un cargo tan importante como era aquel, un cargo que podría haber relegado en otra persona.

—Cuando nuestro tío, su hermano, murió por unas graves heridas y sin descendencia pasó a nuestro padre el deber de liderar a la manada. Cuando los ancianos supieron que seguías con vida, ya que tu madre y nuestro padre hicieron creer que habías muerto en el parto, exigieron que vinieras con nosotros. Antes existía una regla en la que los primogénitos eran los siguientes en liderar la manada, y al estar viva debías de cumplir con lo que los ancianos la habían impuesto a Andrea.— Aclaró la mujer lobo, confundiendo a Astrid con aquel nombre. ¿Quien era Andrea y que importancia y relevancia tenía en lo que su hermana la estaba contando?

—¿Andrea?— Preguntó Astrid confundida, haciendo que Taylor pusiera una mueca de que se la había olvidado aclarar aquel detalle.

—El nombre que los ancianos te pusieron, tu nombre como mujer lobo.— La explicó haciendo que la expresión de la Original cambiará por completo al escuchar que tenía otro nombre, uno como mujer lobo.

—Vaya, es demasiada información.— Admitió sorprendida, ya que no se había llegado a esperar que en una época pasada ella hubiera estado destinada a liderar una manada o que tuviera otro nombre. Sin duda el hecho de que Taylor no la llevará con la manada, había cambiado su vida. Aquella decisión desencadenó que sucedieran otra serie de circunstancias que terminaron convirtiendo a todos en inmortales.

—Lo se, descansa. Llamaré a Leo para decirle que estas bien.— Sonrió Taylor mientras se levantaba y se dirigía a la puerta, haciendo que Astrid se tumbara en la cama con el objetivo de descansar, con todo lo que había sucedido desde la noche anterior, no se había dado cuenta de lo exhausta que estaba, pero por mucho que lo estuviera era capaz de mantenerse de pies, igual a cuando su madre estaba enferma y debía de quedarse día y noche pendiente de ella y de sus hermanos.

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—¡¿Qué has dicho?!— Gritó Astrid sin creerse lo que Taylor acababa de decirla.

—Klaus ha mordido a Leo, esta en el pantano con Hayley, pero ya esta bien. Por suerte para los Originales no es mortal.— Explicó Taylor esperando poder tranquilizarla, pero era algo complicado teniendo en cuenta de que se trataba de Leonidas.

—¿Te ha dicho porque le mordió?— Preguntó Astrid mientras se cruzaba de brazos esperando alguna explicación.

—Insinuó lo que todos pensamos, lo que es evidente. Que va a querer usar la sangre del bebé para crear un ejército de híbridos. Lo que tu temias cuando te fuiste, ¿no? Que te usara.— Alegó Taylor haciendo que Astrid mantuviera la misma expresión de enfado esperando que Klaus no fuera capaz de estar planeando algo así, algo dentro de ella no quería creerlo, pero otra parte intuía que era posible.

—Sí..., pero de eso hace quinientos años. No voy a permitir que use a mi hijo como una fábrica de híbridos, me niego a permitirlo.— Sentenció mientras se dirigía a la puerta con la intención de marchase.

—¿A donde vas?— La preguntó Taylor preocupada, sabiendo que era capaz de hacer cualquier cosa, principalmente por lo que le había pasado a Leonidas.

—A explicarle a Klaus el porqué no debe de tocar a mis hermanos.— Sentenció mientras su expresión mostraba lo muy enfadada que estaba.

—Astrid estando en el estado en el que estás...— Empezó a decir Taylor sabiendo que debía de detenerla de alguna forma, aunque sabiendo lo impulsiva que era con las personas a las que quería, era algo complicado.

—¿Crees que va a hacerme algo?— Preguntó mientras reía con sequedad. —La que le va a hacer algo voy a ser yo, por morder a mi hermano y dejarle en el pantano a su suerte para que hiciera algo de lo que luego se arrepentiría.— Garantizó con enfado sabiendo perfectamente cuales habían sido las intenciones de Klaus.

—Te estás dejando llevar por la ira y la rabia.— La recordó Taylor esperando que Astrid fuera racional por una vez con un tema que afectaba a sus hermanos, pero cuando ellos estaban de por medio, lo racional quedaba relegado a un segundo plano.

—Encerró a Leo y a Eliana por quinientos años, me chantajeo con hacerles daño y ahora muerde a mi hermano. No pienso tolerar el hecho de que pueda hacer lo que quiera a quien quiera, a sus hermanos tal vez les puede engañar y herir, pero no a mi hermano. Ahora ha sido Leo, pero ¿y si luego eres tu?— Comentó haciendo que Taylor la mirase sorprendida, ya que nunca se había detenido a pensar que pudiera volverse uno de los efectos colaterales de los castigos de Klaus o de sus rabietas. —No, de ninguna manera voy a permitir que siga actuando así. De primeras por que a saber de lo que es capaz una vez que nazca el bebé.— Sentenció Astrid mientras se marchaba a velocidad vampirica para ir directamente al complejo. —¡Klaus!— Gritó quedando en el patio interior mirando a todas partes. —¡Da la cara maldito bastardo!— Gritó de nuevo mostrando lo muy enfadada que estaba.

—Astrid, me alegro de que Tyler no te haya hecho nada.— Comentó Klaus aliviado de que estuviera bien, aunque para cualquiera aquel comentario tenía mayor relación por el bienestar del bebé que el de la vampira.

—De quién deberías de preocuparte es de ti.— Aseguró mientras cerraba su mano en un puño haciendo que Klaus empezara a quejarse de dolor al sentir como sus huesos se rompían, a la par que las puertas empezaban a abrirse y acercarse con violencia mientras el aire se alzaba de forma amenazante. —Tu no te metas, Marcel.— Le advirtió la híbrida al vampiro mostrándo sus ojos inyectados en sangre, al ver que este tenía la intención de intervenir para ayudar a Klaus.

—¿Se puede saber a que viene tanta amabilidad?— Preguntó Klaus sarcásticamente una vez que Astrid dejó de infringirle dolor.

—Ah, no se. Tal vez al pequeño e insignificante detalle de que hayas mordido a mi hermano.— Comentó la chica mostrando lo muy enfadada que estaba, detalle que Marcel vio y que le indico que no debía de intervenir, Klaus enfadado podía dar miedo, ¿pero Astrid? Podría decirse que era un demonio la apariencia de un ángel. —Lo normal viniendo de ti.— Añadió mostrando que de alguna forma era muy predecible por su parte.

—Insinuó algo que no debía.— Alegó Klaus mostrando que le enfadaba que la gente insinuara que sería capaz de usar a su futuro hijo en su propio beneficio.

—Insinuó lo que todo el mundo piensa, lo que me sorprende que siendo tan paranoico no lo hayas ni llegado a sopesar.— Comentó Astrid sorprendiendo al híbrido de que ella también estuviera en aquel grupo de personas que creían que iba a usar la sangre de su hijo para crear una especie superior.

—Y por lo que veo tu asumes lo mismo.— Observó intentando ocultar la decepción que sentía por la insinuación que ella había hecho, ya que cuando lo escuchaba de otras criaturas le enfadaba, pero en aquella ocasión le hizo ver que nadie creía que quisiera al bebé sino era para un fin malévolo.

—Me basó en las evidencias.— Respondió Astrid con obviedad cruzándose de brazos.

—Pues permíteme decirte de que eso no va a ser así.— Aseguró Klaus con completa seguridad en sus palabras.

—¿Enserio? ¿No vas a crear un ejército de híbridos?— Preguntó Astrid incrédula de lo que estaba escuchando, principalmente por qué tras todo lo que él había hecho, no se creía que dejaría pasar la oportunidad de crear híbridos. —Eso no te lo crees ni tu.— Añadió riéndose.

—No tengo la necesidad de crearlos, no cuando es evidente de que para completar la transición deban tomar sangre de mi hijo, no le voy a usar como bolsa de sangre.— Asumió mostrando por una vez una actitud paternal, cosa que Astrid no llegó a creerse. Lo único que le interesaba del bebé era su peculiaridad como el primer híbrido de nacimiento del mundo. Un Original.

—Ah, pero sí usaste a una chica de dieciocho años.— Le recordó Astrid haciendo referencia a lo que la había hecho a Elena.

—Era diferente.— Respondió Klaus.

—¿En qué? ¿Qué una nació para ello y nuestro hijo no? Porque a fin de cuentas es el mismo propósito.— Alegó la rubia sin creerse que él no fuera a hacer algo así. Klaus ansiaba tanto el poder que le daba igual a quien o a cuantos perdía en el camino, lo único que buscaba era cumplir sus propósitos.

—Sí tanto crees que llegaría a hacer algo así, entonces te hubiera obligado a romper el hechizo desde el momento en el que supimos que también eras una híbrida, pero en ningún momento lo hice. Respete tu decisión, ¿porque aquí iba a ser diferente?— Le recordó Klaus a Astrid haciendo que la chica se viera en el aprieto de darle la razón, era cierto que lo llego insinuar y que la insistía, pero en ningún momento la obligó. Y si ella se fue, principalmente fue porque tenía miedo de que pasará de respetar su decisión a obligarla.

★★★

Feliz Nochebuena.

Bueno, aquí tenéis el capítulo de esta noche, y como os informe el miércoles pasado, os lanzó la pregunta.

¿Qué queréis saber de todo lo que esta por pasar?

Os recuerdo que da igual la pregunta que sea, la responderé aún si se trata de un spoiler.

Ahora, bien, centrándonos en el capítulo pasan muchas cosas.

Primero el rescate de Astrid, he de decir que Tyler es un poco cortito pero bueno, que se le va a hacer.

Segundo, la escena entre Taylor y Astrid, os garantizó que Taylor será un pilar en la vida de Astrid y de sus hijas. Así que... os podéis imaginar cual de importante será. También creo que es importante, mostrar que Taylor ha pasado a ese lado de sobreproteccion, y creerme, pobre del que la haga algo.

Tercero, la escena entre Klaus y Astrid... Admito que mi idea original era mostrar ese dolor por parte de él al saber que la mujer que quiere considera que todo cuanto quiere es hacerse más poderoso. Y ese detalle a fin de cuentas condicionará todo. Pero sí es cierto, que en la historia de los dos pretendo mostrar que Klaus siempre le dio libertad a Astrid porque era en quien más confía, y sigue siendo la persona en la que más confía por encima de Elijah, evidentemente.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ♥