—— MIDNIGHT BATH ——

—Estate quieta, Leo y Elijah llegarán enseguida.— La pidió Rebekah a Astrid a la cual había obligado a tumbarse para que estuviera algo más relajada.

—Me siento como si estuviera dentro de un microondas.— Se quejó Astrid mientras intentaba quitarse el sudor de la frente.

—Oye, que esperas un bebé. No te comportes como una cria.— Dijo Rebekah haciendo que Astrid riera porque había sonado como a una madre. —Mi sobrinita te estara ayudando a curarte mientras hablamos.— Garantizó la rubia mostrando que muy en el fondo sí la gustaba la idea de ser tía.

—Hola, hermanita.— Dijo Leonidas mientras se acercaba a la cama en la que estaba su hermana tumbada.

—¿Qué hace ella aquí?— Preguntó Rebekah al ver aparecer a Sophie junto a Elijah.

—Intentó ayudar.— Respondió la bruja sabiendo que debían de darse prisa o las cosas serían irreversibles.

—¿¡Ayudar!?— Exclamó Rebekah sorprendida por su comentario.

—Tu tienes la culpa de que estemos así.— Se quejó Hayley mientras salía del cuarto de baño esperando que el agua fría pudiera ayudarla a combatir el calor.

—¿Por qué no están desvinculadas de esa bruja, Elijah?— Le preguntó Rebekah a su hermano esperando una explicación por su parte o por parte de Leonidas.

—Rebekah.— La llamó Leonidas en señal de que debía de mantener la calma y no hacer nada estúpido, principalmente por qué si lo hacía la afectaría, directamente, a Astrid.

—Que haga lo que pueda.— Sentenció el noble sabiendo que la única opción que tenían era Sophie hasta que Davina consiguiera llevar acabo el hechizo de desvinculación.

—Creo que conozco una forma para bajar la fiebre, pero voy a necesitar algunas hierbas.— Explicó Sophie mientras sacaba de su bolso un papel y un bolígrafo. —Te haré una lista.— Añadió mirando a Rebekah la cual puso una expresión de desagrado al ver cual iba a ser su función en todo ello.

—Bien, me encanta ser la recadera.— Respondió sarcásticamente mientras cogía el papel que Sophie la ofrecía para irse a por las hierbas, principalmente porque iban contrarreloj.

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—¿Cómo te encuentras?— Le preguntó Leonidas a su hermana mientras se sentaba a su lado y la agarraba de la mano, dándose cuenta de que su temperatura corporal había aumentado considerablemente, y eso no era nada bueno.

—Como cuando Eliana quemó por cuarta vez nuestra casa.— Admitió Astrid haciendo reír a su hermano con aquella comparación, ya que aquel incendio sí que fue grave, sobretodo por el detalle de que se quedaron, definitivamente, sin casa.

—De esa casi no la contamos.— Rió justamente cuando Elijah aparecía.

—Leonidas, necesito que vengas.— Le llamó el noble, haciendo que el vampiro se fuera detrás de él y vieran que Taylor ya estaba sufriendo las consecuencias de la vinculación con su hermana.

—¿Qué la pasa?— Preguntó Hayley, la cual estaba sentada en una silla mostrando que ella parecía estar algo mejor que Astrid o que Taylor.

—La vinculación.— Respondió Leonidas sabiendo perfectamente que era lo que originaba que la mujer lobo estuviera en aquel estado.

—¿También está vinculada?— Preguntó Elijah sorprendido, ya que esa información él no la tenía.

—Taylor es la medio hermana de Astrid, por parte de padre. La vincularon a ella como castigo por no llevarla con la manada.— Explicó Leonidas sabiendo que si en aquel momento o por ello, su hermana no se daba cuenta de que pasaban algunas cosas, sería porque o era ciega o fingía que lo era. Por qué había cosas que ya eran demasiado evidentes.

—¿Astrid lo sabe?— Preguntó Elijah sabiendo perfectamente la respuestas a aquella pregunta, pero aunque la conociera preferiría asegurarse.

—No, no puede saberlo.— Negó en ese momento Taylor, sabiendo que debía de ser ella la que la dijera la verdad y parecía que iba a ser en cuanto solucionaran aquel problema.

—Se va a acabar dando cuenta.— Aseguró Elijah sabiendo que Astrid podría hacerse la tonta, pero no lo era y de aquella situación deduciria lo que parecía evidente.

—Es cuestión de tiempo.— Añadió Leonidas con seguridad.

—Sacarlas a las dos a fuera, a la piscina.— Insistió Sophie mientras miraba a los dos vampiros.

—¿Quieres un baño nocturno?— Preguntó Leonidas confundido al no comprender porqué debían de meter a las tres chicas en la piscina.

—Hacerlo, Hayley ya esta allí.— Insistió esta vez Rebekah, la cual se había encargado de acompañar a la mujer lobo hasta ella.

—¿Estas bien, hermanita?— Le preguntó el vampiro a Astrid mientras se acercaba a ella.

—¿A donde vamos?— Preguntó confundida mientras su hermano la cogía en brazos, dándose cuenta de que la temperatura en ella crecia por segundos.

—A que te des un baño a media noche.— Respondió su hermano sarcásticamente mientras la bajaba a velocidad vampirica, viendo que allí ya estaban Elijah, Taylor, Hayley, Rebekah y Sophie, la cual se estaba encargando de hacer una mezcla de hierbas. —Esta ardiendo, tenemos que hacerlo ya.— Aseguró Leonidas mientras dejaba a su hermana en el agua, la cual parecía que estaba medio inconsciente, sobretodo porque casi no era consciente de lo que estaba ocurriendo.

—Meterlas en el agua.— Les indicó Sophie mientras iba lo más deprisa que podía en la preparación de la mezcla de hierbas que la iba a dar a Astrid.

—No veo de que va a servir un baño a media noche.— Comentó Rabekah sin comprender cuales eran las intenciones de la bruja.

—Eso quiero saber yo.— Se quejó Hsyley la cual junto a Sophie, era la que mejor estaba y la que podía meterse por su cuenta en el agua, mientras que Elijah se había encargado de meter a Taylor y Leonidas a su hermana.

—Su temperatura está por las nubes.— Explicó Sophie mientras se metía en la piscina y se acercaba hasta Astrid. —El agua, con ayuda de estas hierbas, nos enfriara.— Explicó mientras se quedaba al lado de los dos hermanos. —Bebete esto, y bajarlas la frecuencia cardíaca.— Le indicó primero a Astrid y después a Elijah y a Leonidas.

—¿Y como sugieres que lo hagamos?— Preguntó el noble con curiosidad ya que debían de buscar la forma de salvar a las dos chicas.

—Abrazarlas, es un remedio para relantelizar el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea.— Explicó Sophie mientras se alejaba de los dos hermanos.

—Esto no funcionara.— Negó Rebekah sin creerse que pudiera dar resultado alguno.

—Davina romperá el vínculo, solo necesitamos tiempo.— Garantizó Elijah creyendo ciegamente en las capacidades de la joven bruja.

—Me cuesta respirar.— Comentó Astrid mientras su respiración se acercaba.

—Vale, respira con calma, hermanita.— La tranquilizó Leonidas preocupado. —Mírame.— La pidió. —Respira, centrate en el sonido de mi voz.— La indicio mientras ayudaba a su hermana a tumbarse por completo en el agua. —Todo irá bien, todo irá bien.— Aseguró justamente cuando Astrid se contraia debido al fuerte dolor que sentía, haciendo que soltara un fuerte grito, que provocó que las ventanas de la casa se abrieran de golpe.

—Siento que se ha roto el vínculo.— Comentó Sophie mientras se clavaba una pequeña aguja haciendo que Astrid y Hayley se mirasen la palma de sus manos, viendo que no tenían ninguna herida.

—¿Estáis bien?— Preguntó Leonidas abrazando a su hermana mayor aliviado  de que estuviera bien.

—Odio a las brujas.— Garantizó Astrid mientras Elijah salía del agua.

—Elijah, en cuanto tu hermano descubra que el vínculo está muerto, matará a Agnes.— Dijo Sophie preocupada por la bruja. —Ya se que no me debes nada, pero por favor no dejes que la mate.— Le suplicó mientras ponía una mueca de preocupación. —Elijah, ella es el único acceso al poder que necesitamos para sobrevivir, prométeme que impediras que la mate.— Insistió esperando que Elijah pudiera cumplir aquella petición que la bruja le estaba suplicando.

—Soy yo, ¿dónde estás?— Dijo el noble justamente después de llamar a su hermano pequeño. —No le hagas daño, Leonidas y yo llegaremos enseguida.— Se limitó a decir el noble para a continuación finalizar la llamada. —Es la última promesa que te hago, no dejaré que mi hermano mate a Agnes.— Aseguró sabiendo que en sus planes no estaba que Klaus la matará, sino que lo hiciera otra persona.

—Se que me has utilizado para ayudar a tu aquelarre, pero si vuelves a hacerlo, te mataré a ti y a todos los que quieres.— La advirtió Astrid deteniendo a Sophie, haciendo que esta la mirase asustada, sabiendo que ahora no había forma alguna de que pudieran mantener a ralla a una criatura como la híbrida. —Taylor, ¿por qué te afectó también?— Inquirió la Original mientras se tapaba con una toalla, justamente cuando Elijah, Leonidas y Rebekah entraban a dentro de la casa.

—Por que estoy vinculada a ti.— Admitió la mujer lobo sabiendo que había llegado el momento de decirla quien era en realidad.

—¿Desde cuando?— Quiso saber Astrid mientras se aferraba a la toalla.

—Desde hace mil años.— La reveló mientras mantenía una expresión de seriedad. —No estabas equivocada, sí nos conocimos. De hecho te buscaba, mi padre me había mandado ir a búscarte para traerte con nosotros.— Explicó sabiendo que Astrid debía de saber toda la verdad, y sabía que las cosas no iban a terminar muy bien.

—¿Por qué? ¿Qué interés tendría tu padre en mi?— Preguntó Astrid confundida sin comprender nada de lo que la mujer lobo estaba diciendo.

—Por que eres mi hermana mayor.— Dijo finalmente sorprendiendo a Astrid con aquella revelación que nunca se hubiera llegado a esperar.

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—No deberías de haber actuado así.— Le dijo Hayley a Astrid una vez que se había cambiado de ropa, secado y se habían quedado solas.

—Necesito tiempo, ¿si? No todos los días alguien aparece y te dice que es tu hermana perdida.— Alegó la híbrida con molestia ante lo que sucedía. —Yo ya tuve una hermana y fue asesinada.— Sentenció con frustración, ya que aunque una parte de ella quería aceptar a Taylor como su hermana, otra la decía que si lo hacía traicionaria a Eliana.

—Pero no es culpa de Taylor ser tu medio hermana.— La recordó Hayley sin comprender la actitud de la híbrida.

—No, pero es su culpa no decirme la verdad. No decirme quien era desde el primer momento en el que me vio. Entiendo que tuviera miedo, pero no muerdo. Y menos cuando se ha estado arriesgando por nosotras, pero cuando alguien actúa así podría decirte que es por interés propio, si yo muero ella morirá. Nosotras dos no estamos vinculadas a Sophie, pero sí entre nosotras y Taylor conmigo, y que haya ocultado todo esto, solo muestra que lo que quiere es asegurar que su póliza de supervivencia siga con vida por muchos años más.— Sentenció mostrando la inseguridad que tenía en aquellos momentos por lo que sucedía, mostrando la desconfianza que vivir tantos años entre traiciones familiares la había provocado, tal vez tiempo atrás no hubiera reaccionado así, pero definitivamente en aquellos momentos Astrid estaba reaccionado de una forma sorprendente para todos.

—Solo te digo que la familia es muy importante, se que lo sabes. Pero se como se ha sentido Taylor todos estos años, y se como se ha sentido estos meses que ha estado junto a ti. Eres su hermana mayor, un ejemplo a seguir.— Garantizó Hayley sabiendo que ella la podría convencer de que la diera una oportunidad a la mujer lobo.

—Mejor que nadie me tenga como ejemplo a seguir, sobretodo por las horribles decisiones que he tomado.— Comentó mientras ponía los ojos en blanco al recordar la mayoría de las decisiones importantes que había tomado, y una de ellas la había llevado hasta aquella situación, tanto embarazada como en Nueva Orleans. —Pero se lo que dices, Hayley, pero ahora no quiero hablar con ella, necesito unos días para pensar con claridad, sobretodo porque es algo muy chocante.— Admitió finalmente mientras soltaba un suspiró, justamente cuando alguien llamaba a la puerta.

—¿Quien eres tu?— Preguntó Hayley al ver al chico que estaba ante la puerta.

—Soy Josh, estoy buscando a Klaus Mikaelson.— Explicó mientras Astrid se acercaba a Hayley y se ponía a su lado. —¿Dónde está? Llevo todo el día buscándole, Marcel sabe que Klaus mintió sobre donde vive.— Añadió sabiendo que en aquellos momentos Klaus estaba en un gran problema, ya que Marcel estaba comenzando a sospechar de él.

—Me has confundido con su portero, Josh.— Afirmó Hayley con una expresión de pocos amigos.

—Esta bien, decirle que me llame, por favor.— Las pidió esperando que alguna de las dos le dijera lo que ocurría o por lo menos el mensaje de que debía de llamarle.

—Vale.— Cedió esta vez Astrid justamente cuando Hayley cerraba la puerta y se marchaba, para que minutos después alguien llamar a la puerta. —¡¿Qué pasa ahora Josh?!— Quiso saber la híbrida abriendo la puerta y dándose cuenta de que quien había llamado no era Josh.

—Hola, soy Marcel creo que no nos conocemos.— Se presentó el vampiro haciendo que las expresiones de Hayley y de Astrid cambiaran al escuchar quien era, principalmente por qué habían dado con el escondite que según Klaus y todos, Marcel nunca llegaría a encontrar.

★★★

Astrid ya sabe que Taylor es su hermana.

Se que tal vez la reacción de ella no fuera la más adecuada, pero esta enfadada por el detalle de que Taylor no tuviera confianza en ella, y es por eso su enfado. Pero como os digo, no la durará mucho.

Con respecto al capitulo, sin duda Davina jugó un papel muy importante, y me alegro que de alguna forma ya cuidara de su futura sobrina. Jajajaja.

La escena con Leo, bueno que voy a decir, es su hermana y se adoran mutuamente, así que no puedo negar que necesitaba mostrar el lado más protector de él, aunque le veremos con sus sobrinas jejejej.

Con la amenaza de Sophie... bueno, es una Original, ¿como iba a reaccionar?

Con el final..., siento interés por saber que hubiera ocurrido después de esa visita de Marcel, pero se que él no la haría nada. Aunque no lo sepáis, Marcel de alguna forma conoce a Astrid, no personalmente, sino por un dibujo, así como que sabía que había más miembros de la familia Original, por los dos misteriosos ataúdes, pero ya se irá sabiendo más de ello.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️