5. Sabor a vainilla
-Hoy, vendrá un compañero de la escuela a estudiar.-Le comenté a mi madre mientras comía mi desayuno.
Mi madre me miro de arriba abajo enarcando una ceja con desconfianza.
-No, no vamos a acostarnos, si es lo que estás pensando.-La interrumpí antes de que pudiera decir cualquier cosa.
-¿Es el mismo chico que te dejo un chupetón el otro día?-Me interrogo poniendo las manos en su cintura.
Rodé los ojos y seguí comiendo mi desayuno. En serio mi madre pensaba que era tan fácil como para que me dejara llevar por un hombre hasta el punto de terminar acostándome con él. En que siglo vive.
-No mamá, es solo un compañero de la escuela.-Me quejé levantándome de la mesa ya arta del tema.-Si, no te digo las cosas te enojas, si te las digo también te enojas. Mejor me hubiera ido a vivir con papá en primer lugar, así quizás te ahorraras los disgustos de tener una hija tan poco confiable.-Hace tiempo tenía ganas de decirle aquello, pero aun así me sentí muy mal cuando terminé de decirlo.
La expresión en el rostro de mi madre más haya del descontento revelaba tristeza y eso no me gustaba.
-Mejor me voy a la escuela o llegaré tarde.-Murmure mientras salía de la cocina caminando hacia la entrada de la casa.
-Niña, vuelve aquí.-Me regaño mi madre saliendo de la cocina detrás de mí, pero solo pude rodar los ojos mientras abría la puerta principal, comenzando a salir de casa sin escuchar lo que tenía por decirme.
Ahora no quería discutir, no tenía ganas de escucharla. Así que prefería irme antes de que una de las dos salga lastimada por las palabras de la otra.
Al entrar al aula me senté en mi lugar impactando mi mochila sobre la mesa, llamando así la atención de Yuna y Jake que estaban delante de mí hablando de algo que no podía escuchar, ya que estaban susurrando.
-Te ves enojada.-Murmuro Jake ganándome una mirada obvia de mi parte.
¿Se me notaba tanto?
-¿Pasó algo?-Preguntó Yuna mirándome algo preocupada.
Yo solo pude negar dejando escapar el aire retenido en mis pulmones por mi boca, en un intento de relajarme. Miré detrás de mí por un momento, notando que el lugar del pelinegro estaba vacío. Tenía la intención de hablar hoy con Riki, pero al parecer aún no había llegado o simplemente no vendría hoy a la escuela.
-No vendrá hoy.-Murmuro Jake llamando mi atención.-Quiero decir, Riki. Él tenía algo más que hacer.-Me explico Jake mirando hacia el frente con su labio inferior entre sus dientes.-Supongo que eso querías saber.-Al decir lo último me miró sonriendo levemente.
Asentí devolviéndole la sonrisa.
-¿Quieres que nos vayamos juntos hoy?-Le pregunte refiriéndome a la guía que haríamos en mi casa.
-Si están juntos entonces.-Yuna casi grita aquello haciendo que ambos nos miráramos y riéramos por aquella tontería.
Jake y yo juntos, que mala broma. El día que eso pase probablemente todas las mujeres del planeta se habrán extinguido y solo quedaría yo únicamente para que me elija a mí.
-No, ya dije que no.-Me queje soltando un suspiro.-Solo haremos la tarea de matemáticas juntos.-Murmure mirando a Jake quien me veía divertido, en serio le encantaba ser el centro a este chico.
-Sí, por ahora.-Admitió Jake haciendo que Yuna lo mirara
Rodé mis ojos y solo saque mi celular esperando a que la clase comenzara.
-Creo que harían linda pareja.-Admitió Yuna sonriéndome. La miré horrorizada escuchando como Jake se reía por lo bajo.
-Pero si tú me dijiste...
-Eso no importa, aprovecha.-Me interrumpió viéndome con picardía.-Apoyo al JakeBeth.-Aplaudió con emoción haciéndome reír que clase de shipp extraño era ese.
-Suena bien.-Murmuro Jake haciendo un gesto de como si estuviera pensando.-¿Qué piensas tú, Be?-Pregunto ganándose una mirada confusa de mi parte por el raro apodo que me había dado.
Be, nunca nadie me había llamado así antes.
-Que dijiste.-Le dije con una expresión sorprendida.-¿Qué rayos es Be?-Le pregunte frunciendo mi seño.
-Be, de Bethy.-Me explico.-Es lindo.-Sonrió apoyando sus codos en mi mesa.
-Suena como si estuvieras diciéndome abeja.-Me queje ganándome una risa de parte del rubio y la pelirroja.
Estos dos se traen algo parece que se confabularon o algo así. Ya no entendí que sucede.
La profesora de ciencias sociales entró al aula pidiendo silencio para comenzar la clase. Así que solo observe como ambos se acomodaban en su mesa para prestar atención a la clase por lo que hice lo mismo.
El día paso volando y en un abrir y cerrar de ojos estaba junto a Jake saliendo de la escuela. Ambos íbamos en silencio uno caminando al lado del otro sin parecer querer decir nada.
Mire su perfil fijándome en su mandíbula que estaba ligeramente apretada. Se veía atractivo y aunque nunca lo admita en vos alta Jake era un chico que podía conseguir a la chica que quisiera con solo darle una sonrisa. Su uniforme siempre lucía impecable y su cabello siempre estaba bien peinado, si el chico perfecto. Debería comenzar a llamarlo material de novio.
Saque esos pensamientos de mi cabeza riéndome por pensar tan siquiera en la idea de Jake y yo juntos. No quería cometer el mismo error dos veces y Jake era el chico perfecto para vivir un déjà vu, que parezca un ángel no significa que lo sea.
-Si sigues viéndome así, terminaras gastándome.-Se burló viéndome con una sonrisa arrogante.
-Claro que no te veía a ti.-Mire hacia otro lado sintiendo como la vergüenza me recorría.
-Ven.-El rubio me tomó de la mano desconcertándome.
-¿Pero a dónde vamos?-Le pregunte confusa por la forma en que nos desviábamos del camino a mi casa.
-Ya verás.-Me sonrío y apretó ligeramente mi mano llevándome a quien sabe donde.
Mis ojos se encontraron con una bonita heladería confundiéndome aún más. ¿Pensaba llevarme a tomar un helado?
-Deja de verme como si tuviera un tercer ojo.-Se rio soltando mi mano.-Quieres entrar o seguirás mirándome así.-Me miro con diversión logrando que abultara mis labios con vergüenza.
-Bien.-Murmuré entrando sin verlo a la cara.
Jake me invitó a sentarme en una mesa cerca de la ventana mientras él pedía nuestros helados. Ni siquiera me pregunto de qué sabor lo quería, que malo es.
Luego de un rato Jake volvió con dos helados de vainilla ganándose una mirada sorprendida de mi parte.
-¿Cómo supiste?-Le pregunté cuando se sentó frente a mi dándome mi helado.
El rubio se encogió de hombros mientras comía su helado.
-No lo sé, solo supuse que te gustaba la vainilla. Pareces una chica a la que le gusta lo dulce-Se rio mientras relamía sus apetecibles labios que no pude evitar mirar.-Ahora estás mirando mis labios.-Jake se burló logrando que me sonrojara.
-No es verdad.-Mire hacia mi helado tomando una cucharada y probándolo.-Cambiando de tema.-Hice una pequeña pausa esperando a que el rubio me mirara.-¿Por qué me trajiste?-Le pregunte frunciendo mi seño.
-Solo quería un helado.-Me dijo con simpleza mientras siguió comiendo.
-Solo eso.-Le dije no muy convencida ganándome un asentimiento de su parte.
-¿Puedo probar tu helado?-Inquirió como un niño pequeño ganándose una mueca de disgusto de mi parte.
-Son del mismo sabor.-Me quejé apuntándolo con mi cuchara.
-No, el tuyo tiene galletas.-Me explico sonriendo divertido.
-Solo quieres engañarme.-Murmuré con desconfianza.
-Yo, nunca.-Negó poniendo esa expresión inocente que tanto odiaba porque siempre me hacía caer ante sus peticiones. Sus ojos se veían tan lindos e inocentes y tenía un ligero puchero en sus labios, logrando que me derritiera.
Suspire rendida y le extendí mi cuchara viendo como sonreía triunfante para luego probar mi helado.
Lo miré mal y seguí comiendo mi helado cuando se apartó.
-Ahora me diste un beso indirecto.-Se burló haciendo que me congelara.
-Ya dejame en paz.-Me queje sintiendo como mis mejillas se sonrojaran.
Este chico era un lindo fastidio. Admitía que me divertía un poco cuando estaba con él. Pero aun así, seguía siendo muy molesto.
Cuando terminamos los helados Jake pago y finalmente salimos del local dirigiéndonos a mi casa, quedándonos nuevamente en silencio.
Al llegar saque mi copia de llaves de la mochila para abrir la puerta haciendo pasar a Jake junto a mí.
-Mamá, ya llegué.-La casa estaba en silencio así que supuse que aún estaría en el trabajo.
-Así que solo somos tú y yo.-Murmuró Jake a mi lado haciendo que lo mirara.
-No intentes nada raro.-Lo miré de forma amenazante haciéndolo reír.
-Descuida.-Levanto sus manos en forma de rendición.-Solo será con tu permiso.-Me sonrío de forma coqueta haciendo que rodara los ojos.
-Eso nunca pasará.-Le aclare comenzando a caminar hacia las gradas.-¿Vienes o te quedarás ahí viéndome el trasero?-Le pregunte de forma burlona logrando que se avergonzara y se riera nervioso.
Cero puntos para Jake Sim, un punto para Bethy Lee. Ya se merecía este chico probar su propia medicina.
Cuando subimos las gradas abrí la puerta de mi habitación y entre a esta dejando mi mochila sobre la cama, para luego sentarme sobre la misma. Jake copio mi acción pero en lugar de sentarse a mi lado se sentó en la cilla giratoria de mi escritorio. Nos miramos durante unos segundos quedándonos en silencio hasta que sentí la necesidad de apartar mi mirada.
-Bien comencemos.-Le pedí mientras me levantaba de la cama de un salto para buscar mi guía de estudio.
-Claro.-Murmuro Jake siguiendo mis movimientos.
-Espera.-Le dije en el mismo tono inclinándome un poco sobre él para tomar la hoja que estaba en mi escritorio.
El rubio me miro desde abajo mordiendo su labio inferior.
-Sabes, ahora mismo quiero tomarte de las caderas y sentarte en mi regazo.-Admitió en un tono ronco haciendo que me apartara con mi hoja entre mis manos viéndolo con sorpresa y algo de vergüenza.-Pero no lo haré porque lo más probable es que me pegues y luego me eches de tu casa.-Sonrío poniendo sus brazos detrás de su nuca apoyándose un poco más sobre la cilla.
Suspire aliviada, volviendo a sentarme en la cama.
-Que bueno que lo sepas porque lo haré si intentas algo.-Le dije con una mirada amenazante aunque por dentro estaba muerta de nervios y ni siquiera sabia el porqué.
Jake rio por lo bajo asintiendo con diversión.
-Bien, empecemos de una vez con los ejercicios.-Me pidió sentándose a mi lado en la cama. Simplemente asentí agradecida por su sugerencia, para así finalmente dejar el actual tema de una vez por todas de lado.
Había pasado una hora desde que comenzamos a resolver los ejercicios y gracias a la ayuda y las explicaciones de Jake había logrado resolver la mitad de ellos sin necesitar que me ayudara. Era bueno en las matemáticas, lo admitía.
-¿Entonces ya todo quedo claro?-Me pregunto sonriendo con calidez.
-Si, muchas gracias.-También sonreí agradecida por su ayuda.
-No me agradezcas.-Me respondió acariciando levemente con su pulgar el dorso de mi mano.
-Bueno.-Murmure sin saber que más decir, su toque sobre mi mano era suave así que no me quejaría por esta vez. Me sentía cálida a su lado.
Nos miramos fijamente sin decir nada solo apreciando los ojos del otro como si buscáramos algo dentro. Nuestros rostros se acercaron lentamente hasta el punto en que sentía su tranquila respiración sobre mi rostro.
-Sabes algo.-Susurro sobre mi rostro y yo solo emití un sonido de que estaba escuchándolo.-Te ves tan linda ahora mismo que quiero besarte. No me importa si luego te enojas o nunca más me vuelves a dirigir la palabra, pero juro que no me arrepentiré de esto nunca.-Tan solo terminó de decirme aquello unió sus labios con los míos moviéndolos de forma suave, como si tuviera miedo de lastimarme.
Al inicio intenté alejarlo posando mis manos sobre su pecho, pero mientras pasaba el tiempo solo quería devolverle el beso sin importar luego las consecuencias. El beso comenzó siendo dulce, sus movimientos eran delicados y sus manos recorrían mi espalda intentando pegarme más a él.
Poco a poco nuestro dulce beso se volvió intenso y algo necesitado. Mis manos acariciaron su pecho, pasaron por su cuello y finalmente se posicionaron en su nuca atrayéndolo más a mí. Jake sujeto mis caderas haciendo un impulso para que me sentara sobre su regazo. Obedecí poniendo cada pierna al lado de las suyas quedando a horcajadas sobre él. Sus manos bajaban desde mi espalda baja hasta mis muslos subiendo levemente mi falda cada vez que subía nuevamente.
Los dientes de Jake mordieron mi labio inferior haciendo que entreabierta mis labios. Dándole acceso a mi cavidad. Adentro su lengua dentro de mi boca comenzando un vaivén cada vez que rozaba con mi lengua.
Tuve que dejar de besarlo cuando me empujo contra la cama sabiéndose sobre mí, dejando caer su peso sobre sus brazos a cada lado de mi cabeza para no aplastarme.
-¿Qu-que haces?-Murmure nerviosa al verlo con esa mirada llena de deseo y necesidad por más.
-Solo.-Jake hizo una pequeña pausa relamiendo sus labios.-No me detengas ahora, por favor.-Me pidió volviendo a unir sus labios con los míos con necesidad.
Bajo una de sus manos hasta mis muslos, tocando uno de ellos sin llegar más lejos de lo necesario. Lo apretaba y masajeaba soltando leves suspiros sobre mis labios casa vez que lo hacía.
Dejo mis labios de lado, comenzando a dejar un camino de besos húmedos desde mi mandíbula hasta mi cuello. Donde se quedó por un rato dejando unos cuantos besos suaves en este. Sus besos pasaron al medio de mis clavículas donde se detuvo al ver que la tela de mi blusa le impedía continuar. Mi corazón solo latía con fuerza al ver como sus ojos de cachorro me examinaban con un leve brillo.
Jake no espero a que dijera algo y comenzó a desabotonar mi blusa revelando mi sosten rosa pastel con unos cuantos dibujitos infantiles en este.
-Adorable.-Murmuro con una leve sonrisa de burla en sus labios haciendo que me avergonzara más de lo que ya podía estar. Cubrí mi rostro rojo con mis manos dejando escapar un falso lloriqueo que lo hizo reír mientras quitaba mis manos de mi rostro.-Mirame.-Me pidió e hice lo que dije.-Buena chica.-Me halago volviendo a unir sus labios con los míos.
Entonces caí en cuenta de lo que quería. Deteniéndolo al instante incapaz de poder llegar más lejos, lo admitía tenía miedo de solo pensar en la posibilidad de volver a revivir el recuerdo de ser obligada a hacer esto.
-Para.-Le pedí con la vos entrecortada.
Jake me miro extrañado y algo asustado.
-¿Te lastimé?-Pregunto viéndome con esos hermosos ojos ahora algo preocupados.
Negué mirando hacia otro lado.
-Entonces.-Frunció su ceño ligeramente.
-No estoy lista.-Murmure avergonzada sintiendo que iba a llorar.
Jake me sonrío y acaricio mi mejilla con dulzura.
-No te avergüences, no voy a obligarte a hacer algo que no quieras.-Me aseguro dejando un beso en mi frente.-Aunque eso no significa, que no podamos jugar un poco.-Me sonrió con diversión tanteando debajo de mi falda.-¿Puedo?-Me pidió subiendo y bajando su mano por debajo de mi falda.
-S-sí.-Asentí en un susurro, curiosa por lo que pensaba hacer.
Jake sonrío complacido y apretó mi muslo comenzando a acariciarlo hasta llegar a la parte interna de este. Jake me miró con una pequeña sonrisa para luego comenzar a acariciar mi centro por encima de la tela de mis bragas con su pulgar haciendo leves círculos sobre mi zona sensible. Un gemido escapo de mis labios por su estimulación.
Jake empujo su pulgar sobre mi zona sensible logrando que me retorciera al sentir como me mojaba por la forma en que sabía que lugar tocar para estimularme. Maldecí por lo bajo jurando que me correría si seguía jugando conmigo cruelmente. Jake me callo uniendo sus labios con los míos nuevamente ahogando así mis gemidos y maldiciones.
Jake se apartó un poco de mis labios pidiendo permiso con su mirada para comenzar a bajar mi ropa interior, que sostenía delicadamente por los bordes. Asentí dándole permiso a que lo hiciera. Jake comenzó a bajar mis bragas por mis piernas guardándolas dentro del bolsillo de su pantalón cuando terminó de quitármelas.
Comenzó a inclinarse sobre mi cuerpo hasta que su rostro quedo alineado con mi centro ya húmedo. Sintiendo la vergüenza recorrer mi rostro intenté cerrar mis piernas ganándome una risa divertida de su parte mientras apoyaba sus manos en mis muslos para que no lo hiciera.
-Seré dulce, lo prometo.-Me sonrió cálidamente para comenzar a dejar besos en la parte interna de mis muslos.
Mordió levemente mi delicada piel hasta que finalmente sus labios tocaron mi clítoris. Su lengua se movió contra mis paredes recolectando mi esencia con esta. Sus movimientos eran suaves y placenteros, solo intentaba hacerme sentir bien y no lastimarme como antes prometió.
Su nariz tocaba ligeramente mi clítoris haciéndome estremecer por la forma en que su boca me recorría tan bien. Mis manos se aferraron a las sabanas mientras arqueaba mi espalda y mi cabeza daba vueltas solo pensando en lo bien que se sentía su lengua dentro de mí.
En un momento determinado comencé a desesperarme por la forma lenta y tortuosa en la que estaba recorriéndome. Mis caderas se movían con necesidad intentando obtener un poco más de fricción de su parte con mi intimidad. Mis manos buscaron su cabello y lo empujaron más hacia mi centro en busca de su atención. Jake se rio sobre mi centro estimulándome por la vibración de su risa.
Con cada roce sentía que el nudo en mi vientre crecía y la ola de placer era aún mayor. Tome su cabello con un poco más de fuerza sintiendo como mi respiración se aceleraba y mis muslos se apretaban alrededor de su cabeza. Mi espalda se arqueó más anunciándole al rubio que estaba a punto de terminar por lo que se centró más en mi clítoris jugueteando con su lengua sobre este.
-Jake...-Lo único que pude hacer en ese momento fue susurrar su nombre como pude sintiendo que pronto me correría.
Mi vista comenzó a volverse borrosa y un intenso calor recorrió mi cuerpo seguido de espasmos y gemidos que no pude evitar liberar. Jake se apartó un poco y froto sus dedos sobre mi clítoris alargando más mi orgasmo, haciéndome gemir y lloriquear por la forma en que los espasmos recorrían mi cuerpo. Jake sonrío victorioso y volvió a recorrer mi centro saboreando mis fluidos.
Cuando Jake se alejó respire en busca de un poco de aire viendo al chico con un pequeño puchero mientras se levantaba de la cama para mirarme con una sonrisa.
-¿Tienes toallas húmedas?-Me pregunto haciendo que me confundiera un poco, pero asentí aun así.
-Sí, en la segunda gaveta de mi mesita de noche.-Le indiqué.
Jake asintió y busco unas cuantas toallitas del paquete acercándose a mí nuevamente para comenzar a limpiar con cuidado el interior de mis muslos. Después volvió a poner mis bragas y cerro los botones de mi blusa, dejando al final un beso en mi frente sonriendo al apartarse. No lo entendía, acababa de comerme y ahora estaba siendo dulce. En serio Jake era un perfecto material de novio.
-¿No te hice daño verdad?-Me pregunto al ver que aún no decía nada.
-Para nada.-Me reí sentándome en la cama.
-¿Irás al viaje de fin de semana?-Me pregunto sentándose a mi lado en la cama.
-No.-Admití.
-Ya sé, estás castigada.-Repitió mis anteriores palabras haciéndome reír.-Y si hablo yo con tu madre.-Propuso haciendo que lo mirara curiosa.
-No creo que te escuche.-Negué no muy convencida.
-Tu dejámelo a mí, soy muy convincente.-Intento convencerme.
-Bien, pero si no funciona el tema se queda ahí y punto.-Le pedí ganándome un asentimiento de su parte.
Espero y Jake sepa lo que hace.
Jejeje
¿Qué les pareció?
Espero y les haya gustado un montón este capítulo
No se olviden de comentar y dejarme saber si les está gustando, sus comentarios me ayudan a continuar con este fanfic.
🖤
Se que no tiene nada que ver, ¿Pero ya escucharon Confession?
Quien más se enamoró del HeeJake. 🫦
Les recomiendo escucharla leyendo este capítulo así se siente más el salseo. 7w7
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top