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HAPPY BIRTHDAY
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5 de Junio de 1991 - Mansión Malfoy, Wiltshire.
Los mellizos Mérope y Draco Malfoy estaban frente a sus pasteles de cumpleaños número 11.
—Feliz Cumpleaños Draco.—susurró a su mellizo mientras ambos miraban cada uno las 11 veletas encendidas de su propio pastel.
Porque sí, aunque eran mellizos cada cumpleaños los elfos han preparado un pastel para cada uno, ambos de color blanco y con detalles en los colores favoritos de los mellizos.
—Feliz Cumpleaños Cissa.—le respondió y le regaló una sonrisa de esas que solo le daba a ella.
—¡Felices 11 años mellizos!—gritó el resto de los presentes, esa era la señal para apagar las velas.
Luego de varios aplausos, soplaron las velas y se prepararon para abrir sus regalos.
—Felicitaciones primitos, ya son niños grandes.—dijo una pelinegra unos dos años mayor que ellos apretando sus mejillas.
—¡Por fin! Ya era de que los tres tuviéramos 11, hubieran nacido un par de meses después y tal vez no estudiábamos juntos.—añadió un pelinegro de su edad—Buena esa por nacer a tiempo.
—Mi mejor amiga tiene 11, son solo 3 semanas pero sigo siendo mayor que tú, MerMer.—le dijo su amiga castaña—Espero te guste mi regalo, se te verán preciosas.
—Ya tienen 11, saben lo que significa.—dijo su padre, ambos asintieron con la cabeza.
—Llegará en cualquier momento, yo les avisaré.—dijo Narcissa dando un beso en la mejilla de cada uno—Mientras, ¡es hora de abrir los regalos!
—Serán unos maravillosos Slytherin, como nosotros.—dijo Lucius a su esposa mientras esta miraba a sus hijos desenvolver todas las cajas.
—Estoy segura de que así será cariño.—respondió.
Ropa bastante cara, accesorios para el cabello, zapatos, túnicas nuevas, un libro de pociones y muchos dulces hacían parte de la lista de obsequios.
Ya tenían edad para ir a Hogwarts, por lo que sus padres les regalaron bufandas, guantes, suéteres, gorros y hasta un par de pijamas, claro todo era alusivo a la casa Slytherin. Ellos debían quedar en esa casa.
—Aún no abran esos, quiero darles este primero—los interrumpió su padre sacando un sobre.
—Sabemos que les encantará—añadió Narcissa viendo como Draco recibía el sobre y lo abría.
—No..
—Puede...
—Ser..
—¡Son boletos para el último partido del verano de la Eurocopa!—exclamaron los mellizos al tiempo.
—Hay seis boletos, ¡irán con nosotros!—dijo Mérope mirando a sus primos presentes.
—Claro que nosotros también iremos, pero ese era su sobre—dijo Narcissa.
—Serán los Magpies contra los Cannons—añadió su primo.
—Lastima hermanita, eso significa que el próximo partido de de las Arpías será en otoño y estaremos en la escuela—mencionó Draco y Mérope asintió alto decepcionada, ella de verdad quería poder ver a su equipo favorito.
—No importa, lo importante es que iremos a ver quidditch y también apoyo a los Magpies, que sean el equipo favorito de Act y tú hizo que le tomara cariño, pero prefiero a las Arpías—dijo la rubia menor.
—Y yo también soy equipo las Arpías como mi prima, sea cual sea el equipo estaremos juntos y disfrutaremos mucho—añadió la pelinegra.
—Es cierto...—terminó por decir Draco.
—Ya pueden seguir con sus regalos—les dijo Lucius.
Su corazón -si es que tenía uno- se había encogido al ver la cara de su hija cuando supo qué tal vez esta temporada tampoco vería a su equipo favorito, no se permitió resignarse ante eso, algo haría par sacarle una sonrisa a la niña de sus ojos.
Abrieron un par de regalos más, pero lo que le había emocionado a los mellizos eran un par de escobas Comet 260. No eran unas Nimbus pero la verdad no les importó, ellos habían pedido escobas y sus padres cumplieron sus deseos, además eran rápidas, tenían buenas referencias y lo más importante: volaban.
Ellos amaban volar y su padre les había enseñado con su escoba personal, aunque no jugaba quidditch si sabía volar para transportarse y era apasionado por el juego, cosa que había pasado a sus hijos.
Por su parte, Narcissa aunque asistía a los partidos de quidditch para acompañar a su esposo e hijos, no tenía ni idea de escobas o artículos para jugar el deporte, por lo que fue a la tienda y al entrar escuchó decir a alguien que esas eran de las más rápidas del catálogo así que pidió dos envueltas en papel de regalo.
Las envolturas siempre eran de color verde para Draco y vinotinto para Mérope, haciéndole honor a que (además del negro) eran los colores favoritos de sus hijos.
Claro Narcissa siempre se aseguró de que fuera vinotinto borgoña, el tono más oscuro de este color que incluso podría considerarse un purpura rojizo. El rojo estaba casi prohibido en la casa Malfoy, solo se veía cuando había sangre o en las manzanas, nada más.
A pesar de no tener una familia muy afectiva, los cumpleaños del par de mellizos estaban cargados de lujos, venían de una familia adinerada por lo que era común para ellos tener ostentosas celebraciones.
Sus padres encontraban la manera de demostrarles su amor, su madre sí era bastante afectiva y cariñosa con ambos aunque frente a otras personas mostraba compostura y seriedad, mientras que su padre era más seco en ese aspecto, así que se redimía cumpliéndoles sus caprichos materiales, ellos eran niños bastante consentidos.
Mérope era la luz de los ojos de Lucius, ella le recordaba tanto a su amada Narcissa que cada vez que la dulce niña le hablaba era la única forma de que al patriarca se le ablandara el corazón.
Por otro lado Draco tenía el mismo efecto en su madre, Narcissa no podía ver los grises ojos de su hijo y decirle que no, él era idéntico a Lucius en su juventud lo que la hacía recordar que él era fruto de su amor.
A parte tenían a sus primos, Pólux y Venus Lestrange, a pesar de no vivir con ellos los Malfoy eran la familia más cercana de los dos niños que quedaron en custodia de sus abuelos paternos el día que sus padres fueron encarcelados por ser de los mortifagos mas fieles del señor tenebroso.
Venus era dos años mayor que los mellizos y que su hermano, había asistido desde los once años a Durmstrang por petición de su encarcelado padre, aunque su madre si quería que fuera a Hogwarts para ser una orgullosa Slytherin, para su padre el colegio era muy blando en enseñanzas, además de que decía conocer muy de cerca al director de Durmstrang y confiaba más en el que en Dumbledore.
Pero ahora que Pólux también cumplió sus 11 años, el ministerio cree que lo mejor es que ambos hermanos asistan a Hogwarts y estén bajo la vigilancia de Dumbledore, ya que por los recientes rumores sobre el uso de magia oscura y maldiciones imperdonables en las clases de Durmstrang el ministerio teme que los niños terminen siendo igual de peligrosos que sus padres.
Luego de un rato en compañía de sus primos y los hijos de amigos cercanos de su padre, entre ellos la mejor amiga de Mérope: Olivia Avery, y los que decían ser los amigos de Draco y Pólux: Vicent Crabbe y Gregory Goyle, se hizo de tarde y la celebración que había sido un almuerzo se daba por terminada.
Los mellizos junto a sus primos decidieron pasar el resto del día montados en sus escobas jugando quidditch, bueno al menos Draco, Pólux y Mérope, pues Venus prefería la tierra firme y dibujaba mientras vigilaba que sus primos y hermano no se mataran en el intento de juego.
—Eres ágil Cissa, quizás en la escuela seas cazadora del equipo.—dijo su hermano.
—Gracias Draco, tú atrapas la snitch cada vez más rápido, si sigues así podrás ser buscador.—le respondió su melliza.
—Draco tiene razón prima, deberías audicionar cuando estemos en segundo año y podamos llevar nuestras escobas al colegio.—añadió su primo.
—No lo sé, papá dice que en el equipo de Slytherin no hay chicas hace muchos años ¿y si no las admiten? sería ridículo ir a una audición.—dijo Mérope desanimada, a ella tal vez si le gustaría ser cazadora.
—¿Olvidas quién eres? ¡Eres Mérope Malfoy! Y los Malfoy conseguimos todo lo que queremos.—dijo Draco recalcando su apellido.
—Querrás decir: Los Black conseguimos todo lo que queremos, porque los 4 tenemos en común el Black y siempre nos salimos con la nuestra.—mencionó Pólux.
—Es cierto, soy una Black, como mamá. La abuela Druella dice que el mayor honor de su vida fue convertirse en un Black y ¡yo nací siendo una! Definitivamente nací para dominar el mundo, me amo.—dijo una fascinada Mérope.
—Obviamente naciste para dominar el mundo primita, yo confío en que harás lo que quieras en esta vida.—añadió el pelinegro.
—Y por eso eres mi primo favorito, cuando sea la princesa de Slytherin ustedes serán mis súbditos favoritos.—dijo sonriendo inocentemente.
—¿Qué? ¡Te enloqueciste! Para eso están Crabbe y Goyle, obviamente Pólux y yo seremos los príncipes.—reaccionó su hermano con tono arrogante—¿No nos ves? Somos perfectos.
—Obvio que si, el abuelo dice que nuestros padres eran bien vistos por las chicas desde su primer año, así seremos Draco y yo, los solteros más codiciados de nuestra generación.—añadió el chico pelinegro igual de arrogante.
—Seguramente lo serán. Madre dijo que ella tenía muchos pretendientes pero que siempre estuvo enamorada de padre ¿también encontraré a mi amor en Hogwarts?—dijo mirando el cielo que ya oscurecía.
—¡Ni lo pienses!—dijeron los dos chicos al mismo tiempo.
—No tendrás novio hasta los 30.—sentenció Pólux—Igual que Venus.
—Y además, cualquier chico que se te quiera acercar tendrá que pasar por nosotros primero.—añadió Draco.
—¿Entendido?—dijeron los dos al mismo tiempo.
—¡Por Merlin! Son tan tiernos cuando se ponen sobreprotectores.—dijo volando hacia ellos para apretar sus mejillas.
—Es enserio, Cissa.—respondió un serio Draco—Papá siempre me dice que debo cuidarte.
—Y siempre termino yo cuidándote a ti. Puedo cuidarme sola Dra...—iba a seguir hablando pero una voz la interrumpió, más bien un grito que conocía muy bien.
—¡Mérope, Draco!—gritó su madre desde la puerta del jardín—. Les ha llegado correspondencia.
—Voy, madre.—respondió Draco descendiendo de su escoba junto a su primo—Cissa, no te quedes ahí.
—Mérope baja de esa escoba, ahora—añadió Narcissa irritada al ver a su hija que cada vez que se montaba en esa escoba dejaba de ser su damita—¡Esto es importante!
—Ya bajé, madre—respondió aterrizando frente a la mujer que le dio la vida— ¿Qué es?
—Entren, su padre las tiene.—dijo su madre y en dos segundos ya la niña estaba junto a su padre—Vamos, Draco. Por sus caras Pólux y Venus ya deben imaginarse lo que es.
—¿Es lo que creo que es, padre?—chilló una sonriente Mérope—¡Draco, ven rápido!
—Aquí tienen.—habló su padre extendiéndoles dos sobres.
—¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!—un grito se escuchó de parte de los mellizos pero se callaron después de una mirada de sus padres.
—Vamos a ir a Hogwarts, Draco.—dijo emocionada a su mellizo—Gracias, padres.
—¿Escuchaste, Act? Iremos juntos a la escuela.—se dirigió Draco a su primo.
—¡Cierto! Por fin los 4 iremos a la misma escuela.—respondió su primo.
—En Durmstrang siempre soñaba con ir a Hogwarts, así que yo también estoy emocionada.—añadió Venus viendo a sus primos menores.
—Ya saben que yo quería que Draco y Pólux asistieran a Durmstrang, además de transferir a Venus y Cissa a Beauxbatons, pero su madre no me lo permitió.—les comentó su padre.
Claro, Lucius no le iba a mencionar a sus sobrinos que irían a Hogwarts porque el ministerio creía que en Durmstrang enloquecerían como sus padres.
—No iba permitir que los separaras Lucius. Además Venus ahora irá a Hogwarts con ellos.—respondió Narcissa—Mucho menos que los enviaras a estudiar tan lejos, Hogwarts está cerca y no quiero que se vayan, mis bebés.
—Ya no somos unos bebés, madre.—dijo Draco.
—Siempre serán mis bebés.—respondió.
—Corrección, Draco siempre sera tu bebé, yo si voy a madurar.—añadió la platinada menor.
—Si Draco siempre será el bebé de tu madre, tu siempre serás mi bebé Cissa.—dijo su padre dándole un intento de sonrisa a su hija.
—Yo soy el mayor Cissa, obvio maduraré antes.—dijo Draco a su hermana.
—Fueron 12 minutos y 42 segundos Draqui, ya superalo.—respondió la niña-Eres el mayor pero el mas tonto.
—Bueno ya, mis niños.—dijo su madre—Es hora de ir a la cama, llevaremos a Pólux y Venus a su casa.
Los dos Malfoy menores se despidieron de sus primos y fueron a sus respectivas habitaciones para descansar.
Mérope se dedicaba a dormir cuando sienten abrir la puerta de su habitación.
—¿Eres tú, Draco?—dijo la rubia un poco dudosa.
—Sí...¿puedo dormir contigo?
—Claro que puedes, ven acá. ¿qué tienes?—dijo moviéndose a un lado de la gran cama para que su hermano se acostara a su lado.
—Nada...
—A mi no puedes mentirme Draco, compartimos vientre.—le reprochó—Mira, ¡Dobby!
—¿Si mi querida ama Mérope?—dijo el elfo con su chillona voz.
—¿Puedes traernos galletas de chispas de chocolate y leche caliente, por favor?—le dijo la rubia amablemente al elfo.
—Claro que sí mi querida ama.—en un chasquido el elfo desapareció y volvió a aparecer con un plato de galletas y dos vasos de leche.
—¡Gracias Dobby! Que delicia, puedes irte a descansar.—le dijo finalmente.
—Gracias a usted mi querida ama Mérope, nadie le dice gracias a Dobby, solo usted lo hace. Buenas noches amo Draco.—dicho esto el elfo se fue.
—¿Por qué a ti te dice querida ama y a mi solo me dice amo?—preguntó su mellizo.
—Porque yo sí lo trato bien, no como tú, deberías darle las gracias de vez en cuando, el pobre elfo hasta juega con nosotros.—le respondió—Ahora me dirás que es lo que tienes.
—Está bien...estoy algo nervioso por Hogwarts ¿y si nos va mal? ¿y si no cumplo las expectativas de nuestro padre?—respondió un nervioso rubio, así que su hermana lo abrazó.
—Tranquilo Drac, a mi tambien me preocupa no ser la princesa que madre desea que sea pero estaremos bien.—dijo sobando el cabello de su hermano.
—¿Tu crees?—le preguntó y la rubia asintió con la cabeza—Creo que no será tan grave, solo hay que demostrar quien manda, soy un Malfoy.
—Déjate de eso Draco, solo concéntrate en lo que debes y no te preocupes por el resto, como dice la abuela: lo que tenga que venir, vendrá por sí solo.
—Tienes razón, no debo preocuparme.—dijo Draco a su hermana—Además Act y Drella también estarán ahí.
—Si, los 4 seremos seleccionados para Slytherin y siempre estaremos juntos ¿si?
—¿Mellizos por encima de todo?
—Mellizos por encima de todo, Draco.
Hicieron un "brindis" con los vasos de leche tibia y entre risas silenciosas por chistes y anécdotas que solo ellos entendían, cosas de mellizos, se terminaron el plato de galletas.
Automáticamente después de acabar a ambos los agarró un profundo sueño. Su vida apenas comenzaba.
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Amo a mis mellizos, la verdad sí. Soy su fan #1.
La verdad me gustaría quitarle esa imagen a Lucius que hay en algunos fics del peor padre del mundo, el que nunca le dió nada bueno. Para mí Draco era un consentido, tal vez su padre no era cariñoso pero estoy segura que no era tratado como lo muestran en varias partes.
En fin, Mérope la favorita.
También Polux y Draco modo: hermanos celosos, son lo más bello.
Cambie el nombre de Adhara por Venus pues me gusta mas para planes futuros que tengo con ese personaje.
Yo intento basarme los libros pero las películas tienen cosas que me gustan y me parece que le aportan al fic, ustedes saben que introducir nuevos personas implica cambiar varias cosas y bueno, espero sean abiertas a los cambios que llegue a hacer.
Voten, comenten (ya están empezando a hacerlo y no saben cuanto me emociona, ya sé lo que sienten las autoras cuando dicen disfrutar los comentarios de las lectoras, las tqm) y síganme para estar informadas de cosas de los fics.
Xoxo, Ela
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